"En
matemáticas, ciencias de la computación y disciplinas relacionadas,
un algoritmo
es un conjunto pre-escrito de instrucciones o reglas bien definidas,
ordenadas y finitas que permite realizar una actividad mediante pasos
sucesivos que no generen dudas a quien deba realizar dicha
actividad”.
“La fe
es, generalmente, la confianza o creencia en algo o alguien. Puede
definirse como la aceptación de un enunciado declarado por alguien
con determinada autoridad, conocimiento o experiencia… la Fe es un
concepto judío que se deriva de la palabra hebrea emuná
que significa tres cosas: firmeza, seguridad y fidelidad. Para el
pensamiento judío, una fe que no incluya seguridad o fidelidad, es
lo mismo que separar el espíritu del cuerpo, es decir: es una fe
muerta”. Podríamos entonces definir a la fe como un algoritmo de
creencias, compuesto por firmeza, seguridad y fidelidad, hacia un
enunciado declarado por alguien con autoridad y conocimiento. Pero,
¿Cómo funciona el algoritmo? ¿Quién lo diseñó y para qué? ¿Qué
es realmente la fe? Lo que las religiones le han ocultado por miles
de años, hoy será dicho. Si no está dispuesto a escuchar algo
considerado pagano y blasfemo por la iglesia, no siga leyendo.
Antes
del error del Demiurgo, el
Manu (reptiliano)
fue el primer habitante original de la tierra, cuya esfera de
consciencia funcionaba de forma correcta conectada al Ser y a la
fuente. Su evolución estaba planificada por la línea de creación
descendente (octava) directa del “Do”, y su comunicación con su
Ser y la fuente era mediante lo que llamamos instinto, una serie de
señales codificadas que el centro instintivo interpretaba y
transformaba en información, que luego el centro motor procesaba y
proyectaba en acciones. Como un pájaro que sabe hacer su nido o
cuidar a sus crías sin que nadie le enseñe. Ciento cuarenta y
cuatro mil (144.000) años después de la llegada de
Alalu a la tierra, unos 40 shar
Nibiruanos (1shar = 3600 años terrestres) las
fechas pueden ser inexactas o erroneas, pero sucedió después de
la desaparición de los grandes saurios del planeta, los
demiurgos crean por manipulación genética del Manu a los Lulus o
Lhulus (trabajadores híbridos) esclavos que los servían en los
trabajos manuales (te ganarás el pan con el sudor de tu frente),
¿les resuena esto?
En
ese momento el Demiurgo comete el
error que no lo fue,
de encerrar al Ser en la materia (en los Lhulus) sin su
consentimiento. Estas nuevas unidades de carbono desconectadas de la
fuente y conectadas al servidor, venían con un algoritmo inicial, la
fe, que formaba parte del código fuente del Manu, que consistía en
creer en lo que sentían por instinto, como una verdad indiscutible
proveniente de la fuente. Como los Lhulus tenían la esfera de
consciencia todavía no revertida completamente, pues dependían del
servidor y no se había implantado aún la dualidad de los opuestos
(el pecado original), se tenía que modificar el algoritmo inicial de
forma que el instinto sea reemplazado por la razón. Esto se logró
mucho tiempo después, modificando el código fuente de la
fe, con el dogma. Aquí entra el concepto judío de fe, “emuná”,
con sus tres componentes, firmeza, seguridad y fidelidad, logrando de
esta forma remplazar confianza o creencia en alguien o algo (el Ser y
la fuente) por los nuevos paradigmas
del servidor que aseguraban un dogma ortodoxo e inviolable hacia los
nuevos arquetipos cargados en los Lhulus.
Si
las nuevas unidades de carbono no tenían firmeza en su dogma,
seguridad en sus creencias y fidelidad a sus amos (dioses), no eran
personas dignas de ellos, pues carecían de la fe que los
diferenciaba de las demás criaturas. Cuando a los Lhulus se les
otorga el libre albedrío, la dualidad de los opuestos y la capacidad
de procreación, (parirás con dolor) ¿también les resuena?, los
Lhulus se aparean y se cruzan con los Manus, dando origen a una nueva
especie, los Lhu-Manus (lhumanus) de ellos descendemos nosotros los
humanos, el homo sapiens.
El
algoritmo "fe" fue usado para mantener a los humanos dentro
de los parámetros del servidor. Primero manejada y manipulada por la
religión judía, luego cuando el antiguo cristianismo crecía y se
corría el riesgo de que la fe volviera a su estado original, se crea
la Iglesia Católica Apostólica Romana en el Concilio de Nicea (325
d. C.). El Catolicismo de la iglesia romana, toma sus bases del
Judaísmo, en realidad es el judaísmo infiltrado o adaptado para los
gentiles, (cristianos) para sacarlos de escena. El Cristianismo
primogénito las toma de los esenios y estos de los conocimientos
hiperbóreos originales. El Concilio de Nicea estipula qué decir y
qué callar para la mejor manipulación de las crecientes masas
cristianas, apoyado y conciliado con el sanedrín judío. Catolicismo
no es cristianismo, las religiones y sus distintas ramificaciones
forman parte de las
10 mentiras,
ya abordaremos ese tema más adelante.
Como
observarán nosotros descendemos genéticamente del Manu y del Lhulu,
por eso en nuestro ADN tenemos genes reptilianos
reflejados en la parte más antigua de nuestro cerebro, el tallo
cerebral y el sistema reticular, y genes Lhulus reflejados en el
neocórtex, pero también tenemos de la cruza Lhu-Manus que nos
identifican como especie en la capa neuronal que recubre los lóbulos
prefrontal y frontal. Las unidades originales o líneas de sangre,
son descendientes directos de los Manus (reptiles) que evolucionaron
hasta nuestros días. Y los actuales amos son líneas directas de los
Lhulus. Esto lo veremos también en otro momento, por ahora
seguiremos con el tema que nos compete, la fe.
Cuando
se modificó el algoritmo original, también se modificó la forma de
procesar la fe. En este caso el encargado de procesar la información
no es el centro instintivo sino el intelectual, su producto, la duda,
es tomado por el centro emocional y transmutado en temor a ser
condenado, este temor es tomado nuevamente por el centro intelectual
y transformado en dogma, adoración y creencia, el centro espiritual
toma estos productos y confundido busca un referente para darle
validez, las imágenes católicas le dan el soporte, y la fe
(modificada) tiene asidero.
El
cristianismo primogénito, en cambio, tomaba la fe original, creer en
el Ser como único intermediario con la fuente y el “Do”, como
única forma de conexión real y valedera. Cristo fue el Ser enlazado
a la unidad de carbono Jesús que vino a mostrar que esto era
posible. “Yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie llega al
padre si no es por mí”, ¿Qué quiso decir con esto?, que el Ser
en nuestro interior, representado en este caso por Cristo, cristal,
cristalizar, ungido (unido) con el Ser, es la única forma de
comunicación con el “Do” a través de la fe (frecuencia
energética) no perteneciente a esta realidad subjetiva. Usted tiene
que cristalizar, ungir, unir su Ser, para lograr comunicarse con la
fuente, (llegar al padre).
Esto
es lo que le han ocultado, no necesita de ningún intermediario,
ninguna iglesia, ninguna imagen, ninguna fe fuera de usted. Usted es
su templo, su iglesia, su imagen, su fe, y sobre todo su Dios.
“Dioses sois y mayores
cosas aun de las que yo hago, haréis vosotros”.
No es necesario llegar a este extremo, sólo saber usar correctamente
la fe y no ser manipulados por el algoritmo implantado. Sólo la fe
original mueve montañas, la otra las construye para que no podamos
pasar. Una sus yoes, una su Ser, cristalice en uno su Ser, y será el
hijo, (la unidad de carbono) el padre, (su Ser) y el espíritu santo,
(el “Do”). La trinidad primogénita de la singularidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario