© YA ESTAMOS DENTRO DE LA RATONERA
De momento lo están consiguiendo: Todo el mundo con el pasaporte cóvid en todas partes.
Si no fuera tan grave, incluso haría gracia esto de tener
que demostrar que estás “inscrito”.
Empezó habiéndolo de hacer por mail pero ahora ya se trata
de hacerlo físicamente.
Ya escribí de ello antes, pero tengo que volver a mencionar
mi “admiración” por cómo se lo han montado nuestros “pastores”.
Paso a paso nos han ido encerrando en el corral como en
aquellos concursos de perros pastor que van empujando a un grupo de ovejas
hacia el cerrado bajo la guía del silbido del pastor.
Ahora es cuando podrán hacer de nosotros lo que quieran porque la mayoría nos hemos predispuesto bien y no han tenido que utilizar ninguna violencia (física).
Los que hasta ahora nos hemos resistido somos minoría y nos
estamos autoexcluyendo sin hacer demasiado ruido para no enfrentarnos a
nuestros familiares o conciudadanos.
El broche final de la operación es la obligación de vacunar
a los niños, algo a lo que los padres no se ve que se opongan demasiado.
Aparentemente parece que se están saliendo con la suya… y lo
que pueda venir... ¡Dios dirá!
Vamos de cara al 2º aniversario de este episodio mundial
escalofriante y todo va siguiendo las pautas marcadas que van desgastando la
resistencia y los ánimos de quienes se esfuerzan por una dignidad humana que,
como tantos otros valores, está a punto de pasar a mejor vida.
¡Qué triste escribir todo esto y aún más vivirlo sin divisar
su desenlace!
Tan a la vista como están, el engaño y la corrupción de
tantos responsables de esta debacle y que no tengamos el ánimo de sublevarnos a
toda costa (!)
No tenemos excusa al quedarnos de brazos cruzados ante la
injusticia y la atrocidad que supone esta campaña de desguace de la humanidad
entera...
Demasiadas claudicaciones con el único objetivo de seguir “gozando”
del sistema establecido.
El razonamiento es que ser esclavo resulta más “cómodo” pues
no hay que pensar y además se nos dan placeres y medios de confort básicos
siempre que no levantemos nuestra voz y sigamos las pautas que nos marquen.
Es una opción, hay que aceptarlo, aunque suponga una pírrica
satisfacción y a un precio desmesurado.
Momento llegará, a no muy tardar, en qué los resistentes nos
encontremos entre espada y pared cuando tendremos que elegir entre estar o
salir del sistema.
Entretanto vamos “surfeando las olas” confiando en un
resquebrajamiento del relato oficial que nos permita recuperar nuestra dignidad
y libertad ahora coartadas.
Que así sea.
ESE NO ES MI PROBLEMA
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Joan Martí – elcamidelavida@gmail.com
15 diciembre 2021
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