LA LUNA
En
este editorial, hablaré sobre un dogma científico ya tratado por
DDLA, pero debido a su importancia para la vida en el planeta, es un
tema bien válido para hacer revisionismo. Me estoy refiriendo a la
Luna. La ciencia afirma que es un satélite natural. ¿Por qué
catalogo esta afirmación como dogma científico? Antes de
argumentar, responderé a esta pregunta haciéndome eco de las
palabras que usó el célebre Isaac Asimov, para referirse a ella.
Cito:
«Después
de todo, la Luna existe y está ahí. ¿Por qué no aceptarlo? La
respuesta es que estudiando el resto del sistema solar llegamos a la
conclusión de que la Luna no debería estar ahí. El hecho de que lo
esté es una de esas casualidades demasiado buenas para poder ser
aceptadas. Los planetas pequeños, tales como la Tierra, con débiles
campos de gravedad, normalmente carecen de satélites. Plutón no
tiene ningún satélite conocido, ni tampoco Mercurio o Venus… Pero
la Tierra, de manera sorprendente, sí tiene uno: la Luna.
Pero
esperen un momento. No he mencionado a Marte. Marte, aunque es
solamente un décimo de la Tierra, tiene dos satélites. ¿Qué les
parece? Bueno, no todo consiste en tener satélites. Lo más
importante es el tamaño de esos satélites. Digamos, pues, que en
general, cuando un planeta tiene satélites, éstos son mucho menores
que él. Así pues, si la Tierra tuviera un satélite todo nos haría
sospechar que, como mucho, sería un pequeño mundo, quizás de unos
45 kilómetros de diámetro. Pero no es así. La Tierra no sólo
tiene un satélite, sino que tiene un satélite gigantesco, de más
de 3.200 kilómetros de diámetro. ¿Cómo es posible? Sorprendente».
No es de
extrañar que Asimov se sorprenda. El satélite más grande que gira
alrededor de Júpiter es 18 veces más pequeño que éste, mientras
que la Luna, es tan sólo 4 veces más pequeña que el planeta que
orbita. Además, casualmente gira a la misma velocidad que la Tierra,
es decir, siempre nos muestra, sincrónicamente, la misma cara. Algo
estrechamente relacionado con la evolución de la vida en la Tierra.
Debido a ello, más que casualmente, habría que decir, causalmente. Órbita, densidad, tamaño y relaciones gravitacionales son solo algunas de las anomalías selenitas que llevó a muchos científicos a pensar, que nuestro satélite no es natural. En la década de los 60, los científicos rusos Mijail Vasin y Alexander Sherbakov, afirmaron que la Luna no es un satélite natural. Dichos científicos rusos postularon una serie de misterios lunares que indicarían el origen artificial de la Luna. En resumen, las anomalías lunares expuestas por Vasin y Sherbakov son las siguientes:
Debido a ello, más que casualmente, habría que decir, causalmente. Órbita, densidad, tamaño y relaciones gravitacionales son solo algunas de las anomalías selenitas que llevó a muchos científicos a pensar, que nuestro satélite no es natural. En la década de los 60, los científicos rusos Mijail Vasin y Alexander Sherbakov, afirmaron que la Luna no es un satélite natural. Dichos científicos rusos postularon una serie de misterios lunares que indicarían el origen artificial de la Luna. En resumen, las anomalías lunares expuestas por Vasin y Sherbakov son las siguientes:
1.- Órbita La relación de tamaños
entre la Luna y la Tierra, la órbita circular en lugar de elíptica,
alrededor de nuestro planeta, conforman un acontecimiento físico tan
raro que no solo parece provocado de forma artificial, sino que
tampoco fue observado en ningún otro punto del universo conocido.
2.- Armazón de titanio. Los
científicos supusieron que la Luna debería consistir en una gran
esfera de titanio, material hallado en grandes porcentajes en las
rocas lunares. Esto explicaría que los Meteoritos sean incapaces de
penetrar la superficie. El registro de impactos en la Luna, rico en
cráteres de tamaños variados, parece indicar que ningún cuerpo,
logra penetrar la corteza selenita. Si bien existen cráteres de
hasta 150 km de diámetro, ninguno supera los 4 km de profundidad;
pero según cálculos similares a los que realizó la NASA para esta
misión, un cráter de dicho diámetro debería tener una profundidad
de por lo menos 50 km.
3.- El origen de los mares El origen
de los grandes depósitos de lava sobre la Luna aun carece de toda
explicación sólida.
4.- Extraños
núcleos de atracción gravitacional. La fuerza de gravitación sobre
la superficie del satélite no es homogénea. El hecho ya había sido
notado por los tripulantes de la expedición Apolo VIII.
5.- Baja densidad Nuestro satélite
posee el 60% de la densidad que la Tierra. Esto y varios estudios
demuestran su inevitable oquedad.
6.- Marcada asimetría geográfica Las
diferencias de los accidentes geográficos entre la cara visible y la
cara oscura de la luna son llamativas. Mientras en la primera se
concentran casi todos los mares, en la cara oculta se encuentran los
cráteres, montañas y otros accidentes geográficos. Por último, el
inexplicable origen de la Luna.
De hecho, éste es uno de los
problemas más complicados de la cosmogonía. Hasta el momento han
existido básicamente tres hipótesis en discusión.
HIPÓTESIS I: la luna fue alguna vez
parte de la Tierra y se separó de ella. Esto ha sido refutado por la
evidencia. Ni su composición ni su densidad coinciden.
HIPÓTESIS II: La Luna se formó de
manera independiente a partir de la misma nube de polvo y gas que la
Tierra, y de inmediato se convirtió en el satélite natural de la
Tierra. Esta teoría no es aceptable, entre otras cosas, de acuerdo
con la actual teoría de la gravitación, ya que todos los restos
hubiesen sido atraídos por la gravedad de la Tierra. Además, siendo
así, su composición sería muy similar.
HIPÓTESIS III:
La Luna entró en la órbita de la Tierra, viniendo desde muy lejos
(quizás incluso fuera del sistema solar). Navegando a través del
Universo, la Luna entró en la proximidad de la Tierra, y por una
compleja interacción de las fuerzas de la gravedad fue llevada
dentro de una órbita geocéntrica, muy cerca de ser circular. Pero
una captura de este tipo es prácticamente imposible. Por otro lado,
se esperaría una órbita muy excéntrica, o al menos algo elíptica,
pero una vez más, la física y la ciencia misma, descalifica la
hipótesis.
De hecho, los
científicos que estudian el origen del Universo hoy no tienen una
teoría aceptable para explicar cómo el sistema Tierra-Luna llegó a
existir. En cambio, la teoría de la Luna como producto de algún
tipo de inteligencia, supondría una suerte de explicación. Tal vez
incómoda, pero válida. Pero por si fueran pocas, aún hay más
anomalías, que sugieren su artificialidad. Otra de sus rarezas es
que parece tener una antigüedad superior al resto de astros del
Sistema Solar.
En 1969, Estados Unidos construyó un
módulo con el único propósito de estrellarse contra la Luna con el
fin de estudiar los efectos posteriores. La potencia estimada del
impacto se calculó que equivaldría a mil kilogramos de TNT. Tras el
impacto controlado, los expertos de la NASA observaron cómo la Luna
generó un sonido parecido al de una campana gigantesca,
prolongándose el eco durante más de media hora. Ken Johnson,
supervisor de la operación, declaró que la Luna, "vibró de
una manera simétrica, como si tuviera gigantescos puntales y un
amortiguador hidráulico en su interior". Citando a Christopher
Knight y Alan Bulter, autores de "¿Quién construyó la Luna?".
"La Luna tiene sorprendente sincronía con el Sol. Cuando el Sol
está en su punto más bajo y más débil, en pleno invierno, la Luna
está en su punto más alto y más brillante, y el retroceso se
produce a mediados del verano.
Se establecen en
el mismo punto en el horizonte en los equinoccios y en el punto
opuesto en los solsticios. "¿Cuáles son las probabilidades de
que la Luna naturalmente se encontraría en una órbita tan perfecta
que sería capaz de tapar el Sol en un eclipse y parecer del mismo
tamaño desde la Tierra? ¿Cuáles son las posibilidades que las
alineaciones llegaran a ser tan perfectas en los equinoccios y
solsticios?" Por si les ha parecido poco, les diré que las
anomalías sobre la Luna no terminan aquí. Por ejemplo, ya que hay
más, el misterio del número 108, que relaciona, con medidas y
distancias, la Luna, el Sol y la Tierra. O del número 27, presente
en su órbita, rotación, y período de gestación humana.
Por no extenderme más, les invito a
que hagan sus propias averiguaciones, sobre todo si su escepticismo
aún les impide aceptar la realidad más lógica, pese a que pueda
parecer descabellada. Llegados a este punto, cabe preguntarnos ¿Con
qué fin podría haber sido construida la Luna? Tal y como fue
desvelado en DDLA, les diré que cuando la tierra fue elegida como
planeta simiente hace miles de millones de años, los formatierras
(logos), trajeron para utilizar como base de operaciones, hasta que
el proceso se completara, un satélite artificial, la luna. Esta nave
astro, tenía el propósito inicial de regir los ciclos naturales del
planeta y sus formas de vida, además de ser la base de operaciones
de los formatierras hasta terminar su trabajo.
Luego de finalizar su tarea, la luna
fue dejada en piloto automático para que el planeta y todas sus
formas de vida estén sincronizadas con el tiempo de frecuencia 13:20
que rige y le corresponde a este sistema. Mucho tiempo después,
cuando ya existía una forma de vida en proceso evolutivo en el
planeta, los primeros Manus, habitantes originales de la tierra de
evolución reptiliana, llegan al planeta nuestros creadores, los
demiurgos y toman posesión del satélite artificial adaptándolo
para sus propósitos. Desde su interior, era transmitida la
frecuencia lumínica transportadora de la programación de los
Lhulus, el rayo Selas, de ahí el nombre griego de la luna, Selene.
Luego de la creación del Lhumanu, la luna fue desactivada como
servidor, pasando a cumplir nuevamente la función de estabilizador
de frecuencia espacio-temporal 13:20.
El 20 de julio de 1969 se transmitía
al mundo el alunizaje virtual del Apolo 11, de la llegada del hombre
a la luna, desde un estudio cinematográfico de la
Metro-Goldwyn-Mayer. Mientras tanto, en el mismo momento que esto
sucedía, en el satélite terrestre, el gobierno secreto ya hacía
tiempo que estaba instalado, investigando su procedencia artificial y
su tecnología. Tomando la tecnología descubierta en la luna
utilizada para la conexión Wi-Fi (rayo Selas), y los conocimientos
transmitidos por los grises, después de la ratificación del pacto
en el gobierno de Eisenhower, fue desarrollada la RMI, Remote Mental
Induction, (inducción mental remota) experimentada inicialmente en
las décadas del 50 y 60, y puesta en funcionamiento de forma masiva,
a partir de la década del 70 con los contactados y canalizadores de
mensajes extraterrestres y llevada a su apogeo en la década del 90,
siendo utilizada para inducir comportamientos sociales en masas, como
el fenómeno de las redes sociales, la tendencia sexual, alcohol,
drogas, violencia, degradación de valores, costumbres e
idiosincrasias, etc, etc, etc. En este momento se usan para su
transmisión las antenas de telefonía celular y determinada música.
Últimamente se está experimentando con lámparas de bajo consumo y
chemtrails, para llegar a los lugares que no llegan los anteriores.
Anteriormente a
esta tecnología se usaba una técnica de telepatía a distancia,
estudiada ampliamente en su momento por la KGB y la CIA, llamada
psicotrónica. La luna, el primer servidor de las unidades de
carbono. La luna, astronave estabilizadora de frecuencias planetarias
necesarias para la vida y utilizada por los oscuros para sus
detestables propósitos. La luna, fuente de vida generadora de
ciclos, ritmos y sincronicidades, enlace artificial con la fuente y
el único satélite conocido con la capacidad de someter y manipular
a la unidad de carbono, o liberarla y sincronizarla con los ciclos
cósmicos de la Creación. La luna, el primer servidor y el primer
liberador si sabe cómo utilizarla a su favor, mediante la frecuencia
13:20 y los ciclos lunares, es el satélite artificial de la tierra,
su guardián y protector hasta que los formatierras regresen a ver su
obra terminada y su creación al fin liberada.
En la actualidad, sobre finales de
2014, los Formatierras volvieron a la luna y ajustaron su ubicación,
además de subir su frecuencia. Pero, ¿para qué hicieron eso? Pues
para ayudarnos en este proceso evolutivo en el que estamos inmersos,
elevando la frecuencia del planeta a 15,64. Y, junto a los ingenieros
áureos, modificando los campos nórdicos de nuestro planeta. Así
que a partir de ahora cuando vean la luna veanla como lo que
realmente es.
Naturalmente,
ustedes tienen la última palabra. Desde DDLA insistimos siempre en
que no nos crean, porque nuestra intención es mostrarles que las
cosas no son lo que parecen, y nuestro propósito, que expandan su
conciencia y piensen por sí mismos, para que puedan llegar a sus
propias certezas, libres de imposiciones. Por mi parte, nada más.
Les esperamos el próximo programa,
donde daremos daremos otra vuelta de tuerca al revisionismo
científico. Hasta entonces, un saludo, y feliz existencia.
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