CLUSTERES POBLACIONALES Y CONTROL IA
Ciudad de 15 minutos: concepto de planeamiento urbanístico, que propone que la mayoría de las necesidades y servicios de los ciudadanos (como el trabajo, la compra, la educación, los centros de salud o el ocio) deberían estar a distancias caminables o en bicicleta, menores a 15 minutos desde cualquier punto de la ciudad. Fuente Wikipedia.
Todo este tema de las ciudades de 15 minutos, no es más que una clusterización de los núcleos urbanos, que a modo de segmentación territorial, trata de reducir las áreas dentro de las fronteras entre territorios, de forma que puedan ser gestionadas por inteligencia artificial. El objetivo físico-material de todo esto, es reducir al máximo la intervención del ser humano en los mecanismos de control poblacional.
Lo que ya sabes sobre control poblacional
En el momento en que estas delimitaciones territoriales y
tiempos de desplazamiento derivan en ley o en normas, es el propio ciudadano el
que pasa a ser el agente responsable de controlarse a sí mismo, para cumplir la
ley, por lo que el número de agentes de control humanos es causalmente más
bajo, al existir ya una autorregulación del comportamiento y un control,
mediante la inteligencia artificial de los desplazamientos.
Este control, no solo se trata de encerrar el entorno poco a
poco, sino de utilizar trazadores ya implementados o en proceso, que a modo
individual sirvan para ubicarnos e identificarnos, sin necesidad de presentar
nueva documentación de forma activa, a ningún agente. Hablamos de trazadores dentro y fuera del cuerpo, seguro que
te suena.
Si unimos esto, al deseo explícito de los gobiernos de
retirar el dinero en efectivo, nos damos cuenta de que cada compra, ingreso o
movimiento, queda registrado conjuntamente con la ubicación. Hablamos
literalmente de una granja sectorizada por parcelas, en la que se agrupan
recintos o clústeres de control, con el fin último de la automatización
artificial de todo el sistema, con un impacto o intervención ínfima humana.
Una explotación agroganadera automatizada como
las que ya existen en la actualidad, salvo que “el ganado” son seres humanos.
Si uno de los individuos, sale de los límites autorizados, automáticamente se
bloquearían todos sus accesos a servicios, transporte y monetarios. Hasta aquí
hablamos de lo que podemos entender como material.
Condicionamiento del plano físico-mental hacia el alma
Ante la imposibilidad por parte de los controladores, de
someter individuo a individuo, optan siempre por el control de masas, asumiendo
que habrá un porcentaje que nunca pasará por el aro y que además, no solo
muestre indiferencia, sino que además reforzará su entendimiento y
convicciones. Si lo han hecho así hasta ahora, es porque les compensan los
números. Ellos lo ven como un riesgo calculado en un corto-medio plazo.
Los controladores piensan en términos de eficiencia y
economía, de hecho toda la estructura de la Matrix física, es un reflejo directo de sus
patrones jerárquicos, donde no tienen cabida las expresiones del alma:
creatividad, improvisación, empatía, altruismo, individualidad, etc. ante lo
cual, ellos proponen una seguridad estructural, basada en un miedo arraigado en
el paradigma material.
Saben cuáles son los límites de la percepción dentro de este
entorno, y juegan todas sus cartas para que no queramos, por decisión propia,
salir de lo que vemos y oímos en el plano material. A pesar de asumir un
descontrol, para ellos residual, dentro de la Matrix, no son capaces de definir
o prevenir la potencial amenaza a su sistema de explotación interdimensional, que
suponemos aquellos que no vamos a pasar por el aro. Esto, les vuelve
descuidados y miedosos, y es cuando se extralimitan en su capacidad de influir,
pasando a agredir el libre albedrío.
Los programas destinados a condicionar nuestro
comportamiento desde el plano mental, están creados para instrumentalizar
nuestras emociones en nuestra contra. De forma que, cuando nos liberemos de
nuestra proyección, entendida como material, sigamos actuando dentro de los
límites, en los que nuestra mente ha sido condicionada. Esto implica, que por
ejemplo, en el momento de desencarnar, actuemos de una forma u otra, o que si
dentro de este entorno, somos capaces de percibir más allá, esto sea para
nosotros un motivo de exclusión, y no queramos desarrollar nuestras capacidades
para “no quedar fuera”.
La ciudad de 15 minutos es un clúster dentro de la
colmena
Una vez que ya tienes a una población dentro de un recinto,
puedes moldearla según las necesidades de la explotación, o sea, los intereses
de aquellos quienes han implantado la explotación. Esto va mucho más allá de lo
físico, porque este condicionamiento continuo y progresivo, lo que trata en
realidad, es de moldear la consciencia que tenemos dentro de este entorno, porque ésta es una de
las puertas de entrada al alma.
Si consiguen moldear o condicionar el consciente, nuestra
respuesta más allá de esta tercera dimensión, estará coaccionada a lo que
entendemos como bueno o malo, correcto o incorrecto, sin salir de una dualidad
limitante. De forma que todas nuestras respuestas o decisiones, queden dentro
de este marco dual, sobre el que los controladores tienen ya parametrizados una
serie de escenarios, diseñados para que el alma, a través de esta experiencia
manifestada en 3D, decida en base a ese marco dual dentro del control arconte.
Visto desde arriba: Imagina un país entero, clusterizado de
esta forma, una ciudad de 15 min. contigua a la otra, con espacios intermedios
intersticiales, de frontera para el transporte estatal autorizado… Yo veo una
colmena, quizás sin seguir un patrón de repetición hexagonal exacto, más
acomodado al terreno y a las condiciones de disponibilidad de recursos, pero
una colmena al fin y al cabo.
Lo chungo de esto, y que más allá del control al individuo,
parece no haberse planteado hasta ahora, es que si consigues tener a un
individuo trazado, a través de su ubicación, sus consumos, sus ingresos, sus
desplazamientos, etc. y en base a ello puedes interferir o bloquear su
actividad, de la misma forma, una unidad urbana, un cluster poblacional como el
modelo de ciudad de 15 min. puede ser interferido, bloqueado o suspendido en su
totalidad.
El control de la IA sobre la colmena
Si la entidad de control IA está programada
según criterios de eficiencia-economía, o lo que los controladores, entiendan
por “seguridad” dentro del plano material, igual que han interferido al
individuo en base a programación mental, comportamiento, consumo y
desplazamientos, en una hipotética situación de “emergencia” como a ellos les
gusta denominar para amparar control sobre la población, pueden apagar un
cluster al completo, sin necesidad de intervención humana.
Este modelo, está pensado en el largo plazo, no sólo como un
control poblacional urbano, sino como un regulador dentro de un mapa global, clusterizado como una
colmena, para tener el control absoluto de la población, de forma que puedan
activarse o desactivarse, estos clústeres a conveniencia. Ese, es el plan
precisamente porque los números les compensan.
En el momento en el que la IA ejecute un comando, no van a
pararse a preguntar ¿qué ha pasado ahí dentro? Básicamente, porque dentro de
estos clústeres solo recibirás información en lo referente a lo que pasa dentro
de tus fronteras, y jamás sabrás que ocurre más allá. Digamos que esta es
la línea de tiempo, a la que nos quieren llevar de
forma progresiva, argumentando motivos ecológicos, control sanitario, control
monetario y control de ubicación y desplazamiento.
¿Por qué este plan no les va a salir?
Porque siguen asumiendo, que la mayoría va a aceptar el
condicionado de sus pautas vitales, biorritmos, trabajo, salud y
desplazamientos. Y aunque así fuera, los controladores calculan para “la masa”,
al resultar la captación individual, un objetivo computable fuera de sus
límites. Para ello, se ha de escalar de nivel y eso ya no es competencia “de
los de aquí”.
https://www.desesperadostv.com/2023/04/ciudades-de-15-minutos-clusters.html
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