SI PIENSAS QUE ERES DEMASIADO PEQUEÑO…
No es de extrañar que muchas veces una imagen o una metáfora tenga más fuerza y poder de convicción que un largo discurso lleno de argumentaciones lógicas muy bien construidas.
Siento que es lo que nos sucede frente al sencillo proverbio
africano que encabeza este post… Él va directamente a nuestro subconsciente,
invalidando al momento cualquier argumento que quiera oponerse a su poder de
convicción. Entendemos directamente, sin meandros, que es como dice: no
existe nadie demasiado pequeño como para no poder marcar una diferencia...
Todo el mundo ha podido comprobar por sí mismo que un diminuto mosquito te puede amargar una noche entera. De ahí, la fuerza de este sencillo refrán: te remite directamente a lo que tú ya sabes por experiencia.
Y ese recuerdo que emerge de nuestras profundidades evoca,
mediante una compleja cadena de asociaciones inconscientes, la certidumbre
acerca de que somos (y que toda persona es) mucho más de lo que estamos
ejercitando, y sobre nuestro poder de hacer grandes cambios desde
nuestra supuesta insignificancia en el organigrama general.
También lo hace el pequeño video que se incluye en este
post.
Son magníficas improntas que, a modo de semillas, podemos depositar en nuestra subconsciencia…
Es ella la que nos hace saber que sabe bien de qué estamos
hablando.
En los complejos momentos que enfrenta ahora la Humanidad,
se hace urgente que más y más seres humanos cada día recuerden sus verdaderos
orígenes divinos y su grandeza, así como su derecho y su deber de hacerla valer
frente a aquellos que intentan sofocarla.
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