LA VIDA EN UNA TRINCHERA DIGITAL
Los guerreros del teclado viven tiempos históricos que deben contarse
Muchos de nosotros estamos viviendo vidas en las que nos
sentimos como si hubiéramos añadido accidentalmente una delirante sustancia
psicodélica a nuestro café matutino y los efectos se negaran a desaparecer. Una
vez que empiezas a ver lo poco que es realmente lo que parece y lo fácil que es
engañar a la gente para que crea mentiras, te desligas de lo que los demás
perciben como "realidad". Una mayor comprensión del panorama general
se asocia a un proceso permanente de duelo por el mundo ingenuo que antes
considerábamos que representaba la totalidad de las cosas.
Años de ingeniería social, inteligencia artificial armada, propaganda mediática, programación predictiva, subversión cultural e iglesias corruptas han dejado a nuestra sociedad desgarrada por fracturas que han roto familias, comunidades y nacionalidades. La vieja "normalidad" en la que nos habíamos acostumbrado a vivir se está desmoronando, y el nuevo mundo se vislumbra en el horizonte, pero aún no ha llegado del todo.
Vemos todos los signos de un nuevo sistema financiero, un nuevo sistema energético, un nuevo sistema sanitario, un nuevo sistema de medios de comunicación y un nuevo sistema social, pero en su mayor parte están todavía "en los márgenes".Nunca habría podido prever la situación en la que nos
encontramos en 2023 hace tan sólo unos años. Es como si hubiéramos ido más
allá del territorio del "cisne negro” para adentrarnos en la extraña
zona del "ornitorrinco púrpura". Uno de los papeles clave que
desempeñan los "guerreros de la información" es proteger la salud
mental y curar los traumas al "ser testigos" de esta lucha colectiva
y recordándonos que no estamos solos en nuestras dificultades. He extraído de
mi cerebro diez cosas que creo que caracterizan lo que estamos viviendo.
1) Trincheras virtuales. Los últimos años
han estado marcados por interminables horas chateando en Signal, FaceTime,
Zoom, WhatsApp y Telegram. Hemos formado comunidades muy unidas de
simpatizantes y confidentes, aunque nunca hemos conocido a muchos de ellos en
persona. Como resultado, nuestras realidades están algo distorsionadas: la
sensación virtual de la presencia del otro que emana de un dispositivo electrónico
no es lo mismo que encontrarse cara a cara, y necesitamos esa
proximidad física. Las trincheras virtuales pueden crear relaciones
intensas con nuestros compañeros de resistencia, pero a costa de la tensión o el abandono de nuestro entorno inmediato.
2) Ciudad de los chivos expiatorios. A nuestros
seres queridos les han vendido la mentira de que todas las normas
"progresistas" o "woke" son éticas, solidarias,
desinteresadas, respetables y justas. Para ellos, aceptar exactamente lo
contrario supone un profundo desafío a su autoimagen y a su confianza en la
autoridad. Con el fin de defender su psique contra la muerte de su ego, tienen
que separarse de nosotros y ver a todos los conspiracionistas como "malas
personas". Nos convertimos en los receptáculos de su trabajo inacabado
sobre su "lado oscuro" y, en consecuencia, en el chivo expiatorio.
Excluidos y condenados al ostracismo, nos vemos incapaces de llorar
adecuadamente todas esas relaciones estancadas en animación suspendida mientras
los que amamos caen víctimas del hechizo de las "mentiras de moda".
3) Dificultades financieras. Defender tus principios
y negarte a obedecer al mal a menudo cuesta carreras, empleos, clientes,
ascensos y proyectos. Al mismo tiempo, podemos enfrentarnos a trastornos en nuestras
vidas a medida que los reconfiguramos en torno a una realidad social cambiada.
Los precios en las tiendas se disparan, nuestras economías se desmoronan y nos
enfrentamos a los costes de prepararnos para los tiempos difíciles que se
avecinan. Las luchas contra autoridades corruptas nos llevan a gastar energías
que de otro modo emplearíamos en ganarnos la vida. Es habitual que los
patriotas necesiten la ayuda de los demás para seguir luchando contra la marea
de la traición.
4) Invisibilidad cultural. Nuestro enemigo debe crear
un falso consenso, engañando a las personas de buena voluntad para que
renieguen de su conciencia a fin de obedecer agendas ocultas. Las películas,
los videojuegos y las telenovelas celebran estilos de vida, situaciones y
morales que repugnan a muchas personas (si no a la mayoría). El hombre o la
mujer corrientes que luchan contra el totalitarismo estatal y los crímenes del
gobierno son denigrados y vilipendiados. La corrupta cultura de masas hace todo
lo posible por fingir que la cultura de los guerreros de la información no
existe o no importa, distorsionando su apariencia para convertirla en lo
contrario de la realidad. A su debido tiempo, nuestras verdaderas historias se
contarán.
5) La alienación del entretenimiento. Solía ir mucho
al cine en los años 90 y principios de los 2000. Leía revistas como The
Economist mientras hacía interminables viajes en avión por mi trabajo de
consultor. Iba a obras de teatro y musicales convencionales y, de vez en
cuando, a conciertos de música electrónica a todo volumen. Incluso leía
alguna que otra novela, aunque con poca frecuencia. Muchos de nosotros sentimos
ahora que las cosas que nos entretenían en el pasado están perdiendo su
atractivo, y no sólo porque nos estemos haciendo mayores. Vemos los mensajes
ocultos y hemos aprendido a desconfiar de la programación mental, lo que hace
más difícil relajarnos y sumergirnos en los universos de ficción.
6) Toma de conciencia histórica. El "cosmos
conceptual" en el que vivimos se amplía a medida que somos más conscientes
de que las cosas no son lo que parecen. La idea de una historia oculta gana
credibilidad y se convierte en el nuevo modelo por defecto. Miramos con otros
ojos los edificios antiguos, los monumentos, las exposiciones de los museos,
los mapas y libros antiguos, las iglesias bien trabajadas y los grandes
edificios bajo una luz de comprensión completamente nueva. Electricidad,
sonido, curación, genocidios, inundaciones, huérfanos, reinicios... es todo un
nuevo mundo de aprendizaje, como una vuelta al jardín de infancia. Estar en la
ciudad, este circuito impreso de flujos de energía, adquiere una nueva
dimensión, no siempre fácil de comprender.
7) Curación creativa. Al desconectar de
la falsa cultura que nos rodea, buscamos terapia para nuestra alma herida. La
naturaleza, la artesanía, la jardinería, la cocina, los paseos, la navegación,
el yoga y las mascotas parecen llenar el vacío que antes ocupaba el
entretenimiento. La creatividad sube puestos en nuestra lista de prioridades y
nos proporciona una felicidad que otras formas de ocupación no pueden igualar.
La pintura, la fotografía, la escritura... y un sinfín de aficiones nos dan
sentido a nuestras vidas y abren oportunidades de interacción social a medida
que abandonamos las formas de entretenimiento que antes nos cautivaban. Nos
curamos a través de nuestros actos de expresión divina que nos devuelven a un
estado más lúdico de asombro infantil.
8) Problemas de persecución. A nivel estratégico, la
guerra ya está ganada, ha terminado incluso antes de empezar. Puede que la
cabeza de la serpiente haya sido cortada, pero los que vivimos en el mundo
cotidiano todavía nos enfrentamos a las últimas sacudidas de la matriz
moribunda de la esclavitud. Empresas de servicios públicos codiciosas, la policía
local “woke”, vecinos malintencionados, ayuntamientos corruptos, impuestos
exigidos por Estados genocidas... Tenemos que mantener a estos lobos
alejados de nuestra puerta todo el tiempo. Las leyes parecen aplicarse sólo a
nosotros, nunca a ellos. Hay que elegir las batallas, cambiando los principios
por las consecuencias. Una vez que has decidido luchar no puedes dar marcha
atrás, así que debes aceptar las heridas como parte de la vocación del
guerrero.
9) Anticipación paradójica. Recuerdo con diversión mi
propio anhelo de los últimos años por una resolución rápida. La extracción de
la sociedad de las fauces del mal, y la inversión de décadas de lavado de
cerebro, es un proceso y no un acontecimiento. Puede que se produzcan momentos
de catarsis rápida, pero el tema dominante es ver fechas que van y vienen, sin
que se produzcan los acontecimientos específicos esperados, pero extrañamente
se producen más avances de los que habíamos imaginado posibles. Cada día que
pasa comprendemos mejor la magnitud del problema al que nos enfrentamos y la
increíble velocidad a la que lo resolvemos. El día en que "eso"
ocurra y la sociedad empiece de nuevo será también el día en que hayamos
conseguido desprendernos de nuestra obsesión por las fechas arbitrarias.
10) Paz interior. Quizá sea sólo cosa mía, pero al
defender tus principios e insistir en tu soberanía te ahorras muchas tragedias
para tu alma. El cuerpo y la mente pueden seguir afectados por las turbulencias
del mundo material, pero en el fondo aceptas quién eres, tus defectos, tus
limitaciones y ya no toleras todas las tonterías que solías tolerar.
Las relaciones codependientes, el abuso emocional, el deseo
narcisista… todos esos ciclos interminables de violencia contra uno mismo,
sentirte atrapado o buscar distracciones, pierden de repente su
atractivo. Ser un guerrero de la
información te da confianza en tu capacidad para discernir y desprenderte de
las creencias y comportamientos completamente insensatos de otras personas.
Puede que te resulte útil reflexionar sobre dónde te
encuentras ahora y evaluar en qué medida esto difiere de lo que podrías haber
previsto hace dos, cinco o diez años. ¿Qué caracteriza este periodo para ti?
¿Qué has descubierto de ti mismo que no apreciabas antes? ¿Qué es lo que
“interiorizas” que desearías haber sabido y podría haberte ahorrado la
angustia? ¿Qué partes de tu vida todavía están atrapadas "en la
matriz" y necesitan energías para desbloquearlas? ¿De qué manera
estás contribuyendo al mundo mejor que está por venir, y en qué luchas deberías
investir?
Una vez que el sistema financiero haya sufrido un vuelco y
los juicios por traición se retransmitan por televisión, estaremos demasiado
absorbidos por la magnitud del cambio como para tener tiempo de reflexionar.
Así que este es un buen momento para reflexionar.
http://www.verdadypaciencia.com/2023/04/la-extrana-realidad-de-la-vida-en-una-trinchera-digital.html
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