23.4.20

He soñado que juntos podemos lograrlo y estos tiempos nos lo están recordando

HE TENIDO UNA PESADILLA, PERO MI ALMA ME HABLÓ       

He tenido una pesadilla. Dormí y, al amanecer, abrí los ojos y me hallaba en un mundo oscuro. En él, las élites sombrías, apoderadas de los gobiernos, nos fumigaban enfermedades, expandiendo pandemias. La pesadilla seguía. A los hospitales se les privaba de la infraestructura necesaria. Y a los ciudadanos se les negaba la libertad.   Caminar por la calle era ser un delincuente.  También abrazarse, besarse o, simplemente, charlar en persona.
He tenido un mal sueño, donde se prohibía la felicidad.  los artistas eran silenciados. Donde se prohibían conciertos y bailes. Donde unirse para celebrar la vida era ilegal. Donde los gobiernos promocionaban el miedo, prohibían la libertad de movimientos. Hundían los trabajos de la pequeña y mediana empresa. Un mundo donde destruían la economía del pueblo.
He soñado también que hacían listas negras con los disidentes que cuestionaban estas medidas dictatoriales en las redes.
He tenido un mal sueño en el que las élites oscuras, hartas de la clase media, se frotaban las manos decidiendo impacientes empobrecer y diezmar la población mundial.
He tenido un mal sueño en el que los Oscuros Satánicos, ya empoderados, nos querían débiles, aislados y deprimidos. Sin fuerzas para luchar. Sin valentía para pasear bajo el Sol.
He tenido un mal sueño en el que nos decían que obedeciéramos, mientras destruían nuestra libertad y nuestra abundancia.

En esta pesadilla nos pedían que, como Poncio Pilatos, nos laváramos las manos mientras destruían los símbolos de la luz, la belleza, el amor, la abundancia material y espiritual, así como la justicia.
Se nos pedía que permitiéramos que arrasaran con el Templo: la Salud Física y Mental, mientras nos cruzábamos de brazos, preferiblemente llorando, aterrados en el sofá.
He tenido una pesadilla, donde unos pocos psicópatas asesinaban ancianos para ahorrarse el pago de sus pensiones. Donde las redes de información oficiales se convertían en pura propaganda del pánico y las cifras de la mentira.
He soñado lo que nos habían advertido en películas, canciones y libros. En ellos, nos acostumbraban a imaginarnos en situaciones de genocidio y destrucción colectiva. Nos enseñaban a reaccionar con egoísmo y crueldad. Nos mostraban al ser humano, atacándose, mordiéndose, robándose, matándose mutuamente.
He tenido un mal sueño, en el que los poderes de las sectas satánicas se hacían con el control y querían destruir para siempre el amor, la confianza y la hermandad. Y aislarnos en el pánico, la depresión y la pobreza. Aliviados por sus fármacos y sus envenenadas pantallas sociales.
Y poco antes de caer al profundo pozo de la desesperanza, mi alma me habló:
Nosotros somos la Luz. Somos la Ética. Somos hermanos de Vida y de Planeta. Ellos son pocos. Nosotros muchos.
La luz se abre camino, junto a la verdad. Estamos despertando. Comprendiendo la gran mentira de este mundo. En el que nos quieren dormidos, siervos, mansos ante la injusticia y lobos feroces de valores vacíos.
He soñado que, ahora que las cadenas son apretadas, muchas almas contemplarán estas dolorosas verdades.
He soñado que la humanidad despierta y comprende que nos engañan en todo. Que la secta oscura dirige nuestras vidas cual terroristas del engaño.
Que las religiones limitaron nuestra consciencia llenándola de culpabilidad y sumisión.
Que la ciencia fue secuestrada por falsos profetas.
Que la economía es un invento que sólo beneficia a los ricos.
Que lo natural es destruido para ser sustituido por lo artificial.
Que las pantallas son drogas que nos adormecen sin nutrientes de vida.
Tras la pesadilla he despertado con la certeza de que mis hermanos y hermanas también están despertando.
He soñado que policías y militares se negaban a atacar al pueblo.
He soñado que las oscuras élites se encerraban en sus bunkers y nos devolvían el planeta.
He soñado que cada día más disidentes de la oscura secta masónico-illuminati, filtraban la información de las crueldades con que enferman nuestro mundo.
He soñado que el ser humano madura y deja de creer en la dualidad de la política, en los eslóganes de blanco y negro, donde nos dividen y debilitan.
He soñado que estamos despertando. Y los oscuros que dominan el mundo, desesperados, tratan de imponer su mundo del pánico.
He soñado que nuestro ADN es imparable y que la naturaleza se abre paso hacia la consciencia, el amor y la belleza.
He soñado que los muchos se niegan a ser esclavizados por unos pocos.
He soñado que nos volvemos cultos, que investigamos y cuestionamos las medidas injustas.
He soñado que descubrimos las terroríficas verdades.
He soñado que, llenos de unión y confianza, recuperamos la libertad y la hermandad.
He soñado que no aceptamos políticos corruptos que venden países, economías y vidas a cambio de un aumento de su sueldo.
He soñado que nos rebelamos contra los psicópatas que nos gobiernan y nacemos como los seres maduros, sabios y fuertes que estamos llamados a ser.
He soñado que juntos decimos ¡BASTA! Y en lugar de trabajar para pagar facturas, vivimos ya de la energía libre.
He soñado que juntos recuperamos las calles y unas estructuras de poder llenas de ética.
He soñado que juntos podemos lograrlo y que, en estos tiempos, nos lo están recordando.
He soñado que este mensaje vibra profundo en mis herman@s y que recorre el mundo despertándonos.
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Autor: Prefiere mantenerse en el anonimato para que este mensaje sea de tod@s

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