Muchos
llevamos años señalando con nuestro dedito a los malos malísimos
que están destruyendo a la Humanidad. Pero creo que debemos pasar a
la siguiente fase. Ya no basta con señalar afuera. Miremos
adentro.
1. PUNTO DE PARTIDA
Vacunas tóxicas que vuelven autistas y estériles a los niños.
-
Comida basura llena de sustancias tóxicas que nos enferman.
-
Educación que adoctrina, embrutece, impide el desarrollo natural de la inteligencia, castra las habilidades innatas y nos prepara para ser dóciles esclavos mal pagados o desempleados.
-
Mentiras y más mentiras de la historia que se atornillan a golpe de carísismos libros de texto, teatro de los expertos Premios Nobel y ojito con el que se atreva a ser negacionista.
-
Identidad de género que lleva a la confusión y la autocastración, mientras la pretendida lucha por la igualdad ha conseguido enfrentar a varones y mujeres.
-
Música que arrastra al inframundo del ruido y la enajenación.
-
Juventud que se "distrae" autodestruyéndose con ruido, alcohol y drogas, mientras se envenena la piel con tatuajes y piercings.
-
Dinero falso que nos esclaviza en la deuda eterna.
-
Elites satanistas que violan y matan a niños para mantener su control sobre los gobiernos lacayos.
-
Arte basura usado como magia negra contra el pueblo que se somete, cegado por el glamour de los millonarios.
-
Sistema judicial que protege a las élites corruptas mientras castiga y persigue sin piedad al pueblo indefenso.
-
Ingenieros sociales que, con toneladas de dinero, montan falsas revoluciones y primaveras para poder entrar con ejércitos, destruyendo países para retrotraerlos a la edad media, y someterlos en más deuda impagable.
-
Guerras eternas con terroristas descerebrados que violan, empalan y matan a mujeres y niños delante de sus familiares.
-
Guerra climática del poder en la sombra que desertiza unos campos, inundando otros, con el beneplácito de los gobiernos lacayos.
-
Encadenamiento a los combustibles fósiles cuando hace más de un siglo que Tesla inventó la energía libre.
2.
SEGUNDA PARTE DE LA PRIMERA PARTE CONTRATANTE.
Mientras todas estas cosas ocurren delante de nuestros ojos, aparcamos a nuestros hijos en guarderías desde los 4 meses hasta los 18 años, les obligamos a estudiar cosas inútiles, falsas y absurdas, mientras les regalamos tablets y jueguitos violentos que los vuelven psicópatas e indiferentes a todo, los alimentamos con comida basura y chuches tóxicas.
Mientras todas estas cosas ocurren delante de nuestros ojos, aparcamos a nuestros hijos en guarderías desde los 4 meses hasta los 18 años, les obligamos a estudiar cosas inútiles, falsas y absurdas, mientras les regalamos tablets y jueguitos violentos que los vuelven psicópatas e indiferentes a todo, los alimentamos con comida basura y chuches tóxicas.
Nos
enajenamos con el fútbol, las carreras de fórmula 1, las fiestas
alcoholizadas y depravadas de los orgullos varios, las cirugías
estéticas, las revistas y programas del corazón, la compra
compulsiva de cosas inútiles que se amontonan en nuestras casas o
se rompen y acaban pronto en la basura.
Ponemos
nuestro dinero a intereses o en cuentas remuneradas volviéndonos
meros usureros como fieles imitadores de la banca jázara, nos
endeudamos para irnos de vacaciones o para comprarnos una casa que
al final se la queda el banco, aunque no sea suya...
3.
¿QUÉ SENTIDO TIENE TODO ESTO?
Después
de mucho reflexionar, he llegado a esta conclusión, (por ahora,
porque estamos en proceso constante de descubrimiento de la Luz).
Esto que he descrito, que es tan terrible, no es una "mala noticia". Es la realidad.
En otoño se caen las hojas, y en invierno hace frío, no son "malas noticias" , es simplemente la realidad.
El mundo ahora es así. La Humanidad sigue los deseos de Satanás. Por eso todo es muerte, destrucción, enfermedad, solipsismo, egotismo, pérdida de identidad...
Tal vez hace 20.000 años el mundo era diferente. Pero ahora es lo que hay. No querer verlo, o no verlo, no lo hace desaparecer.
Hace
mucho tiempo que esto es así, pero ahora lo vemos con más
claridad. Es más, nunca fue la realidad tan evidente. Antes,
sólo lo veían algunos maestros espirituales, pero ahora lo ve
hasta el tato.
Por
eso, en el fondo, estamos viviendo una etapa muy importante de la
Humanidad.
¿Qué
sentido tiene entonces?
Satanás
nos dice que debemos ganar dinero, ser famosos y triunfar. Pero no
es cierto. Hemos venido a este mundo a aprender. A aprender a hacer
el Bien. Por eso, cuanto mayor y más evidente es el Mal, más fácil
es ver el Bien.
La
vida es la escuela y todo esto a lo que nos enfrentamos a diario es
una prueba. Estamos a prueba, constantemente.
4.
ESTAMOS DE EXÁMENES:¿Cómo superar la prueba?
Para ser felices, no se trata de hacer lo que nos dé la gana, sino que se trata de elegir el Bien, y abandonar el Mal. No es fácil, porque estamos rodeados de muy apetecibles tentaciones que nos atraen aunque sepamos que no es bueno para nosotros ni para los demás.
El Bien no es relativo, no es cuestión de costumbres y tradiciones sociales.
Para ser felices, no se trata de hacer lo que nos dé la gana, sino que se trata de elegir el Bien, y abandonar el Mal. No es fácil, porque estamos rodeados de muy apetecibles tentaciones que nos atraen aunque sepamos que no es bueno para nosotros ni para los demás.
El Bien no es relativo, no es cuestión de costumbres y tradiciones sociales.
El Bien existe, y el ser humano sabe muy bien dónde está. Porque el ser humano es, ante todo, un ser moral.
Pero ¿cómo podemos ver con claridad dónde está el Bien?
He encontrado una pista que nos ayuda a encontrar el camino del Bien, justamente en algo que antes se enseñaba desde la infancia, y que ahora, qué casualidad, se desconoce.
Los
llamados pecados capitales o pecados mortales pueden servirnos de
guía. (Son cristianos, por cierto, no están en el Antiguo
Testamento). Y llevan bien su nombre, porque todos ellos nos llevan
a la muerte, bien sea física o espiritual.
Los
pecados son:
-
La pereza, esa
que hace que entreguemos nuestros hijos al sistema, porque es más
cómodo que educarlos de otra manera, este vicio nos lleva a echar
herbicida al huerto por pereza de cavar las malas hierbas. Esa
pereza que nos hace darle la tablet al niño para que nos deje en
paz. Esa misma que nos hace comer comida precocinada por no tomarnos
el tiempo de preparar buenos alimentos. Esa que acompaña a la
gula.
-
La gula nos
hace comer en demasía, con los ojos, dejándonos llevar por "es
que me apetece mucho", y luego nos enfermamos. Cedemos, a
sabiendas, a un apetito infantil, caprichoso y que nos perjudica.
Toda la publicidad sobre la alimentación va dirigida a despertar la
gula. Y caemos plácidamente en la trampa.
-
La avaricia. Todo
el sistema bancario funciona sobre la avaricia. Nosotros también
somos avaros, por eso entregamos nuestro dinero a la banca ladrona,
porque especulamos, practicamos la usura cada vez que buscamos que
nuestro dinero nos dé intereses mientras no hacemos nada. Las
loterías están basadas en este vicio. Antes el dinero había que
invertirlo en alguna empresa para que produjera beneficios, ahora
basta con entregárselo al banco, y éste se encarga de darnos una
parte de su ganancia, mientras cerramos muy fuerte los ojos para no
enterarnos de que lo invierten en armas, guerras, expolios o tráfico
de personas.
-
La ira es
la guerra, la violencia, el abuso de poder, los ejércitos suelen
estar al servicio de la ira. Las personas violentas que pegan y
maltratan, física o verbalmente están movidas por la ira, que
viene de la rabia y ésta de la frustración. La ira se expresa con
frecuencia en los partidos de fútbol, de hecho, para eso sirve este
opio del pueblo, para que la población frustrada dirija su ira
hacia su vecino, en lugar de dirigirla hacia el causante verdadero
de su frustración.
-
La lujuria no
es sólo la lascivia como en la fiesta de los orgullos, con personas
que fornicaban en el medio de la calle. Lujuria es también exceso
de lujo, es despilfarro innecesario, gasto excesivo que, con
frecuencia, va unido a la necesidad de aparentar, a la soberbia. Los
centros comerciales son espacios de lujuria convertido en negocio.
-
La soberbia es
lo que alimenta las revistas de la moda y el corazón.
Vivimos para la imagen, gastamos fortunas en ropa y complementos que
vuelven a Amancio Ortega multimillonario, mientras nuestros armarios
rebosan de ropa que no nos ponemos. Toda la publicidad se basa en la
soberbia, pero también en la envidia.
-
La envidia es
el mecanismo predilecto de la publicidad: mira lo que tiene tu
vecino ¡y tú no! Pero además, es el peor de todos los pecados o
vicios o hábitos satánicos, porque todos los anteriores producen
cierto placer cuando se cometen, en cambio, el sentimiento de
envidia es muy desagradable. En este pecado ya va la penitencia,
envidiar no sienta nada bien, nos pone la tez amarga y verdosa como
la hiel.
5.
Resumiendo:
Satania,
el mundo en el que estamos, es el mundo del Mal, pero es necesario
tomar conciencia de que está permanentemente, y de múltiples
maneras, alimentado por nosotros mismos. Somos nosotros los que
hacemos que una gran parte de este Mal exista. Y nuestra vida sólo
trata de esto: darnos cuenta de lo que hacemos y superar la
prueba.
Despertar no es sólo darse cuenta del engaño y de que hay un grupo muy poderoso que controla mucho. Despertar es darse cuenta de en qué medida cada uno colabora al Mal.
Luego, está en nuestras manos dejar de hacer lo que hacemos, dejar de alimentar al monstruo que nos destruye, y empezar a actuar en base al Bien.
Despertar no es sólo darse cuenta del engaño y de que hay un grupo muy poderoso que controla mucho. Despertar es darse cuenta de en qué medida cada uno colabora al Mal.
Luego, está en nuestras manos dejar de hacer lo que hacemos, dejar de alimentar al monstruo que nos destruye, y empezar a actuar en base al Bien.
El
Bien para nosotros y para los demás.
La
caridad bien entendida empieza por uno mismo.
Empieza por ti mismo.
Empieza por ti mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario