© ¿TENEMOS ESTÍMULOS HOY PARA VIVIR?
Quizás sí que cada uno debe tener sus propias motivaciones y
si no se las busca porque aquí no hemos venido a sentarnos, pero, tal como
pinta el panorama, es cierto que los márgenes de disfrute se van estrechando y
complicando.
Me parece que hay que planteárselo sinceramente porque de la
respuesta que nos demos saldrá el empuje y la iniciativa para lo que sea
necesario o la conclusión de que no vale la pena esforzarse.
Ante el nefasto espectáculo mundial y la acomodaticia actitud de la mayoría que todo se lo gasta opinando, sin acciones concretas que empujen hacia otra forma de vivir, la reflexión que se impone es bastante decepcionante.
Nos han llenado la cabeza con que no existen alternativas y
que estamos sometidos a unos poderes fuera de nuestro alcance y, consciente o
inconscientemente, nos vamos moviendo con estos paradigmas.
Nuestras capacidades han quedado tan enterradas y las
tenemos tan oxidadas de no utilizarlas que nos encontramos abocados en esta
desidia por una sensación de impotencia autoinfligida.
La cuestión es simple: En la vida hemos venido a
experimentar, a actuar, no a hacer de espectadores pasivos yendo hacia donde el
viento nos lleve como una barca sin timonel...
Tanto da lo que hagamos pero necesitamos ser actores en
nuestras vidas. Las circunstancias que nos rodean son las que son y con ellas
debemos lidiar.
En todas las épocas la gente ha tenido que encararse con
situaciones más o menos comprometidas decidiendo su camino con esfuerzo y
voluntad.
Hoy en día, totalmente abducidos por montañas de
“informaciones”, no tenemos ni tiempo ni ánimo para reflexionar -y ya no digo
actuar- sobre nuestro papel en este mundo.
Ser consciente de esta “abducción” general es muy penoso por
el detrimento que supone en la valoración de los seres humanos y la correspondiente
decepción que comporta.
Seguro que hay bastante gente que se da cuenta de este
desaguisado y se afana para hacer algo, al menos, para no dejarse llevar por la
corriente aniquiladora, pero, ¿esta minoría puede dar la vuelta al asunto?
Lo que sí está claro es que no podemos quedarnos mano sobre
mano y cada uno, en la medida de sus posibilidades y capacidades, tiene una
tarea que hacer y es el responsable por sí mismo.
En la vida no hay ninguna garantía para nada pero sí que las
energías que la conforman pueden ser dirigidas hacia terrenos constructivos o
destructivos, hacia actitudes amorosas o malvadas...
Dicho esto, que no es ningún descubrimiento, lo que hace
falta pues es elegir la energía que mejor convenga y empaparse de ella para
poder impulsar la situación hacia buen puerto en beneficio de todos.
Aunque sea muy fácil ponerlo por escrito, llevarlo a la
práctica tampoco es demasiado complicado. Pide interés, atención y voluntad de
hacerlo.
A partir de ahí, las energías se enfocan y hacen su trabajo.
O así me lo parece
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Joan Martí - elcamidelavida@gamil.com - 21 mayo
2024
OTROS ESCRITOS DEL MISMO AUTOR: https://masacriticaconsciente.blogspot.com/p/escritos-propios.html
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