Desde
que tenemos conocimiento, la Luna ha estado ahí
arriba observándonos,
escrutando
nuestros
sueños,
imaginando todo tipo de historias, mitos y cuentos, en los que la
Luna
participaba
como el
mejor de los escenarios.
Aunque
existen escritos que mencionan un periodo sin Luna, nosotros no
recordamos una noche sin su presencia, se nos hace difícil
imaginar un periodo más
oscuro.
Le
hemos dedicado a la Luna odas de todo tipo y ha sido la madre que nos
arropaba todas las noches.
La
hemos observado y la hemos vigilado escrupulosamente, calculamos sus
fases y entendemos su influencia en muchos de los acontecimientos que
nos rodean, incluso hemos osado ir allí,
en teoría,
aunque la versión
oficial tenga poco que ver con la realidad.
Pero,
al final…
¿qué
es la Luna?
Aunque
la respuesta pueda parecer obvia, si te paras a pensar detenidamente
no lo es tanto,
cualquiera
te diría
que es un satélite,
una roca muerta, yerma e inerte, con un rostro gris y
macilento:
punto, fin de la conversación…
Es
lo que nos han enseñado,
y que allí
ha estado siempre, pero si te interesas un poco en saber más,
se te acumulan multitud de interrogantes, tantos, que encontrar
respuestas por las vías
convencionales se vuelve una tarea titánica.
Lo
primero que choca es porqué
solo
vemos una cara de la Luna, siempre
la misma; no tiene ninguna lógica,
todos los planetas (y satélites)
giran sobre su eje, menos la Luna que es estática.
La
traslación
por ejemplo, es concéntrica,
quiere decir que mientras todos los cuerpos celestes giran en
elipses, la Luna gira en un círculo
concéntrico
casi perfecto.
Luego
están
sus cráteres,
bastante sospechosos, algunos de ellos tienen un tamaño
tal, que lo que hubiera impactado allí
debería
haberla hecho añicos,
pero no…
Estos
cráteres
a pesar de tener algunos kilómetros
de diámetro,
apenas tienen una profundidad que haga una mínima
idea del impacto que debió
sufrir, y como se evadió
de las peores consecuencias.
Su
gigantesco tamaño
en comparación
a la proporción
satélite-planeta
ayuda a añadir
más y más interrogantes, haciendo que sea poco probable que te
plantees, la teoría
que dice,
que fue atraído
por la gravedad terrestre, y más
aún cuando la distancia que ocupa con
respecto a la tierra sea más
bien inquietante.
Esto
a groso modo y con un telescopio más
o menos normalito, son las primeras dudas que te invaden cuando le
prestas atención.
Sin
entrar en conspiraciones o teorías
no oficiales, si nos ponemos a indagar en el trabajo de
gente
más experimentada, directamente es para volverse loco, como por
ejemplo,
-
que la antigüedad de la Luna sea mayor que la de La Tierra
-
que su cuerpo sea hueco
-
que se detecten constantes ondas de radio emitidas desde allí
-
que de vez en cuando (como decía con un telescopio normalito) se vean extrañas luces por allí
-
que aparezcan extrañas construcciones en distintas fotografías que se pueden hallar fácil en Internet
-
que se hable incluso que hubiera bases humanas, o incluso no humanas en su interior.
Todo
esto a no ser que tengas una mente puramente racional y estrictamente
arraigada en la
ciencia
académica
y apostólica,
suena a locura, o a teorías
de un desequilibrado.
Pero
cuando lees a científicos
que están
un poco al margen del dogma científico,
que dudan
seriamente
que la Luna sea un satélite
natural tal
cual está
situada actualmente y se planteen que la
Luna fue puesta ahí
de forma artificial con un fin ‘desconocido’.
Sumando
que la influencia de la Luna no solo afecta a las mareas o en los
periodos femeninos, sino que influye en la mayor parte de los ciclos
biológicos
y mentales de los seres vivos, nos lleva a replantearnos nuevamente
la pregunta:
¿Qué
es la Luna…?
Si
nos ponemos en plan conspiranoico,
el tema da mucho más
respeto, ya que la Luna está
ahí,
vigilando nuestros sueños,
está
ahí,
vigilando al rebaño
mientras duerme, que es el momento del día
más
peligroso, para los pastores.
El
humano cuando duerme se activa su parte energética
y trabaja en fases, que durante el día
están
latentes, la glándula
pineal o el hipotálamo
se activan en la oscuridad y particularmente durante el sueño,
provocando estados alterados en la conciencia o los llamados viajes
astrales,
no conscientes para la mayoría,
donde el rebaño
podría
abandonarse, salir y quizás
darse cuenta que vive enjaulado.
Solo
es una teoría,
y más
de uno pensaría
que es una simple elucubración,
pero a mí
personalmente
siempre me llamó
la atención
que la Luna estuviera de noche, generalmente solo de noche, plena y
radiante, es cuanto menos chocante.
Durante
el día
somos controlables, estamos en vigilia y el sistema nos da
quehaceres; el cuerpo
celeste que reina es el Sol, como no podía
ser de otra forma, pero cuando llega la noche
y la Luna lo releva, es el momento donde es más necesario el
control, por lo cual ella toma el justo papel, para completar la
dualidad en la que estamos atrapados…
La
conclusión
a la que llego es que este satélite
ocre es un elemento de control, una estación
espacial que monitorea y analiza nuestro estado.
Es
sabido que estamos fuertemente ligados a La Tierra, que el latir de
su corazón
va al mismo ritmo que el nuestro y que necesitamos su influencia.
Pero
la Luna es evidente, que debe de emitir también
un tipo de onda que nos impide que nos despeguemos de nuestra
irrealidad,
un elemento que logra impedirnos que recordemos y comprendamos lo que
soñamos,
que nos mantenga en un constante trance hipnótico
día
y noche, y que adecue nuestra mente a recibir los programas que
provocan que fabriquemos “su
realidad”
en segundo plano.
La
Luna originalmente era
un satélite
de Saturno;
toda la ingeniería
de control que porta en su interior fue creada mientras orbitaba
alrededor del planeta anillado, tras la toma invasiva del planeta
Tierra este quedó
sin satélites
naturales.
Por
lo tanto era difícil
crear un sistema de control sobre el ser humano sin un elemento que
pusiese en jaque, al poblador terráqueo.
La
Luna se trasladó
a través
de una apertura de portales y se colocó en la ubicación
actual; como su ubicación
no es natural se le creó
un sistema de traslación
artificial, en el que la Luna tiene un giro concéntrico
completamente para que su influencia sea constante e invariable.
Desde
allí
se opera la ingeniería
de control mental hipnótico
que
muchos llaman Matrix
gracias
al film, pero que no sería
más que una ingeniería
de modulación
de resonancia para que estemos en una frecuencia de vibración
baja, tanto física
como mental.
Por
eso operamos normalmente en estados cerebrales de frecuencia
inconsciente, por la cual acceden a nuestra psique e implantan sus
programas casi sin esfuerzo.
Nuestra
mente acaba siendo un libro
en blanco para
‘ellos’
e inserten sus programas para que operemos según
sus necesidades, fabricando la realidad desde el miedo y el
menosprecio.
Mantienen
anulado un hemisferio cerebral,
dejándonos
casi en exclusiva, esa parte del cerebro que no siente ni padece,
solo opera.
La
inserción
de la luna en nuestra órbita
terráquea,
supuso un desajuste muy severo en los polos magnéticos,
y provocó
el consecuente movimiento en las placas tectónicas
que provocaron que unos territorios emergieran y otros se hundieran
(aquí
puedes especular si lo deseas con la Atlántida,
Mu o Lemuria).
Muchas
especies desaparecieron por lo cual se añadieron
a posteriori, la mayor parte de las que conocemos actualmente.
La
Luna afortunadamente no va a estar ahí
siempre, ya que una vez recuperemos
la soberanía
del
planeta,
aquellos que la colocaron se la llevarán;
la Luna se irá
por donde vino, pero esto
evidentemente
tendrá
consecuencias y al igual que sucedió
al ser insertada, sucederá
al ser
sustraída.
El
planeta se removerá
un poco al liberarse de este parásito
y la Tierra tendrá
que reajustarse de nuevo.
Habrá
quienes entren en pánico
solo de pensarlo y habrá
quienes trasciendan esto, que solo
será
una etapa, hasta que el planeta vuelva a auto-equilibrarse de nuevo y
recupere su poder.
A
partir de aquí,
desaparecerá
la cuarentena que tenemos y empezaremos a ser libres, saldremos del
trance hipnótico
y recuperaremos poco a poco toda nuestra memoria; existirán
otros peligros, pero al menos tendremos la opción
de elegir.
La
influencia lunar ya no es tan severa y muchos están
superando la capacidad que tiene esta,
para
sumirnos en el inconsciente de forma constante, muchos son los que
están
mutando su
conciencia
y se están
liberando por si mismos de su influencia.
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