RECOBRAR
EL PLANETA
Una Revisión
de "Avatar" de James Cameron
Como
autor de un sitio dedicado a la enseñanza de la historia de la
Tierra desde el punto de vista de la Tierra, estoy complacido de
declarar que la película Avatar es
la primera obra maestra de un nuevo género, la ciencia-ficción
de Gaia [Gea,
la Tierra]. Por una vez Hollywood ha
entregado una película épica que refleja la maravilla y la magia de
nuestro mundo, más bien que el señuelo de otros mundos en universos
lejanos. Pandora, el exótico planeta donde se desarrolla la
historia, puede ser considerado como un mundo paralelo al nuestro.
Ecológicamente, es un reino de biodiversidad espectacular e
invención natural que linda con la magia, como el nuestro.
Metafóricamente, es la Tierra vista como el escenario de una batalla
entre gente autóctona y depredadores corporativos y militares.
Mítica y estéticamente a años-luz más allá de películas
como Encuentros
Cercanos del Tercer Tipo, La
Guerra de las Galaxias y
la trilogía The
Matrix,
aquí por fin hay una película que ofrece una eco-parábola para el
siglo XXI. Aquí está la obertura al reconocimiento por parte de la
corriente predominante de la Diosa de la Sabiduría y su historia, la
visión Sofiánica [de Sofía]
de los Misterios.
"Lo
que está aquí está allá; lo que no está aquí, no está en
ninguna parte",
dice un refrán tántrico. Avatar describe
un mundo ajeno, Pandora, pero ese mundo ajeno sugiere claramente a la
Tierra en el esplendor original de la belleza edénica. El argumento
cuenta una historia de gente autóctona que triunfa sobre la
violencia y la avaricia que amenazan con convertir su paraíso nativo
en una tierra baldía. ¿Le suena familiar?.
Avatar es
el folklore planetario modelado a partir de la Aventura del Héroe
hecha famosa por el mitólogo Joseph Campbell (The
Hero with a Thousand Faces)
y por Jean Houston (The
Goddess and the Hero).
En mi propia contribución al género, The
Hero - Manhood and Power (El
Héroe. Virilidad y Poder,
1995), sostengo que lo que hace de un hombre un héroe es el dominio
del exceso y la superabundancia de poder. Él necesita ese exceso
porque combate contra fuerzas demasiado grandes. En la heroica lucha,
las probabilidades a favor no son nunca parejas. Un héroe como David
siempre está en contra de un monstruoso súper-poder como Goliat. Lo
que hace del hombre, un héroe, es el uso de su exceso de poder para
derrotar a fuerzas aún más excesivas. Cada película y libro que se
han basado en el tema del héroe presentan este motivo.
La
película de Cameron emplea este tema, pero con una variante
significativa: la adición de una heroína, Neytiri, que hace posible
que el héroe, Jake Sully, complete su misión. Cameron, que escribió
el guión, añade tres factores al argumento estándar de la Aventura
del Héroe. Tradicionalmente, el héroe es una persona solitaria y
debe encer absolutamente
solo los
abrumadores poderes que se extienden contra él. En la película,
Sully recibe el apoyo y la ayuda de tres fuentes: la heroína
Neytiri, los Na'vi, la tribu indígena a la cual ella pertenece, y el
Espíritu Madre del planeta Pandora, Eywa. Jake Sully no es el único
héroe del planeta que él defiende contra los depredadores militares
y corporativos, de manera que el argumento de Avatar supera
los límites tradicionales de este mitema [unidad
mínima de significación mitológica].
Neytiri
instruye a Sully en los caminos de Pandora, y se desarrolla un
romance inter-especies. Los Na'vi finalmente lo aceptan, no como su
mesías y salvador sino como la reencarnación de un héroe guerrero,
uno de sólo cinco miembros de la tribu que alguna vez montaron a un
feroz dragón volador, un Toruk.
Así reconocido, Jake reúne a todas las tribus de Pandora para
luchar contra el aplastante poderío de los depredadores militares y
corporativos. Finalmente, en el momento decisivo, cuando los nativos
combaten con arcos y flechas contra una avanzada tecnología militar
y bombas incendiarias, Eywa interviene: ella envía la furia desatada
de los animales del bosque contra aquellos que profanarían su cuerpo
planetario para conseguir poder y ganancia.
Avatar describe
una raza indígena de chamanes cazadores-recolectores, los Na'vi de
piel azul. La gente nativa vive en una profunda inmersión en la
ecología de su hábitat en un planeta llamado Pandora, el nombre de
una diosa griega, "aquella
que lo da todo".
Cameron presenta en Pandora una metáfora cinematográfica de la
Madre Tierra, como algunos terrícolas pintorescamente solían
llamarla. El animismo, el modo de pensar colectivo más antiguo
conocido por nuestra especie, afirma que este planeta que da todo lo
que se requiere para la vida no es un silencioso globo material
inconsciente, sino una criatura inteligente que se autorregula y que
es interactiva (animísticamente unida, si usted prefiere) con las
criaturas que están en su atmósfera, tanto humanas como no humanas.
Del mismo modo, la moderna teoría de Gaia afirma que la biósfera de
la Tierra se regula a sí misma en un constante programa de
realimentación con la flora y la fauna (biota),
la totalidad de la vida sensible.
Tal
como Gaia, Pandora es un súper-organismo consciente de sí mismo y
sensible cuya inteligencia interna los Na'vi llaman Eywa, Sofía por
otro nombre, siendo Sofía (la Sabiduría) el nombre dado en los
Misterios a la presencia divina del planeta, Ella que es la Madre
Naturaleza que todo lo sabe, la sabiduría de la Tierra viviente.
Incluso
aunque utiliza imágenes generadas por computador para representar a
Pandora, la asombrosa belleza de la animación en esta película
sugiere cómo el mundo puede parecer en la contemplación edénica de
la imaginación. La tecnología no puede producir esa contemplación,
o substituírla, pero manejada con una consumada habilidad artística,
como Cameron lo ha hecho, puede simplemente guiar a la mente hasta el
umbral de su propio potencial visionario.
Los
Na'vi practican una vinculación con
plantas, aves y animales para estar en armonía con Eywa, cuya
presencia impregna a Pandora mediante una red de zarcillos arbóreos.
Ellos pueden conectarse a cualquier planta o animal por medio de lo
que podría ser llamado empatía
chamánica.
La participación en la historia de vida de Gaia-Sofía
también requiere un acto de conexión o vinculación. Conocer y amar
la historia de la Diosa Caída es una cosa, y absolutamente esencial,
por supuesto. Pero actuar la
historia por medio de una unión consciente con la presencia viva del
espíritu planetario, es algo muy distinto. Las imágenes generadas
por computador de Avatar muestran
un mundo de inmensa belleza y admiración, por cómo este mundo
nuestro parecería al experimentar aquella actuación.
Esta
película conmoverá el deseo no expresado en muchos corazones
humanos de estar vivo en el Soñar de Gaia con ella,
y de descubrir así nuestro verdadero papel en el tejido planetario.
Adoración de
la Naturaleza
Desde
su estreno en Diciembre de 2009, Avatar ha
recibido algunos comentarios favorables, incluso entusiastas, y
muchas opiniones negativas. La pandilla del Vaticano y los cristianos
anticuados están particularmente molestos por la visión Pandoriana.
Una protesta clamorosa contra el paganismo, la religión de
Gaia, la Wicca y
la adoración de la Naturaleza puede ser oída a través del globo.
La objeción principal de los cristófilos consiste en que no podemos
encontrar la salvación en el mundo natural sino sólo mediante el
sobrenatural Mesías. Yo contestaría que si realmente vivimos en
armonía con el mundo natural no necesitamos la salvación, en primer
lugar. Esa respuesta es la que conforma el argumento de mi libro "Not
in His Image" (2007)
donde remonto las raíces del terrorismo global hasta el "virus
salvacionista" de
la fe islámica y judeo-cristiana en un Redentor divino.
La
visión de que vivir sanamente y con inteligencia en un cercano lazo
interactivo con la Naturaleza, como lo hacen los Na'vi, elimina la
necesidad de la salvación de parte de un Dios Padre de fuera del
planeta, no es mía, ni es tampoco una excentricidad personal: ése
es el genérico concepto pagano de la vida. Ésa es también la
visión de los herejes intelectuales, aquellos que eligen pensar de
manera diferente que los creyentes ciegos. La palabra "herejía"
viene de una raíz griega que significa simplemente "elegir,
tener una opción".
El
cristianismo es raramente una opción para aquellos que lo abrazan.
Ascendió al poder históricamente por medio de la brutal destrucción
de los pueblos autóctonos de Europa, también conocidos como
Paganos. En "Not
in His Image" comparo
esa masacre al genocidio y "conversión" al por mayor de
los indios norteamericanos por parte de colonos europeos. Avatar no
hace ningún intento de describir una conversión de los nativos a
una ideología religiosa de paternalismo divino, quizá sólo de
sobornarlos con camisetas y otras menudencias. Los invasores de
Pandora no declaran ninguna ideología religiosa triunfante: ellos
son puramente depredadores militares y corporativos en busca de un
raro mineral. Pero un estudio honesto de la Historia moderna muestra
que aquellas corporaciones y órdenes militares, desde el Ejército
estadounidense a los Caballeros de Malta, se basan en el paternalismo
divino, poniendo a Dios de
su lado.
El
cristianismo es cómplice del saqueo y expoliación de la Tierra y de
la matanza de pueblos nativos tanto hoy como siempre lo fue. Incluso
aunque la religión de los perpetradores no figure en el argumento
de Avatar,
y aparentemente no le interese a su escritor-director Cameron,
aquello es obviamente una preocupación enorme para
muchos de los espectadores. Los cristianos anticuados están
particularmente disgustados por la percibida idealización de pueblos
nativos, salvajes con arcos y flechas que practican ritos chamánicos
y que se vinculan con los animales, aun cuando ellos los matan. Las
reseñas negativas y francos ataques contra Avatar dan
a los fieles creyentes en Dios y
Cristo una oportunidad para expresar su resentimiento y revelan, una
vez más, cuán odiosos son ellos realmente, cuán intolerantes son
de la coexistencia, y cuán incapaces son de reverencia hacia la
Tierra o respeto para cualquiera que la ame y la adore como una gran
madre animal.
La
protesta contra los peligros de la adoración de la Naturaleza es
salvajemente reveladora de aquellos que la proclaman. ¿De qué están
tan temerosos ellos?, ¿contra qué realmente protestan ellos? En
gran medida, esa respuesta es puramente ignorante: desafío a
cualquiera que condena categóricamente la adoración de la
Naturaleza a que defina pagano, o animismo, o chamanismo. Tal
ignorancia es peligrosa, sobre todo cuando no es cuestionada y engaña
extraviando a la gente que de otro modo sería receptiva a la visión
alternativa de la adoración de la Naturaleza (religión de la diosa,
como también puede ser llamada), contrastada con la adoración de un
Dios Padre de fuera del planeta que salva a la raza humana
infligiéndole el día del juicio final. En el mejor de los casos, la
controversia sobre Avatar puede
inspirar a algunas personas a investigar el correcto sentido del
paganismo, la adoración de la Naturaleza, la Wicca,
la brujería y el chamanismo, como tales términos son entendidos por
aquellos que abrazan las opiniones y prácticas comprendidas.
Un
pagano es simplemente alguien que vive en la Naturaleza, en el campo,
cerca de los recursos naturales, el Paganus de
los latinos, no una persona urbana que vive enjaulada en una celda
entre extraños y que confía en medios y recursos para vivir
artificiales y hechos por los humanos. Todos los pueblos autóctonos
son paganos. Considerado como una religión o cosmovisión, el
paganismo es la orientación no institucional, tribal o comunitaria,
de la cultura humana con respecto al mundo no humano, con la
intención de preservar un pacto o vínculo con las fuerzas más
grandes del medioambiente, de modo que la sociedad humana pueda
sobrevivir en una manera sana y armoniosa. Como tal, el paganismo es
sólo la expresión cultural colectiva de la cosmovisión más
antigua en la Tierra: el animismo.
La
fuerza vital del planeta Tierra es animada y animadora, dando
expresión a criaturas que sienten que están vivas. La percepción de
que el mundo está vivo, no la mera creencia en ello, es el animismo
(Not
in His Image).
Un
animista es un científico de la vida empáticamente involucrado en
el experimento sin límites determinados y libremente disponible de
la actividad humana en la Tierra. Para un animista, la fuente de vida
es también fuente de moralidad, sanación, y liberación de los
límites de la condición humana, es decir, la fuente de la
trascendencia. Si la fuente de la trascendencia está presente aquí
y ahora en el reino de los sentidos, uno no la busca en otra parte.
Los consejeros jesuítas en el Vaticano seguramente saben esto,
habiendo hecho sus tareas en antropología.
Es
por esto que ellos están tan aterrorizados de la atracción del
mundo Pandoriano: la dichosa inmersión en el beatífico diseño
inteligente de la Naturaleza es la bendición del animismo, así como
la certidumbre de
alcanzar lo superior por
medio del
mundo de los sentidos. Esta certeza es por lo general disfrazada con
un término filosófico, la inmanencia
divina.
La presencia de lo Divino en el aquí y ahora es una visión
reflexionada, no una
creencia ciega, de wiccanos,
paganos y pueblos autóctonos de todas las culturas en todos los
tiempos. Mientras una comunidad o una civilización entera (como las
civilizaciones pre-cristianas de Europa y de la cuenca del
Mediterráneo) tengan tal certidumbre, usted no puede venderle a sus
miembros un boleto para la salvación. De una u otra
forma, Avatar toca
y despierta aquella certeza. La completa belleza de la película
insinúa al espectador la divina inmanencia.
Las
protestas contra la película por el asunto de la adoración de la
Naturaleza probablemente revelarán en una manera muy flagrante la
estupidez y el prejuicio ignorante de cristianos entrampados en una
serie de problemas mentales, que deduce algo más o menos como esto:
Paganos = abrazadores de árboles = sucios hippies =
salvajismo indígena = adoración de la Naturaleza = satanismo =
sadismo = sacrificio humano = orgías = magia negra = dañar y matar
gente por pura diversión. Ahora bien, ésa es una apasionante receta
para alguna malvada diversión, quizás, pero difícilmente iguala el
registro de la Iglesia de la Única Fe Verdadera.
«Piense
en una religión que ofrece un instrumento de tortura como un símbolo
del amor divino y que eleva el sufrimiento a la categoría de un
propósito divino: "La víctima divina refleja a la Humanidad,
no la solución a nuestro sufrimiento y un modo de vencerlo sino
nuestra total y consumidora esclavitud. La condición de víctima
funciona porque hace que la fuerza del sufrimiento parezca más
fuerte que la fuerza de la vida misma"» (Not
in His Image,
cap. 19, Un
Único Mensaje de Amor).
El
monopolio del Vaticano sobre el sadismo, impuesto mediante la
conexión entre víctima y perpetrador, es, por supuesto,
indirectamente amenazado por la susodicha secuencia de
absurdas asociaciones. Pero esto empeora para los católicos y
cristianos antiguos de toda clase: Si los paganos recuperan la
Tierra, tal como la gente de Pandora recobra su planeta, ¿dónde,
los devotos del Dios Padre de fuera del planeta y de su hijo
omni-sufriente, el Mesías, van a encontrar refugio? Ellos podrían
encontrar a algunos furiosos paganos yendo tras ellos con la magia
nativa. Ellos podrían encontrar alguna hechicería Gaiana y una
refinada brujería invadiendo su fortaleza circunscrita por la fe.
Debe ser dicho —en efecto, es únicamente mi placer y mi privilegio
el decirlo— que la venganza, no el perdón, es esencial en el
código de honor de la ética pagana.
Héroe
Híbrido
Una
de mis reservas en cuanto a Avatar fue
la definición de aquel mismo término dentro del contexto exacto de
la película: un avatara es
el cuerpo genéticamente diseñado que combina genes humanos y genes
nativos de los Na'vi, y de ahí que sea un híbrido
capaz de vivir entre los nativos Pandorianos como uno de ellos. Bajo
ciertas condiciones, en todo caso.
Ahora
bien, ahí es donde el argumento de Cameron se hace poderosamente
interesante para mí como un estudioso del gnosticismo. Al principio,
me preocupó que el concepto de "híbrido" fuera una
argucia para representar una vida artificialmente modificada,
Inteligencia Artificial, o de que aquello pudiera promover la
noción ciber-chic
de superhumanismo, a saber, genética humana y capacidad mental
modificada por la ciencia computacional, o un mejoramiento
genético-protésico [de prótesis] del cuerpo humano con componentes
artificiales, como es descrito en películas como RoboCop,
la serie Terminator
(también
dirigida por Cameron), y AI [Inteligencia
Artificial],
el sentimental cuento de un androide programado para amar... como si
cualquiera pudiera programar el amor.
Aquellos
que estén familiarizados con este sitio web saben
que tengo una fuerte postura contra la Realidad Virtual, concebida
como superior a, o incluso como un sustituto adecuado de, la realidad
natural, circunscrita a la Tierra y conducida por los sentidos. Esta
objeción viene de mis estudios de las enseñanzas gnósticas que
advierten acerca de HAL, simulación o inteligencia artificial,
también conocida como el factor Arconte [1] tan claramente descrito
en los textos gnósticos coptos.
[1]
https://www.metahistory.org/gnostique/archonfiles/archonfilesintro.php
Bien;
tras ver Avatar reconocí
inmediatamente que Cameron había satisfecho mis rigurosos estándares
de invención mitológica sin deslizarse hacia exageraciones de
artificialidad y simulación. Ése es un fantástico avance. Según
Cameron escribe la historia, Jake Sully es un gemelo cuyo hermano era
el sujeto original del programa de hibridación del avatara.
El ADN de su hermano fue combinado con el ADN Na'vi para producir un
humanoide de tres metros de alto, de piel azul y felino que puede
vivir entre los Na'vi y respirar la atmósfera de Pandora, que los
humanos comunes no pueden. Cuando su hermano murió, Jake, que perdió
el uso de sus piernas en acción como infante de marina, consigue
reemplazarlo. Su inocencia, combinada con una fuerza guerrera bruta y
una profunda astucia, realmente lo convierten en un agente magnífico
para infiltrarse entre los Na'vi y aprender sus costumbres para
beneficio de los depredadores; tal es su misión, al menos.
Pero
Sully se vuelve nativo y traiciona a sus amos terrestres, usando la
misma forma híbrida que ellos le dan, para luchar contra ellos por
la causa de Eywa, el poder de la madre.
¡El
héroe de Avatar es
un gemelo! Qué fantástico. Mi libro "Twins
and the Double"
explora la enigmática potencia de la magia de los gemelos reconocida
en todas las culturas del mundo. Cameron ha usado el tema de los
gemelos con gran delicadeza, lo que le ha permitido evitar la
desviación hacia el trans-humanismo o la artificialidad alienígena.
Estoy impresionado, pero las cosas son aún mejores. Mucho mejores.
En algún lugar en este sitio he señalado que la
bilocación [bi-localización]
es la emoción más grande en el mundo. Codificada en la imagen
mitológica de los gemelos está la experiencia de
la bilocación:
estar físicamente en
dos lugares a la vez y estar consciente de ambos lugares, es decir,
actuar en un lugar mientras se está totalmente presente y actuando
en el otro. La bilocación es un logro de los practicantes del yoga y
un poder de chamanes consumados, un hecho notable para el cual hay
algunos testimonios de primera mano. Yo mismo me he bilocado en
numerosas ocasiones. Usted no tiene que creerme, pero lo he
experimentado directamente.
La
bilocación ha sido atribuída a algunos santos católicos,
principalmente al Padre
Pío.
Los fieles elogian dicho logro como un regalo espectacular y
excepcional de Dios,
reservado para los santos con la aprobación del Vaticano, pero es
mucho más común en las culturas chamánicas. La proyección astral
es una forma atenuada; la bilocación virtual es la forma extrema.
Las Experiencias de Casi Muerte (ECM) dan testimonio de un tipo de
bilocación en el cual la gente ve su cuerpo postrado en una cama de
hospital, probablemente muerto, pero ellos no necesariamente ven el
otro cuerpo que observa a la persona agonizante. En algunas ECM, sin
embargo, la gente vaga lejos con su doble y luego vuelve a la vida.
Los participantes de los Misterios Eleusinos atestiguaron la
experiencia de vagabundeo en un segundo cuerpo en los Campos Elíseos,
comparando la iniciación a la muerte, pero, felizmente, una muerte a
la que se puede sobrevivir.
La
bilocación es una forma de geminación [duplicación]. Jake Sully es
un gemelo dos veces. Él tenía un hermano gemelo, y él tiene un
gemelo avatárico, su propio híbrido. Sully tiene que entrar en una
especie de tanque de aislamiento y ponerse a dormir para que su
conciencia sea teletransportada a Pandora donde su híbrido está
despierto y activo. Él debe entrar en una especie de trance
chamánico a fin de vivir y actuar en su identidad avatárica en
Pandora. Si Cameron lo sabía o no, este aspecto del argumento no es
invención suya: el saber mundial del chamanismo da testimonio de la
capacidad del chamán de caer en un trance, y de caer en tierra en un
estupor. Aquello es llamado el transporte
extático.
Luego en su cuerpo soñante o doble
plásmico,
el chamán explora otros mundos o puede aparecer como una persona
normal en este mundo, pero físicamente removido de donde su cuerpo
descansa en el trance.
La transportación
en trance por medio de la geminación,
como podría ser llamado, trae a la mente las extravagantes acciones
en los mundos escindidos de la trilogía The
Matrix.
Pero hay una diferencia enorme entre Neo teletransportándose a la
Matriz y Jake bilocándose en Pandora. La Matriz es un mundo
simulado, una zona de realidad virtual sostenida por programas de
computador que proyectan enormes campos de colores, sabores, sonidos,
etc., simulados (léase: falsificados). No se trata del verdadero
mundo sensorial del planeta Tierra sino de la Tierra concebida como
un "planeta prisión", un término usado por el alarmista
de YouTuber Alex
Jones de infowars.com.
Jones parece ser un cristiano que desdeña "la religión mundial
de Gaia" y condena la película Avatar
como propaganda del Nuevo Orden Mundial que hace de todos nosotros
unos avataras
en el esquema de los Illuminati.
Él, el alarmista, quizá estaría alarmado de enterarse de que el
concepto de planeta-prisión se originó en los videntes paganos de
los Misterios que compararon el Sistema Solar a una prisión dirigida
por los Arcontes, unos cyborgs
alienígenas. Aquella metáfora mitológica describe la esclavización
de la Humanidad a sus propias proyecciones y conceptos mentales, es
decir, una esclavización a una mentalidad alienígena que actúa
dentro de nuestras propias mentes y por la cual no puede culparse a
fuentes externas, aunque pueda ser alterada y afectada por
influencias externas.
Identidad
Avatárica
Para
volver al punto principal aquí: la geminación es un mitema que
le da forma al argumento de Avatar de
un modo ingenioso. El experimento de hibridación avatárica es una
brillante metáfora cinematográfica para significar el chamanismo.
Al igual que los chamanes a través de las épocas, Sully entra en un
trance para que él pueda actuar en su doble, su propio gemelo. El
truco consiste en que el propio gemelo en este caso ha sido
construído artificialmente, y sin embargo se trata auténticamente
del mismo vehículo que un chamán usaría para explorar la dimensión
sobrenatural de este mundo o para aventurarse en otros mundos.
Aquellos que la han experimentado (incluyéndome a mí mismo) pueden
certificar que la bilocación es real y no una fantasía, algo tan
real como vivir y moverse en este mundo corriente.
El avatara de
Jake realmente vive y actúa entre los Na'vi en Pandora, a diferencia
de Neo, quien entra en un mundo fantasma cuando él es enchufado a un
arcaico mecanismo y descargado en la Matriz. La trilogía The
Matrix es
una metáfora bastante buena para significar el planeta-prisión de
los videntes gnósticos, pero no puede ser comparada con la
geminación mitológica y chamánica de Avatar.
En
su sentido más antiguo, la palabra avatara deriva
de un verbo sánscrito que significa "descender".
En el mito hindú, un avatara es
un ser divino que desciende a la Tierra en forma humana para
intervenir en la Historia, no un mesías como Cristo que muere para
salvar al mundo o que implementa el juicio divino, sino un agente de
rescate como un salvavidas en una playa. (La forma del avatara en
la religión hindú es fantasmal, o docética,
en el lenguaje gnóstico: una aparición. Pero entonces ¡el mundo
entero es una aparición, en la visión hindú!). Existen
diez avataras de
Vishnú, el dios durmiente de la religión hindú. A medida que
Vishnú sueña al mundo durante inmensos períodos de tiempo, la
deidad entra periódicamente en las situaciones que él sueña,
tomando un cuerpo y una personalidad humanos, o formas animales como
una tortuga o un león. Se ha dicho que el noveno avatara de
Vishnú se produjo en aspecto humano: el Señor Krishna, un rey
filósofo indio que murió en 3102 a.C. El décimo avatarade
Vishnú, que ha de venir, es llamado Kalki, descrito como un caballo
blanco, a veces con un guerrero arquero en su espalda. (Creo que esta
expresión avatárica puede estar manifestándose en los Leones
Blancos de Timbavati [2]).
[2]
https://www.metahistory.org/READING/reviews/WhiteLions.php
Jake
Sully en su cuerpo Na'vi no es un avatara que
desciende desde un mundo más alto; no, su destino es más
maravilloso que eso. Él es la encarnación de
él mismo liberado
en un mundo presente de dimensiones mágicas. Desde muchos puntos de
vista, y más brillantemente en este artificio del argumento, la
película de Cameron trasciende las mismas estructuras metafóricas
de que hace uso.
El avatara de Avatar no
es una figura mesiánica. Ni con mucho. Aquí una vez más Cameron
hace un uso impecable de precedentes mitológicos y chamánicos. Jake
Sully es un héroe al servicio de la madre Tierra planetaria,
Eywa-Gaia, por otro nombre. Él no es una figura mesiánica masculina
Blanca, como algunas reseñas hostiles han afirmado. En "Not
in His Image" muestro
que el perfil del mesías en la fe salvacionista es claro e
inequívoco, que consiste en estos elementos: origen sobrehumano,
enviado en una misión por el padre divino, su sufrimiento redime al
mundo, él preside el juicio final, su muerte es un requerimiento
para salvar a la Humanidad, y él es milagrosamente
resucitadopor Dios,
no por la gente que viene a salvar. Considerado especialmente en el
último punto, el héroe de Avatar no
es ningún mesías:
Sully
muere en su forma humana y despierta como un Na'vi después de
que él ha luchado al lado de los nativos, como uno de ellos, en su
batalla contra los depredadores. Su resurrección resulta del ritual
tribal y de la empatía de la gente que adora a la diosa, y no por
una orden verbal de un Dios Padre de fuera del planeta. El mesías
salvacionista nunca es uno de la gente, nunca un miembro igual de la
tribu humana.
Poderes
Animales
Por
contraste con el típico mesías que está autorizado por y que actúa
desde un poder supraterrenal, el avatara de
Jake depende de su vinculación con un poder animal, la gran ave
predadora Turuk. Cada guerrero Pandoriano tiene un akran,
un doble sobrenatural o nahual.
Este tema es puramente chamánico, y eterno en el legado espiritual y
mágico de nuestra especie. En la esfera que abarca el animismo, los
individuos humanos tienen afinidades particulares con ciertos
animales. Ellos pueden convocar a esos animales, encontrarlos en la
Naturaleza, o cambiar su forma por la de ellos. Con el tiempo, las
culturas animistas a menudo se desarrollaron como sociedades
guerreras,
que tienen que ser rigurosamente distinguidas de las sociedades
paternas urbanas.
En las sociedades guerreras la figura de la Diosa es central, y los
poderes animales son reverenciados como sus atributos y proyecciones.
La cultura de los Na'vi es simplemente una de tales sociedades
guerreras-cazadoras que tiene una reverencia por los poderes
animales, como Jake aprende cuando Neytiri le enseña cómo matar con
reverencia y estar agradecido con la presa. La lección del vínculo
entre la presa y el depredador figura de manera significativa en las
escenas finales de la película. La invocación de los poderes
animales también desempeña un papel decisivo en el desenlace de la
historia.
Cameron
reanuda muchos temas chamánicos y mitológicos con exactitud
excepcional. Esto es extremadamente inusual
de acuerdo a los estándares de Hollywood.
No sé a quien consultó para la mitología incorporada en la
historia y las imágenes de su obra maestra... Quizá él tiene un
guía y consejero secreto. Él afirma haber visto la película entera
en un sueño anterior en su vida. Como un terma,
un tesoro de sabiduría, a él le fue dado intacto y entero desde un
primer momento. Tal experiencia es típica de los tertons,
los descubridores de tesoros, así como de músicos maestros como
Mozart y Scriabin, que afirmaron haber oído sus enormes
composiciones en un solo segundo. El escritor francés Balzac,
también, afirmó haber tenido un momento de "consciencia
cósmica" en
el cual vio el argumento entero y todos los personajes,
aproximadamente 242, de su novela La
Comedia Humana.
El
mundo de la ciencia proporciona ejemplos similares. El químico
alemán August Kekulé vio la estructura anular del carbono en una
visión hipnagógica al borde del sueño. En algunos casos, cuando
los científicos lo admitan, aprendemos que sus descubrimientos
surgieron de un estado de consciencia aumentada inducido por una
sustancia psicoactiva, como el LSD. Aunque él no permitiera que ello
fuera conocido durante su vida, Sir Francis
Crick, el co-descubridor de la estructura del ADN junto con James
Watson, tuvo la visión de la doble hélice en un estado alterado de
consciencia inducido por el LSD. Los científicos que acompañaron a
Jeremy Narby a Perú para rituales de trance con ayahuasca declararon
que ellos fueron capaces de ver el nivel molecular de la Naturaleza
directamente y de entender y hacer progresar el pensamiento
científico de ellos debido al impulso de la sagrada planta
medicinal.
No
deseo sugerir que Cameron fue de alguna manera influído por plantas
psicoactivas para concebir y crear Avatar,
pero la
película misma puede inducir aquella clase de efecto en los
espectadores.
Cualquiera que haya visto el imponente esplendor de Gaia, vívido,
pulsante, milagrosamente diseñado, vivo en cada detalle y
seductoramente invitador en el panorama de sensaciones que surgen
placenteramente en el cuerpo como la acometida del océano por entre
los poros de un arrecife de coral... cualquiera que haya tenido
aquella experiencia de primera mano, creo, dará testimonio a
aquellos que no la hayan tenido de que el completo esplendor estético
de esta película apunta a la visión beatífica del Elíseo, el
Paraíso Terrestre; no una visión de un mundo ajeno sino la visión
fundamental de este mundo. Sí, así es realmente cómo se percibe
aquí en el mundo natural. Sí, realmente. Oh, sí que lo hace.
El
hecho de que Cameron y compañía entreguen esta visión de la
Naturaleza usando los instrumentos más sofisticados de
artificialidad y simulación, imágenes generadas por computador
(IGC), es una gran innovación de su clase. No quiero decir una
innovación tecnológica sino una innovación de percepción. En las
fábulas de hechicería de Castaneda, Don Juan define la práctica
del guerrero místico como un irrumpir
por entre los parámetros fijos de la percepción.
Cameron ciertamente consigue eso con los efectos especiales de esta
película. Yo diría que sólo
un artista que ya tiene una visión genuina que entregar puede
usar IGC en esta espectacular manera. Las IGC mismas no pueden
entregar tal visión. Incluso aunque usa el recurso de la simulación
para representar a Pandora, la asombrosa belleza de la animación en
esta película muestra cómo el planeta que habitamos realmente
aparece en la contemplación edénica de nuestra inocencia, que fue y
que será.
La Magia que
Mata
En
un momento crítico de la película el avatara de
Jake va al árbol sagrado de Eywa para pedir ayuda en la utilización
de arcos y flechas para derrotar a una masiva flota de aviones
militares de alta tecnología. Pero Neytiri tiernamente le
aconseja: "La
gran madre no interviene en nuestros asuntos, Jake; ella sólo
protege el equilibrio de la vida".
Los
paganos cumplen y reverencian el equilibrio de la vida. Comprendida
en aquel equilibrio está la precaria estabilización entre lo
ordinario y lo sublime. El misticismo experimental consecuente con
tradiciones chamánicas de una indecible antigüedad revela que el
poder sobrenatural está presente en el mundo natural,
aquí mismo, justo ahora. La sublimidad de la belleza de Gaia es en
sí misma una fuerza sobrenatural. Entrar en aquella belleza y ser
extáticamente consumido en ella, temblando en vuestras células, y
tambaleándose por su impacto, como un marinero borracho en la
cubierta de un barco durante un tifón, esa entrada, corpórea e
inmediata, hace al observador pertenecer
a la belleza y
desear estar para siempre en aquella belleza, para no tener que vivir
una vida disminuída, auto-suprimida, estrecha y superficial. Después
de un genuino encuentro bio-místico con la Madre Tierra en su
desnudo esplendor, usted ya no pertenece sólo a usted mismo. Y en
aquel encuentro, la belleza comienza a hacérsele a usted propia.
Pero
el cristianismo y los otros credos salvacionistas niegan y rechazan
la belleza divina de este mundo. Ellos afirman que la Naturaleza y
los impulsos naturales son pecaminosos y merecen ser castigados.
Ellos insisten en la autoridad de una fuente sobrenatural de más
allá de la Tierra y de la especie humana. Ellos reparten el castigo
y la recompensa en una completa desconsideración por el mérito.
Para imponer sus retorcidas, paranoides y pseudo-mágicas creencias
ellos realizan un enorme esfuerzo para matar la verdadera
magia dondequiera
que ella surja en este planeta: en la tierra y en los árboles, en el
agua y en el cielo, en las plantas, en los animales, en los niños, y
en la gente de verdadera inocencia y alta imaginación.
La
Historia es el registro de matar la magia, de aniquilar los talentos
sobrenaturales proporcionados por Gaia a su privilegiado niño
problema, la raza humana, si no de exterminar la raza misma. En esta
tardía fecha en el ciclo de las Eras, uno bien puede preguntarse
dónde está la contra-magia en
este atroz cuento de auto-aniquilación.
No
sé dónde Cameron consiguió su mitología, o si él necesitó o
prestó atención al consejo de alguien como gente como yo.
En "Living
Myth" [3]
registro mi opinión de que el renombrado erudito de mitología
comparada Joseph Campbell aconsejó malamente a Spielberg y a Lukas
en el argumento para La
Guerra de las Galaxias.
Él les entregó el drama sin salida del dualismo persa, la batalla
entre la Luz y la Oscuridad. Lo que él debería haberles dado, creo,
era un mito Gaiano como la visión Sofiánica de los Misterios. La
película de Cameron resuena en muchas maneras con aquella visión,
pero su principal fuerza es la mitología pura del cazador chamánico
de la Prehistoria.
[3]
https://www.metahistory.org/dynamyth/introdynamyth.php
La
heroína Neytiri trae a la mente a la joven arquera neolítica de la
Cueva del Oso, cerca de donde vivo en Andalucia, España. Ahí está
la perfecta imagen de Artemisa, la casta y evasiva cazadora del mito
griego. Ella es mejor conocida por haber hecho que un anciano llamado
Acteón fuera devorado por sus propios perros de caza [después de
convertirlo en un ciervo] cuando él la descubrió bañándose
desnuda a la luz de la Luna, y la deseó después de ver su
encantadora forma. Pero un mito más antiguo revela el verdadero
alcance y propósito de la naturaleza vengativa de la cazadora:
cuando el cazador Orión excedió la cuota de animales a cazar
dispuesta para él por la Madre Tierra, Artemisa envió a un
gigantesco escorpión para que lo picara hasta la muerte. (Aquella
versión de "la venganza de Gaia" no fue escrita por James
Lovelock).
Neytiri
es la vengativa Artemisa del planeta Pandora representada en la Cueva
de la Pileta [en Málaga]. Ella, sin embargo, no es una figura del
pasado antiguo. Retratada imaginativamente en una película, ella
puede venir ahora a andar por el mundo en persona. Hollywood es
a menudo un oráculo predictivo de la inconsciencia colectiva.
Neytiri encarna la magia que mata, capaz de restaurar el equilibrio
moral en el mundo, comparable a la letal habilidad de caza y
equitación de una ninfa neolítica. Avatar lleva
este mensaje extremadamente anticristiano a los nativos de la
Tierra: Está
abierta la temporada de caza contra los depredadores.
Neytiri derriba al senescente comandante militar en su enorme
caparazón de armadura de RoboCop con dos flechas dirigidas al pecho:
una por la matanza, otra por no mostrar la reverencia debida a Eywa,
la Diosa de la Tierra. Allí, desplegada, está la dual magia de
matanza, moralmente equilibrada, de eliminación y venganza.
En
la rica mitología de lo Divino Femenino, Kali es un nombre para la
ira de la Diosa, pero igualmente para la indignación de los seres
humanos que se reúnen para proteger todo lo que la Diosa les da para
su placer y su supervivencia por igual. Imagine la ira de una leona
madre en la protección de sus cachorros, pero ampliada a la especie
felina entera. Imagine aquel feroz despertar de emociones en los
corazones humanos y su difusión por la sociedad como una fuerza
empática para unir a la gente a pesar de sus diferencias y
divisiones. Imagine que no el amor sino una rabia divina une a la
Humanidad en un deseo trascendente de una coexistencia pacífica, e
incluso festiva. Si aquello llegara a suceder, la
especie
humana estaría unida de nuevo al
instante con
toda la vida
sensible
en la oleada interactiva de una fuerza insuperable, la marejada del
aura emocional de Gaia.
En Avatar,
en el momento en que los Na'vi parecen haber perdido completamente la
batalla, Eywa libera los poderes animales para luchar con ellos
contra los invasores corporativos y militares. Ella interviene para
proteger el equilibrio de la vida.
Pero
los humanos son también animales de poder en la progenie
sobrenatural de la Madre Tierra. La ira del animal humano contra
la depredación por parte de aquellos de su propia especie emplea
la magia negra superior de Kali, la suprema protectora de los
guerreros Gaianos.
Con
la adoración de la Madre Naturaleza viene la feroz voluntad de
proteger y preservar sus caminos, no sólo nuestra vida como
auto-definidos humanos sino la red de todo lo que
vive. Avatar inspira
reverencia por la Tierra por la belleza de sus imágenes
cinematográficas, y hace más también, ya que es una genuina
eco-parábola, una historia atemporal con una moraleja para hoy. Los
Na'vi somos nosotros. En el balance del cálculo de Gaia, donde la
supervivencia humana está siendo decidida ahora mismo, el camino
hacia la belleza planetaria es también el camino del guerrero que
recobra el planeta. Avatar muestra
ese camino.–
por John Lamb
Lash
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