De
un tiempo a esta parte, la oligarquía oscura que domina esta
sociedad, está tratando de implantar paulatinamente en el
imaginario colectivo la inclusión social del andrógino como un
arquetipo de libertad y progreso.
El
objetivo una vez más de manera velada y subliminal es la
infiltración en el ideario social del arquetipo del andrógino como
algo ya no solo positivo, sino algo a lo que aspirar socialmente.
La
androgenización cumple un doble objetivo para la élite, la creación
de individuos voluntaria o forzosamente infértiles, sin capacidad de
crear una familia biológica, facilita primero la reducción
demográfica a medio plazo y segundo, el control poblacional.
La
promoción del andrógino ya no sólo busca la aceptación social,
sino hacer de este “nuevo género neutro” algo “cool” a lo
que aspirar como un grado de distinción meritorio en todos los
ámbitos de esta sociedad.
La
oligarquía dominante trata de introducir el término “tercer
género” o “género neutro”, a través de la ventana de
Overton.
En
el futuro más cercano ya no sólo habrá un género masculino y otro
femenino. Tendremos además el género neutro o “diverso”, cuyo
arquetipo idealizado será el andrógino. Ya está sucediendo en
Alemania.
Y
a nivel global también. El andrógino como modelo social, el
andrógino como arquetipo de belleza.
El
andrógino como paradigma de libertad.
El
andrógino como parte de la sociedad, totalmente normalizado en la
televisión como arquetipo "cool".
Una
vez más la ventana de Overton está actuando en nuestra sociedad.
Una
muestra de aparente progreso en el escenario de lo visible, pero en
el obscenario oculto de la oligarquía que nos gobierna, la agenda
androgenizadora es mucho más profunda.
Se
busca el control poblacional y la extinción progresiva de la familia
tradicional en las próximas décadas.
La
idea de un individuo infértil, desarraigado, despojado de una
estructura familiar y educado directamente por la oligarquía
dominante desde el momento de su nacimiento, ya no supondría ningún
tipo de amenaza para la élite endogámica en el poder.
Esto
es una idea que seduce a la oligarquía oscura.
El
objetivo final es la creación del transhumano andrógino, el ideal
social para la oligarquía que nos gobierna.
Un
individuo que ya no será creado desde la naturaleza intrínseca de
lo masculino y lo femenino, sino que será creado desde las entrañas
del sistema, desde su tecnología reproductiva.
Un
ser infértil producido a la carta por la oligarquía dominante, un
ser por supuesto andrógino. Listo para pensar y consumir todo
aquello que “el gran hermano” le proporcione.
En
eso está toda la estructura político-social-propagandística del
poder, forma parte de su inquietante agenda.
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