¿EXISTE
LA EVOLUCIÓN TERRESTRE?
La preponderancia de la Teoría
de Darwin, dios de los escépticos, expuesta en su obra El Origen de
las Especies, nos ha remitido durante siglos a la idea de que la vida
en la Tierra es producto de un proceso de selección natural en el
cual las especies evolucionan de acuerdo con el medio ambiente y en
adaptación a este.
De esta misma idea proviene la
teoría que los dinosaurios se extinguieron a causa de la caída de
un meteoro que produjo, como efecto secundario, una nube de polvo que
oscureció al planeta impidiendo la llegada de la luz del Sol por
decenas de años y redujo los recursos alimenticios vegetales.
Asimismo, la humanidad
evolucionaría, aunque recientemente se supo que el hombre de
Cromagnon (homo sapiens) no fue sucesor del Neanderthal sino
contemporáneo y nunca se ha encontrado un homínido que nos ligue a
especies predecesoras o al mono.
En realidad, no hay ninguna
evidencia de evolución en la naturaleza, sólo de extinción de
familias que no se adaptan a los cambios de la naturaleza o a los que
produce el hombre en su paso destructivo por el planeta.
Si la
selección natural fuera verdadera, los seres humanos de las
latitudes norteñas tendrían piel negra, pero en su lugar tienen
piel blanca, excepto los esquimales que tienen piel que está a medio
camino entre el blanco y el negro. La gente de Rusia y los países
nórdicos tienen la piel blanca, el pelo de la sangre y los ojos
azules.
Esto es lo contrario de lo que uno podría predecir si la
selección natural controlaba el color de la piel. (Por Kent R.
Rieske ) Leer mas>>>> Leer
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Ahora imaginemos al planeta
Tierra en su etapa más primitiva, árida y desequilibrada. ¿Qué
oportunidades había para que surgiera DE LA NADA la primera bacteria
con vida?
¿Simplemente surgió?
¿Provino de un cometa?¿Y todo lo demás? Plantas, árboles, peces…
¿fueron cayendo del cielo y poblándolo todo?
Pues, al no ser real la
evolución, cada especie debió ser sembrada en forma equilibrada e
inteligente… por ”alguien”.
Tal vez, entonces, la teoría
que existieron razas extraterrestres de “jardineros” encargados
de difundir la naturaleza vegetal y animal por el universo, no sea
tan extravagante.
Claro que muchos podrán
justificar todo de manera sencilla diciendo que, simplemente, Dios lo
creó todo así.
Porque, en el fondo, aún con
los jardineros, queda sin explicación el hecho de la aparición de
las primeras semillas y los primeros ejemplares de cada especie
existente.
Sin embargo, la idea de una
producción por manipulación genética de plantas y animales
aclararía en gran medida cambios por pruebas fallidas (dinosaurios)
y adaptaciones posteriores.
Esclarecería, tal vez, el
hecho de que el humano no haya evolucionado ni se haya adaptado a las
circunstancias del planeta.
Probemos una teoría:
Tierra yerma, inicialmente,
con minerales, agua y atmósfera.
Adaptación de unidades vivas
(vegetales y animales) a las características del planeta. Estos
deberían generar especímenes capaces de respirar este aire y estar
conformados por los elementos naturales del planeta, principalmente
por una estructura de carbono, hidrógeno, nitrógeno y oxígeno,
entre otros componentes.
Se realizan pruebas, sembrando
posibles candidatos, unos perecen, otros se adaptan.
Así, todas las plantas,
árboles y animales han sido elaborados genéticamente en
laboratorios y sembrados en este y otros planetas, según los
elementos existentes en los mismos.
¿Quienes los elaboraron?
Necesariamente tienen que ser
seres de una dimensión donde no es necesario un cuerpo físico para
existir (y no estoy afirmando que nosotros lo necesitemos), y se
trata de una especie de experimento donde se crean, en estratos de
materia muy densa, posibilidades de vida consciente.
¿Para qué?
Pues, creo que la CURIOSIDAD
propia de muchos animales y principalmente del humano, elucida el
deseo innato de llegar a CONOCER más allá de los límites de la
propia existencia. Así, en un universo multidimensional, las
criaturas inteligentes desean saber como puede ser la experiencia
consciente en dimensiones diferentes a las que habitan. Y si la
dimensión X alberga seres conscientes incorpóreos que quieren saber
qué pasa en una experiencia en un universo 3D, desarrollarían
científicamente alternativas de vida en dichas dimensiones, dotando
a algunas de esas alternativas de una consciencia capaz de recabar
datos.
También habría, dentro de
esas especies incorpóreas, quienes lo hicieran para lucimiento
personal y ejercicio de un poder vanidoso, como otras que actuaran
por la simple belleza del acto.
Quiero decir que si viviéramos
en un plano incorpóreo, tal vez desearíamos realizar obras por el
mero hecho de accionar, crear y producir belleza.
O apropiarnos de ellas.
No me explico de otra forma el
surgimiento de vida en el plano 3d sin la intervención de
inteligencias o una inteligencia habitante de un plano más sutil.
Una vez plantadas estas
diferentes opciones de vida, debemos ver cómo interactúan y crear
las alternativas necesarias para que se auto-sustenten. Cadena
alimenticia, depredadores naturales, etc. forman parte del equilibrio
en un entorno que no deja de ser artificial.
Y es posible que esto defina,
en parte, porqué las especies fracasan y se extinguen, excepto, al
parecer, las muy eficientes del mundo de los insectos.
En verdad nuestra
sobrevivencia como especie como unidad de carbono no esta
garantizada, el universo 3D es absolutamente inseguro y cambiante y
el propio medio ambiente va mutando de manera tal que nuestra vida
puede tornarse más fácil o lo contrario, según las circunstancias.
Muchos de nosotros, criaturas
de ciudad, puestos en un entorno silvestre, sufriríamos horrores y
terminaríamos, posiblemente, perdiendo la vida. Sobrevivir en un
medio salvaje no es fácil y desde ya, no es confortable.
Mientras que los insectos
poseen cascarones protectores y la capacidad de obrar en grupo con
gran velocidad y eficiencia, nosotros cargamos con pieles suaves y
vulnerables y tenemos gran dificultad para ponernos de acuerdo en
algo. Además de poseer una gran capacidad para producir desiertos
El que desee, en cambio, dejar
esto en manos de una inteligencia superior y crea que la oración
resolverá todo, bienvenido sea; hace tiempo, es evidente, que los
jardineros no actúan en la Tierra y que ningún dios se presenta a
hablar con los hombres.
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