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Ante la avalancha de ideas, iniciativas, activismos,
plataformas, movimientos, ONGs, partidos, etc., que se presentan como
progresistas o de izquierdas, pero que en la práctica contribuyen, por activa o
por pasiva, consciente o inconscientemente, a la dominación hollycapitalista,
proponemos la siguiente guía, que esperamos contribuya a desenmascararlos.
En primer lugar, bajo el epígrafe MÁSCARAS, trataremos de
mostrar que muchos de los temas que nos presentan como positivos esconden un
aspecto negativo que es el más importante. Esto es, que detrás de la máscara
del pretendido progresismo, izquierdismo, humanitarismo, ecologismo, etc., se
esconde a menudo la agenda de dominación del gran capital. En segundo lugar,
bajo el epígrafe ELUSIONES señalaremos una serie de temas que tienden a ser
directamente ignorados, eludidos o censurados por estos movimientos, en la
medida en que no pueden ser tan fácilmente manipulados o tergiversados como los
primeros.
En la práctica ambos grupos de temas, MÁSCARAS y ELUSIONES,
operan de manera combinada. Las ELUSIONES son los más importantes para
comprender en todo su alcance cómo se ejerce la dominación global
hollycapitalista hoy. De ahí que tiendan a ser eludidos en los movimientos
pretendidamente izquierdistas. Pero si esto es posible es en buena medida
porque las MÁSCARAS, como indica el término, no solo enmascaran su verdadera
intención, sino que también crean cortinas de humo para que no se trate de los
temas importantes.
En todo caso es importante comprender que muchos de los
temas de los que nos vamos a ocupar tienden a cambiar radicalmente de sentido
en función de la escala a la que se implementen. Esto es, a menudo las
iniciativas, ideas, movimientos, activismos, etc., no son positivos o negativos
de manera absoluta por su contenido, sino por el tamaño de sus estructuras y la
manera en que las grandes estructuras son recuperadas, infiltradas y
manipuladas por el poder.
MÁSCARAS
1. El
anti-capitalismo
Una de las claves para desenmascar estos movimientos es que
critican el capitalismo, el neoliberalismo, a las élites, a la “casta”, a los
bancos, al sistema de deuda, etc., pero lo hacen superficialmente. Es verdad
que han actualizado en parte su discurso y en lugar de confrontar
capitalista-trabajador ahora presentan oposiciones tales como acreedor-deudor,
élites-ciudadanía, etc. Pero en general siguen en el marco del pensamiento
marxista que pretende explicar y reformar el sistema en términos de estructura.
Con ello eluden el fondo de la cuestión, que es que la dominación capitalista
fundamental, y especialmente la hollycapitalista de hoy, se ejerce en última
instancia al margen de la estructura económica, en el ámbito de la guerra, la
inteligencia, la criminalidad, la impunidad, el secretismo y la conspiración.
2. El
globalismo
Todo lo que lleve el adjetivo “global” debe despertar
nuestras sospechas. Toda una serie de iniciativas “globales” que se presentan
como humanitarias, ecológicas, justas, redistributivas, fiscalizadoras, etc.,
son máscaras que esconden una lógica muy simple, que es que cuanto mayor sea el
alcance de las estructuras de poder mayor será su capacidad para imponerse de
manera violenta sobre todos aquellos que se opongan a ellas. El globalismo es
un eufemismo de imperialismo, y no hay nada que haga pensar que el imperio
global de hoy sea distinto del resto de imperios históricos. Solo ha
desarrollado mecanismos más sutiles para enmascararse.
3. El soberanismo
Hoy el pulso fundamental se está manteniendo entre los
estados-nación, en particular los BRICS, y las estructuras globalistas. Esto
significa que todo lo que debilite a los estados-nación tenderá a reforzar las
estructuras globales. El poder es una hidra con numerosas cabezas. Opera
empujando alternativamente los dos platos de la balanza para desestabilizarla y
aprovecharse de ello transformando las estructuras de dominación. Las
transferencias de soberanía de los estados-nación al Nuevo Orden Mundial se
están produciendo por arriba y por abajo, por la derecha y por la izquierda,
desde los estados-nación hacia las estructuras transnacionales y hacia las
regionales.
4. La transparencia y la corrupción.
Muchos de estos movimientos pretenden luchar por una
sociedad más transparente, aparentan combatir la corrupción en las estructuras
de poder. El problema es que, de nuevo, tienden a poner el acento en la
transparencia y en la corrupción de los políticos y de los estados-nación, y no
en el complejo entramado que está por encima de ellos. De esta manera estas
iniciativas contribuyen en última instancia a debilitar las estructuras
estatales y con ello a reforzar la opacidad y la corrupción de las estructuras
transnacionales.
5. La horizontalidad
Es necesario comprender que las estructuras horizontales no
se oponen a las verticales, como nos pretenden hacer creer. Las estructuras
horizontales encubren también mecanismos de dominación verticales y
centralizados, solo que más sofisticados y más sutiles que los tradicionales.
En el fondo la lógica es similar a la del intercambio mercantil, que aparenta ser
horizontal, libre, regulado espontáneamente por la oferta y la demanda, cuando
en la práctica está tensada permanentemente por la asimetría del poder, basada
en la apropiación de recursos naturales, energéticos, en la creación de dinero
fiduciario, de información, etc. La horizontalidad también es una apariencia en
la medida en que el poder infiltra agentes o colaboradores en la estructura
aparentemente. Tanto más fácilmente cuanto más horizontal es la estructura.
Wikipedia es el mejor ejemplo de esta falsa horizontalidad, como una iniciativa
solo en parte horizontal, colaborativa, etc., pero en la que la información más
sensible es manipulada, tergiversada y censurada desde los centros de poder
globales.
6. La participación
Este tema está estrechamente vinculado al anterior. Los
movimientos participativos, colaborativos, asamblearios, voluntarios, no
mercantiles, etc., pueden ser enriquecedores a un cierto nivel, pero pueden
servir también como dispositivos de amortiguación y recuperación que mantienen
ocupados a los participantes y evitan que se impliquen en los temas
fundamentales. Pretenden ser movimientos autónomos pero en la práctica siguen
dependiendo de las estructuras de dominación globales. La clave para valorar
estas iniciativas es hasta qué punto contribuyen, aunque sea indirectamente, a
la dominación hollycapitalista, hasta qué punto, tras las máscaras de la
cooperación, lo común, lo libre, etc., lo que está en juego es la apropiación
del trabajo, las ideas y las energías de la ciudadanía por parte del gran
capital.
7. La sostenibilidad
La sostenibilidad, el ecologismo, lo verde, lo biológico,
etc., pueden ser iniciativas loables siempre que actúen a la escala local o
regional, que desafíen verdaderamente a las estructuras de dominación global.
Como decíamos, hay que valorarlas en función de la escala y el verdadero
impacto que tienen en otras escalas del sistema. La sostenibilidad y el
ecologismo considerados a gran escala encubren la desindustrialización de los
centros, la dependencia de estructuras de producción y distribución globales,
la implementación de mecanismos de control de las periferias desde los centros.
En última instancia, la sostenibilidad a la escala global encubre la agenda
eugenésica de las élites hollycapitalistas.
8. El humanitarismo y el antirazismo
De nuevo estos temas suelen ser utilizados por el sistema
como caballos de Troya. El humanitarismo está siendo utilizado sistemáticamente
para legitimar guerras, en el colmo de la hipocresía hollycapitalista, según la
cual los cazas de combate y las bombas protegen a los seres humanos. El
antirazismo es otra coartada para que las masas acepten y contribuyan a las
dinámicas de destrucción de las tradiciones, de las identidades, de las
idiosincrasias, de las particularidades, de las diferentes culturas, razas,
naciones y religiones. La mezcla racial, cultural y religiosa está siendo uno
de los mecanismos fundamentales utilizados por las élites globalistas para
desestructurar profundamente y destruir el alma colectiva de los pueblos, y con
ello su capacidad de resistencia. La mezcla social, ingenierizada al más alto
nivel, crea el caldo de cultivo para, en el momento necesario, canalizar el
descontento de las mayorías a través de las minorías, para catalizar procesos
de desestabilización, para instigar guerras civiles.
9. El transgenerismo
Se trata de una estrategia similar a la anterior, que
encubre la desestructuración de las sociedades tradicionales y la destrucción
de formas de vida moderadas, virtuosas, equilibradas, naturales, fértiles. Tras
la máscara de las relaciones homosexuales, bisexuales y transexuales se esconde
algo tan crucial como es el socavamiento de la moral y del sentido común, la
desintegración del complejo erotismo-amor-sexualidad-fertilidad-crianza. Como en
el caso del humanitarismo y del antirazismo mal entendidos, la ideología
transgénero es el caballo de Troya para la destrucción de las estructuras
sociales más fundamentales, que son las que mejor pueden hacer frente a la
agenda distópica globalista. En última instancia se trata de una forma de
eugenesia encubierta de la que los propios ciudadanos son víctimas, en el
momento en que optan “voluntariamente” a renunciar a conformar seres sociales a
un tiempo naturales y culturales. El movimiento LGBT, a pesar de ser
relativamente minoritario, desempeña un papel fundamental en el conjunto de las
sociedades hollycapitalistas, como vanguardia “transgresora” que sirve de
referencia para el resto de las “opciones” sexuales.
10. El feminismo y la violencia de género
Como el movimiento transgénero, el feminismo y las campañas
hollycapitalistas de violencia de género operan como vanguardias sociales,
generando un gran efecto en el conjunto de la ciudadanía. Su impacto es
especialmente marcado en los niños y los jóvenes, minando las bases morales de
las sociedades a largo plazo. Suelen ser considerados formas de ingeniería
social, pero lo cierto es que se basan en mecánicas propiamente religiosas y
rituales, lo que refuerza aún más su capacidad para transformar profundamente a
la sociedad. Como el movimiento LGBT, con el que se producen importantes
intercambios, el feminismo y la violencia de género contribuyen de manera
encubierta a la desestructuración de las sociedades tradicionales, la familia,
la pareja, e, insistimos, la desintegración del complejo
erotismo-amor-sexualidad-fertilidad-crianza. En última instancia contribuyen a
la agenda hollycapitalista de mercantilización y apropiación de la fertilidad
humana, a la transformación del ser humano en ganado-mercancía.
11. La cultura
La llamada “cultura”, esto es, la industria del espectáculo,
es uno de los elementos de dominación centrales en el hollycapitalismo. De ahí
que hayamos acuñado este término de hollycapitalismo, que creemos más apropiado
que los de capitalismo tardío o cognitivo. Con él nos referimos no solo a
Hollywood en particular, sino a la dimensión hollywoodense que atraviesa todo
el sistema. Esta dimensión hollywoodense es también crucial para comprender los
movimientos pretendidamente izquierdistas, pues remite a la misma mecánica de
fondo de generar mucho ruido y mucho espectáculo pero eludir los temas
importantes.
12. El estilo.
Vinculado con el tema anterior, las falsas izquierdas suelen
recurrir a todo tipo de estrategias de estilo para aparentar lo que no son, que
abarcan el aspecto, la forma de vestir, el peinado, la forma de hablar, el tipo
de lenguaje o términos utilizados, que tenderán a distanciarse lo más posible
de los códigos conservadores o de derechas. Los medios de desinformación explotan
estas aparentes contradicciones, presentando las rastas o las camisas de
cuadros de unos en contraposición a los trajes y las corbatas de otros,
mientras los temas fundamentales que transformarían el statu quo se eluden. La
combatividad aparente forma parte de esta estrategia de estilo.
ELUSIONES
13. El dinero fiduciario.
Esta es una de las claves de bóveda de la dominación
imperial hollycapitalista. De nuevo hay que hablar de hollycapitalismo porque
el dinero es la mayor de las ficciones del sistema. Comprender los mecanismos
de creación de dinero fiduciario por parte de los bancos centrales, la deuda
soberana y el sistema de reserva fraccionaria, en sus vinculaciones con la
geopolítica global, el control de los recursos energéticos y las guerras de
divisas, es fundamental para comprender el funcionamiento del sistema. Así como
el hecho de que toda esta mecánica escapa por completo al poder de la mayoría
de los estados y es de hecho uno de los mecanismos a través de los cuales estos
son controlados por los grandes capitales.
14. El reseteo monetario.
Como correlato de la falta de comprensión, debate y denuncia
del sistema monetario fiduciario, las falsas izquierdas eluden tratar de la
situación crítica de bancarrota en que hoy nos encontramos, del hecho de que
esta situación nos llevará tarde o temprano a un reseteo monetario global o a
una tercera guerra mundial. Junto a ello las falsas izquierdas tenderán a
eludir todo lo relacionado con los metales preciosos y su utilización milenaria
como respaldo de monedas. Sobre todo teniendo en cuenta que este es el modelo
que defienden los BRICS y que está siendo motivo de confrontación feroz al más
alto nivel.
15. La tercera guerra mundial.
Según muchos analistas estamos ya inmersos en los prolegómenos
de una tercera guerra mundial, que se está librando ya entre el imperio
atlantista-sionista y los BRICS en forma de guerra de divisas, devaluación del
petroleo, sanciones, pretendidos accidentes industriales y de aviación, guerra
de propaganda y otras formas de guerra no convencional. En la práctica las
grandes potencias están enfrentándose indirectamente a través de fuerzas de
terceros países o de ejércitos proxy. Este tema tiende a ser eludido por las
falsas izquierdas, así como el papel que los diversos estados desempeñan en el
entramado global de alianzas, convenios y ejercicios militares, de manera que
en el caso más que probable de una escalada del conflicto global los
posicionamientos de cada estado serán ya difícilmente modificables.
16. El terrorismo.
Como una de las formas fundamentales de guerra no
convencional, el verdadero alcance del terrorismo internacional es otra de las
piedras de toque de las falsas izquierdas. Estas tienden a adoptar la narrativa
oficial según la cual los estados occidentales son los “buenos” y los
terroristas son los “malos”. Como mucho reconocerán el papel que estados
totalitarios aliados de Occidente como Israel, Arabia Saudí y Turquía juegan en
esta guerra proxy. Pero pocos movimientos de izquierda llegarán a comprender,
reconocer y denunciar que el terrorismo internacional es hoy uno de los
mecanismos de dominación hollycapitalistas fundamentales, controlado de
diversas maneras por las agencias de inteligencia occidentales (CIA, MI6,
Mossad y otras), y utilizado en un amplio rango de operaciones que van desde la
presión política y geopolítica, la desestabilización a la guerra civil, así
como en atentados de bandera falsa en los propios estados que controlan el
terrorismo para legitimar la implementación de estados policiales, dictaduras y
en general la agenda globalista.
17. Las crisis ingenierizadas.
Junto al terrorismo de estado encubierto, toda una serie de
fenómenos que hoy padecemos son en su mayor parte crisis híbridas, en parte
espontáneas y en parte ingenierizadas. Tras la segunda guerra mundial, las
guerras convencionales (hasta la de tercera generación) tienden a desaparecen y
a ser sustituidas por guerras no convencionales, híbridas o asimétricas (de
cuarta y quinta generación) enmascaradas detrás de estas crisis ingenierizadas
de todo tipo: revoluciones de color, crisis migratorias ingenierizadas, golpes
de estado encubiertos, “accidentes” tecnológicos y de transportes provocados,
pandemias de laboratorio, manipulaciones climáticas, catástrofes “naturales”
geoingenierizadas, etc. Lo que se echa en falta sistemáticamente en las
pretendidas izquierdas es comprender y denunciar el papel que estas crisis
ingenierizadas están desempeñando y seguirán haciéndolo en las próximas décadas
en los mecanismos de dominación global y en la implementación del Nuevo Orden
Mundial.
18. Los transgénicos.
Se pueden considerar también una forma de guerra de cuarta y
quinta generación, en la medida en que persiguen no solo la conquista del
mercado global de alimentos, sino también la destrucción encubierta de la
agricultura y la ganadería tradicionales. Pero lo que está en el trasfondo de
los transgénicos es mucho más crucial, y pocos movimientos de izquierda están
llegando tan lejos como para comprenderlo o reconocerlo. Y es que lo que se
enmascara detrás de los organismos genéticamente modificados es la manipulación
encubierta de la especie humana y, en última instancia, su transformación en
ganado-mercancía.
19. El transhumanismo.
Vinculado al anterior, el transhumanismo es otro de los
caballos de Troya del sometimiento total del ser humano y su transformación en
mercancía, en el marco de redes de inteligencia artificial y cibernéticas. La
estrategia fundamental en este caso es presentarnos el transhumanismo como un
“progreso” beneficioso para el hombre, en particular en el ámbito de la
medicina o la asistencia en diversas actividades, pero utilizando esto como una
cortina de humo para encubrir el proyecto de domesticación y control total de
los cuerpos y de las mentes que esta agenda implica, mediante el uso de
diversos dispositivos tales como microchips implantables y nanoparticulas
inteligentes que ya invaden, controlan y manipulan nuestros órganos de manera
encubierta.
20. La geoingeniería.
Vinculada al resto de los temas, la geoingeniería es uno de
los fenómenos más ausentes en los movimientos de falsa izquierda, y más
importantes para la agenda de implementación del Nuevo Orden Mundial. Consiste
en la fumigación generalizada de sustancias químicas, sintéticas y orgánicas,
mediante estelas químicas o chemtrails, que generan las condiciones para
proyectar ondas electromagnéticas desde estaciones tipo HAARP. Con ello puede
manipularse el clima, generar sequías, inundaciones, huracanes, terremotos y
maremotos, y modificar globalmente el clima. El cambio climático es un gran
montaje hollycapitalista, creado en parte mediante geoingeniería, para el
avance en la agenda globalista. Como decíamos, la geoingeniería permite también
el control y la manipulación de las poblaciones mediante técnicas
psicotrónicas, usando nanoparticulas inteligentes que invaden los cuerpos,
afectan a funciones biológicas y neurológicas específicas, y contribuyen a
domesticar o a instigar movimientos de masas.
21. La ingeniería social.
Aunque ya hemos hablado de este tema al tratar sobre el
transgenerismo, el feminismo y la violencia de género, merece la pena insistir
en que la ingeniería social es uno de los mecanismos de dominación
hollycapitalistas fundamentales. El frente fundamental de estas estrategias de
transformación social son los medios de masas, las películas, las series, las
redes sociales, pero también las instituciones culturales y educativas en las
que esta agenda de manipulación y destrucción de las formas de vida
tradicionales se presenta como “teoría”. Las formas de vida alternativas deben
ser respetadas. Pero eso es una cosa y otra muy distinta hacer de la anomalía
el paradigma.
22. El gobierno en la sombra.
Las falsas izquierdas tienden a pasar por alto el papel
central que las sociedades secretas, los gobiernos en la sombra, los estados
profundos, las agencias de inteligencia, etc., desempeñan en la dominación
global. El grado de infiltración de estas estructuras de poder en los estados,
las instituciones, las iglesias, y en general las distintas organizaciones
sociales, es fundamental para comprender como funciona el mundo. Como decíamos,
pocos movimientos pretendidamente de izquierdas comprenden o quieren comprender
que los mecanismos de dominación y de transformación hollycapitalistas dependen
de estas estructuras ocultas, que operan detrás de las estructuras visibles del
sistema, desde el secretismo, la amoralidad, la alegalidad, la impunidad y la
criminalidad, al servicio del proyecto globalista.
23. El Nuevo Orden Mundial.
Esta es otra de las piedras de toque para reconocer los
falsos movimientos de izquierda. El Nuevo Orden Mundial es el objetivo en el
que confluyen las distintas agendas de los distintos ámbitos y a las distintas
escalas. Se trata de un proceso de largo alcance, que se remonta al menos a la
Ilustración, y que supone la instauración progresiva y continua, pero también
escalonada, de este gobierno mundial, mediante la instigación de revoluciones
de un signo y de otro, de guerras, el control de mecanismos mercantiles,
financieros y monetarios, la ingenierización de shocks de todo tipo, etc.
24. El comunismo.
En relación con la agenda secular del Nuevo Orden Mundial,
como es evidente las falsas izquierdas no sabrán o no reconocerán que el
comunismo ha sido en parte un fenómeno instigado por las sociedades secretas
atlantistas-sionistas para catalizar conflictos mundiales, justificar la
carrera armamentística, destruir culturas tradicionales milenarias como la rusa
y la china, homogeneizar su nivel de desarrollo con el occidental. De hecho
todo el izquierdismo en general puede ser interpretado como un fenómeno de
disidencia controlada y de recuperación por parte de estas élites.
25. El nazismo y el antisemitismo.
La demonización del nazismo es otra de las estrategias del
imperio hollycapitalista para, asociándola a él, descalificar cualquier
iniciativa de soberanía nacional que suponga una alternativa real al
globalismo, basada en valores verdaderamente anti-hollycapitalistas, esto es,
valores tradicionales, identitarios, raciales, espirituales, religiosos, en
suma, valores propios de seres colectivos encarnados. Pocos movimientos de
izquierda reconocerán que las élites atlantistas-sionistas instigaron tanto la
revolución bolchevique como el nazismo alemán para desencadenar la segunda
guerra mundial y resolver la crisis de 1929. La victimización de los judíos,
las manipulaciones históricas y mediáticas de su genocidio, el abuso del
concepto de antisemitismo, las leyes de excepción que los protegen, el poder desmedido
de los grupos de presión sionistas, la proporción desmedida de sionistas en la
política, la economía, la cultura y el espectáculo, el papel central de Israel
en la geopolítica mundial, etc., son todos elementos fundamentales para
comprender cómo funciona el imperio atlantista-sionista y elusiones habituales
en los falsos movimientos de izquierda, a menudo financiados por entidades
sionistas.
26. La religiosidad.
Ya hemos avanzado que el hollycapitalismo no es solo un
sistema económico o político sino también una religión en toda regla, pero que
se enmascara detrás de un supuesto secularismo. Los mecanismos de dominación
hollycapitalistas fundamentales, los atentados terroristas de bandera falsa,
las catástrofes “naturales” geoingenierizadas, las pandemias de laboratorio,
las campañas mediáticas de ingeniería social, los mecanismos de manipulación
hollywoodense en todos los ámbitos, no pueden comprenderse en todo su alcance
si no es como rituales religiosos hierogámicos y sacrificiales orquestados por
las sociedades secretas atlantistas-sionistas que atesoran este conocimiento
desde hace milenios, al margen de los mecanismos de adoctrinamiento de las
instituciones oficiales.
27. La exopolítica.
Por último, el tema más tabú, más desconocido, más resbaladizo,
en el que pocos se atreven a adentrarse, es el de la interacción de la raza
humana con otras razas o entidades alienígenas o extraterrestres. El tema es
más político de lo que parece a primera vista en la medida en que estas
entidades alienígenas o extraterrestres estarían influyendo decididamente en
los desarrollos humanos. Este tema podría ser utilizado también como una
coartada para crear un evento de bandera falsa de gran alcance que sirviese
para manipular a las masas de cara a la implementación del Nuevo Orden Mundial.
Artículo escrito por Pedro Bustamante
Referencias:
Juan Aguilar,
Malco Arija, Jane Burgermeister, José Luis Camacho, Luis Carlos Campos, Miguel
Celades, Michel Chossudovsky, Jacob Cohen, William Cooper, Paul Craig Roberts,
Manlio Dinucci, William Engdahl, Eladio Fernández, Benjamin Fulford, Manuel
Freytas, Manuel Galiana, Jesús García Blanca, José Alfonso Hernando, Pierre
Hillard, David Icke, Alfredo Jalife-Rahme, Thierry Meyssan, Rafael Palacios,
Josep Pàmies, María del Prado Esteban, Jon Rappoport, El Robot Pescador, Félix
Rodrigo Mora, Enrique Romero, Adrián Salbuchi, Alain Soral, Fritz Springmeier,
Webster Tarpley, Pedro Varela, etc.
Pedro Bustamante es investigador independiente, arquitecto y
artista. Su obra El imperio de la ficción: Capitalismo
y sacrificios hollywoodenses ha sido publicada en Ediciones Libertarias.
http://deliriousheterotopias.blogspot.com/
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