LOS PRINCIPIOS NECESARIOS
Un nuevo paradigma de
relaciones internacionales
El 29 de noviembre la fundadora del Instituto Schiller,
Helga Zepp-LaRouche, dio una disertación por internet a los estudiantes de la
Escuela Internacional del BRICS, con sede en Moscú, en el primer día de
conferencias que tendrá una duración de una semana. La Escuela está patrocinada
por el Comité Nacional Ruso de Investigación del BRICS, la Fundación
Presidencial de Becas, y el Fondo Público Alexander Gorchakov para la
Diplomacia. La disertación de Helga Zepp-LaRouche se tituló, “Los principios
necesarios para un Nuevo Paradigma de Relaciones Internacionales”.
La clase estaba formada por científicos, diplomáticos y estudiantes, de entre 18 y 35 años, de las naciones que integran el BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Algunas de las preguntas que se hicieron fueron: ¿Cuál es el papel internacional de la Comisión Trilateral y del Club de Roma? ¿Cómo avanzamos desde la situación actual del mundo a una que se fundamente en los principios que usted enumeró? ¿Nos puede recomendar algunos libros que podamos leer para entender mejor lo que ha expuesto?
Aquí el discurso de Helga Zepp-LaRouche:
Es para mí un gran honor y un placer aún mayor dirigirme a
ustedes, jóvenes representantes de los países del BRICS y de países que pronto
podrían unirse a él. Quiero hablarles sobre lo que el Instituto Schiller está
de hecho tratando de hacer en este increíble momento preñado de la historia,
como lo llamaría Schiller. Un momento en el que existe incluso el peligro que
el actual conflicto geopolítico entre la OTAN por un lado, y Rusia y China por
otro, se convierta en una guerra termonuclear, que podría suponer la
aniquilación de la humanidad, pero que también tiene todo el potencial para ser
el punto de transición hacia una época completamente nueva y mucho mejor en la
historia de la humanidad.
Cuando la Unión Soviética se desintegró en 1991 con una
tranquilidad asombrosa, ya había una posibilidad histórica para crear un orden
de paz para el siglo XXI. El “enemigo”, el sistema comunista, ya había
desaparecido, no había amenaza alguna para nadie, y no solo Gorbachov, sino
también muchas personas en Occidente hablaron sobre el “hogar común europeo”,
donde habría sido muy fácil crear un orden de paz internacional para este
siglo. En el movimiento LaRouche, propusimos en 1991 el Puente Terrestre
Eurasiático, para conectar a Europa y Asia por medio de corredores de
desarrollo, una nueva Ruta de la Seda, que debía haber sido la base económica
para un orden de paz. Fue una idea, que ha crecido durante los últimos 30 años
hasta ser la Iniciativa de la Franja y la Ruta (IFR), con el potencial de que
la Nueva Ruta de la Seda se convierta en el Puente Terrestre Mundial,
conectando a los continentes por medio de túneles y puentes.
Pero el imperio británico y los neoconservadores en Estados
Unidos no tenían intención alguna de permitir ese orden de paz, y optaron en
cambio por el concepto de un imperio mundial unipolar, basado en la relación
especial entre el Reino Unido y Estados Unidos, para declarar el “fin de la
historia”, con lo cual querían decir que el modelo liberal de la democracia
occidental se impondría en el mundo entero. Pero la realidad de ese imperio no
era tan agradable para las diferentes partes del mundo. Hubo intentos de gran
envergadura para desindustrializar a Rusia en la década de 1990, y luego se
procedió a cinco expansiones de la OTAN hacia el Este con el fin de contenerla
y potencialmente desmembrarla, y la negación constante del desarrollo a los
países del Sur Global en la forma de un colonialismo continuado con nuevos
ropajes, y los esfuerzos fútiles para atraer a China a que aceptara los
“valores occidentales” al ofrecerle un lugar en Organización Mundial del
Comercio (OMC), y luego tratar de “contener” su crecimiento cuando se dieron
cuenta de que China perseguía su propio modelo de desarrollo: todas estas
facetas del modelo unipolar provocaron un tremendo retroceso.
Alentados por el ascenso económico sin precedentes de China,
que sacó de la pobreza a 850 millones de sus propios ciudadanos, muchos países
del Sur Global están procediendo a construir un nuevo orden económico mundial
justo. El BRICS representa un nuevo modelo de relaciones internacionales, al
que muchos más países quieren unirse. En respuesta a que utilizaron al dólar
como un arma, es decir, a la confiscación de las divisas extranjeras por
razones geopolíticas, el BRICS-PLUS, la Organización de Cooperación de Shanghái
(OCS), la Unión Económica Euroasiática (UEE) y posiblemente otras instituciones
del Sur Global están preparando la creación de una nueva moneda. Esta nueva
moneda no se basará en valores monetarios, como los derechos especiales de giro
(DEG) del Fondo Monetario Internacional (FMI), sino en una canasta de bienes.
Se han diseñado nuevas instituciones de crédito para financiar proyectos de
desarrollo en África, Asia, y Latinoamérica.
El mundo unipolar ya es un asunto del pasado, ha surgido un
mundo multipolar. Pero, ¿resuelve eso el problema?
La multipolaridad contiene en ella todavía el problema de la
manipulación geopolítica, y por consiguiente no protege al mundo de la amenaza
de posibles guerras, incluso de guerras mundiales. Muchos defensores de la idea
de un mundo multipolar suponen que se podrían resolver los conflictos entre las
diferentes naciones del mundo multipolar mediante el diálogo, las negociaciones
diplomáticas y llegar finalmente a un compromiso pragmático. Si bien es cierto
que este enfoque es mejor que la coerción del más fuerte contra el más débil,
como ocurre ahora con frecuencia, este enfoque pragmático no impide que todas
las partes participantes sigan un rumbo que está llevando a toda la humanidad
en una dirección completamente equivocada. Un muy buen ejemplo de esto es lo
que el ex Presidente de la República Checa, Vaclav Klaus, llama el “delirio
verde”. Eso es, si todos los países pudiesen ponerse de acuerdo en transformar
sus economías basándose en fuentes de energía “verde”, por ejemplo, fuentes de
energía con una densidad de flujo energético muy baja, el resultado sería una
enorme reducción de la población, y la supervivencia a largo plazo de la
humanidad estaría en peligro.
El concepto del Presidente de China, Xi Jinping, de una
“Comunidad de Futuro Compartido de la Humanidad” ofrece una mejor idea.
Contiene la idea de la humanidad ENTERA, que subsume a todas las partes de la
misma. Hay un concepto muy importante que fue desarrollado por Nicolás de Cusa (Kusanski,
como le llaman en ruso) y es la idea de la coincidencia
de los opuestos. Con esto quiere decir que la razón creativa humana siempre
es capaz de conceptualizar ese Uno superior, que tiene un poder más elevado que
los Muchos, y establece un nivel más alto y un poder de pensamiento más elevado
que el nivel de los Muchos, en el que llegan los conflictos. Naturalmente,
Kusanski llegó a esa noción por medio de una discusión teológica, el Uno para
él es el nivel de Dios, en donde se resuelven todas las contradicciones de los
Muchos. Einstein tenía una idea similar: que no se puede encontrar una solución
en el mismo nivel en el que se originó el problema.
Esta idea de la Coincidentia
Oppositorum, sin embargo, no es una idea estática sino dinámica, un
concepto que está cambiando continuamente, que está en desarrollo permanente para
mejorar. Es un método de pensamiento, para resolver problemas, por medio de
definir siempre el siguiente nivel de desarrollo superior. Es un método para
arribar al principio de llegar a la solución correcta, en vez de a un
compromiso pragmático, que necesariamente contiene supuestos erróneos.
Un muy buen ejemplo de llegar a un principio más que a un
compromiso lo tenemos en el Tratado de Westfalia, que puso fin a 150 años de
guerra religiosa en Europa, de la que la Guerra de los 30 años fue sólo la última
parte. Luego de cuatro años de negociaciones intensas los participantes en la
guerra arribaron a tres principios importantes, que fueron el inicio del
establecimiento del derecho internacional de los pueblos. El primero de estos
principios, fue la idea de que no puede haber paz, a menos de que uno considere
el interés de los otros. Segundo, que por el interés de la paz, uno tiene que
perdonar todos los crímenes que fueron cometidos por uno u otro bando. Y
tercero, que el deber de la reconstrucción después de la guerra es papel del
Estado, que fue el concepto a partir del cual se desarrolló la teoría del
cameralismo.
Desde que estalló la guerra en Ucrania, el Instituto
Schiller ha llevado a cabo una serie de conferencias dedicadas a la idea de que
el conflicto actual entre la OTAN y Rusia, solo se puede resolver mediante la
puesta en práctica del método de la Coincidentia
Oppositorum. Lo que se necesita es una nueva arquitectura internacional de
seguridad y desarrollo, que aplique los principios de la paz de Westfalia. En
la conferencia reciente del Instituto Schiller presenté una propuesta para la
discusión, sobre cómo se podrían diseñar estos principios.
Estos son los principios:
Primero: La Nueva Arquitectura Internacional
de Seguridad y Desarrollo debe ser una asociación de Estados nacionales
perfectamente soberanos, que esté basada en los Cinco Principios de la
Coexistencia Pacífica y en la Carta de la Organización de Naciones Unidas
(ONU).
Segundo: La prioridad absoluta debe ser
aliviar la pobreza en todas las naciones del planeta, lo cual es fácilmente
posible, si se utilizan las tecnologías existentes en beneficio del bien común.
Tercero: Hay que prolongar a su potencial
máximo la esperanza de vida de todas las personas, creando sistemas de salud
modernos en todos los países del planeta. Esta es también la única manera de
superar o evitar las pandemias actuales y futuras.
Cuarto: Dado que la humanidad es la única
especie creativa conocida hasta ahora en el universo y dado que la creatividad
humana es la única fuente de bienestar a través del descubrimiento
potencialmente ilimitado de nuevos principios universales, uno de los
principales objetivos de la nueva Arquitectura Internacional de Seguridad y
Desarrollo debe ser proporcionar acceso a la educación universal a todos los
niños y adultos. La verdadera naturaleza del hombre es llegar a ser un alma
bella, tal como lo plantea Federico Schiller, y la única persona que puede
cumplir esa condición es el genio.
Quinto: Hay que reorganizar al sistema
financiero internacional, de modo que pueda ofrecer crédito productivo para
lograr estas metas. Se puede tomar como punto de referencia el sistema original
de Bretton Woods y las Cuatro Leyes propuestas por Lyndon LaRouche. El objetivo
principal de este nuevo sistema de crédito debe ser aumentar drásticamente el
nivel de vida, especialmente en las naciones del Sur Global y de los pobres del
Norte Global.
Sexto: El nuevo orden económico tiene que
enfocarse en crear las condiciones necesarias para la industria y la agricultura
modernas, comenzando con el desarrollo de infraestructura en todos los
continentes para que eventualmente, se conecten por medio de túneles y puentes
para convertirse en el Puente Terrestre Mundial.
Séptimo: La nueva arquitectura de seguridad global
debe eliminar el concepto de geopolítica, y acabar con la división del mundo en
bloques. Hay que tener en cuenta las preocupaciones de seguridad de cada nación
soberana. Las armas nucleares y otras armas de destrucción masiva deben
prohibirse de inmediato. A través de la cooperación internacional, deben
desarrollarse los medios para que las armas nucleares queden tecnológicamente
obsoletas, como pretendía originalmente la propuesta que se conoció como la
Iniciativa de Defensa Estratégica propuesta por Lyndon LaRouche y presentada
como oferta a la Unión Soviética por el Presidente Ronald Reagan.
Octavo: En el mundo antiguo, una civilización
en un rincón del mundo podía sucumbir y el resto del mundo sólo se enteraba
años después, debido a la magnitud de las distancias y al tiempo necesario para
viajar. Ahora, por primera vez, debido a las armas nucleares, las pandemias, el
internet y otros efectos globales, la humanidad está montada en un mismo barco.
Por lo tanto, no se puede encontrar una solución a la amenaza existencial de la
humanidad con la ayuda de arreglos secundarios o parciales, sino que la
solución debe encontrarse en el nivel de ese Uno más elevado, que es superior a
los Muchos. Requiere pensar en el nivel de la Coincidencia de los Opuestos, de Nicolás
de Cusa.
Noveno: Para superar los conflictos derivados
de la disputa de opiniones, que es el modo en que los imperios han mantenido el
control sobre los subordinados, hay que cohesionar el orden económico, social y
político con las leyes a las que está sujeto el universo físico. En la
filosofía europea se hablaba de esto como del ser en el marco de la ley
natural, en la filosofía india como la cosmología, y en otras culturas se
pueden encontrar nociones apropiadas. Las ciencias modernas, como la ciencia
del espacio, la biofísica o la ciencia de la fusión termonuclear, aumentarán
continuamente los conocimientos de la humanidad sobre esta legitimidad. Una
cohesión similar puede encontrarse en las grandes obras del arte clásico de
diferentes culturas.
Décimo: El supuesto básico para el nuevo
paradigma es, que el hombre es fundamentalmente bueno y capaz de perfeccionar
infinitamente la creatividad de su mente y la belleza de su alma, siendo la
fuerza geológica más avanzada del universo, lo que demuestra que las leyes de
la mente y las del universo físico están en correspondencia y cohesión, y que
todo el mal es el resultado de una falta de desarrollo, y por lo tanto puede
ser superado.
Si somos capaces de reunir a la mayor parte de la humanidad
en torno a estos principios y de este modo poner el interés de la humanidad
ENTERA por delante de todos los intereses particulares, seremos creadores
activos de lo que podría devenir en una hermosa “hora estelar de la humanidad”.
Para Federico Schiller no había contradicción entre un
patriota y un ciudadano del mundo, quien llevaría el destino de toda la
humanidad en su corazón y en su mente. Así pues, ¡creemos un movimiento mundial
de ciudadanos del mundo!
¡Gracias!
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