- Recupera la
facultad de guiar tu pensamiento y actitud
- De tu sentir
habitual depende cómo te irá en adelante- No es tanto lo que sucede, sino tu interpretación y actitud ante ello
Este mensaje es, en la práctica, para quien pueda
recibirlo y darse cuenta de su auténtico valor y alcance. También
es para quien, no comprendiéndolo tal vez del todo al principio, sienta que las
cuestiones que voy a exponer son lo bastante significativas actualmente como
para dedicar (y dedicarse) tiempo al estudio, reflexión y asimilación de las
mismas. Ya no hay tiempo para más preparaciones, elaboraciones o tarritos de
bebé.
En el “teatro de operaciones” de la tesitura
actual, todos están poniendo ya sus cartas sobre la mesa. Y mientras
los agentes de la confusión se apresuran con su campaña propagandística
mundial, usando sus armas de desinformación masiva de manera indiscriminada,
otros -en todo el planeta- respondemos proporcionalmente, sacando la artillería
pesada formativa, los cohetes armados con ojiva de CONSCIENCIA de
96 kilotones de alto poder constructivo.
“Tiramos con LO DURO”, para entendernos. No obstante, “lo
duro” (o, vale decir, lo profundo) no es lo más conocido todavía ni, por tanto,
lo más popular. Pero va a tener que serlo, al menos para un número suficiente
de personas (masa crítica) capaz de generar una realidad alternativa, de modo
que sintonicemos una línea temporal más armónica y saludable que aquella a la
que nos quieren dirigir los ganaderos de humanos, los granjeros de almas.
Es tiempo de decisiones y decantaciones. Y si
pueden ser conscientes (no reactivas) e inspiradas (no forzadas o renegadas),
mejor que mejor. Cada quien sentirá si lo que leerá a continuación es para
él/ella o no. Y a partir de ahí, que sea lo mejor para todos. Sin duda, en mi
sentir, lo será.
Atención a tu atención
Miren, no es el escenario en sí lo que en verdad importa
o importó alguna vez (ya sea una “pandemia”, un crash financiero o una guerra
termonuclear). Lo que realmente cuenta para quienes generan todos estos
montajes a través de la ingeniería social es condicionar su enfoque, su
disposición o estado de ánimo habitual y lo que ustedes creen y esperan cada
día en la vida.
Y aquellos diseñadores de realidades lo hacen así para
que el mayor número posible de individuos entren voluntariamente a ser extras
en las PELÍCULAS (realidades) que ellos desean dirigir y protagonizar; pues
cuantas más personas CREAN Y ESPERAN un determinado acontecimiento, paradigma o
modo de vida, más se hace tangible debido a la enorme proyección de
conciencia colectiva resultante de las proyecciones simultáneas de
millones de personas.
Estoy hablando aquí, por supuesto, de energía,
frecuencia y vibración (ata los cabos). Investiguen seriamente sobre
ello, nadie lo puede hacer por ustedes y ya hay abundante
material para indagar y profundizar sobre ello en internet, así como en este y
otros blogs o webs, además de en muchos libros, revistas e incluso películas de
cine. Este mensaje es para mostrar ciertas claves fundamentales y sugerirles,
de manera muy directa y clara:
Por favor,
Dejen de comprar lo
que no quieren.
Dejen de entrar al trapo del temor, el conflicto, el odio
y el pesimismo.
Todavía muchísima gente no está consciente de esto, de
estas dinámicas; lo cual no implica que no estén sucediendo. Y están
sucediendo, desde luego que sí. Siempre fue y será así, en cualquier sentido
(positivo o negativo) que estas leyes universales se apliquen.
Escuchen: ustedes no solo compran artículos y mercaderías
con crédito (dinero). Ustedes también compran (asumen) experiencias, vivencias
individuales y colectivas que pagan con crédito (creencia-expectativa)
a través de atender algo deseado o indeseado. ATENDER algo
es en sí mismo el acto de comprar la experiencia, circunstancia o situación en
la que ustedes se han enfocado, ya sea por rechazo o por atracción, ya por
miedo o por agrado, por gusto o por disgusto.
Y cuando la atención se enfoca en cierta dirección de una
manera estable, alcanza lo que se llama MOMENTUM y ¡tachán!, se convierte en
creencia (por repetición de los pensamientos y emociones correspondientes); y
ahí es cuando terminan de pagar, de comprar dicha circunstancia, situación o
vivencia. Para entonces, la manifestación de aquello que ustedes compraron con
su atención y actitud habitual se habrá hecho completamente palpable, patente.
Y, con mejor o peor disposición, tendrán que vivirlo.
Lo que sientes te indica el rumbo que sigues
Sin embargo, ustedes siempre tuvieron y tienen señales de
en qué dirección estaban yendo las cosas, en cuanto al proceso de generar las
vivencias correspondientes. Y aquí va, entonces, otra clave decisiva: su
estado anímico, el cómo se sienten en cualquier momento dado, es su indicador
principal de la dirección o rumbo que están manteniendo; es decir, de hacia
dónde (experiencia, situación) se dirigen. Si ustedes se sienten bien,
si experimentan contento, apreciación, entusiasmo, pasión o confort, es que el
aspecto físico de ustedes está en sintonía con la parte mayor y predominante de
ustedes, que es extrafísica y multidimensional. Y entonces, de
mantenerse en ese estado de armonía entre sus aspectos físico y expandido,
estarán sintonizando con la versión más plena y satisfactoria posible de ustedes
mismos.
En cambio, si lo que sienten es algún tipo de desazón,
aflicción o perturbación, eso es señal de que ustedes están manteniendo -en su
aspecto físico y acerca de un tema dado-, un pensamiento o interpretación
negativo o resistente, que NO es compartido por su parte principal no-física,
la cual permanece siempre en armonía con todo lo que existe, sosteniendo la mejor
versión de ustedes mismos y de su vida. Pues en su Ser expandido
multidimensional no existe la separación ni la resistencia con ningún aspecto
de la Vida, siguiendo solo el patrón vibratorio universal de plenitud
y equilibrio, expresión del sentido y naturaleza subyacente en todo el
multiverso en constante expansión. (No echen humo por las orejas,
desarrollaremos luego esto un poco más)
Por todo ello, les animo a
- Enfocarse en lo que funciona en sus vidas, aquí y
ahora,
- En apreciar los bienes y bendiciones que disfrutan hoy
en su presente cotidiano,
- En ocuparse en aquello que les divierte, que les nace
ser y hacer, en aquello que es su pasión.
Recuerden que la atención es la levadura que
hará crecer la masa de su realidad presente y futura, que será el
reflejo o representación de aquello en lo que se hayan enfocado. La
manifestación tangible de su realidad, cada día, es de hecho un indicador
indirecto que les permite conocer cómo lo están haciendo y cuál ha sido
su sentir habitual y sus expectativas tiempo atrás. Aprovechen
esas señales y no se queden bloqueados en disquisiciones inútiles acerca de lo
que pudo ser o no ser, así como en quejas, lamentaciones, imprecaciones y
proyecciones de culpa (a los demás o a sí mismos). Todo ello, más allá de un
momento inicial de desfogue, es contraproducente por todo lo dicho hasta estas
líneas. Mejor vayan sustituyendo dichos hábitos nocivos por aquellos saludables
que se han mencionado.
Eligiendo ver la botella medio llena
La práctica de esta nueva perspectiva de ver,
interpretar, sentir y pensar les irá transformando gradualmente en una versión
más armónica y plena de ustedes mismos. Muchas veces parecerán volver a las
viejas reacciones, pero tantas más veces se recompondrán y recobrarán su centro
en menos tiempo del que solía tomarles. Los altos y bajos, la estabilidad y los
tropiezos, todo ello es natural en el proceso y cualquier momento es
ideal PARA RECOMENZAR DE NUEVO. Puedes mejorar tu vida desde cualquier
punto en el que te encuentres y notarás los beneficios a poco que te apliques y
practiques.
Les invito a orientar sus pensamientos e interpretaciones
de un modo que vayan a su favor, que les permita fluir, en vez de ofuscarse y
caer vibratoriamente debido a los cambios de las cosas, personas y situaciones. Entrénense
para ver la botella medio llena y no medio vacía, aun sabiendo que en
realidad no está ni llena ni vacía sino por la mitad. Pues de su actitud deliberada
o no, dependerá su sentir, el cual -cuando se ha cronificado- tendrá
un impacto en su organismo a través de la química de sus emociones. De
este modo comprenderán hasta qué punto su salud -y no solo las circunstancias
de su vida- dependen del tipo de pensamientos y emociones que ustedes repiten
(o se permiten repetir, conscientes o no) con frecuencia, convirtiéndose en
creencias, conductas y actitudes cotidianas.
Muchos lectores resonarán al instante con todo o parte de
lo que se está exponiendo en este mensaje, porque ya lo saben o lo intuyen.
Otros no captarán apenas, no harán la conexión y, sin embargo, querrán de veras
saber qué hay detrás de todo esto. Para estos últimos, digo: investiguen
sinceramente y, en cualquier caso, sugiero no crean lo que aquí se
dice (nada ni nadie posee la verdad absoluta sobre nada), sino que indaguen,
analicen, contrasten la información, desarrollen su criterio y apliquen su
discernimiento.
La base de todo es también todo lo que hay
Ahora bien. Tal vez te estás preguntando en qué se basa
todo esto, en última instancia. Pues muy simple: en la Realidad, es
decir, en el Ser,
que es precisamente esa última instancia. A través de los siglos se lo ha
llamado de muchas maneras (Fuente, Brahman, Tao, Espíritu, Verdad, Divinidad,
Conciencia, etc) y es lo más evidente y natural que pueda haber, siendo que
también es lo único que hay. Sin embargo, toneladas de conocimiento erróneo
cultural han hecho que para la mayoría de las personas no sea nada fácil
reparar en el Ser que, paradójicamente, no es otra cosa que la genuina
identidad y naturaleza de todos los aparentes sujetos separados que
llamamos “seres humanos”.
Lo cierto es que, al final de toda indagación sincera
acerca de uno mismo, de la realidad o de la vida, se llega al Ser o Realidad
absoluta. Las palabras, no obstante, no pueden alcanzarlo. Todas estos términos
o conceptos solo son señales o indicadores para evocar algo que las
palabras no pueden aprehender, porque esto hay que intuirlo, sentirlo, vivirlo,
para que realmente el reconocimiento de tu propio Sí-Mismo o Ser, pueda empezar
a desplegarse en tu personalidad espaciotemporal, poniendo en armonía todos los
aspectos de tu experiencia humana.
Pero, ¿por qué se dice del Ser que es la Realidad
absoluta o que es eterno? Acompáñame, si quieres, un poco más en esta
indagación y, si eres sincero y tienes un discernimiento maduro, podrás sin
duda sentirlo, intuirlo, vislumbrarlo.
Verás. Lo que llamamos Ser, ES. Parece lo más simple que
hayas leído en tu vida, pero por eso es por lo que ha sido descartado o pasado
por alto siempre por la mayoría. El alcance y consecuencias de esto es, empero,
inimaginable. Que el SER, ES implica que permanece constante e idéntico a sí
mismo (Lo que ES no puede dejar de ser o ser un no-ser!). Y puesto que el Ser
es, no tiene principio ni fin en el tiempo (por eso se lo llama eterno),
ni tampoco límite espacial o de cualquier otro tipo, ya que nada puede haber
aparte de lo que ES (y por ello se lo llama ilimitado, incondicionado o
absoluto).
Esto a su vez implica, necesariamente, que todo lo que
percibimos con nuestros sentidos no es otra cosa que el propio Ser (nuestro,
por supuesto) manifiesto en todas esas formas, fenómenos, aspectos o facetas.
Lo cual nos lleva a distinguir (solo conceptualmente, porque en realidad NO HAY
SEPARACIÓN EN EL SER, YA QUE ES LO ÚNICO QUE HAY) entre dos aspectos del Ser:
la apariencia, que es multifacética, variable y en constante
cambio; y la esencia, que es inmutable, permanente, aformal.
Por eso se dice que el Ser es indiferenciado,
ya que aparece como todas las variopintas formas y fenómenos perceptibles, sin
que ninguna de esas formas sea específicamente la única o verdadera. Esto se
comprende mejor con la analogía del agua marina y su oleaje. Todos
estaremos de acuerdo que no hay distinción real entre ambos, pues ahí se trata
siempre de lo mismo: el mar u océano, en sus aspectos esencial (agua marina
aformal, constante) y sustancial o aparente (el conjunto de olas, formal,
cambiante). Esta analogía evoca, pues, muy gráficamente, lo que es el Ser en
sus aspectos esencial y aparente, como indicamos antes.
La vibración de tu aspecto no-físico es la que rige tu
Ser completo
Ahora vamos a dar un paso más, conectando esta BASE de
todo con eso que llamamos vibración y los aspectos físico y multidimensional de
ti mismo, en cuanto unidad de Conciencia individualizada o Alma (cada cual lo
llame como desee).
Habíamos visto que el Ser, la Realidad absoluta, es
obviamente nuestra identidad y naturaleza genuinas, auténticas. Siendo esto así
y puesto que la naturaleza del Ser es ilimitada, incondicionada y eterna -y en
consecuencia pura, plena o gloriosa-, entonces nuestro Ser completo (unidad
de consciencia individualizada o alma), es necesariamente reflejo o
representación fenoménica de esta naturaleza absoluta, la cual se traduce
precisamente en vibración en la manifestación multiversal o cosmos, que
como la ciencia ya sabe desde el siglo pasado, puede ser contemplado como
un océano de vibraciones. Esto es fundamental para entender muchísimas
cosas acerca de nosotros y del mundo que percibimos.
En el oriente hinduista, una de las maneras de referirse
a Brahman (el Ser) es Sat-Chid-Ananda, que viene a traducirse como
Realidad-Conciencia-Dicha/Plenitud absolutas. Como vemos, en dicha denominación
antiquísima se sintetizan aspectos o atributos primordiales del Ser, que ya
hemos tocado o mencionado en este mensaje. Pues bien, ya que la plenitud o
dicha absolutas son cualidades intrínsecas, inherentes o naturales al Ser,
deben entonces traducirse al mundo fenoménico en una vibración universal
o patrón frecuencial constante de plenitud que rige en todo el
universo, como manifestación vibratoria esencial del Ser. En la India llaman a
esto ancestralmente la sílaba o mantra
sagrado OM. El Ser mismo, manifiesto en
luz-sonido-electromagnetismo.
Así, cualquier manifestación individualizada responde a
este patrón vibratorio universal, representando una nota o matiz particular del
mismo, en la octava, plano o dimensión correspondiente. Cada Alma,
entonces, es una faceta o aspecto de la nota primordial de plenitud que es el
Ser manifiesto. Cada unidad de conciencia individual es, asimismo, una
forma de expresarse la plenitud, pureza, dicha e inocencia del Ser. Comprender
esto, por cierto, acaba gradualmente con toda sensación de culpa, inadecuación,
inmerecimiento o baja autoestima, resultantes de la ignorancia u olvido de Sí y
de la subsiguiente identificación con la formas, conceptos y el supuesto sujeto
separado o personalidad limitada que uno creía ser (el ego).
Vimos anteriormente que nuestro Ser completo
individualizado (Alma) presenta dos aspectos: el humano o físico (personalidad-avatar
o biomecanismo cuerpo-mente desde el cual estamos conscientemente focalizados
en la dimensión material y desde el que percibimos e interactuamos) y el multidimensional,
no-fisico o expandido (que es nuestra mayor parte, como lo es en el
iceberg la parte sumergida en relación a la pequeña parte que sobresale en la
superficie).
Una forma de observar y comprender esta dinámica, hasta
cierto punto, es considerar que nuestra parte mayor no-física proyecta un
testigo o porción de su conciencia o, por así decirlo, envía una sonda de
experimentación a la dimensión física o de la materia condensada, para
expandirse aún más mediante la ampliación constante de consciencia a través del
contraste de las diversas experiencias (placenteras o desagradables) que pueden
vivirse en nuestro planeta. De modo que cuando rechazamos algo, en ese
mismo momento sabemos, simultáneamente, un poco más acerca de lo que queremos y
lo que no queremos.
Ahora bien, el deseo de lo que queremos es inmediatamente
“recogido” y plasmado por nuestra parte expandida (que recordemos, es Plenitud
manifiesta) en lo que denominaríamos realidad vibracional, que
es la precursora de la manifestación física o, dicho de otra manera, la
plantilla o diseño prístino que luego es “rellenado” materialmente en el mundo
físico que conocemos. Es por eso que, cuando imaginamos algo que nos agrada o
entusiasma, en realidad estamos sintonizando con un aspecto de nuestra realidad
vibracional; es decir, lo que deseamos ya existe, en primer término, en nuestra
realidad vibracional, porque nuestro aspecto expandido ha devenido ello, se ha
convertido en ello, automáticamente.
Puesto que nuestro aspecto expandido es el mayor o
predominante, en buena lógica su vibración también lo es y así es que cuando
sentimos desazón o aflicción en nuestro aspecto físico, eso es clara indicación
de que no estamos en sincronía con nuestra parte mayor prevalente. Del mismo
modo, el sentirnos bien, contentos y apreciando lo que vivimos, nos
indica o hace patente la armonía vibratoria entre ambos aspectos o frecuencias
de nuestro Ser completo. Toda sensación o emoción sería entonces
resultante de la relación, en un momento dado, entre ambas frecuencias, la de
nuestra parte mayor (prevalente) y la de nuestro aspecto físico.
Podríamos seguir avanzando, siguiendo el hilo y
extrayendo las más extraordinarias relaciones y hallazgos, pero todo ello
quedaría, en muchos casos, solo en mera palabrería y en ligeras comprensiones a
nivel mental. Debemos, por tanto, detener aquí el estudio de esta asombrosa -y
cada vez más evidente- temática, no solo porque una mayor extensión escapa de
la finalidad de este texto, sino también porque corresponde al lector
la exploración personal -única e intransferible- de estas cuestiones.
Nadie puede hacerlo por nadie y estas palabras solo son para invitar a cada uno
a indagar por su cuenta. Las palabras no enseñan, la experiencia sí.
Relájate y disfruta del viaje
Si las personas vislumbrasen por un momento sus
capacidades reales innatas, comenzarían a reírse a carcajadas, incluso en medio
de la situación aparentemente más desafiante. Sin embargo, estamos todos
inmersos en el momento álgido de este partido, de esta película, de esta
aventura virtual holográfica. Y cada uno, en todo momento, se siente impulsado
a realizar su función y así la realiza, de manera espontánea,
impersonal y perfecta, esté o no consciente de ello.
Como he comentado en otras ocasiones, las élites
(siguiendo sus correspondientes programaciones) no pueden hacer durar esto ni
desarrollar sus agendas solo por mera (y supuesta) voluntad propia. Tampoco
esta misma civilización actual -en evidente convulsión- puede prolongarse
indefinidamente; y no lo hará. En este tablero de ajedrez estelar
multidimensiomal, de incontables piezas, hay un solo bando,
acromático (blanco, conteniendo todos los colores en sí); pues Uno es el Ser,
nuestro Ser. Y dentro del inabarcable tablero, en nuestra “zona de juego”, el
rey es el Sol y la Tierra es la reina. El más leve movimiento
de estos acabará (más pronto que tarde) el juego, en lo que se refiere a esta
concreta partida…
Somos Uno y estamos aquí, allá, en todas partes.
Comprende, relájate, juega en tu posición o función, haz tu papel con pasión y
entrega, disfruta con ello y luego celebraremos también juntos
todo lo que hemos compartido y aprendido, mientras seguimos viajando en nuestra
prodigiosa aventura, por toda la eternidad.
Paz y Amor.
Freeman – Webmaster de Liberación AHORA
Paz y amor... pero por muchos buenos pensamientos positivos, buenas acciones, control de la ira, no podemos quedarnos impasibles y callados antes las injusticias, la ira es buena para demostrar y demostrarnos enfadados con este sistema que aunque en su mayoría puede ser causado por nuestras vibraciones, estas son provocadas por otros y esos otros no deben quedar impunes ante su ataque hacia nosotros, debemos decir lo que nos hacen, debemos escribir en todos los medios posibles que algunos sabemos de sus actos y que un día esos actos serán pagados con creces, no podemos permitir que maten a nuestros ancianos y a nuestros hijos ni a nosotros mismos utilizando todos los medios y nosotros responder con amor, la época de la otra mejilla se acabó, por otra parte buen aporte, es bueno tener diferentes modos de ver esta realidad, siempre se aprende. Un abrazo.
ResponderEliminarDifícil es buscador, conducirse en terrenos con tantas curvas, la paciencia es la madre de la ciencia. Decía el chamán don Juan, maestro de Carlos Castaneda, que el arte de acechar esta en el no hacer haciendo. ¿Lo coges?, creo que sí.
EliminarVer lo que pasa y reaccionar es lo que normalmente hacemos todos, pero no hay que reaccionar, hay que responder. La reacción es automatismo, programa,la respuesta es meditativa, de ti mismo, con presencia de ti, propia. Es trascender y cuando se trasciende se transmuta, y se apaga en el más allá eso que no era consciente y se recobra la energía que inconscientemente se pierde.
El no hacer haciendo es no caer el la trampa que las élites nos ponen. Es; mascarilla obligatoria,si, pero no te creo. Por respeto al prójimo, ya que la mayoría cre en la farsa, la uso, pero NO CREO, y no la uso si no es a la fuerza.
Que tu o yo denunciemos la trampa que vemos es un hacer no haciendo. Comprendes el caso y lo denuncias= haces para afuera, pero en ti no se hace. Respetas al prójimo de la mascarilla, haces sin hacer. Te paras, ves como la gente pasa por la calle, no dices ni haces nada, pero ves el engaño= no haces haciendo, haciendo un tu interior, diciendote: no, no caigo en la trampa. Esto es el no hacer haciendo y el hacer sin hacer. ¿Lioso? Esto es trascender para transmutar.
Bueno, perdona, pero seguramente que tú lo sepas, aunque sea de manera diferente.
Disertar con temas como estos me alivia.
Saludos.
Hola Buscador, comprendo tu punto de vista porque he pasado por ahí y sé que desde ahí, cuando la violencia interior te abruma, no hay cabida para ninguna exposición, explicación o enfoque que se salga del paradigma verdugo-víctima, buenos-malos, inocente-culpable, etc. De ese modo, tú puedes haber leído el artículo, pero tu interpretación del contenido, te puedo asegurar que es muy distinta a la de las personas que lo experimentamos en un grado u otro. Tú llegas a conclusiones, estimo, bastante precipitadas, sin tener en cuenta o vislumbrar todo lo que hay detrás. Nuevamente, te comprendo, pero yo no lo vivo así, ya no lo veo así. Afortunadamente en un punto de mi vida me di cuenta que no podía apagar fuegos con lanzallamas...
EliminarEstás a tiempo de salir de esa dinámica, si tan solo mirases a tu alrededor y apreciases lo mucho bueno que hay en tu vida. De otro modo, podrías verte un día de rodillas y con lágrimas en tus ojos, sintiendo que estás a punto de perderlo todo, o perdiéndolo de hecho. No es necesario que llegues ahí amigo, no es necesario. Tu comprensión más profunda puede empezar a aflorar si se lo permites, y para eso precisarías apaciguar tus emociones (y tu visión) lo bastante para poder empezar a contemplar asuntos y dinámicas que, por la programación sociocultural en la que crecimos, no veíamos y no podíamos ni imaginar. Pero suceden, hermano, y en mi humilde experiencia soy testigo de ello. Y desde ahi lo he compartido. Un abrazo, cuídate.
Si, si que sintonizo con el mensaje.
ResponderEliminarHace ya tiempo que me di cuenta de cuatro aspectos de los que no se repara en ellos generalmente. O mejor aún, están en la vida del individuo pero no intenta armonizarlos.
Uno es el placer. Éste lo proporciona el cuerpo, pero los apegos nos llevan al vicio y el placer se vuelve amargo. Disfrutar con placer de la vida y no apegarte es una maestría.
Otro es la felicidad. Esta la proporciona la mente o mejor, el tipo de pensamientos que continuamente pasan por el cerebro. Siendo estos de desasosiego no puede haber felicidad.
Otro es la alegría. Esta viene del espíritu. Este espíritu hay que domarle, que no se desvoque ni que se apague, de esta forma el alma se serena y siente alegría.
Y por último, la DICHA. Esta resulta de la conexión y armonía con el SER o FUENTE PREEXISTENTE.
Cuándo se logra armonizar estos cuatro aspectos podrá decirse que se ha encendido la LUZ. Y la DICHA REINA en el humano.
Muy acertada tu valoración con la que coincido plenamente. Estamos en una situación difícil porque nos sobrepasa y a la vez nos reta. Mantenerse enteros y seguir cada uno su propio camino con sus dudas y certezas ya es un trabajo encomiable, sin dejarse provocar y expandiendo tanta luz como podamos para ir diluyendo el máximo de oscuridad en bien de todos.
EliminarUn abrazo Mane
Joan
Gracias Joan. Siento esto que digo y me cuesta ser constante. Lo que no quiere decir que sea imposible. No es fácil, dado el grado de "distracción" que impera en la humanidad.
EliminarCuando intentas aprender a conducir y ta dicen: pon el contacto, pisa el embrague, pon primera, quita el freno de mano, acelera suave, toma el volante, no dejes de mirar a los retrovisores, mira hacia adelante, luego repite, al cambio de marcha..........En fin, un lío. Pero el subconsciente lo graba y al poco tiempo se hace de forma automática. Así pasa con todo, con lo positivo y lo negativo. El subconsciente dirige, en lo bueno y el lo malo, es programación. Lo que se debe hacer es programarlo también para lo positivo, y lo antes referido será más fácil.
Aún así la presencia es fundamental y hay que cultivarla. Donde pones tú atención pones tu energía.
Un saludo consciente.
Os entiendo perfectamente, no he llegado a ese grado de iluminación...
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