GOBIERNO COERCITIVO
LA VERDADERA CARA DEL
NUEVO ORDEN MUNDIAL
El mundo se encuentra actualmente en un proceso de transformación histórica imparable que, según el experto financiero Ernst Wolff, no tiene marcha atrás. La razón es que nuestro sistema financiero y económico amenaza con colapsar y no es viable en su forma actual. Por ello, la élite financiera está haciendo todo lo posible para instaurar un nuevo orden mundial y económico acorde con sus intereses. En la actualidad se está preparando de muchas maneras, con los mismos nombres que aparecen una y otra vez: El Foro Económico Mundial (FEM), la Fundación Rockefeller y la Fundación Gates. Los bancos centrales del mundo también desempeñan un papel importante. La reorganización se empaqueta en una agenda prometedora como el "Gran Reajuste" o la "Agenda 2030". En este programa se destacan varios rasgos que muestran que su verdadero carácter, sin embargo, es todo menos prometedor.
CBDC: El inminente sistema monetario obligatorio
En respuesta al inminente colapso del sector financiero, los principales bancos centrales del mundo están trabajando a toda máquina para introducir un nuevo sistema monetario: la moneda digital del banco central (CBDC). Debe existir exclusivamente en forma digital y ser administrada de forma centralizada a través de cuentas en un banco central.
Ya no se podrá elegir realmente entre diferentes bancos o entre pagar con efectivo o con tarjeta. La humanidad puede entonces ser determinada en todos los aspectos por este sistema monetario centralizado y sin alternativasEste dinero puede tener una fecha de caducidad o gastarse
para un fin específico. También será posible rechazar los pagos o las
transferencias en caso de mala conducta, o bloquear la cuenta por completo.
Dado que los pagos del futuro se realizarán tocando un teléfono móvil o
escaneando un código QR, este control no lo llevará a cabo sólo el Estado, sino
cada vez más las grandes corporaciones informáticas. Como resultado, los
gobiernos quedan así parcialmente desprovistos de poder, mientras que las
corporaciones digitales y la élite financiera que las respalda siguen
aumentando su influencia.
Dados estos riesgos, la mayoría de la gente no aceptaría ese
dinero en circunstancias normales. Pero, ¿y si, como resultado de las medidas
del Covid-19, la economía se pone de rodillas, listas interminables de
empresas, principalmente medianas, quiebran y se destruyen así puestos de
trabajo a gran escala? ¿Y si las arcas del Estado son saqueadas y están
irremediablemente sobreendeudados y amenaza el caos total? Si entonces se
ofrece a la población un nuevo sistema monetario, combinado con una renta
básica incondicional, como salvación y nuevo comienzo, es muy probable que las
personas lo acepten. Así, los graves daños económicos y sociales causados por
los cierres podrían utilizarse inteligentemente para establecer este sistema
monetario obligatorio.
Sudán: Control a través de la renta básica universal
Desde 2017, la idea de una renta básica universal ha sido
promovida por el Foro Económico Mundial FEM, el Banco Mundial y la Fundación
Gates, entre otros. El objetivo declarado es la "inclusión
financiera" (dar a todas las personas acceso a los servicios financieros).
Sin embargo, esto no significa la posibilidad de tener una cuenta bancaria
individual, sino llevar a todo el mundo "al sistema", como lo definió
el jefe de Paypal, Dan Schulman, en 2015. Lo que esto significa se puede
observar en Sudán. Allí se está intentando poner a una población parcialmente
rebelde y fundamentalista de unos 32 millones de personas en una correa digital
con una renta básica general de cinco dólares al mes.
El requisito previo para estos ingresos es el registro
biométrico de cada beneficiario y el pago por teléfono móvil. De este modo,
se pretende registrar completamente a la población y controlarla a través del
teléfono móvil. Al retirar la
limosna digital en caso de comportamiento irregular, también se les puede
"educar" como se desee. Así, tras la prometedora fachada de una renta básica
incondicional no se esconde un programa para mejorar el mundo, sino un pérfido
plan para vigilar y controlar a toda la población mundial.
ID2020 - El plan para la vigilancia total
Según los planes de la presidenta de la Comisión Europea,
todos los ciudadanos de la UE van a recibir una identidad digital. Esto sirve
para poder hacer todo en todos los estados de la UE sin costes adicionales ni
burocracia, desde pagar impuestos hasta alquilar un piso. Para ello, se
registrarán datos como la vacunación y el estado financiero, pero también datos
de Facebook o del smartphone. Los datos biométricos, como las huellas
dactilares o el rostro, van a servir como "documentos de identidad",
permitiendo incluso viajar sin pasaporte. Sin embargo, lo que se presenta a la
población en nombre del progreso y la seguridad es la aplicación exacta de la
agenda del "Gran Reajuste" y la "Cuarta Revolución
Industrial" del FEM.
Según esto, se va a dotar a toda la humanidad de una
identidad digital uniforme como parte de la iniciativa ID2020. Lo peligroso de
esto es la creación de bases de datos centrales supranacionales. A través de
ellas, las corporaciones multinacionales de TI, los servicios secretos y las
autoridades policiales pueden registrar cada acción de las personas en todo el
mundo y también identificar fácilmente a todas las personas cuyos datos se
encuentran almacenados. La ID2020 resulta así un gran paso hacia la vigilancia
y el control total de la humanidad.
Autoridad de pasaportes mundiales privados en preparación
Para poder volver a viajar con facilidad tras la pandemia de
Covid, la "Fundación Proyecto Commons", de la Fundación Rockefeller,
ha anunciado el lanzamiento del recién creado "CommonPass" junto con
el FEM en octubre de 2020. Este pasaporte no es un documento físico y no es una
aplicación en el verdadero sentido. Es como una meta-aplicación en un teléfono
inteligente que utiliza todas las aplicaciones de las compañías aéreas, las
empresas de viajes y los organismos gubernamentales de todo el mundo para
almacenar y verificar los datos de los viajeros de forma estandarizada. En
otras palabras, el "CommonPass" comprobará en el futuro de forma
independiente si se han cumplido los requisitos de entrada y ya no los estados
individuales.
Además, en el "CommonPass" se puede integrar
cualquier dato como la prueba de identidad, el historial de viajes, los datos
bancarios o el reconocimiento facial y de voz. De este modo, el teléfono
inteligente se convertirá en el futuro en un "pasaporte"
extremadamente completo y de funcionamiento global, cuyo uso puede extenderse a
todos los ámbitos de la vida. De este modo, los gobiernos nacionales serán
obviados y desautorizados, mientras que las corporaciones informáticas que
desarrollan y administran el "CommonPass" se convertirán, por así
decirlo, en una autoridad privada de pasaportes mundiales. Así, también con
este proyecto, la crisis del Covid19 es utilizada hábilmente para preparar el
nuevo orden mundial centralista.
¿El comportamiento de navegación pronto determinará la
solvencia?
Los préstamos tradicionales se determinan en función de la
solvencia (capacidad de reembolso de las deudas). Con el pretexto de querer
ayudar a los inmigrantes y a los jóvenes empresarios, el Fondo Monetario
Internacional (FMI) está considerando ahora cambiar los criterios de concesión
de los préstamos. Dado que, según los expertos del FMI, criterios como los
ingresos, la duración del empleo y los activos por sí solos ya no son
representativos, en el futuro la solvencia se evaluará también en función del
comportamiento de uso de Internet. Se trata de los sitios web visitados, los
contactos en las redes sociales y lo que el cliente compra en línea. Así, la
"huella digital" de cada prestatario podría ser analizada y evaluada
muy pronto por medio de la inteligencia artificial. ¿No le parece un paso más
hacia el estado de vigilancia total si la concesión de servicios financieros se
hace depender de las páginas que uno ha mirado en Internet?
India: El verdadero rostro de la Agenda 2030
En noviembre de 2020, se inició una huelga general en todo
el país en la que participaron unos 250 millones de personas. La razón son las
leyes agrícolas radicales promulgadas por el gobierno de Narendra Modi. Estas
leyes permitirán a las grandes empresas comprar tierras, acaparar materias primas
y hacer negocios directamente con los agricultores. Esto evita los mercados
regionales y pone efectivamente a los agricultores a merced de las
corporaciones, que dictarán los precios en el futuro. Se espera que esto
conduzca a la ruina de unos 10 millones de pequeños agricultores y pequeños
intermediarios y a la absorción de la producción alimentaria india por parte de
las multinacionales. Es significativo que estas leyes radicales hayan sido
redactadas por el FEM y la Fundación Gates, y que estén en consonancia con la
Agenda 2030 y el "Great Reset". Su objetivo oficial es crear una
agricultura mundial "sostenible". Sin embargo, a la vista de estos
contextos, es evidente que se trata de la instauración de una dictadura
corporativa dura que explotará despiadadamente al mundo y lo convertirá en un
estado esclavista.
El estadista estadounidense Benjamin Franklin dijo una vez: "Cualquier sociedad que renuncie a un
poco de libertad para ganar un poco de seguridad no merecerá ninguna de las dos
cosas y perderá ambas".
A la vista de los acontecimientos expuestos en este
programa, es especialmente importante decidir ahora si uno está dispuesto a
renunciar a su libertad poco a poco a cambio de más comodidad y supuesta
seguridad. Por ello, ahora se pide a cada individuo que sea activo y se gane su
libertad.
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