SILICON VALLEY DESVELA NUESTRO FUTURO
"En 20 años vamos a ser inmortales"
Lleva la corbata de las entrevistas (suele
acudir a ellas con una de Mickey Mouse, muy colorida) y tiene
aspecto de técnico, de uno de esos expertos versados en materias
complejas y con escasa habilidad para comunicar. Pero las
apariencias engañan, y el venezolano (hijo de españoles) José
Luis Cordeiro, ingeniero mecánico por
el MIT, MBA por Insead, licenciado en economía por la Universidad
de Georgetown, profesor de la Singularity
University de Silicon
Valley y amigo y fiel seguidor de Ray
Kurzweil, describe
torrencialmente y con gran pasión esa serie de ideas chocantes y
llamativas que ha venido a contar a Madrid invitado por la Fundación
Rafael del Pino. Nada más entrar, y antes de que pueda preguntar
nada, ya me ha contado que dentro de 20 años habremos alcanzado
la inmortalidad y que
nuestra forma de comunicación será
telepática. Su visión del futuro y
de los enormes cambios queda resumida en las siguientes claves, que
explicó en Madrid a El Confidencial:
Tuve la ocasión de visitar en Sri Lanka a Arthur C. Clarke, el ingeniero mundialmente conocido como autor de ciencia ficción, y la tercera de sus tres leyes del futuro afirma que cualquier tecnología avanzada no se diferencia de la magia. Y eso es lo que vamos a ver: en veinte años nos vamos a comunicar telepáticamente y la muerte se convertirá en una opción. El ser humano va a decidir si quiere morirse o no. Y con un gran estado físico, porque, por muchos años que tengas, seguirás como a los 20. La edad va a ser controlable biológicamente. Y eso nos parecerá magia".
Viviremos dos décadas increíbles
"En los próximos veinte años vamos a ver más avances que en los dos milenios anteriores. La ciencia y la técnica están cambiando exponencialmente, porque todo lo que se puede digitalizar mejora de esa manera, pero es algo que los humanos no entendemos porque estamos programados para pensar linealmente. Te pongo un ejemplo: en 1977, tras siete años de investigación, se había logrado secuenciar el 1% del genoma humano, por lo que, si seguíamos a ese ritmo, se tardarían casi 700 años en secunciarlo por completo. Pero no es así; de hecho, cuando tienes ese 1% ya estás en la mitad del camino, porque al ser exponencial, luego tienes el 2%, luego el 4, luego el 16 y con el siguiente paso ya has llegado al final del camino. Vamos a ver magia en estos 20 años.Tuve la ocasión de visitar en Sri Lanka a Arthur C. Clarke, el ingeniero mundialmente conocido como autor de ciencia ficción, y la tercera de sus tres leyes del futuro afirma que cualquier tecnología avanzada no se diferencia de la magia. Y eso es lo que vamos a ver: en veinte años nos vamos a comunicar telepáticamente y la muerte se convertirá en una opción. El ser humano va a decidir si quiere morirse o no. Y con un gran estado físico, porque, por muchos años que tengas, seguirás como a los 20. La edad va a ser controlable biológicamente. Y eso nos parecerá magia".
Todo será muy barato
"Cuando las tecnologías comienzan
obviamente son caras. Y peor que caras, son malas. Los primeros
teléfonos
móviles eran ladrillos y
el ochenta por ciento de su tamaño estaba ocupado por la batería.
Hoy tenemos estas bellezas que ya no son teléfonos sino
ordenadores: cualquier teléfono inteligente tiene más poder
computacional que el que tuvo la misión Apolo en 1969. La
tecnología, cuando se masifica, se vuelve barata y buena.
Con el control del envejecimiento va a ocurrir igual, porque va a
ser muy caro al inicio (hablo de un periodo de tiempo corto de unos
meses o un año) y luego será mucho más barato".
Nos vamos a convertir en las células de un organismo mayor, de un cerebro planetario. Nosotros hablamos del despertar del universo
En Venezuela tenemos a un pueblo indígena, los yanomami, que no quieren hablar español, que no quieren vestirse y que se niegan a utilizar la tecnología. En EEUU tienen a los amish, que también rehúsan la tecnología, pero estos son un poco más idiotas, porque hasta el siglo XVIII la utilizaban, y desde entonces se han negado. En el futuro habrá grupos humanos a los que les ocurrirá lo mismo y se negarán a avanzar, en general por cuestiones religiosas. En estos casos no hay nada que hacer, el que quiera quedarse atrás se quedará atrás. El resto evolucionaremos tecnológicamente porque el ser humano no es el fin de la evolución, es el inicio de la evolución consciente, el inicio de la evolución por diseño".
http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2016-02-09/en-20-anos-vamos-a-ser-inmortales-silicon-valley-desvela-nuestro-futuro_1149510/
Entramos en una nueva edad, la de los humanos
aumentados que vivirán indefinidamente, con más capacidades, más
amor y más entendimiento
"El primer chip para secuenciar genomas
costó mil millones de dólares y terminará costando diez: los
chicos en secundaria lo tendrán en clase para hacer experimentos
secuenciando a un conejo o una planta. Esto lo va a transformar
todo, porque va a cambiar la visión de la humanidad. Elon
Musk ha anunciado que quiere morir en
Marte,
porque podremos viajar al planeta rojo y colonizarlo. Ahora mismo
hay ocho misiones iniciadas para viajar a Marte en dos décadas,
cuatro son públicas y cuatro privadas. Y dice Musk que los primeros
billetes para Marte costarán sólo 500.000 dólares".Cambios radicales en el cerebro
"Al mejorar el hardware (mediante la nanotecnología y la biotecnología) y el software (mediante la infotecnología y la cognotecnología) del ser humano, no sólo tendremos telepatía de banda ancha, a alta velocidad, sino que vamos a mejorar, aumentar y superar todas las capacidades humanas. Lo que te quiero transmitir está en mi cerebro, pero no te lo puedo contar todo, ni tampoco con la claridad y rapidez que deseo, porque el cerebro procesa muy lento. Pero con las mejoras tecnológicas vamos a poder procesar en un segundo toda nuestra vida, lo cual ahora se nos hace algo incomprensible".
Podremos curar todos los problemas del hambre y la
pobreza, la economía cambiará y seremos capaces de viajar a Marte
cuando queramos
"Eso supondrá también que podremos
comunicarnos de forma mucho más rápida y mucho más eficiente que
hasta ahora. Gran parte de los problemas humanos vienen porque no
podemos explicar bien todas las cosas,
pero eso se terminará en veinte años, cuando vivamos el inicio de
la edad posthumana, con humanos aumentados que vivirán
indefinidamente, con más capacidades, con más amor y
entendimiento. Podremos curar todos los problemas del hambre y la
pobreza, la economía cambiará y seremos capaces de viajar a Marte
o al lugar del universo que queramos".Una nueva sociedad
"Como ya no seremos viejos, ya no tendremos que jubilarnos. Pero eso no significa que tengamos que ganarnos la vida siempre. El trabajo es una maldición, un castigo divino. En el futuro la gente hará lo que quiera… En el último Foro de Davos se planteó la creación de un salario mínimo garantizado para que la gente viva, porque el trabajo lo van a hacer las máquinas, y nosotros podremos dedicarnos a actividades creativas e innovadoras, o a viajar, pero no sólo a la playa, sino a la Luna o a Marte, o donde queramos. Esto es algo radical: es el fin de la edad humana. Vamos a vivir un cambio mucho más trascendental que el que vivimos al transformarnos de simios en hombres, porque aquel salto fue de un 1% en nuestro genoma, y ahora va a ser muchísimo más grande. La relación entre los posthumanos y los humanos actuales será como la que nosotros tenemos con las hormigas".Nos vamos a convertir en las células de un organismo mayor, de un cerebro planetario. Nosotros hablamos del despertar del universo
El cerebro colectivo
"Tenemos tres cerebros, el reptiliano, el límbico y el neocórtex. Ahora vamos a crear un cuarto cerebro, un exocórtex en la nube, que va a ser distribuido y descentralizado, como lo es Internet, al cual nos conectaremos sólo si queremos. La nube será un cerebro increíblemente rápido y grande. Y lo que vendrá después es el fin de la edad humana, es algo que entra en el campo de la ciencia ficción, porque no sabemos qué va a ocurrir con la singularidad tecnológica. Vamos a ser parte de una inteligencia colectiva en la que desapareceremos como seres humanos independientes. Y no es algo tan raro: somos los descendientes de bacterias y de organismos unicelulares que hace millones de años decidieron juntarse y crear organismos multicelulares. Nos vamos a convertir en las células de un organismo mayor, de un cerebro planetario. Nosotros hablamos del despertar del universo, y la unidad máxima del universo será el computronium".Los que se quedarán atrás
“Estos cambios tendrán grandes implicaciones en las creencias, porque la religión no tendrá ningún rol en el futuro. Las grandes religiones nacieron para explicar la muerte, las occidentales mediante la resurrección, las orientales mediante la reencarnación. Pero nosotros vamos a curar el envejecimiento y la muerte, porque son enfermedades, y por lo tanto, eliminables. Lo podemos ver en las células, algunas de las cuales no envejecen. El cáncer es la enfermedad más hermosa que hay porque está compuesta de células mutantes que no envejecen y que pueden vivir siempre que tengan comida… Son la prueba de que el envejecimiento no es algo irremediable. La muerte tampoco lo es, y eso se convertirá en el gran problema para la supervivencia de las religiones.En Venezuela tenemos a un pueblo indígena, los yanomami, que no quieren hablar español, que no quieren vestirse y que se niegan a utilizar la tecnología. En EEUU tienen a los amish, que también rehúsan la tecnología, pero estos son un poco más idiotas, porque hasta el siglo XVIII la utilizaban, y desde entonces se han negado. En el futuro habrá grupos humanos a los que les ocurrirá lo mismo y se negarán a avanzar, en general por cuestiones religiosas. En estos casos no hay nada que hacer, el que quiera quedarse atrás se quedará atrás. El resto evolucionaremos tecnológicamente porque el ser humano no es el fin de la evolución, es el inicio de la evolución consciente, el inicio de la evolución por diseño".
Profesor de la Singularity University y
amigo de Ray Kurzweil, Cordeiro visita España para dar cuenta de los
enormes avances en la salud que viviremos. Daremos un salto de
gigante, asegura
José Luis Cordeiro, durante la
conferencia en la Fundación Rafael del Pino. Esteban
Hernández
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