por la Doctora CECILIA LÓPEZ.
Siento mucha tristeza y vergüenza ajena por el grado al cual ha llegado la
corrupción y deshumanización en este país y en el mundo entero…
Este post está dedicado a una carta que la doctora argentina Cecilia
López ha dirigido, en fechas recientes, a sus colegas médicos, que
arranca con estas palabras:
Como siempre es importante escuchar todas las voces, me
siento obligada a elevar la mía: Luego de haber leído algunas notas de
Instituciones, tales como la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI) y
la Facultad de Medicina de la U.B.A., siento mucha tristeza y vergüenza ajena
por el grado al cual ha llegado la corrupción y deshumanización en este país y
en el mundo entero…
Se trata de un texto lúcido y vibrante, dirigido a los
médicos.
Por encima de su curriculum como médico, la doctora Cecilia
López intenta remarcar su cualidad de ser humano, al llamar la
atención de sus compañeros frente a tanto adoctrinamiento, mansedumbre,
protocolización, deshumanización ¡y miedo!… que observa en su profesión. En
su análisis, Cecilia López hace notar que la situación en la
que se encuentra la medicina y los médicos no tiene que ver con la supuesta
pandemia, sino que arranca desde hace mucho tiempo:
El Sistema de Salud no colapsa desde marzo del 2020 y ni
siquiera desde ahora: eso es una mentira. ¡El sistema de salud colapsa hace
mucho tiempo y cada año! Los médicos no estamos desbordados desde
ahora, estamos agotados desde hace años en este sistema perverso, del cual
ahora muchos dirigentes de obras sociales, gremialistas, dueños de
instituciones privadas y prepagas se jactan…
Creo que hay mucho espacio para la reflexión en la carta
que la doctora Cecilia López dirige a sus colegas… aunque no
sólo para ellos.
La “plandemia” no ha hecho sino poner de manifiesto que
el edificio entero está apolillado y amenazando ruina. Que el “sistema
perverso” que, como dice la doctora, agota a los médicos, también
agota a todos los demás colectivos profesionales y a cualquier persona que se
mueva dentro de él de una u otra forma. De hecho, todos los colectivos
profesionales están sufriendo su propio cataclismo…
Sin embargo, hay quienes todavía no se han dado cuenta, y
aunque se hayan puesto enfermos por no poder cumplir con los requerimientos que
el sistema impone, siguen intentado acomodarse, como buenos ciudadanos,
desoyendo su propio clamor interno que les alerta de que algo no va bien.
El texto completo de la carta se puede leer en el post.
También se puede escuchar, en un video, la estupenda lectura de la misma
realizada por el analista político Nicolás Morás, en el
canal Los Liberales.
Espero que dé pie al tipo de reflexión y toma de
conciencia que, con tanta urgencia, necesitamos hacer a nivel social.
CARTA DE UNA MÉDICA QUE DEBE LLEGAR A TODO EL MUNDO
Pinchar el enlace para ver el video en Superocho.
(Youtube ya lo ha eliminado)
La dura carta de una médica avergonzada por las
falsedades en torno a la pandemia
Como siempre es importante escuchar todas las voces, me
siento obligada a elevar la mía: luego de haber leído algunas notas de
Instituciones, tales como la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI) y
la Facultad de Medicina de la U.B.A., siento mucha tristeza y vergüenza
ajena por el grado al cuál ha llegado la corrupción y deshumanización en este
país y en el mundo entero.
Quiénes me conocen saben de mi perfil académico, que no
es menester en este momento aclarar ni pretendo darle relevancia. Simplemente
lo menciono porque he sido y sigo siendo parte de muchas de estas instituciones
y hoy generan mi más profundo cuestionamiento acerca de los intereses por los
cuáles ellas se mueven o defienden.
De seguro, con este tipo de comunicados, puedo darme
cuenta que no están en la línea de descubrir la verdad y abrir verdaderas
líneas de investigación respecto a lo que está sucediendo.
Hoy, ¡ninguna de ellas me representa! Y lo quiero decir
con énfasis. ¿Por qué? Simplemente porque no se puede responsabilizar a la
población de acciones que le corresponden al Estado y a los gobiernos. Es
responsabilidad de ellos ofrecer la adecuada infraestructura tanto edilicia
como en recursos humanos y materiales para cualquier contingencia de Salud. Y
han dejado de hacerlo hace mucho tiempo.
El Sistema de Salud no colapsa desde marzo del 2020 y ni
siquiera desde ahora: eso es una mentira. ¡El sistema de salud colapsa hace
mucho tiempo y cada año!
Los médicos no estamos desbordados desde ahora, estamos agotados desde hace años en este sistema perverso, del cual ahora muchos dirigentes de obras sociales, gremialistas, dueños de instituciones privadas y prepagas se jactan. ¡Ellos son a quienes deberían dirigirse! Es una vergüenza y grave error realmente responsabilizar a la población y hacerse eco de esto que no es más que otra estrategia, inhumanamente planificada, con el simple objetivo de enfrentarnos, de ser nuestros propios espías y custodios.
Hoy la población está sin trabajo, muchos perdieron sus inversiones de toda una vida, sus pequeñas o grandes Pymes, están sin salud, viviendo una situación de estrés crónico y agotador que la enferma más que cualquier nueva enfermedad que se pretenda frenar o prevenir. Sus sistemas inmunes están al borde del abismo a consecuencia de las medidas tomadas. Se necesita un gran altruismo para reconocer el error y poder enmendarlo. Este Gobierno debería hacerse cargo. Y nosotros, como médicos, exigírselo y no responsabilizar a la población.
La gente está sufriendo, ¡agotada también! Agotada del
miedo, que les transmiten minuto a minuto a través de los medios de
comunicación y, ahora, a través de instituciones como éstas. Me parece vergonzoso
que se presten a este tipo de acciones.
La gente está quebrada, sin trabajo, agotada
emocionalmente. Sin controles todos aquellos con patologías crónicas, con
enfermedades graves. Pero los CEOs de las prepagas, sindicatos y obras
sociales nunca dejaron de recibir sus pagos y no prestaron servicios en todos
estos meses. ¿Y le pedimos responsabilidad a la gente?
¿Qué nos pasa?
El gobierno les ofreció a los médicos un bono que nunca pagó. Los jueces y senadores cobran más que un médico que hoy es fundamental en este escenario ¿y nosotros responsabilizamos a la gente?
¿Qué nos pasa?
Tenemos cuatro trabajos habitualmente para llegar a vivir dignamente. Corremos de punta a punta la ciudad en la que vivamos, tenemos condiciones laborales inconstitucionales. En un 80% no tenemos relación de dependencia, no gozamos de vacaciones pagadas ni ningún beneficio que cualquier trabajador tiene y lo merece tal cuál lo dice la constitución argentina. ¿Y nosotros hoy responsabilizamos a la gente?
¿Qué nos pasa?
Nos aplauden y nos hacen creer héroes ¿y compramos la
infamia?
¿Qué nos pasa?
¿Cuándo dejamos de ser
empáticos con el sufrimiento del otro?
Esto es un llamado de atención
a ustedes, a mis colegas.
¡Vuelvan, por favor, a sí mismos! Simplemente
dejen de repetir protocolos. Razonen, hagan medicina. Piensen
cada cosa que se les está pidiendo que hagan. ¡Nada tiene lógica ni sentido
común!
Repasen cómo se hace una PCR, lean ciencia independiente… así pueden entender lo que está pasando y salir de sus miedos.
En un grito desesperado. Les pido que despierten y dejen
de repetir órdenes.
No somos soldados de guerra, somos médicos.
Nada es lógico en esta “pandemia” (que ni siquiera
debiera llamarse así). Leamos y repasemos conceptos de salud pública y
epidemiología.
No asustemos a la gente. Y salgan de sus miedos. ¡Salgan
de sus miedos!
La gente está sufriendo. Lo vivimos en cada consulta, en
cada historia que es desgarradora. ¿Nos estamos deshumanizando?
¿Qué nos pasa?
Exijamos que las muertes se investiguen. Aprendamos como
aprendimos siempre. Hagámonos preguntas. Busquemos respuestas. Dejemos de
rendir honores a quien necesita exponer su ego para sentirse seguro y nuestra
sumisión y ausencia de pensamiento libre para que eso simplemente sea.
¡Cuestionen esos protocolos que están repitiendo sin
pensar y en automático!
Hicimos un juramento hipocrático que está por encima de
cualquier Institución y entidad. Juramos no hacer daño. ¡No dejemos que
nos usen! Es responsabilidad del Estado que un sistema de salud funcione
adecuadamente y que nuestros sueldos sean acordes a nuestra labor. ¿Por
qué se lo cobramos a la gente?
¿Qué nos pasa?
Eleven una nota al Presidente, al senado y exijan el pago
de honorarios justos. En seis meses se podrían haber construido cinco
hospitales nuevos. Si faltan camas o elementos o recursos, no es a la
gente a quien se lo tenemos que reclamar. Ellos son a quienes tenemos que
cuidar y ayudar a sanar.
El periodismo se ha ocupado de manejar información que no
entiende y ha generado mucha confusión. Se ha puesto en manos de la gente
información que no sabe procesar por no tener el background para hacerlo.
Lean más allá de los papers de revistas prestigiosas.
Investiguen. Repasen conceptos que aprendimos en primer y tercer año de
la facultad de Medicina.
Salgan de su sillón de comodidad dejando que otros
piensen por ustedes.
Les grito: ¡Despierten! La gente nos necesita más lúcidos que nunca. ¡Y sin miedos!
Todos nos necesitamos para poder salir de esta situación.
Exijamos a quienes tengamos que exigir.
Dejemos de sostener que los “respiradores” son la única
solución o la única terapéutica en este contexto porque no es así. Dejemos de
creer que los “antivirales” más caros de la historia son la única solución a
estas neumonías. Hay muchísimos tratamientos probados en el mundo y
nosotros tenemos el acceso a todos ellos y poder usarlos incluso en etapas no
complicadas de la enfermedad. Abrámonos a toda terapéutica para salvar a
nuestros pacientes, como siempre lo hicimos.
Dejemos de “aislar” a las personas, sin base
científica. Dejemos que un padre se encuentre con su hija. Dejemos que una
paciente grave pueda ser abrazada en el momento que más lo necesita ¡Dejemos de
internar a la gente sana! Dejémosla vivir. Están asustados, angustiados y
sin entender. Yo sé que ustedes también, pero tienen la posibilidad de abrirse
a otras respuestas y poder salir de sus miedos.
Reforcemos nuestros sistemas inmunes, salgamos al sol,
miremos la luna, pisemos la tierra, riamos.
¿Cuándo nos dio tanto miedo vivir?
Dejemos de llamar “enfermo” a una persona sin síntomas,
con un test positivo.
Un test que tiene pésima especificidad. Los científicos
del mundo lo están diciendo. Investiguen. Las secuencias genéticas que detectan
estos test son comunes a otros coronavirus y otros virus respiratorios que
viven con nosotros. Eso nos explica los falsos positivos o falsos negativos.
¡Despierten! La gente nos necesita.
Cuestionen a las Sociedades, a las Instituciones, a la
OMS.
¡Pidámosles respuestas a ellos! No a la gente que no
puede más.
Y nosotros no podemos ser cómplices y seguir con miedo.
Abramos una investigación científica y seria, como
siempre lo hicimos.
Exijamos auditorías, autopsias.
Exijamos honorarios justos para todos los médicos. ¡Nunca
más médicos fuera de relación de dependencia! Ni en este Gobierno ni en
ninguno.
Responsabilicemos a quien corresponde.
¿Qué nos pasa?
¿Existe un protocolo para humanizarnos? Si existe, te lo
pido en un grito desesperado, activar ese protocolo. Volvamos a nosotros
mismos. Volvamos a ser humanos. Volvamos a vivir.
¿Sabes qué es lo contrario al miedo? ¡El amor!
Abre tu corazón. Abrelo a ti mismo, abrázate, quiérete, perdónate
y desde esa vibración hazlo con cada ser a tu alrededor. Todos somos uno.
Vive en ese amor y el miedo simplemente se diluirá. Te lo
puedo asegurar.
Todos nos necesitamos y volver al corazón es nuestra
única esperanza.
Dra. M. Cecilia López
Médica cardióloga (M.N. 134.504)
Miembro de Epidemiólogos Argentinos Metadisciplinarios
Médica cardióloga (M.N. 134.504)
Miembro de Epidemiólogos Argentinos Metadisciplinarios
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