Del
YIN al YANG
El
ascenso de Donald Trump al poder es más que un cambio de inquilino
de la Casa Blanca en la Avenida Pennsylvania 1600. Es una
trascendental oscilación del Yin al Yang,
del oscuro paradigma femenino al brillante masculino, de Cibeles a
Cristo. La enorme resistencia al cambio de régimen demuestra su
importancia única.
Por
eso la revolución
de color estadounidense,
la tentativa de impedir el nuevo reinado presidencial, tomó la forma
de una marcha de mujeres, de un cierto tipo de mujeres que llevan
puesto sus sombreros rosados parecidos a genitales. Una marcha no
de santa María
o santa Catalina,
no de nuestras esposas y madres, sino de la horda salvaje de ménades,
las Dementes que vagaban por los bosques y en su frenesí
despedazaban a hombres y devoraban su carne. Ellas odian a Cristo y
admiran a las brujas, y para ellas el asesinato de un bebé en la
matriz de su madre no es una necesidad sino su deseo más ferviente.
Por eso ellas no permitieron que mujeres que estaban contra el aborto
se unieran a sus ritos.
Si
usted prefiere una comparación más actualizada, éste es un
nuevo Pussy
Riot [disturbio
genital femenino]. Quizás usted recuerda que había un grupo ruso de
ese nombre. Ellas eran anti-Putin del mismo modo como la parte
estadounidense es anti-Trump; ellas blasfemaron tal como sus
contrapartes estadounidenses; ellas fueron dirigidas y apoyadas por
Louise Veronica "Madonna" Ciccone,
que se destacó en Washington amenazando con hacer volar la Casa
Blanca. El grupo ruso intentó actos pornográficos, sin mucho
beneficio; intentaron la política, sin ningún éxito nuevamente;
hasta que ellas finalmente profanaron la catedral de Moscú. Entonces
fueron rápidamente condenadas a dos años de cárcel, y desde
entonces ha habido paz entre hombres y mujeres en Rusia. A veces un
castigo rápido es el mejor modo de enfriar mentes y genitales
febriles.
Las Pussy
Riot 2
fueron llamadas Femen.
Ellas no existen más, como dijo recientemente su líder. Y ahora,
las Pussy
Riot 3,
en Washington, otro obsceno intento de usar a las mujeres y sus
cuerpos para propósitos políticos y religiosos anti-cristianos.
¿Estaría sorprendido usted de enterarse que los tres movimientos
han sido financiados por manejadores judíos de fondos financieros?.
¿Por qué se esfuerzan tanto esos hombres en manipular a mujeres
para conseguir un beneficio?.
Los
hombres aman a las mujeres, estamos hechos de esa forma. Amamos sus
cuerpos hermosos y sus almas compasivas, su alto espíritu y su mente
sutil. Ellas son nuestras amantes, amigas y compañeras. En toda la
historia del arte, hubo quizás un poeta, Palladas de Alejandría,
que dijo que él detestaba a las mujeres, pero incluso ése podría
ser un caso de uvas ácidas [desprecio de lo que no se pudo obtener].
Es lamentable que en nuestra sociedad post-cristiana o incluso
anti-cristiana un tipo muy antiguo de mujeres haya sido reconstruído,
el de las mujeres que rompieron con el Logos y
se unieron con el oscuro espíritu pagano. Degradadas y degradantes,
ellas están ansiosas de servir a su Oscuro Señor de Wall
Street.
Aún
más repugnantes son los hombres que han enviado a esas pobres almas
engañadas a amotinarse en las ciudades de Estados Unidos, esperando
provocar a la policía o la violencia pública. Ellos saben que era
difícil para hombres de verdad defenderse contra un ataque femenino,
y ellos usan eso hasta lo máximo.
Un
escritor judío ruso, Dmitry Bykov, consideró aquello como una
estratagema judía estándar: ellos envían a una mujer a provocar a
un hombre con palabras obscenas e insultos; si él responde, ellos lo
atacan en defensa de la feminidad ofendida, escribió el en su
entretenida obra Living
Souls.
Los cerebros judíos detrás de la rebelión de esas viragos [mujeres
hombrunas] —George Soros y su millonario colega Tom Steyer, que
prometieron 100 millones de dólares para el cambio de régimen—
utilizaron este subterfugio consagrado por el tiempo.
A
las viragos se les unieron los LGBT [lesbianas, gays,
bisexuales y transexuales], aquel maligno Tetragrammaton,
los modernos adoradores de Cibeles. Los sacerdotes y adoradores de
Cibeles se castraban a sí mismos delante de su diosa. Éste es el
objetivo de la agenda de los géneros:
la castración del varón. Ahora ellos han sido derrotados, tal como
lo fueron hace siglos, y ellos no lo están aceptando con
mansedumbre.
Entonces
éste no es un cambio de Demócratas a Republicanos sino que es un
cambio desde Cibeles a Cristo. Este lado esotérico del cambio de
régimen había estado claro para los protagonistas. Por eso Trump
fue a la iglesia de la mano con su dama-esposa justo antes del
juramento, restaurando así ceremonialmente el orden normal de las
cosas. Por eso Trump por medio de su primer acto bendito ha removido
la página llena de hollín LGBT del sitio web de
la Casa Blanca, restaurando su blancura.
Los
medios de comunicación, "un
testigo falso que respira mentiras y siembra la discordia entre
hermanos" (Proverbios 6:19;
los bíblicos Proverbios
son siempre las mejores citas) reportaron "un
millón de participantes" en
"Washington
y en otras partes" [de
mujeres manifestándose]. Eso fue muy modesto de parte de ellos. Yo
hubiera esperado miles de millones manifestándose "en
otras partes",
o al menos seis millones, un número bueno y familiar. No hay ningún
modo de comprobar las cifras de "en
otra partes".
No sólo la belleza sino que las cantidades están también en los
ojos del observador; ellos vieron sólo a unos pocos espectadores en
la ceremonia de inauguración de Trump, pero a multitudes de ménades
desde Seattle a Rhode Island marchando hacia Washington DC para
devorar a Trump tal como ellas devoraron a Orfeo.
Éste
es el final de la época Yin del
desorden de género, la Era de afables viejas señoras que asumen el
liderazgo de parte de los invisibles titiriteros. La Era de los
retretes unisex como equivalente de la igualdad. La Era de la
"corrección política" en vez de políticas correctoras.
La Era de hombres estando avergonzados de su virilidad y de mujeres
manipuladas por gerentes de fondos financieros.
Incluso
los mejores hechos del régimen que se va estuvieron marcados por el
desorden de género. Como el perdón de Obama hacia Bradley Manning.
Estoy realmente feliz de que ese hombre recobrará (se espera) su
libertad, después de años en los sótanos de la Gestapo.
Sí, la Gestapo:
Trump correctamente comparó a los servicios secretos estadounidenses
con los del Tercer Reich.
Manning ha sido mantenido desnudo y encadenado y humillado y
torturado. No muchos prisioneros de la Gestapo alemana
sufrieron tanto. Al final de sus capacidades mentales, él decidió
renunciar a su virilidad. Un gesto trágico. Me pregunto cuál de sus
torturadores le dio aquel consejo.
Él
no se convirtió en una mujer, ya que un hombre no puede llegar a ser
una mujer. Aquí estoy totalmente de acuerdo con Germaine Greer, la
vieja feminista. Sólo Dios puede
hacer una mujer. Un hombre sólo puede convertirse en un travestido
castrado. Este destino fue preparado para nuestros hijos por el
dominante Yin,
un triste destino para un hombre que nos dio, a la Humanidad, datos
crudos y preciosos acerca de la verdadera elección que se entromete
en docenas de países, no la falsificada por unos "hackers rusos"
sino la verdadera, falsificada por el Departamento de Estado
estadounidense y los servicios secretos en interés de los promotores
del Nuevo Orden Mundial. Ahora ellos han sido derrotados en su propio
terreno por el pueblo estadounidense, y Bradley Manning contribuyó
enormemente a aquel logro.
Pero
los medios de comunicación ronronearon de manera aprobatoria con
respecto a "Chelsea Manning" y el futuro de "ella"
como una "mujer" libre. ¡Qué elección tan tonta de
palabras! Bien, dejémoslo ser libre y que ordene su vida.
La
Era Yin que
se va ha llevado al feminismo ad
absurdum.
Muchas películas recientes atendieron a esa demanda. Su constante
balido de "cuatro
piernas, bien; dos piernas, mal" fue
usado como un mecanismo para ahogar cualquier oposición, escribió
George Orwell. En los tiempos Yin era "vagina
bien, pene mal",
pero el balido era igualmente persistente. Todos los grandes
descubrimientos fueron hechos por mujeres, mientras que los hombres
sólo se los apropiaron: ésta era la lógica detrás de la nueva
versión de Ghostbusters y
de Hidden
Figures.
Esta última película perfeccionó la idea acreditando no sólo a
cualquier mujer sino a mujeres negras. Dios sabe
que hay maravillosas negras, como Cynthia McKinney, que se
rebeló contra el lobby judío
en el Congreso de ocupación, pero ella no era a lo que se estaban
refiriendo.
La
historia de las artes ha sido vuelta a escribir. En la vida real, las
mujeres inspiraron (casi) a cada artista, pero hubo muy pocas
artistas femeninas. En la historia reescrita, Artemisia Gentileschi,
una consumada pintora del siglo XVII, si bien de segunda categoría,
eclipsó a sus contemporáneos en el número de estudios. Vagina
bien, pene mal.
El
homosexualismo ha sido el desorden de género más glorificado en la
época Yin.
Algunos homosexuales masculinos fueron grandes artistas, escritores y
guerreros; sin embargo ellos tenían una personalidad aproblemada e
inestable. El mejor escritor homosexual del siglo XX, Jean Genet,
glorificó la crueldad, la traición y el asesinato en su maravilloso
libro Nuestra
Señora de las Flores.
El logro del arte no es una prueba de una personalidad buena y
confiable, sino que más a menudo es lo contrario.
Ya
no se nos permite decirlo más, pero hace unos años era un
conocimiento recibido el que los homosexuales son impredecibles y no
fiables, definitivamente inadecuados para un cargo público de
confianza. Esa cualidad ha elevado el valor de ellos a los ojos de
los Amos, los cuales necesitan gente poco fiable, que traicionaría
fácilmente la confianza pública, para llenar posiciones políticas
importantes.
Un
gran escritor y periodista de guerra italiano, Curzio Malaparte
[1898-1957], en su chocante libro acerca de la ocupación/liberación
estadounidense de Nápoles llamado La
Piel [La
Pelle,
1949] ("qué
no hará un hombre, qué hechos de heroísmo e infamia no puede él
llevar a cabo, para salvar su pellejo"),
señala la disposición que tuvieron los homosexuales a aceptar
felizmente la ocupación y a complacer al ejército invasor. Por esa
aguda observación él ha sido condenado al ostracismo por la mayor
parte de los modernos medios de comunicación, pero en realidad los
homosexuales nativos son algo bueno para un ejército de ocupación.
Israel se hace cargo de los gays palestinos,
e incluso les da una especie de asilo. La Internacional
Homosexual (en
palabras de Joseph Massad) ha contribuído decisivamente a una
especie de colonización del mundo árabe. Esto podría proporcionar
una explicación adicional de por qué los Amos apoyaron y
promovieron este comportamiento antinatural, ya que ellos tratan a
sus propios países como territorios ocupados.
Esto
no es un llamado a ninguna acción contra esa gente más allá de
empujarlos de vuelta a sus guaridas. La Humanidad vive con tales
desórdenes e incluso consigue algunos beneficios de sus
barbaridades; pero nunca antes tal desorden ha sido "celebrado"
como una nueva norma. No hay nada que celebrar. Regresen a sus
armarios, ustedes, pobres almas atormentadas, junto con su subcultura
de BDSM (ataduras,
azotes, dominación, sumisión y sado-masoquismo), pedófilos y otros
consumidores de pizzas, y quédense allí.
Si
hay un tema que generó mucho desagrado en el extranjero contra
EE.UU. fue el hecho de haber impulsado la agenda del mismo
sexo.
Estados Unidos es/fue la única superpotencia, de manera que pocos
países rechazaron obedecer su violento y vehemente impulso en pro de
los "derechos" de los desviados, pero a nadie le gustó, ni
siquiera a los estadounidenses, a juzgar por los resultados de la
elección.
Uno
de los secretos de la popularidad de Putin en Rusia es su obstinada
resistencia a las demandas del anterior régimen estadounidense para
popularizar la desviación sexual. La vida privada en Rusia es libre
y sin impedimentos, pero los desviados que quieren celebrar su
desviación en un espacio público en presencia de menores son
detenidos. En la muy tolerante Francia la insistencia del Presidente
Hollande en el "matrimonio" del
mismo sexo de cara a la enorme oposición popular permitió que él
consiguiera el grado de popularidad más bajo alguna vez obtenido por
un líder francés dirigente. Esperamos que el Presidente Trump no
nos obligará a presenciar actos antinaturales en público.
Sería
bueno hacer retroceder a las viragos también. Ellas infectan a sus
impresionables hermanas por su salvaje mal comportamiento, y
convierten la vida de los varones en un infierno. Entre los hechos
buenos y grandes de Putin yo pondría su supresión de Pussy
Riot,
la anterior encarnación de las vulvas rosadas marchando hacia la
Casa Blanca.
Dondequiera
que usted presencie una batalla contra el Logos,
contra Cristo y contra la Naturaleza, usted esperaría encontrar a
algunos judíos. En efecto, los gerentes judíos de fondos
financieros pagaron por los disturbios vulvares (pussy
riots)
mientras los medios de comunicación poseídos por los judíos los
proveyeron de publicidad gratis y abundante. Entonces, ¿dónde están
los judíos en relación a Trump?.
Enfrentémoslo:
a los judíos no les gusta Trump (siempre exceptuando a algunos
individuos, porque el libre albedrío puede sobreponerse a la
afiliación étnica en cualquier momento). Hay judíos sionistas,
incluyendo al Primer Ministro israelí Netanyahu, que piensan que
Trump puede ser bueno para los judíos. Pero entonces hubo también
judíos sionistas que pensaron que Hitler sería bueno para los
judíos. Ellos lo intentaron, y tuvieron éxito en manejar un
provechoso negocio con la Alemania Nacionalsocialista entre 1933 y
1941. Ante el disgusto del establishment judío
estadounidense, ellos comerciaron millones de dólares con el enemigo
nacionalsocialista y se beneficiaron enormemente, por cuanto Alemania
experimentó dificultades en su comercio exterior debido al boicot
judío. Hitler esperaba que ese comercio con los sionistas mejorara
sus relaciones con la importante comunidad judía estadounidense,
pero fue en vano.
Entonces
ésta es una vieja estratagema judía: el cuerpo principal de judíos
lucha contra un enemigo, mientras que un movimiento secundario y
ambiguo de ellos tiene una relación provechosa con el enemigo. Ahora
las principales fuerzas de los judíos están luchando contra Trump y
todo lo que él apoya. Los judíos en el Congreso y el Senado, los
judíos en los medios de comunicación, desde Hollywood al New
York Times,
están en contra de Trump. Pero la ambigua rama sionista secundaria
apoya a Trump ya que esperan que él les dé mucho.
Ahora
los israelíes planean anexar algunas partes de Cisjordania y esperan
llevar la embajada estadounidense a Jerusalén. Los judíos sionistas
tienen mucha prisa porque ellos temen que Trump entenderá tarde o
temprano que él consigue a cambio muy poco de los sionistas. Los
sionistas no pueden influír en el cuerpo judío principal en ningún
grado significativo. Una búsqueda en Internet para
"Trump anti-semita" entrega
medio millón de resultados; la mayor parte de ello es muy reciente.
Mencionemos simplemente un reciente artículo de opinión de
Bernard-Henri Levy en el New
York Times explicando
que Trump es un porquerizo que quiere destruír a los judíos
mediante sus actos aparentemente amables. En resumen, los sionistas
extremos —o judíos ultra-Ortodoxos— no pueden entregar los
bienes que Trump quiere. Entonces, a menos que él quiera atenderlos
sólo por el placer de ser agradable con algunos judíos, esa
relación probablemente no durará mucho tiempo, y puede terminar en
pesar.
Porque
los judíos apoyan las instituciones financieras, desde la Reserva
Federal a
bancos y fondos financieros; ellos se benefician de las fronteras
abiertas, ellos están por la inmigración y están por lo general
contra los líderes y políticos populares. Por cada razón lógica,
ellos estarán contra Trump, mientras que los israelíes tratarán de
explotar a Trump tanto y tan rápido como puedan.
Sin
embargo, ninguno de ellos, ni los judíos ni las viragos y desviados,
representa una amenaza mortal. Ésta es una oposición y una molestia
con la que uno puede vivir. La victoria del Yang [lado
masculino] no puede ser y no será total. El Yin y
el Yang coexisten
para siempre, es sólo una cuestión de proporción. El Presidente
Trump no debería siquiera desear la victoria total y eliminación de
los elementos Yin.
Será suficente empujarlos hacia su apropiado lugar subordinado,
fuera del centro de la vida cultural y económica. El sometimiento
del Yang es
anormal, pero el Yin debería
mantener un lugar modesto. Esperamos que esto será conseguido.
por
Israel Shamir
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