DESCUBRE
COMO FUNCIONA EL MUNDO
Hace
medio millón de años “los que bajaron del cielo a la tierra”,
unos seres de aspecto reptil, crearon en Mesopotamia una nueva
especie al hibridar su ADN con el de un homínido local. Al nuevo ser
le llamaron humano.
Estos
“dioses” transmitieron su estilo de mando a sus elegidos, los más
puros del rebaño humano, aquellos con una conexión específica
basada en la sangre.
Estos
elegidos crearon una sociedad secreta, la Hermandad de la Serpiente.
Los “hijos de la serpiente” una tribu de origen semita, conocidos
como caldeos por los antiguos sumerios.
Los
caldeos tenían altos conocimientos astrológicos, matemáticos,
filosóficos y esotéricos. Conocían el poder de la magia negra.
Los
caldeos eran constructores de civilizaciones y se infiltraban en
ellas con otros nombres, creando sus pilares económicos, políticos
y religiosos.
Tenían
y tienen el control en la sombra.
Desde
su centro de poder en la ciudad de Babilonia, crearon de manera
encubierta
en el 2.300 a.c el imperio acadio, generando el caos y el
enfrentamiento entre las ciudades estado sumerias, así como una
nueva derivación religiosa que provocara tensión entre partidarios
y detractores.
Ahora
el dios creador verdadero no era el sumerio AN, para los acadios era
ANU. La diosa de la fertilidad ya no era la diosa sumeria Inanna,
para los
acadios
era Ishtar. Y así fueron transformando y reescribiendo la nueva
religión.
En
el 1.800 a.c. los caldeos crean el imperio asirio desde Babilonia e
invaden Egipto a través de otro frente que cubría su verdadera
identidad, los llamados hicsos que no eran más que los caldeos
encubiertos.
Hacia
el año 1.000 a.c, los caldeos de Babilonia crean otro nuevo frente,
el
reino de Israel, para enfrentarlo con sus otros frentes, el egipcio y
el asirio. En sus disputas no dudan en arrasar Babilonia a través de
su frente asirio para después volver a reconstruirla.
Las
disputas internas por el poder dividen a Israel en dos reinos. El
reino de Israel y el reino de Judá.
Los
caldeos introducen entonces una nueva reescritura de los mitos
sumerios para utilizarlo como elemento de unión transnacional, una
nueva religión verdadera, tan verdadera como era para los egipcios,
los acadios, los asirios y los sumerios, las suyas propias (sic).
Se
trata del judaísmo, una invención monoteísta de los sacerdotes
caldeos babilónicos infiltrados en el reino de Judá del siglo VIII
a.c. tal como demuestra el trabajo del arqueólogo Israel
Finkelstein.
Los
sacerdotes caldeos crean un nuevo frente religioso, el judío, y
pasan a llamarse levitas que significa “adeptos”. Deriva de este
término la palabra leviatán que etimológicamente hablando
significa “reunión de adeptos”.
En
el mundo profano este leviatán o “reunión de adeptos” del mundo
iniciado, se asocia con un monstruo en forma de dragón o serpiente.
De
nuevo
la hermandad de la serpiente presente como símbolo, como mito.
Casi
paralelamente a la creación de esta nueva religión en el siglo VIII
a.c.
el reino de Judá es destruido por Babilonia y el reino de Israel
conquistado
por Asiria. Los caldeos de la hermandad de la serpiente crean un
nuevo imperio en la antigua Elam, de la mano de su nuevo títere, el
rey persa Ciro II el grande.
Los
persas de la dinastía aqueménida unificaron en un solo mando toda
Mesopotamia,
Egipto y el valle del Indo, llegando incluso a tracia y
Macedonia
en el mediterráneo, amenazando al resto de Grecia.
Otro
potente centro de poder caldeo era la antigua Grecia, personajes como
Pitágoras, Platón o Aristóteles eran altos iniciados de la
hermandad de la serpiente.
Los
caldeos enfrentaron a griegos y persas en las guerras médicas.
Posteriormente
a través de Alejandro magno, llamado el hijo de la
Serpiente,
se volvió a reunificar el mediterráneo oriental, Egipto,
Mesopotamia y el valle del Indo en un solo mando.
Una
vez “helenizada” la región, Alejandro magno fue envenenado y
asesinado en Babilonia por la hermandad de la serpiente dando
comienzo a una nueva fractura del mundo conocido a través de los
generales de Alejandro que se repartieron el imperio entre ellos, en
el siglo IV a.c.
Mientras
en el mediterráneo occidental los “hijos de la serpiente de
Babilonia” estaban organizando dos nuevos bandos, Roma y Cartago.
Será
Roma un siglo más tarde a través de la guerra la que se haría con
la supremacía mundial.
De
nuevo siguiendo el mismo modus operandi, una vez que uno de los
imperios
alcanza la supremacía comienza su proceso de desintegración
a
través de la creación de una nueva religión, el cristianismo.
El
cristianismo es una nueva reescritura de los mismos mitos repetidos
durante
milenios. Los llamados “padres de la iglesia” son una
representación legendaria de los eruditos gnósticos, miembros de
las sociedades secretas repartidas por todo el imperio romano que
escribieron el nuevo testamento.
Ni
existieron los apóstoles, ni Jesucristo, ni la virgen María es más
real
que
la diosa Isis egipcia, o la Semiramis asiria, la Isthar acadia o la
Inanna
sumeria.
Esto
que hoy es tan difícil de digerir por ti, es la pura realidad. Ni
Jesús está enterrado en Cachemira, ni jamás existió un Jesucristo
histórico, ni jamás existió la ciudad de Nazaret en el siglo I de
nuestra era.
Todo
es un cuento creado en el siglo IV de nuestra era.
Los
doce apóstoles, las doce tribus de Israel, los doce signos del
zodíaco. El nacimiento de Jesús el 25 de diciembre solsticio de
invierno.
El
nacimiento de Juan bautista el 24 de junio solsticio de verano.
La
biblia es puro simbolismo cabalístico, astrológico legendario.
Toda
la maquinaria intelectual de esta sociedad profana se ha interesado
activamente en inocularte la idea de un Jesús histórico que no
tiene ningún fundamento arqueológico.
Es
más, las claves bibliográficas de esta estafa están guardadas a
buen
recaudo
en los archivos secretos de la biblioteca del Vaticano, según una
fuente conocedora de los hechos relacionada con una famosa orden de
caballería a la que hemos tenido acceso.
Esta
es la realidad y cualquiera que haya tenido contacto con el mundo
iniciado
te confirmará este hecho.
El
cristianismo se utilizó desde Roma para crear un nexo de unión
entre los pueblos del imperio y los pueblos bárbaros por encima de
organizaciones nacionales.
Cuando
cumplió su cometido el imperio romano de occidente se disolvió en
diferentes partes, otra vez el mismo modus operandi.
Los
linajes de sangre de los caldeos babilónicos abandonaron Babilonia
desde la asunción del cristianismo y se trasladaron al Vaticano.
Fue
un hecho tremendamente relevante, el centro de poder babilónico de
los hijos de la serpiente se trasladaba a Roma en el siglo IV de
nuestra era, después de milenios instaurado en Mesopotamia.
El
proceso de cristianización de occidente había comenzado, un siglo
después el imperio romano quedaría diluido en la historia al igual
que la ciudad de Babilonia.
Una
serie de reyes de Italia de origen germánico bajo la supervisión
vaticana se fueron sucediendo en el poder de Italia, hasta el siglo
IX
cuando
activan el sacro imperio romano, que supone la germanización
encubierta
de los linajes caldeos del poder y sus ramificaciones en Italia,
Alemania y Francia.
Esos
linajes se harían con el poder posteriormente en España y Gran
Bretaña,
dando lugar al imperio británico y al imperio español.
En
el siglo VII, la hermandad crea una nueva religión en oriente, el
Islam. Los islámicos destruyen al imperio sasánida dominante en la
zona desde la caída de los linajes de los generales de Alejandro
magno, para después pasar a convertirse en el imperio otomano, otro
frente para presentarlo como el antagonista de las monarquías
cristianas europeas.
El
poder actual de la hermandad babilónica continúa radicado en el
Vaticano
con un importante puesto de mando en Londres y en Washington. Desde
estos puentes de mando dominan a todos los bandos y a todas las
opciones, en la sombra y de manera encubierta.
Para
la sociedad profana los caldeos en la actualidad son simplemente los
cristianos de Mesopotamia. Incluso hoy en día en su sede patriarcal,
los cristianos caldeos hacen referencia a Babilonia. Un nuevo guiño
a la verdad oculta del término caldeo y su relación con Babilonia.
El
proceso de evangelización de América a partir del siglo XVI por
parte de los agentes europeos de la hermandad de la serpiente,
formaba también parte de este plan milenario.
A
través del imperio británico y español se sentaron las bases del
nuevo imperio emergente, el imperio de los Estados Unidos que se
impuso al resto, controlado desde Londres y el Vaticano y enfrentado
a Rusia y a China, también controlados desde Londres y el Vaticano.
¿Y
qué pasará en el mundo desde esta tarde en adelante?
El
centro del poder global continúa su viaje de milenios imitando el
movimiento de su dios Sol y se traslada igual que hace el astro rey
de
oriente
a occidente.
Su
próxima parada es China, un viaje que comenzó hace miles de años
en
Babilonia,
de allí a Roma pasando por Londres y Washington, para llegar
finalmente
a Pekín y de allí seguramente de regreso a Mesopotamia, en un viaje
que aún durará varios milenios.
Es
una agenda oculta, una agenda sobrehumana con oscuras motivaciones,
solo al alcance de ese grupo selecto conectado por la sangre con
nuestros dioses creadores. El grupo que algunos iniciados llaman los
caldeos babilónicos de la hermandad de la serpiente.
En
la actualidad, estamos en un proceso de destrucción tanto del
cristianismo
como del islam.
En
este proceso la historia nos enseña que será creada una nueva
religión para posteriormente diluirse el imperio dominante en varias
partes. Pero para que ocurra todo esto pasarán varios siglos.
De
esa disolución, pasados varios cientos de años, aparecerá un nuevo
imperio
y su antagonista junto a una nueva derivación religiosa. Se
enfrentarán y quedará en pie un imperio dominante, posteriormente
ese imperio volverá a ser desintegrado en partes y se volverá a
crear una nueva religión.
Y
así una y otra vez a lo largo de los milenios, un oscuro manual de
procedimiento.
Así
funciona el mundo desde el principio de los tiempos hasta... esta
misma tarde.
VISTO
EN:
https://dondelaverdadnoslleva.blogspot.com/2019/06/descubre-como-funciona-el-mundo-desde.html
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