EL DETONADOR PARA UNA CRISIS FINANCIERA
LOS
ATAQUES CIBERNÉTICOS
A
continuación traducimos un interesante artículo de Brandon Smith en
Alt-Market, que expone puntos de vista diferentes sobre los objetivos
reales que se esconden tras los recientes ataques cibernéticos
masivos…
El
mundo se ha visto aturdido en los últimos días por el advenimiento
del “Ransomware”,
el uso de sofisticados ataques cibernéticos en los sistemas vitales
con supuesto objetivo de extorsionar a empresas e instituciones. Siempre
sospecho cuando se produce un incidente cibernético a gran escala,
básicamente porque los grandes medios siempre se olvidan de exponer
al público el hecho de que muchos sistemas digitales están
deliberadamente diseñados para ser vulnerables.
Las
grandes corporaciones de software e internet han colaborado durante
mucho tiempo con la NSA a través de programas como PRISM para
proporcionar a las agencias gubernamentales el acceso a los sistemas
informáticos en todo el mundo. Edward Snowden lo expuso en 2013,
mostrando connivencia entre corporaciones y la NSA, incluyendo
Microsoft, Skype, Apple, Google, Facebook y Yahoo. Y nada ha cambiado
desde entonces.
El
nivel de colusión entre los principales desarrolladores de software
y el establishment podría ser chocante para algunos, pero era
bastante bien conocido por analistas e investigadores alternativos. La
cuestión es que al crear redes que faciliten el acceso de las
agencias de inteligencia en nombre de la “seguridad
nacional”,
lo que se consigue es crear una infraestructura vulnerable a los
ataques.
Y
creo que esta fue la intención desde el principio.
Es
decir, la NSA y otras agencias han creado un caldo de cultivo
perfecto para que se produzcan ataques de bandera falsa, ataques
reales y crisis generalizadas.
Cabe
señalar que los ataques de Ransomware que golpearon sistemas de todo
el mundo usaron “WannaCrypt”,
derivado de un exploit de NSA llamado “Eternalblue”.
Este programa fue diseñado específicamente para máquinas Microsoft
Windows, sin duda usando vulnerabilidades que Microsoft creó en su
propio software.
Algo
más que es muy interesante acerca de Eternalblue, es que
vulnerabilidades similares fueron utilizadas hace no mucho tiempo por
la NSA para obtener acceso por la puerta de atrás a los datos
financieros dentro del sistema bancario SWIFT. Esto era bastante
extraño porque a través de acuerdos internacionales, la NSA ya
tenía acceso a tales datos. Además, el acceso “frontal” puede
ser rastreado y a la vez, cualquier actividad ilícita de
infiltración en los sistemas informáticos, puede ser expuesta.
Por
lo tanto, cuando la NSA se infiltró en el sistema SWIFT por la
puerta de atrás, debía tener algo más nefasto en mente que
simplemente buscar actividad terrorista: básicamente, debía querer
probar la eficacia de sus propias herramientas de infiltración para
su uso futuro en ataques.
Menciono
el incidente con SWIFT porque plantea un peligro potencial que no
creo que mucha gente haya considerado.
En
primer lugar, supongamos por un momento que grupos como los hackers
de “Shadow
Brokers” realmente
existen y no son un grupo falso creado por la NSA. Estos grupos están
utilizando las debilidades de seguridad que corporaciones como
Microsoft establecieron para la NSA con el fin de obtener beneficios
o para cometer actos terroristas. La NSA y sus socios de Silicon
Valley literalmente crearon este monstruo; Un monstruo que tiene la
capacidad de atacar a otras redes bancarias seguras como SWIFT.
Y
esto plantea la pregunta: ¿Qué proporción del sistema bancario
global y de las bolsas mundiales están abiertos a ser atacados con
exploits similares a los que ha usado la NSA? Posiblemente, todo el
sistema bancario en su conjunto.
En
segundo lugar, consideremos por un momento la posibilidad de que
grupos como “Shadow
Brokers” sean
en su mayoría grupos fraudulentos que ejerzan de tapaderas para
agencias de inteligencia o para los intereses elitistas.
Consideremos
que tal vez, sólo tal vez, la NSA está liberando estas
vulnerabilidades en los sistemas informáticos a propósito, para que
el público tenga acceso a ellas y pueda explotarlas.
¿Para
qué? Bueno, uno podría considerar que podría ser muy ventajoso
para los bancos internacionales y los gobiernos, poner
deliberadamente en riesgo los sistemas financieros.
En
anteriores artículos de Brandon Smith, ya se exponen evidencias de
que el establishment está buscando una gran crisis económica a
corto plazo.
Organizaciones
como el FMI han estado hablando con entusiasmo durante los últimos
años sobre algo que ellos llaman “el
gran reajuste económico global”,
o el “gran
reset económico”.
Los
detalles detrás de este “reajuste
o reset” son
bastante vagos, pero la noción general es que los sistemas
económicos de hoy van a evolucionar de manera dolorosa y que ciertos
elementos de nuestra estructura fiscal podrían borrarse
completamente. Para que se realice un “reset”,
se necesitaría algún tipo de crisis o se produciría
inevitablemente como consecuencia.
Para
que un nuevo sistema económico sea implantado, el viejo sistema
tiene que ser desmantelado.
Pero
¿cómo pueden los magnates de la banca y los intereses globalistas
lograr esto sin asumir la culpa del sufrimiento social y geopolítico
final y la carnicería que conllevaría?
Bueno,
ellos necesitarían chivos expiatorios a los que echar la culpa.
Algunos
de estos chivos expiatorios serán de origen político. Por ejemplo,
los principales medios de comunicación han estado generando una
retórica continua que sugiere que la próxima crisis mundial será
un resultado directo del “aumento
del populismo y el nacionalismo” dentro
de las sociedades occidentales. Lo que significa que los
conservadores, los liberales clásicos y los “soberanistas” serán
las cabezas de turco cuando se produzcan las inestabilidades
económicas que los globalistas ya instalaron en el sistema hace
mucho tiempo.
Algunos
de estos chivos expiatorios, sin embargo, serán mucho más ilusorios
e intangibles. Creo que agencias como la NSA están liberando algunas
de sus propias herramientas de espionaje a propósito. Pero, ¿qué
consiguen con esto?
Por
un lado, hace más viable el uso de ataques con bandera falsa. Si los
ataques como el del Ransomware continúan aumentando, el público
puede acostumbrarse en cierto sentido a ellos.
¿Qué
pasa si uno de estos ataques apunta a los principales elementos
financieros? Digamos que las grandes redes de computadoras
algorítmicas que dominan las transacciones bursátiles hoy están
amenazadas; ¿Cuál sería el resultado? Es probable que un desastre
completo para los mercados.
Y,
casi todo el mundo creerá que el culpable ha sido algún tipo de
grupo terrorista de hackers o piratas malvados, en lugar del propio
establishment en sí, que es el que tiene un proyecto y un objetivo
con todo ello.
Además,
el establishment puede usar otra táctica: simplemente puede esperar
que si liberan suficientes de estas herramientas de infiltración y
espionaje cibernético, que han estado diseñando durante años,
alguien las usará para atacar el sistema financiero de manera
autónoma. Es decir, el establishment, no necesariamente necesita
usar ataques de bandera falsa para derribar los mercados de valores o
las redes bancarias. Todo lo que necesitan hacer es poner las armas a
disposición de quien quiera usarlas, y esperar a que alguien caiga
en la tentación y les haga el trabajo sucio.
Yo
compararía esta estrategia, con la inyección a la fuerza de
millones de inmigrantes musulmanes en las naciones occidentales. Si
las elites quieren más terrorismo en Europa, por ejemplo, no tienen
que hacer todo el trabajo de formar células domésticas y entrenar a
los miembros como lo han hecho en Oriente Medio con ISIS.
Lo
único que tienen que hacer es dejar la puerta principal abierta en
nombre del “humanitarismo” y
permitir que el enemigo entre por sí solo a actuar.
Esta
estrategia del establishment, permite además la negación plausible
mientras que también les pone en bandeja la crisis que desean
secretamente para realizar el cambio de sistema que tanto anhelan.
Nuestra
economía y las economías de la mayoría de las naciones hoy están
en el filo de la navaja.
Se
informa semanalmente de datos históricamente negativos a nivel
económico. Datos duros y “blandos” indican
que bajo la superficie acecha un colapso económico.
De
hecho, los ÚNICOS elementos de la economía que siguen
siendo “positivos” son
las acciones y algunas monedas. Esto es lo que llamamos un escenario
de burbuja. Los globalistas han logrado estirar los mercados de renta
variable durante años sobre la base de incalculables medidas de
estímulo, pero esta ilusión está llegando rápidamente a su fin.
Los
bancos centrales están retrocediendo en sus políticas de
flexibilización cuantitativa y poco a poco, suben las tasas de
interés, eliminando la deuda barata como una herramienta para
apuntalar las acciones. La era del dinero fácil casi ha terminado.
Me parece que este es un momento perfecto para un evento
desencadenante que no parecerá tener nada que ver con las élites
financieras, un evento que distraerá al público de su culpabilidad.
Esto
no quiere decir que un ataque cibernético en nuestras redes de
mercado vaya a ser el único evento desencadenante o la única
distracción, pero estoy empezando a pensar que será una medida
primaria, sin duda, mientras el mundo sisgue hipnotizado por el
asunto de Trump y James Comey y otros tan absurdos como estos.
La
NSA y otras organizaciones han creado las redes globales para que
sean vulnerables y para que fallen; pero no sólo para que fallen y
caigan, sino para que fallen espectacularmente dejando la máxima
destrucción a su paso.
No
creo que esto se haya hecho sin previsión.
Eventos
como el reciente ataque del Ransomware podría ser sólo el comienzo.
Empecemos
a observar esta tendencia cuidadosamente, y estemos vigilantes para
ver si los ataques cibernéticos comienzan a apuntar a las
instituciones y los sistemas financieros.
Si
esto empieza a suceder, el “gran
reajuste económico” podría
no estar muy lejos.
Brandon
Smith
Lo
que expone Brandon Smith, va en la línea de las sospechas que muchos
tenemos: nada es lo que parece en realidad y hay menos sucesos al
azar de lo que mucha gente piensa.
Hace
poco podíamos escuchar al economista mediático Santiago
Niño-Becerra, hablar sobre el Bitcoin y decir, sin tapujos, que no
cree que la moneda virtual haya sido creada por un grupo de rebeldes
informáticos, sino por un equipo altamente especializado, y que tras
la misteriosa moneda, en realidad se esconde una prueba previa, para
estudiar la implementación de una moneda mundial.
Y
es que la figura romántica de los “hackers rebeldes”, dará
grandes tardes de gloria a los arquitectos del Nuevo Orden…
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