Al final tenemos dos opciones: preocuparnos o despreocuparnos y vivir tranquilos...

© QUE BIEN SE ESTÁ CUANDO SE ESTÁ BIEN 

Parece que la "tormenta" haya amainado en lo que respecta al acoso directo pero es una calma engañosa y más a la vista de las "distracciones" que se han puesto en marcha. Unas distracciones que a la vez suponen un sufrimiento inadmisible para tantas personas.

Y es que no paran, no pueden estarse de hacer daño en todo lo que hacen. Empezaron con el falso virus y sus perversas medidas, siguieron con la guerra de Ucrania y ahora reavivan el escenario permanente de Israel.

Todo son distracciones –mortíferas distracciones- mientras preparan con tranquilidad el asalto final contra la humanidad en su conjunto. Es abominable, pero es lo que hay.

Entretanto esta moderada bonanza que se advierte a nuestro alrededor no deja de ser un espejismo que distrae nuestra concentración y nos aparta del camino de la concienciación.

Nuestra querida élite sabe muy bien que el ser humano quiere vivir tranquilo y sin tensiones permanentes por eso actúan como un pescador para cobrar el pescado que ha picado: Tiran del hilo un poco, luego lo aflojan para volver a tirar de él hasta tener al pez fuera del agua.

Sus cantos de sirena nos atrapan de una u otra forma y nos van encaminando hacia el establo donde nos pueden tener a todos bien controlados a la espera de nuestra suerte definitiva.

Mirando fríamente la época actual y comparándola con otras épocas de la historia pasada, no parece que en el fondo hayan cambiado mucho las cosas y por tanto cuesta ver un porvenir diferente: Unos pocos que dominan y una gran mayoría que está sometida. ..

Antes se podía aducir la ignorancia de la gente para comprender la situación social, pero hoy o es que realmente no hemos avanzado o quizás hay algo que influye subrepticiamente en nuestro calamitoso proceder.

De acuerdo que la permanente manipulación hace estragos entre la gente que, sin apenas darse cuenta, cae en las trampas continuadas que le tienden por todos lados. Pero cuesta admitir que nuestras potencialidades queden tan desactivadas, ahogadas, ignoradas...

Unas potencialidades ciertas que son el motivo del gran interés que tienen en dormirlas, desdibujarlas, hasta hacernos dudar de su existencia.

Poder y control parecen las motivaciones aparentes pero lo que permanece escondido en el terreno de las especulaciones es la verdadera razón de todo ello: ¡La abducción de nuestras almas!

Con esto entramos en un plano dimensional que nos es inaccesible, a pesar de intuirlo. Sólo podemos sospecharlo, pero en ningún caso debemos descartarlo a pesar de la falta de conocimiento concreto.

Ante algo que va más allá de lo visible, ¿podemos creerlo? ¿Qué podemos hacer? ¿Qué tenemos que ganar... o perder?

Se han oído y escrito tantas versiones que no sabes por dónde cogerlo. Lo que sí parece bastante cierto es que algo tiene que haber “detrás de la cortina” y es algo que nos afecta de lleno.

Al final tenemos dos opciones: preocuparnos o despreocuparnos y vivir tranquilos... todo lo tranquilos que podamos estar. ¡Por lo de que la ignorancia es una especie de felicidad!

Que todo el mundo diga la suya y a ver si entre todos sacamos el entramado.

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Joan Martí – elcamidelavida@gmail.com – 31 octubre 2023

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