NO HACE FALTA QUE MIRES AL CIELO
¿A que cuando uno escucha dicha expresión se le vienen a la
cabeza los destrozos producidos por el temporal “Filomena”? Pues nada más lejos
de la realidad, porque semejante declaración se realizó doce meses antes de
su llegada:
El Ejecutivo declara la emergencia climática
y ambiental en respuesta al consenso generalizado de la comunidad
científica [leáse “siguiendo consignas de los globalistas
del Foro de Davos”], que reclama acción urgente para salvaguardar el medio
ambiente, la salud y la seguridad de la ciudadanía [¿se puede saber qué
tiene que ver el “cambio climático” con la salud y la seguridad de los
ciudadanos?].
El Gobierno muestra así el compromiso [léase “la sumisión incondicional a los promotores del Nuevo Orden Mundial”] y la prioridad otorgada a esta agenda en un contexto de grandes riesgos económicos y sociales por los impactos del cambio climático, como acaba de reconocer [“ordenar” mejor dicho] el informe anual del Foro de Davos o la Comisión Europea.
Mediante este acuerdo, el Ejecutivo se compromete a
desarrollar 30 líneas de acción, cinco de ellas en los 100 primeros días, para
hacer frente a la crisis climática y aprovechar los beneficios sociales
y económicos que ofrece la transición ecológica [las palabras “crisis” y
“beneficios” en una misma frase apestan de verdad].
El objetivo de la Declaración es lograr un proyecto de
futuro común [global, secuencial], más justo y equitativo [a ver qué
van a decir ¿la verdad?], que aproveche las oportunidades de la transición
ecológica mediante políticas públicas trasversales, que pongan al ciudadano en
el centro [pero de la diana, lógicamente. Os
aseguro que esa es lo único real de toda la declaración].
Pues mira, entre la “coñapandemia” y el estado fascista de
alarma, la “coñaemergencia” climática y el tan transparente ministerio “para la
transición ecológica y para el reto demográfico”, yo no sé ya ni dónde meterme,
la verdad.
Y es que la dictadura que describe el 1984 de
Orwell se me empieza a quedar a la altura del betún cuando se la pone cara a
cara con esta tecno-tirano-cracia ya en ciernes.
Dicho esto, como clarísimo ejemplo tal vez de la manera que
los jerifaltes de Davos han escogido parar “poner al ciudadano en el centro” de
su comparsa, destaco los esfuerzos de la alcaldesa de Barcelona
para descojonar todo el sistema de recogida de basuras a fin de intentar obligar a
la ciudadanía (“hacer pedagogía” en jerga globalista) a practicar la separación
de residuos:
Barcelona inicia este mes de mayo el despliegue de la
recogida de basura puerta a puerta, en los portales, que está
previsto que en 2025 se haya extendido a toda la ciudad [y después al
resto del país, lógicamente].
Para poner en marcha el nuevo sistema, el gobierno de la
alcaldesa Ada Colau ha comenzado a repartir este lunes entre los vecinos (en la
plaza de la Palmera y en la Fabra i Coats) las cajas que contienen los cubos
para la recogida de restos orgánicos y las bolsas para tirarlos, además de
bolsas para el plástico y metal, y para la fracción resto. En todos los
casos las bolsas llevan un CHIP asociado a una dirección que IDENTIFICA
a cada vivienda. La basura, pues, dejará de ser anónima y
su identificación permitirá, a corto plazo, hacer pedagogía entre
los vecinos que reciclen mal o no reciclen.
El kit que está repartiendo el consistorio incluye un
imán de nevera para que los vecinos sepan qué [cojones] les
toca bajar a la calle cada día (de 20 a 22 horas)
Los vecinos dejarán las bolsas junto al portal de sus
edificios en los días y horarios previstos
El sistema contempla también excepciones. Por ejemplo,
los pañales o residuos humanos (que fermentan y no se pueden guardar una semana
en casa) se podrán tirar en un vehículo que cada día recorrerá el
barrio y tendrá diez paradas. Igual podrán hacer vecinos que no
estén en casa a la hora o el día que toca tirar cada tipología de
residuos.
Pues nada, en los barrios escogidos de Barcelona los vecinos
ya pueden añadir a su apretada agenda cotidiana una nueva tarea cortesía de los
tiranos del Foro de Davos y de la puta Unión Europea:
Planificar adecuadamente sus quehaceres para que puedan
bajar a la calle a la hora que les digan con el tipo concreto
de residuo que les decreten, y bien separadito para que puedan
seguir eliminando puestos de trabajo de las compañías otrora
dedicadas a dicha función.
Lo que haga falta para salvar el planeta. Porque
toda esa mierda de “emergencia climática” es para eso ¿no?
Y si por lo que sea no estás a tu hora en tu portal
como se te ordena, no pasa nada, porque puedes ir corriendo a buscar el
puto camión de recogida por alguna de las diez paradas designadas en su
recorrido.
Pero queda tranquilo, porque según el concejal
correspondiente, la personalización de las bolsas no se ha
hecho para controlar el contenido de las mismas y meterte un multazo si no te
arrodillas ante el pseudo-ecologismo de pacotilla de la
alcaldía, qué va, sino para bonificarte en tus impuestos por buena persona:
“En ningún caso se multará ni se abrirán bolsas, su identificación permitirá… premiar a los que más reciclen”.
Pues nada, acordaos de cuando decían que la colocación de
los distintivos medioambientales de los vehículos eran totalmente VOLUNTARIAS y así os podéis ir
haciendo una idea de cómo parece que va a terminar este engendro.
Sea como fuere, que nadie se deje engañar por los buenos y
verdes deseos de su ayuntamiento, de la UE ni de los chantajistas de
Davos.
Porque, en el fondo, su “coñaemergencia” climática de laboratorio no
es otra cosa que la estrategia deliberada para transferir enormes sumas
de dinero PÚBLICO a bolsillos PRIVADOS con la zafia excusa de un
cambio en los modelos económicos globales, al tiempo que se fríe literalmente al ciudadano con nuevas
tasas e impuestos por cosas por las que ya lleva muchas décadas pagando de una u otra forma.
BIENVENIDOS A LA TIERRA
http://www.bienvenidosalatierra.com/conaemergencia-climatica/
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