SINTONIZAR CON LA FRECUENCIA PRIMORDIAL
Primordial: adj. principal o esencial, primitivo o primero. ― Diccionario de la R.A.E.
Percibimos la realidad en una determinada banda de
frecuencia, y nuestro cuerpo a modo de dispositivo, con los sensores que serían
nuestros sentidos, codifican la información del medio dentro de esa banda de
frecuencia. Si somos capaces de adaptarnos a otras bandas de frecuencia,
tendremos una visión más amplia de la realidad, más allá de la percepción.
EL RUIDO Y LA INFORMACIÓN INTERFERIDA
Si sabemos, que la práctica totalidad de la información que recibimos a diario está diseñada para el control de masas ¿en quien confiar? Parece una pregunta sin respuesta clara y no basta con decir, que no te puedes fiar de nada ni de nadie, sin que entregues una solución, alejada de la vía del maestro, porque también cada maestro tiene su interferencia.
Pero si partimos, de que la información independiente, es a
su vez la más fiable, lo más acertado, es que tomemos múltiples referencias que
nos sirvan en nuestro interior, de forma positiva, sin llegar a casarnos o
comprometernos con una vía concreta y exclusiva, que puede hacer que por
cerrarnos en ella, perdamos elementos de conocimiento y otras partes.
El único compromiso firme que hemos de asumir, es para con
nosotros mismos, porque no podemos olvidar que cada uno es dueño de sus
acciones y decisiones, y por más que nosotros creamos tener una versión útil y
funcional de la verdad, cada uno de nosotros para bien o para mal, juega un
papel insustituible, independientemente de lo que crea saber.
Porque hay tantos caminos como almas, cada uno de nosotros
hemos de buscar en nuestro interior, ayudándonos con las herramientas que mejor
nos sirvan, para recabar ese conocimiento tras el velo, que en ninguna otra
parte seremos capaces de encontrar, ni siquiera en un mostrador, por más
honesto que este sea. Pensemos en la introspección.
NO ES UNA GUERRA INTELECTUAL
Ninguno de nosotros en un plano consciente, tiene la
totalidad de la historia; pero todos y cada uno de nosotros, cómo segmentos
individuales, o fractales de la totalidad, en una suma no necesariamente
lineal, en conjunto, si tenemos la fuerza y el conocimiento suficiente para
ganar esta guerra declarada al ser humano. Es la suma de los individuales.
Podemos hacerlo, sin necesidad de juzgar a los demás por lo
que creen, o por lo que piensan, porque a ellos también les corresponde su
parte, que no puede ser sustituida por la nuestra. Asignarnos una única vía o
solución para ir a la batalla, nos restará fuerzas, ya que el enemigo no duda
en emplear cualquier arma sin discriminar en nuestra contra.
Ten esto muy claro: tu parte es solamente tuya y esa es tu
responsabilidad, pero has de confiar en que cada uno va a hacer la suya y no
encogerte de hombros ante el desánimo, cuándo tienes la sensación de que todo
va a la deriva y la gente no escucha. El desánimo es un engaño, porque hasta lo
más pequeño puede volverse infinitamente importante.
No se trata de convencer a nadie, se trata de que
cada uno va a jugar un papel. No se trata de una batalla intelectual de listos
contra tontos, y si lo hemos creído, es que estamos más perdidos de lo que
parecía. Si el razonamiento y nuestra capacidad de entendimiento, son
herramientas, vamos a usarlos como lo que son, pero no aferrarnos a ellos como
única vía.
EJERCICIO DE VISUALIZACIÓN: CÓMO ACCEDEMOS A ESTA
INFORMACIÓN
Es importante buscar un momento diario de introspección,
evitando el ruido e interferencias que nos contaminan a diario, para estar
seguros que todo lo que encontremos en nuestra búsqueda interior, es en gran
parte nuestro y no fruto de influencias externas. A sabiendas de que esto es
muy difícil, porque los ruidos aparecerán, reservarnos ese momento.
No es un ejercicio puntual, es ejercitar la visualización
interior, y aprender a discernir poco a poco, lo que nos pertenece a nosotros,
de lo que es la contaminación de información ajena. No te hablo ni de
meditación, ni de oración, ni de rezar, ni de nada que suponga pedir, suplicar
o canalizar, información, imágenes o sensaciones, fruto de tu búsqueda interior.
Empieza por buscar un momento de comodidad y silencio, sin
caer en el sopor del sueño, mejor con los pies en tierra antes que tumbado para
evitar dormirte y asegúrate, que no vas a ser molestado o interrumpido. Empieza
por visualizarte a ti mismo fuera de ti, como si fueras un observador externo,
desde todos los ángulos posibles.
Comprobarás que enseguida empezarán a aparecer los ruidos y
se te cruzarán pensamientos e imágenes, que tratarán de alejarte de ese momento
de concentración. Es importante que estés centrado en ti mismo en ese momento,
y que desde esa visualización al contemplarte, imagines por ejemplo una chispa
que surge desde dentro de ti, y que primero permanece pequeña.
Quédate en ese momento todo el tiempo que consideres
necesario, y obvia cualquier pensamiento, imagen o distracción, que ten por
seguro, aparecerá. Intenta hacerlo sin elementos auxiliares, cómo música
relajante, cerrando los ojos contemplándote desde fuera, mientras esa chispa
ubicada en el centro de tu pecho por ejemplo, la vuelves infinitamente más
pequeña y después más grande, de forma que puedas llegar a controlar este escenario.
Esto no es exacto, ni igual para todo el mundo: lo
importante aquí, es que seas tú el que controle lo que visualiza. Ahora empieza
a hacer esa chispa cada vez más grande, controlando su velocidad de propagación
y su tamaño hasta que poco a poco vayas expandiéndola, convirtiéndola en una
especie de barrera protectora.
Ahora sería un buen momento, para decretar que todo ruido o
interferencia que pretenda molestarte, o invadirte, resulte quemado o eliminado
al chocar contra esa barrera de protección que has creado. Recuerda que no
estás ni rezando, ni rogando, ni pidiéndole nada a nadie, porque el que maneja
la situación eres tú. Decretar no es pedir, para que nos entendamos, sería algo
más parecido a ejecutar un comando de voz.
Si no te sale a la primera, ten paciencia porque no todos
visualizamos igual. A algunas personas les resulta muy fácil y a otras les
cuesta, pero se trata ante todo, de un ejercicio en el que tú estás en el
centro y controlas el escenario. Ahora sabiendo, que percibimos según una banda de frecuencia, tendremos
que ir explorando con la visualización el como sintonizamos con la frecuencia,
que nos ayudará a ensanchar nuestra percepción ordinaria.
CÓMO SINTONIZAR CON LA FRECUENCIA CORRECTA
Lo más difícil de todo es alejarnos interiormente de los
ruidos externos, que a modo de interferencias, tratarán de penetrar en la
barrera de protección que has creado, a la hora de sincronizarte, o sintonizar,
con una frecuencia que podríamos llamar frecuencia del todo o frecuencia
primordial, que no es más que tu propia frecuencia auténtica libre de
contaminación e interferencia.
Podemos llamarla frecuencia del todo o primordial, porque tú
como parte del todo, eres también a su vez parte y totalidad de esa fuente, que
agrupa la totalidad a modo de sumatorio de todas las frecuencias que se emiten
en la naturaleza, y como segmento o fractal y forma parte de ese todo, también
habita en ti.
No lo veas como una conexión, o como una canalización, es
más bien entender que nuestro cuerpo es un dispositivo que es capaz de recibir
frecuencias, que se hallan a nuestro alrededor, y a través de esa frecuencia
recibimos la información a codificar, que conforma no solo nuestra realidad,
sino todas las realidades que no somos capaces de percibir con nuestros cinco
sentidos. Y si nuestro cuerpo es un dispositivo, el alma es nuestro Wi-Fi.
Para saber si esa frecuencia es la correcta, será la que visualicemos
como propia y depurada. Y podremos empezar a explorar, cualquier tipo de
imagen, sensaciones y contenidos, que ni siquiera en un momento de aparente
lucidez, nos habríamos planteado. Puedes visualizar esta información en forma
de biblioteca, en forma de pantallas de ordenador, en forma de libro, en forma
de televisión, en cualquier forma que te ayude y te haga sentir más cómodo.
PRECAUCIONES CUANDO NAVEGAMOS ENTRE FRECUENCIAS
Advertencia: Hemos de tener en cuenta que nos estamos
moviendo en un campo abierto, y el hecho de realizar este ejercicio, no implica
necesariamente, que el contenido o lo que percibamos en la forma en la que lo
percibamos, sea positivo de por sí. En ese momento, al igual que nosotros, hay
“más gente mirando”, y cuando digo gente, me refiero a entidades que están muy
pendientes, de todos aquellos que empiezan a buscar y a navegar entre
frecuencias, por lo que también quedamos expuestos a todo tipo de parasitación,
si no tomamos precauciones.
Recuerda que seguimos despiertos y que no estamos soñando,
estamos explorando un estado de consciencia, por lo que tu lucidez a la hora de
buscar información es clave. Si te imaginas en una biblioteca, puedes buscar
respuestas a tus preguntas dándole al lomo de cada libro, el título de la pregunta.
Esta suele ser una forma sencilla, para visualizar estos archivos.
Estamos buscando dentro de nosotros mismos, lo que
identificamos como información álmica, por lo que hemos de tener presente, que
más que el formato de la información que nos encontremos, nos hemos de
cuestionar su naturaleza y procedencia, manteniendo en todo momento la
protección, de forma lúcida y constante. Antes de tocar "cualquier
cosa" conviene encapsularla, porque es probable que te encuentres con
alguna sorpresa, o con un gancho, o con un cebo.
Durante este ejercicio de introspección, puedes estar seguro
de que no te van a abandonar las interferencias en todo momento y se te
cruzarán pensamientos que tratarán de entorpecer tu búsqueda. No
pienses en términos de correcto o incorrecto, y ante todo mantén la paciencia,
porque este ejercicio requiere práctica, y puedes hacerlo tú mismo sin la
necesidad de recurrir a terceros.
INTERFERENCIAS Y PUERTAS TRASERAS
De todo lo que recibas, para aquilatar tu percepción, piensa
siempre que cada información o cada imagen, cada sensación o emoción, puede
tener una o varias puertas traseras, que te has de cuestionar, pensando en cómo
podría instrumentalizarse esa información, tanto a favor como en contra. Mantén
siempre un espíritu crítico y no te dejes intimidar en momento alguno por lo
que puedas llegar a ver o experimentar.
Si bien la dualidad nos limita en esta realidad de tercera
dimensión, también puede ser una herramienta eficaz, para detectar las
contrapartidas que en un primer lugar, pueden parecer positivas. De igual forma
que una radio antigua, hay que ir probando poco a poco para buscar la
frecuencia correcta en un determinado canal. Este ejercicio sería algo
parecido.
Y entre canal y canal, hasta qué das con el programa que
estás buscando, encontrarás ruido e interferencias. Habrá información, imágenes
y sensaciones que te resuenen, pero también encontrarás por el camino,
distracciones e intromisiones, que te enseñarán que no eres el único que está
navegando por esas frecuencias, y que hay mucha más realidad de la que nos han contado.
Si eres consciente en todo momento, de que eres el dueño de
la situación, y que la protección que has creado en tu visualización, es
efectiva, puedes prolongar este estado en todo momento. Al principio cuesta,
porque estamos muy acostumbrados a consumir información de forma pasiva, y esto
supone un esfuerzo en mayor o menor medida.
Pero si realmente quieres experimentar algo que te afecta,
esta es una manera genuina de hacer introspección, sin necesidad de buscar
maestros, guías o información que puedan estar interferidas. Ante un mundo
plagado de frecuencias contaminadas que nos condicionan ¿por qué no buscar en el único lugar a dónde no nos invitan a
mirar?
Si quieres una referencia útil para este tipo de información
te recomiendo:
Canal de Youtube El
Guerrero Interdimensional
Libro Manual del Guerrero Interdimensional
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