INGENIERÍA DEL COLAPSO
EL DERRUMBAMIENTO SISTÉMICO
Me presento: J. Vizcaíno, ingeniero COLAPSÓLOGO.
¿Qué es un colapsólogo?
Aquél cuya profesión/afición es estudiar desde todos los
puntos de vista el posible colapso social de la humanidad, sus causas, sus
consecuencias y las soluciones para evitarlo o, al menos, salir con vida una
vez inmersos en él.
Si no les parece mal a los editores de esta revista, iré
desgranando mi análisis de la situación actual desde el punto de vista de la
Colapsología.
Un Colapso es un derrumbe sistémico, el resultado de un fallo financiero, económico, sanitario, alimentario y violento incontrolables por los medios convencionales: policía y ejército.
Y es incontrolable porque la gente tiene más miedo a las consecuencias del propio colapso que de la represión del Estado. Se produce la histeria colectiva y el uso de la violencia física y las agresiones entre la población.Aquí hay artículos que lo anuncian y desarrollan
perfectamente. Hay aquí mismo uno de Maldito
Hijo de Perra llamado «La senda del Infierno» que es sorprendentemente muy
acertado en cuanto a vaticinios o profecías. Maldito no es un colapsólogo, sino una persona con mucho sentido de
la realidad. Lo ve venir y lo analiza con amenidad, da gusto leerlo, aunque
esté anunciando nada menos que el exterminio sin remedio de la mayor parte de
la humanidad.
Pero la Colapsología tiene que ser más rigurosa. Es una
ciencia y debe responder a muchas preguntas:
Colapso. ¿Cuál? ¿Hay diversos posibles colapsos? ¿Son
compatibles o alternativos? Las causas, ¿son las mismas o diferentes? ¿Colapsos
naturales o artificiales?
El Colapso es, en realidad, el desmoronamiento del sistema
financiero basado en las monedas fiat, sean dólares, euros, rublos o yenes.
Todo colapso se basa en eso. No existe un colapso de la cadena de suministros
que no tenga su raíz en la falla del sistema financiero. El sostén del valor de
las monedas fiat por encima del valor de la vida de las personas es imposible
porque produce un colapso prácticamente caníbal. Lo que se denomina un madmax.
Un colapsólogo sabe que, antes de esa falla a causa de las
monedas, se creará todo el dinero necesario hasta crear un colapso retardado
por inflación. La inflación destruye el ahorro y, con él, a las clases medias.
Las élites se inmunizan contra la inflación mediante la inversión en fondos
como Vanguard o Black Rock y la propiedad inmobiliaria de alto nivel.
Apartamentos en el cogollo de Manhattan.
Las élites saben que su solución es un mixto de inflación y
escasez de liquidez. Mantener ese equilibrio es el reto del Sanedrín Financiero
Internacional para su propia supervivencia. Ante el madmax no quedaría ni uno de ellos vivo.
El sistema económico capitalista se basa en el crédito y en
el crecimiento continuo y moderado. Cuando el crecimiento se detiene se produce
la crisis. Si la crisis no se digiere a tiempo, entonces llega el Colapso.
El Colapso no puede producirse mientras haya liquidez en los
bancos. Significa que se presta para pagar facturas, se adelanta el dinero que
una persona o empresa va a cobrar en el futuro inmediato. La VISA que llevas en
el bolsillo es eso, un anticipo que te vendrá cargado en cuenta el mes que
viene. Gastas hoy y el vendedor cobra enseguida a un costo. Por eso se llama
tarjeta de crédito. Si llevaras el dinero físico en el bolsillo, la liquidez la
tendrías tú. Cuando se fleta un barco cargado de automóviles chinos en Shangai,
algún banco o bancos hacen de VISA.
Cuando no hay liquidez, la VISA te deniega a ti el pago y el
barco no sale para Europa. Hay desabastecimiento porque los bancos centrales no
crean el dinero necesario para que la maquinaria industrial/comercial continúe
funcionando. Obviamente, ese colapso es intencionado. Los bancos centrales,
especialmente el BIS, saben lo que sucederá si cierran el grifo de la creación
de dinero.
Lo que sucede en las crisis de crédito es que la sociedad
restringe sus gastos, compra menos. Y los bancos no financian a las empresas
que fabrican en exceso, que se endeudan más de lo que es sensato. Una empresa
que se ha pasado de frenada ha de despedir trabajadores.
La serie «El colapso» cuenta
las peripecias de la sociedad, de las personas corrientes, para hacer frente a
una crisis irreversible. Al desabastecimiento. Y presenta aspectos puramente
sociales de un derrumbe. La insolidaridad, la violencia y el sálvese quien
pueda. Habla del trueque de bienes y servicios si no hay dinero. No habla de
las causas de que no lo haya. No explica por qué los cajeros automáticos han
dejado de servir billetes ni de por qué las visas no funcionan más.
¿La solución al
colapso del desabastecimiento?
Obvia. Almacenaje de alimentos imperecederos suficientes
para un mes y guardar el efectivo necesario en casa. Si se tienen posibles,
acopiar plata u oro. Almacenar bidones de gasolina poco a poco. Unos 500
litros. Butano, algunas bombonas. Disponer de paneles solares para cubrir el
alumbrado y los frigoríficos. Y lo más importante, tener armas para defender tu
hogar. Porque los depredadores han sido descuidados y no han hecho acopio de
otra cosa que de armas. Los depredadores suelen ser los policías y militares
sin mandos; y los nuevos delincuentes asustados que sacan lo peor de sí mismos.
El Colapso debe esperarse siempre. Sentirse feliz mientras
no se produzca. Y tranquilo ante la perspectiva de que se produjera.
En un colapso de suministros hay que aguantar un mes. Es lo
que tarda el ejército en imponer la ley marcial efectiva y recuperar el orden
social, aunque sea a costa de decenas de miles de muertos. Ni tú ni tu familia
debéis contaros entre ellos.
La primera «aldea autogestionaria discontinua» es la familia
extensa y la cadena de amigos. El problema es que la mayor parte de ellos se
han reído de tus neuras y no hacen nada antes del colapso, por lo que son luego
una rémora. Sin embargo, hay cadenas de personas conscientes que pueden
intercambiar después bienes y servicios sin moneda o con ella.
Las mutuas de ayuda son básicas antes de un colapso. Por
ejemplo: Si un miembro de la cadena es asaltado y robado, los demás lo
reabastecen o, en caso de muerte, se hacen cargo de sus hijos.
Falsos colapsos:
El colapso ecológico o climático no existe, son fenómenos
articulados por el poder global para asustar a los pueblos. El planeta puede
asumir la presencia de 5 veces la humanidad actual. Y mucho antes el control de
natalidad habrá resuelto el problema de la sobrepoblación, estabilizándose la
humanidad en unos 9.700 millones de seres humanos en una distribución no
piramidal, sino cilíndrica. La misma cantidad de personas de cada edad.
Perfectamente asumible con un cambio de paradigma social, verdaderamente
humano.
El colapso alimentario es otro caballo de batalla del
elitismo eugenésico para contribuir al exterminio de gran parte de la humanidad
que, según las élites, les sobra. Una redistribución de la población sobre el
territorio les permitiría vivir en régimen de autoproducción y autarquía. De
modo que, para evitarlo, se impide a la población salir de las ciudades donde
pueden ser controlados y exterminados mediante inóculos envenenados y toma del
control cerebral de las multitudes asustadas.
El verdadero colapso tampoco es el energético, aunque puede
llegar a parecerlo forzado por el poder global. Ya no se abren nuevos pozos de
crudo. Las prospecciones son caras y se han detenido porque no hay crédito para
lo que no es inmediatamente rentable. La producción de crudo irá descendiendo
paulatinamente y el poder global irá exterminando a la población para que la
cuota siga siendo la misma. Y le quedan esas reservas sin tocar.
Todos estos colapsos dirigidos, ficcionados, se dirigen
desde la Sinarquía Financiera a través del colapso del dinero como herramienta
de control global.
Colapso, como concepto, es una disminución brusca o
paralización de una actividad. Si una persona sufre un colapso, su tensión cae
bruscamente por un fallo circulatorio.
Éste que sucede ahora mismo es un Colapso Controlado, lo
cual es un oxímoron. Un colapso controlado no es un colapso sino un cálculo
deliberado que aparenta serlo.
Colapso es una crisis irreversible. Como existen una
reacciones químicas irreversibles. En cambio, esto es reversible como las
reacciones químicas homónimas en las que se regula la presión o la temperatura
para que se vayan decantando en una dirección u otra.
El catalizador que decanta el equilibrio es el dinero
circulante. Si los bancos endurecen las condiciones del crédito a la compra de
vivienda, la construcción se reduce hasta adaptarse a las nuevas condiciones
del mercado cautivo. Pues exactamente igual sucede con el colapso energético.
Si se permite llegar a un punto de no retorno, es el madmax. La alternativa es endurecer las condiciones de vida de la
población sin descontrol:
- La
pandemia es un envenenamiento masivo y voluntario causado por el miedo a
un contagioso virus inexistente. Es la ejecución intencionada de un plan
de exterminio.
- La
alta mortandad es vista desde la ignorancia como consecuencia de una grave
enfermedad. Y es cierto. Pero no por virus. Ese es el engaño.
- Al
ser un colapso controlado, se puede seleccionar la población a exterminar
entre los mayores a los que se inoculan vacunas tóxicas estacionales
(GRIPE) y periódicas (COVID).
- El
tóxico, reduced graphen oxide,
rGO, ha sido diseñado para introducirse entre las sinapsis cerebrales y
los endotelios cardíacos. Esto produce las arritmias en las personas que
podemos ver en los medios no cautivos. Aquello producirá el control de las
voluntades, si esta locura les sale bien.
- Evidentemente,
tal como explica el artículo que encabeza estos comentarios, este plan
requiere el contubernio criminal de gobiernos (nacionales, regionales y
municipales), organizaciones supranacionales como la UE, la OMS y la ONU,
organizaciones financieras, medios de comunicación, colegios de médicos y
sanitarios y organizaciones sociales, como sindicatos y patronales.
- La
coordinación no puede llevarse a cabo solamente en lugares como el Foro de
Davos, Bilderberg o el Club de Roma. Hace falta una fuerza humana
infiltrada en todos los escalones de la sociedad. Esa fuerza ideal existe
y ha alcanzado su máxima fuerza desde inicios del siglo XXI. Es,
efectivamente, la Masonería Internacional, que dispone de más de 6
millones de adeptos que no discuten las órdenes que les llegan desde sus
logias en la sombra. La Masonería infiltra todo el sistema del poder
mencionado en el punto 5.
- Pero
el diseño de la operación de colapso controlado no lo ha hecho la
Masonería convencional. Procede del más alto nivel del poder global. Son
aquellos de los que no se habla jamás en los medios convencionales:
prensa, radio, tv e Internet. No pueden ser denunciados en ninguna clase
de medios porque todos los medios son de su propiedad. Como son de su
propiedad gobernantes y financieros. Si halláis el grupo del que jamás se
habla en los medios, tendréis a los diseñadores de este COLAPSO
CONTROLADO, similar al desplome de las Torres Gemelas que inauguró este
siglo.
Lo que pretende el Gobierno Mundial, que ya existe desde
hace años con nombres y apellidos, es prevenir el riesgo de derrumbe sistémico
que les haría perder todo el poder y la riqueza acumulados durante siglos. Son
los actuales propietarios del mundo.
Las élites tienen previsto incluso ese derrumbe. Las élites
no tienen nacionalidad ni fidelidades a ideas, lenguas ni banderas. Y hace
mucho tiempo que tienen territorios difícilmente accesibles donde retirarse
para no sufrir en sus carnes los efectos del madmax: islas paradisíacas bien surtidas de sirvientes y hembras
jóvenes, sitios como Madagascar, donde tiene su refugio el Rey de España. O la
Tierra del Fuego, donde se halla la nueva Sión.
Pero no van a necesitar esos refugios. Porque han puesto en
marcha la falsa pandemia y el terror del cambio climático. Y con ellos, el Gran
Reseteo y la Agenda 2030. Ambos conducen a la asunción del Gobierno Mundial
impuesto, no electo, a la Gran Dictadura Universal.
Lo que intento comunicarles es que la Colapsología no tiene
nada que ver con ninguna clase de teoría de la conspiración. Lo que intenta es
evitar los derrumbamientos sociales o colapsos sistémicos mediante el estudio
de medidas.
Y lo más importante: Las actuales amenazas conspirativas de
un colapso sistémico son otra punta amenazante del tridente: Pandemias, clima y
colapso social.
No hay quien no prefiera una dictadura mundial antes que el
caos y el crimen generalizados, los asaltos a residencias, las violaciones y
los asesinatos.
Forma parte de la Doctrina del Shock: Crear un Problema,
provocar una gran crisis y aportar una solución impopular, pero en el momento
necesaria.
Preparaos para lo que viene:
Virus SARS-CoV-2, crisis sanitaria y vacunación
generalizada, pérdida de libertades y derechos, lock-down, ciudades de 15
minutos, prohibición del coche contaminante, extorsión social con nuevos
impuestos fundamentados en la sanidad y el clima.
Preparaos para lo que viene o preparaos para morir.
https://acratasnet.wordpress.com/2023/03/16/ingenieria-del-colapso/
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