LA
PREGUNTA QUE NADIE SE HACE
Según
ha revelado el Washington Post en una noticia de la que se hace eco
RT, se ha producido una grave violación de las normas de seguridad
en una reciente sesión privada del Gabinete gobernante del Partido
Republicano. Y es un tipo de suceso, que invita a hacerse preguntas
que mucha gente no quiere afrontar.
La
cuestión es que, según The Washington Post, una mujer que se hizo
pasar por la cónyuge de uno de los legisladores participantes en la
reunión no solo traspasó el perímetro acordonado del Loews Hotel
de Filadelfia (Pensilvania), donde se celebró el evento, sino que
permaneció en el lugar durante todo el día y fue capaz de grabar un
número sin precedente de reuniones, una de las cuales estaba
dedicada a cuestiones de seguridad nacional.
Esa
sesión contó con la participación del presidente de EE.UU., Donald
Trump, el vicepresidente Mike Pence, el presidente de la Cámara de
Representantes, Paul Ryan, y muchos otros funcionarios de alto rango.
Posteriormente,
la “mujer
misteriosa”,
como la ha bautizado el periódico, ha enviado la grabación de forma
anónima a varios medios de comunicación. Tras revelarse la
intrusión, las autoridades han calificado el fallo de seguridad de
inaceptable, puesto que la persona infiltrada podría haber sido
peligrosa. La mujer utilizó un pase falso para entrar al edificio,
donde permaneció durante casi 11 horas.
No
es la primera vez que se produce un suceso de esta índole, pero de
forma sistemática, hay un aspecto que nadie quiere tratar o que
nadie quiere tratar en voz alta.
Y
es que sucesos como este, demuestran que el terrorismo no es como nos
lo cuentan.
Si
una desconocida es capaz de entrar en el lugar donde están los más
altos mandatarios y permanecer entre ellos durante 11 horas, es
lógico preguntarse: ¿por qué los terroristas, sean del tipo que
sean, no intentan hacer lo mismo para acabar con los más poderosos,
en lugar de dedicarse a atacar cafeterías, discotecas o paradas de
autobús repletas de gente inocente y políticamente irrelevante?
¿Por
qué la mayoría de la población acepta sumisamente la idea de que
un malvado terrorista pueda matarla en un tren y no se pregunta,
cuando aparecen noticias como esta, por qué razón los terroristas
no atacan a los poderosos?
Informaciones
como ésta, demuestran de forma fehaciente que podrían llegar hasta
ellos.
Hace
unos días, pudimos ver al ex-primer ministro francés Manuel Valls
siendo agredido por un joven tras un acto público.
O
hemos visto a políticos recibiendo impactos de huevos.
Como
también hemos visto algunas veces a altos cargos europeos,
recibiendo tartazos o otros ataques inocuos por parte de activistas.
O
al mismísimo Henry Kissinger, uno de los mayores símbolos de poder,
rodeado de activistas con esposas, chillándole a la oreja.
Resulta
que todas esas personas pueden pegar en la cara a ex primeros
ministros, llevar huevos ocultos, acercarse a ellos y arrojárselos,
esconder tartas y estrellarlas contra la cara de altos cargos o
introducir pancartas y esposas en edificios hasta ponerse a un metro
de líderes importantes…y los malvados terroristas internacionales,
del tipo que sean, que están teóricamente entrenados, financiados y
altamente motivados y que incluso están dispuestos a inmolarse…ni
tan solo lo intentan.
¿No
les parece sospechoso y contradictorio? ¿Nadie se ha preguntado en
qué consiste realmente el terrorismo?
¡Lo
bueno es que la gente se traga estas incongruencias sin rechistar!
¡La
población se ha acostumbrado a que los “terroristas” maten a
gente pobre y que jamás intenten hacer daño ni a ricos ni a
poderosos!
¡Lo
ven como algo lógico y normal!
Consideran
razonable que un tipo venga de la otra parte del mundo y se inmole o
se arriesgue a pasar la vida en la cárcel, para matar al panadero de
la esquina que viaja en metro, pero no se preguntan por qué no
intentan matar a los ricos, a las celebrities o a los mandatarios en
sus yates, con el impacto social y propagandístico que ello tendría
para “su causa”, sea la que sea.
Nos
dirán: “no
lo intentan porque es imposible que se acerquen a ese tipo de
gente. Son
inaccesibles”.
Pues
bien, también debería resultar igual de imposible para los
paparazzis que a escondidas les sacan fotos robadas con
teleobjetivos…y donde alcanza el teleobjetivo de un paparazzi,
alcanza la mira telescópica de un francotirador…
Pero
eso la gente prefiere no preguntárselo. Incluso acusarán “de
violento” al que denuncie estas evidentes contradicciones.
Buscarán
mil excusas para no tener que enfrentarse a estas cuestiones, porque
pondrían bocabajo todo su mundo de creencia en el sistema y lo que
es peor: les obligaría a actuar.
Noticias
como esta de la infiltrada en la reunión de Trump, que nos presentan
con todo descaro en los medios como en tantos otros casos similares,
solo demuestran una cosa: el profundo lavado de cerebro que han
practicado sobre la población, hasta convertirla en una masa sumisa
y conformista…
COMENTARIO ADICIONAL:
Fíjense con mucha atención en el espacio de comentarios de este artículo.
Verán que hay mucha gente en los foros trabajando para que ustedes no se cuestionen cosas como estas.
Harán todo lo posible por tergiversar y confundir, para que ustedes no se hagan preguntas realmente incómodas que pongan en peligro a aquellos que están en el poder, es decir, a los amos a los que ellos sirven y al sistema que les alimenta.
Si son perspicaces, es posible que incluso intuyan que algunos de estos comentaristas llevan o llevaron uniforme.
Lo que pone más nerviosa a esta gente es que ustedes no adoren al líder de turno, al “amo bueno”, que se enfrenta a “los malvados”, y que en su lugar empiecen ustedes a pensar que “no hay amo bueno”…
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