Mucha
gente sigue empeñada en creer que países como Rusia o China,
representan algo así como una alternativa o una resistencia a lo que
ha venido a ser llamado en las redes alternativas como “Nuevo
Orden Mundial”.
Si
por Nuevo Orden Mundial se interpreta un modelo de globalismo
controlado enteramente por EEUU (globalismo unipolar), entonces sí,
quizás China y Rusia sean una oposición a ello.
Pero
la auténtica clave del Nuevo Orden Mundial, no está en los
equilibrios de poder geopolítico, sino en el futuro control sobre
los individuos, estén donde estén del planeta.
El
Nuevo Orden Mundial representa la instauración de un neo-feudalismo
basado en el control tecnológico sobre todos y cada uno de nosotros
como individuos y en el que el poder recaerá en entidades privadas
supra-nacionales (megacorporaciones) y sus esbirros estatales.
Las
bases del Nuevo Orden Mundial son la eliminación del dinero en
efectivo y su sustitución por dinero electrónico monitorizable para
convertirnos en individuos constantemente controlados; la
instauración de medidas de monitoreo y vigilancia a escala
planetaria, apoyado en técnicas de control biométrico y finalmente
la implantación de dispositivos de identificación y rastreo
incorporados a nuestros cuerpos. Todo ello, paso previo al control de
nuestras mentes y pensamientos y cuya consecuencia final, dentro de
unas décadas, será la eliminación de nuestras identidades
individuales diferenciadas, propias e intransferibles, que ahora nos
hacen humanos.
Sin
embargo, nadie está discutiendo sobre estos puntos cruciales para la
instauración de este Nuevo Orden.
En
estos momentos, las redes alternativas, donde deberían sentarse las
bases para esta lucha por nuestro futuro como especie, están
infestadas de agentes (voluntarios e involuntarios), que han
conseguido desviar la atención de lo que realmente importa y que nos
centremos en esa lucha entre clanes mafiosos, representada por el
enfrentamiento entre los nacionalistas y los globalistas; es decir,
un enfrentamiento entre los defensores de los viejos modelos de
elitismo y represión del individuo, basados en la raza, la nación,
la religión y la tradición y los impulsores de los nuevos modelos
de elitismo y represión del individuo, basados en el mestizaje, la
disolución de los estados-nación en pos de entidades
supranacionales, la mezcla de religiones y el ateísmo.
Pero
la pregunta que todos deberíamos hacernos es: ¿hay alguna
diferencia real entre ellos, al menos en lo que respecta a nuestro
futuro como individuos?
Como
no nos cansaremos de repetir en este blog, el Nuevo Orden Mundial
está en nuestro smartphone y no en esas luchas geopolíticas entre
familias de psicópatas de las élites.
En
nuestro futuro como individuos, poco importará si el mundo es
multipolar o unipolar, o si los que nos gobiernan (oprimen y roban),
son de izquierdas globalistas o de derechas
nacional-tradicionalistas.
Seremos
esclavos igualmente.
Por
ejemplo, en estos últimos años, las redes se han inundado de
propaganda en favor de esa supuesta oposición al modelo unipolar
impulsado por EEUU, que representan los BRICS.
Pero
como ya indicamos en los artículos: EL
GRAN EXPERIMENTO DE LA INDIA, NUESTRA INMINENTE ESCLAVITUD Y UNA
CRUDA REALIDAD QUE NADIE QUIERE ACEPTAR y
el artículo AVANZA
LA IMPLANTACIÓN DE CHIPS SUBCUTÁNEOS EN DIVERSOS PAÍSES…ENTRE
ELLOS RUSIA, esos
países como la India o sobretodo Rusia, que erróneamente alguna
gente vé como opositores a la implantación del Nuevo Orden, están
trabajando en la misma dirección que las élites globalistas, en lo
que se refiere al control sobre los individuos, es decir, en el
control de personas como ustedes o yo.
Y
no hay ninguna diferencia entre ellos y las “supermalvadas élites
globalistas”: todos buscan eliminar el dinero en efectivo y usar la
tecnología para establecer un control total de la población.
Y
encima, los pretextos que utilizan para impulsar estos elementos que
son la base del nuevo orden, son los mismos.
Veamos
un par de bonitos ejemplos de estas últimas horas, centrados en
Rusia y China…
RUSIA
ELIMINARÁ EL DINERO EN EFECTIVO
Según
ha anuncido el portavoz del presidente de Rusia, Dmitri Peskov, Rusia
busca disminuir el uso del dinero en efectivo, pero el ritmo de
cambio depende de las realidades rusas. Según
el portavoz del gobierno ruso, las operaciones sin papel moneda son
un método efectivo para la lucha contra la economía sumergida y no
controlada por el gobierno.
Según
Peskov: “La
economía informal es un problema al que se enfrentan todos los
países del mundo. Rusia, como es bien sabido, hace parte de todas
las convenciones, acuerdos y alianzas internacionales dirigidos a la
lucha contra la legalización de las ventas ilegales y la lucha
contra el lavado de dinero. En ese sentido, naturalmente, muchos
países practican el método de minimizar el flujo de efectivo, por
eso esta cuestión merece nuestra atención”.
A
comienzos de 2017, el ministro de Finanzas de Rusia, Antón Siluánov,
propuso limitar el uso del dinero en efectivo en Rusia, lo que
permitiría a largo plazo recaudar más impuestos y hacer más
transparente la economía.
Como
vemos, Rusia sigue la senda del resto de países del mundo, que
buscan acabar con el uso del dinero en efectivo, lo que, según
múltiples analistas independientes y activistas, puede conducir a un
control total de la población en el futuro por parte de las
autoridades, al establecer un monitoreo constante de todas las
transacciones monetarias.
Como
vemos, Rusia usa exactamente, los mismos argumentos que cualquier
otro país occidental controlado por los globalistas, para impulsar
la eliminación del dinero en efectivo: “luchar
contra la economía sumergida y la evasión de impuestos”.
Y
ahora veamos la última iniciativa impulsada en China…
CHINA
INSTALARÁ DISPOSITIVOS DE RASTREO GPS EN CIENTOS DE MILES DE
VEHÍCULOS
La
directiva, que entró en vigor esta semana en la prefectura autónoma
mongol de Bayingolin, en el noroeste de China, ordena a los
residentes instalar dispositivos de rastreo por GPS en sus vehículos.
La
prefectura involucrada pertenece a la región autónoma de Xinjiang,
que limita con Asia Central y donde vive la enorme población
musulmana de los uigures.
El
objetivo de las autoridades es mantener un registro permanente de los
movimientos de los residentes y ha sido descrita como una medida
antiterrorista.
Sin
embargo, activistas de derechos humanos lo denuncian como una manera
de mantener el control absoluto sobre la minoría religiosa.
El
diario estatal local Global Times, citó a un funcionario de la
Oficina de Seguridad Pública de Bayingol quien dijo que la medida
“ayudará a la seguridad y estabilidad social”.
La
policía local indicó que “todos
los vehículos deben instalar el sistema para que puedan ser
rastreados” y agregó que la medida también ayudará a los dueños
de automóviles a encontrar sus autos si éstos son robados”.
Las
autoridades aseguraron que los conductores que se rehúsen a instalar
el sistema no podrán comprar combustible.
La
instalación de GPS en los vehículos de Bayingol es la última de
una serie de medidas impuestas por las autoridades en los últimos
años para erradicar la violencia en la provincia.
Pekín
responsabiliza a lo que llama “elementos
separatistas influenciados por extranjeros” en
la población de los uigures, quienes tienen estrechos lazos con las
naciones de Asia Central.
Pero
los críticos afirman que los responsables son las propias políticas
del gobierno.
Estas
incluyen una estricta vigilancia policial y un rígido control de la
religión musulmana y de la cultura uigur, lo cual ha aislado más a
una minoría que ya vive en desventaja.
El
sábado pasado, las fuerzas de seguridad llevaron a cabo un desfile
antiterrorista, que los corresponsales describen como “un
enorme despliegue de fuerza”,
en el que cientos de hombres armados marcharon por las calles de la
capital regional Urumqi.
En
junio, la policía de Xinjiang ordenó a los residentes presentar
muestras de ADN y otros datos biológicos cuando soliciten documentos
de viaje. La medida, que según el gobierno también era para
combatir el terrorismo, fue criticada por grupos de derechos humanos.
Como
vemos, China usa el mismo subterfugio que occidente para implementar
el monitoreo total de sus ciudadanos: “luchar
contra el terrorismo islamista”.
El
mismo argumento que usa Francia, o Reino Unido, o Alemania, o
Australia, o EEUU…
¡Menudo
invento ha sido eso del terrorismo islámico!
No
solo sirve para justificar la invasión de países para poder
robarles los recursos, sino que además ahora sirve para impulsar las
medidas de control sobre las propias poblaciones y obligarlas a
aceptarlo sin rechistar.
El
terrorismo islámico es un invento fantástico, que tanto utilizan
los halcones de Washington como el mismísimo Vladimir Putin o la
China pseudo-comunista.
Y
además sirve a los intereses de ambos bandos de las élites
enfrentados: tanto a los “globalistas liberales”,
como a las derechas “nacional-tradicionalistas”.
De
hecho, ¿Qué harían Marine Le Pen, o Geert Wilders y personajes
similares de la extrema derecha, si no existiera el terrorismo
islamista como base para la islamofobia que los alimenta
políticamente? ¿Qué harían sin las oleadas de refugiados y sin
los musulmanes radicales acechando en los guetos y barrios
periféricos de las grandes ciudades europeas? Viven de ello y eso
debería invitar a más de uno a hacerse muchas e incómodas
preguntas…¿A quién están beneficiando todos estos movimientos
migratorios en realidad?
Mientras tanto,
miles de agentes (voluntarios e involuntarios), seguirán inundando
las redes para distraer a cuanta más gente posible, y hacernos creer
que existe una suerte de “lucha
épica planetaria entre el bien y el mal” en
las altas esferas, cuando en realidad, lo que presenciamos, es una
pelea entre “el
mal y el mal”,
es decir, entre bandas de psicópatas que se pelean por ver quién
tendrá el privilegio de pisarnos la cabeza y convertirse en el
verdugo principal en el Nuevo Orden…
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