MARCA ESPAÑA: La Vergüenza de las Vergüenzas
La sociedad debe despertar, enterrar bajo tierra los signos de izquierda o derecha, de PP o del PSOE, de la Monarquía o la República y concentrarse en levantar un modelo que no sea pisoteado por políticos que sólo buscan el bienestar propio y conservar sus privilegios a toda costa caiga quien caiga. El pueblo debe cambiar de paradigma buscando otra ruta, otro modelo político, donde las vergüenzas sean desterradas y la dignidad humana triunfe también en la política.
La tan nombrada marca España que nuestros representantes políticos
quieren mostrar al mundo disfrazada en un cuento de hadas, solo es creíble por
mentes inmaduras, que quieren hacernos creer que todo va bien, que ellos nos
van a sacar del abismo y que la recuperación y normalidad en España es cuestión
de meses y que los tan famosos brotes verdes están inundando la vida de los
españoles.
Este es su mensaje a los ciudadanos que perplejos ven como la
corrupción invade todos los estamentos públicos, donde
concejales, alcaldes, políticos de diversos signos, diputados, empresarios,
miembros de la Casa Real se encuentran imputados sin que la justicia se
pronuncie en largas investigaciones judiciales que dejan de ser noticia ante la
aparición de nuevos casos, sin que dimitan de sus cargos, cobrando cantidades
enormes de dinero público y donde encima, muchos eurodiputados no pagaban ni un
solo euro por sus fondos de pensiones privados que era gestionado por una Sicav
con sede en Luxemburgo. Por cada euro aportado, el europarlamentario recibía
dos de dinero público en su fondo, llegando incluso según ‘Infolibre’, algunos
de los representantes europeos a emplear la partida destinada a gastos de
material, oficina o informática para alimentar su fondo de pensiones privado.
Y esto sólo es por desgracia la punta del iceberg, donde en esta
España marcada por la corrupción en su sistema que todos creíamos que era
democrático, está sacando los trapos sucios de numerosas “personalidades” que
han visto en el sistema caduco político actual, un campo de cultivo para sus
intereses utilizando dinero público y amparándose en una constitución caduca
que esta siendo utilizada también para sus intereses, en lugar de cumplir con
su artículo primero donde la soberanía de un país reside en el pueblo.
Existe en España 10.000 aforados, personas que por desempeñar un cargo
público, están protegidos judicialmente. Es una vergüenza y un atentado contra
las libertades de los ciudadanos ya que nuevamente se incumple el artículo
primero de la constitución que propugna como valores superiores de su
ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo
político.
Constitución caduca que sin embargo no está siendo cumplida por los
políticos que nos gobiernan. Ellos solo blindan sus intereses, cuando
deberían blindar los derechos de los ciudadanos, la sanidad, la libertad, la
educación, la protección de nuestros mayores... y un sin fin de derechos que
están siendo sistemáticamente violados por parte de la justicia y las decisiones
políticas a base de Decretos que promulgan en contra de la mayoría de los
partidos representantes del Congreso.
Por parte de muchos políticos y personas destacables de nuestra
sociedad, se les quema la boca de anunciar que la marca España es importante para
mostrar al mundo que estamos saliendo de una crisis que ellos mismos han
originado. Sin embargo, la marca España es bien distinta de la que quieren
hacernos creer, la marca España es la “marca de la pobreza y el
desempleo”. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el 26,6% de
los españoles viven por debajo del umbral de la pobreza. Esto no lo dice ningún
fundamentalista informativo para desgastar la actuación del gobierno, lo dice
un organismo oficial que posee datos fiables y auténticos de nuestro país y en
la que la mayoría de los políticos cierran los ojos y apartan su mirada ante
esta realidad.
Es la vergüenza de las vergüenzas, donde si no fuera porque existen
personas voluntarias, bancos de alimentos, Cáritas, ONGs, Cruz roja, estaríamos
ante una estampa típica de un país corrupto donde las Autoridades tienen a sus
ciudadanos abandonados, mientras sus bolsillos están bien pagados, comen en
restaurantes caros, despilfarran el dinero público y dicen encima que todo va
bien. Debería ser las Instituciones Públicas las que se hicieran cargo de
los españoles en riesgo de exclusión, que es como se llama ahora a los pobres
para enmascarar la pobreza. Tres millones de personas no tienen acceso diario a
la alimentación básica. Esto es muy grave en un país democrático.
La Defensora del Pueblo Soledad Becerril ha pedido que se abran los
comedores de los colegios en verano para garantizar que los niños españoles
“todos”, puedan comer. Sin embargo muchas Comunidades entre ellas las de
Madrid, hacen oídos sordos y como alternativa simulada, informan que llevara
comida a los hogares necesitados que lo pidan. ¿Qué requisito les van a poner?
¿Tanto cuesta abrir algunos comedores para las necesidades de los ciudadanos
que se encuentran bajo el umbral de la pobreza como nos ha advertido el
INE?
¿Donde están los bancos a los que hemos rescatado y que continúan con
sus grandes beneficios y acoso al pueblo?. Y mientras los corruptos, los imputados por
centenares, continúan en sus cargos de privilegio, continúan las jubilaciones
millonarias, continúan las puertas giratorias donde representantes públicos
pasan a ocupar importantes cargos de empresas privadas... esta sigue siendo la
España de la escopeta nacional, la España de la dictadura enmascarada con
una democracia que sólo se aplica a las grandes fortunas, empresarios que han
conseguido reformas laborables contra los trabajadores, políticos que deambulan
bajo la dictadura de sus órganos ejecutivos, del despilfarro del dinero público
empleado en megaproyectos que han caído sin que tengan que dar cuenta amparados
por la constitución por su derroche y mala gestión y una justicia que bajo el
mando de los intereses del gobierno está aplicando sentencias injustas
a ciudadanos y condenando el derecho de manifestación que ampara la
constitución. Pero la vergüenza de las vergüenzas en esta marca España
continúa.
Más de dos millones trescientos mil niños (27,5%) viven en riesgo de
pobreza, en nuestro país. El fracaso escolar es de un 23% y el abandono llega
al 23,5% la mas alta de la Unión Europea. El número de hogares con niños y
todos los adultos desempleados se ha triplicado desde 2007 y ya se acerca al
millón de hogares. Desde 2008, la inversión en becas y en ayudas a
comedor se ha reducido en 45%, haciendo imposible reducir la desigualdad en
el acceso a la de educación. España es el segundo país de la Unión Europea con
menos capacidad para recortar la pobreza infantil, por detrás de Grecia. La
inversión española de protección social infantil es muy inferior a la media
europea. Los presupuestos públicos para la infancia se han reducido en un
14,6%. España destina solo un 1,4% del PIB a políticas de protección social. Y
mientras, a pesar de todo ello, las grandes fortunas y nuevos ricos
aumentan en nuestro país. ¿Cómo se pueden leer estos datos
sobrecogedores ante unas declaraciones por parte de nuestros representantes
políticos de que la marca España está siendo vendida en el extranjero?
Cualquier político con un mínimo de responsabilidad y de cualquier
signo, ante la acumulación de estos datos y muchos más que no podemos abordar, deberían
dimitir de sus cargos si tuvieran un mínimo de dignidad y vergüenza. Pero
por desgracia, estos calificativos no parecen ser las banderas de nuestros
representantes que actúan solo bajo los hilos del poder económico y que como
marionetas, solo saben responder a golpe de hilo y trapo, cerrando los ojos
ante la pobreza de un país al que se le ha quitado hasta sus derechos
constitucionales por los mismos representantes del pueblo y que amparan sus
desmanes a los votos recibidos y no a la realidad de un país que grita con
fuerza ¡Basta ya!.
Cientos de manifestaciones se realizan mensualmente en nuestro país
pidiendo derechos básicos y la vergüenza de las vergüenzas es que a pesar de
estar amparados por la Constitución en el libre ejercicio de protesta y
manifestación pacífica, a muchos se les ha tomado la filiación por
parte de la policía que ha sido enviada como instrumento de represión y se les
ha sancionado con cantidades exorbitantes mientras que los cientos de imputados
por corrupción, campan a sus anchas por los juzgados de toda España.
Amnistía Internacional ha denunciado el aumento de multas y de
denuncias falsas presentadas por parte de la Policía contra personas que
participan en manifestaciones con la intención de "limitar las protestas
pacíficas de los ciudadanos". En el informe "España: El derecho a
protestar, amenazado", Amnistía documenta, tras entrevistarse con una
treintena de manifestantes, casos de violaciones de derechos humanos cometidos
supuestamente por miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado, así como la
falta de investigación de estos abusos. La organización considera que "el Gobierno está utilizando todos los medios posibles para limitar
por ley el derecho a la libertad de expresión y a la protesta pacífica" y que "La Policía actúa con total impunidad, mientras que los
manifestantes pacíficos y los líderes de los movimientos sociales sufren acoso
constante y son estigmatizados, golpeados y, en ocasiones, detenidos para
enfrentarse a cargos penales, encarcelamiento y multas".
Y por si fuera poco, otra de las vergüenzas de este país es que cada
día se realizan 500 desahucios en todo el territorio nacional, expulsando
de sus viviendas a familias enteras, a mayores, a enfermos, con presión
policial y en ocasiones con represión sin control por parte de unas Fuerzas de
Seguridad del Estado que deberían estar al servicio de los ciudadanos.
¿Esta es la marca España que nos caracteriza fuera de nuestras
fronteras? Esta es la vergüenza de las vergüenzas, donde la dignidad política
esta por los suelos y donde la Constitución, a pesar de estar obsoleta y
necesitar una profunda reforma que blinde los derechos de los ciudadanos y no a
los políticos, está siendo pisoteada por los mismos que la deberían defender en
la Casa del Pueblo.
La sociedad debe despertar, enterrar bajo tierra los signos de
izquierda o derecha, de PP o del PSOE, de la Monarquía o la República y
concentrarse en levantar un modelo que no sea pisoteado por políticos que sólo
buscan el bienestar propio y conservar sus privilegios a toda costa caiga quien
caiga. El pueblo debe cambiar de paradigma buscando otra ruta, otro modelo
político, donde las vergüenzas sean desterradas y la dignidad humana triunfe
también en la política.
PEDRO POZAS TERRADOS (NEMO)
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