TERRORISMO Y CONTROL SOCIAL
"La
guerra es ya solo un asunto de política interna. En el pasado, los
grupos dirigentes de todos los países, aunque reconocieran sus
propios intereses e incluso los de sus enemigos y proclamaran la
destructividad de la guerra, en definitiva luchaban unos contra
otros y el vencedor aplastaba al vencido. En nuestros días no
luchan unos contra otros, sino cada grupo dirigente contra sus
propios súbditos, y el objeto de la guerra no es conquistar
territorio ni defenderlo, sino mantener intacta la estructura de la
sociedad" (George Orwell,
"1984")"El
objetivo final de la guerra global contra el terrorismo es subyugar
a los ciudadanos, despolitizar totalmente la vida social e impedir
que la gente piense y conceptualice..."
(Daniel Estulin, "Fuera de control")
"La llamada guerra
global contra el terrorismo se ha convertido en uno de los mayores
engaños criminales de la historia moderna". "La amenaza
terrorista local es una invención. Sí, los terroristas existen, y
sin embargo ¿quién los puso ahí en primer lugar? ¿Quién sentó
las bases, los financió, les proporcionó armamento, les observaba
marchar y asesinar con impunidad por casi todo Oriente Medio?".
(Daniel Estulin, "Fuera de
control")
A día de hoy, Estados Unidos, Gran Bretaña y sus socios regionales en Oriente Medio han creado, armado, financiado, y dirigido el yihadismo contra sus enemigos. Una constante del modo en que el Imperio Británico (que engloba a los EE.UU.) gestiona sus intereses es el uso del islamismo como eficaz títere, algo que se remonta a la campaña árabe contra el imperio turco durante la Primera Guerra Mundial y a la creación de los Hermanos Musulmanes en Egipto, verdadero semillero del terrorismo de las últimas décadas. La creación de Al Qaeda contra la invasión soviética de Afganistán y del ISIS como ariete de la "guerra civil" en Siria son obra del imperialismo anglosajón.
A día de hoy, Estados Unidos, Gran Bretaña y sus socios regionales en Oriente Medio han creado, armado, financiado, y dirigido el yihadismo contra sus enemigos. Una constante del modo en que el Imperio Británico (que engloba a los EE.UU.) gestiona sus intereses es el uso del islamismo como eficaz títere, algo que se remonta a la campaña árabe contra el imperio turco durante la Primera Guerra Mundial y a la creación de los Hermanos Musulmanes en Egipto, verdadero semillero del terrorismo de las últimas décadas. La creación de Al Qaeda contra la invasión soviética de Afganistán y del ISIS como ariete de la "guerra civil" en Siria son obra del imperialismo anglosajón.
"¿Te has fijado en que allí donde haya un país con un gobierno independiente que tenga reservas petrolíferas o recursos financieros, agrícolas o estratégicos que no se hayan sometido aún al control corporativo transnacional siempre existe una campaña liderada por Estados Unidos para destruirlo?" (Daniel Estulín, "Fuera de control").
Que la excusa de la campaña
sea combatir al enemigo pre-fabricado es una muestra del increíble
cinismo de la geoestrategia anglosajona. "La
palabrería de Londres en nombre de las víctimas del terrorismo es
detestable a la luz de la absoluta falta de consideración del Reino
Unido hacia el derecho internacional. El Reino Unido no sólo es el
epicentro y el hogar de decenas de las organizaciones terroristas
internacionales más sangrientas, sino que los terroristas afincados
en Inglaterra operan amparados por el gobierno y la Corona
británicos". (Daniel Estulín,
"Fuera de control").
La atrocidad cometida en Manchester anteayer ha sido reivindicada, como no podía ser de otra manera, por el ISIS. La opinión pública ya sabe hacia quién dirigir su odio. Pero ¿nadie se pregunta qué es en realidad el ISIS y quién le ha facilitado los medios, el armamento y el discurso ideológico en que amparan las masacres que cometen? Mientras Occidente siga exportando muerte (el payaso asesino Donald Trump acaba de vender armas a Arabia Saudí, principal financiador del terrorismo, por valor de 110.000 millones de dólares) importaremos atentados como el que ahora lamentamos. Al fin y al cabo, las víctimas las sigue poniendo la ciudadanía. A la élite política nunca le llega el dolor que causa, tan sólo los beneficios.
La atrocidad cometida en Manchester anteayer ha sido reivindicada, como no podía ser de otra manera, por el ISIS. La opinión pública ya sabe hacia quién dirigir su odio. Pero ¿nadie se pregunta qué es en realidad el ISIS y quién le ha facilitado los medios, el armamento y el discurso ideológico en que amparan las masacres que cometen? Mientras Occidente siga exportando muerte (el payaso asesino Donald Trump acaba de vender armas a Arabia Saudí, principal financiador del terrorismo, por valor de 110.000 millones de dólares) importaremos atentados como el que ahora lamentamos. Al fin y al cabo, las víctimas las sigue poniendo la ciudadanía. A la élite política nunca le llega el dolor que causa, tan sólo los beneficios.
Y estos
siguen fluyendo, ¿verdad, señora May? Ya puede venderles la imagen
de firmeza que demandan a sus electores. Como haría el mafioso
callejero que vende "protección" después de mostrar
brutalmente las consecuencias de no comprar su mercancía.
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