CONSTRUYAMOS NUESTRO NUEVO MUNDO
Este es nuestro momento
Queridos seres humanos, hermanos y hermanas de todo el mundo:
Nos encontramos en un momento crucial de la historia de
la humanidad. Los
controladores globalistas y aquellos que han esclavizado esta tierra por eones,
están siendo expuestos y cada día encontramos evidencia de más corrupción,
engaño, mentiras, maldad insondable y la oscuridad que vemos parece volverse
más espesa a nuestro alrededor.
Nuestra comprensión de la mentalidad de la cábala satánica ha evolucionado enormemente, vemos su agenda de despoblación, el envenenamiento de la humanidad a través de la guerra biológica y tecnológica, el alcance del control mental, el abuso de poder, la propaganda de los medios de comunicación, la incitación artificial de guerras con fines de lucro y el caos.
Vemos pandemias creadas para hacer dinero para las compañías farmacéuticas corruptas que rutinariamente matan a la gente bajo el disfraz de la asistencia sanitaria, vemos nuestro dinero, por el que trabajamos tan duro, perderse en los billones de dólares en proyectos negros, que como ahora descubrimos, se ha utilizado para promover nuestra vinculación, la red de control mental de la nanotecnología conectada por satélite, superordenadores cuánticos, IA.Descubrimos que nuestras agencias de inteligencia son
criminales implicadas en el tráfico de drogas y de personas, en la
persecución de civiles, la vigilancia y el control y constituyen la red de
aplicación de la cábala satánica – y en conjunto no están al servicio de los
ciudadanos de los países y tampoco lo está nuestro sistema de justicia.
Entendemos que nunca tuvimos elecciones libres, que
todos los líderes fueron elegidos por su capacidad de ser marionetas
controladas y que todo ha sido un espectáculo montado por un gobierno en la
sombra.
Mientras nosotros, el
pueblo, nos entreteníamos en los «coliseos descerebrados de Roma», que en términos modernos es la
industria del entretenimiento, los ambiciosos e inteligentes banqueros de la
cábala, los científicos y las sanguijuelas sedientas de poder y carentes de
conciencia violaban nuestro mundo y a nuestros niños. Según algunas estimaciones, se trafica con 8
millones de niños al año en todo el mundo. Comprender tal maldad es
alucinante.
Las corporaciones
multinacionales admiten que pueden comprar senadores por 10.000 dólares y lo hacen
todo el tiempo, cuando la mayoría de los políticos de ambos partidos se niegan
a reconocer el genocidio a través de un arma biológica y tecnológica de destrucción masiva vendida a la gente
como las vacunas Covid y el movimiento transgénero mutila y esteriliza a
nuestra futura generación retorciendo sus mentes en la propaganda comunista…
En medio de toda esta horrible realidad emerge
nuestra luz espiritual.
Nosotros, la gente de esta tierra, tenemos que
reimaginarnos a nosotros mismos.
Ningún militar va a venir a salvarnos, fueron ellos los que
hicieron toda la investigación para matarnos. Son los militares los que están
atacando a civiles inocentes.
Nuestro gobierno es corrupto más allá de la redención, y las
instituciones como la FDA que fueron literalmente fundadas por criminales,
siguen siendo sólo una puerta giratoria de la muerte por Big Pharma.
Estos lugares de corrupción de culto a la muerte deben
ser desmantelados. Pertenecen al
basurero del pasado, como una horrible pesadilla que no queremos volver a
tener. Crear un nuevo paradigma, un nuevo mundo sin los
señores oscuros es importante y es imperativo ahora.
El Señor de los
Anillos es mi película e historia favoritas. Representa para mí dónde
estamos en nuestra historia.
Los Orcos han dejado las sombras ocultas y son visibles a plena vista,
arrancando nuestros árboles de la tierra, es decir, destruyendo la naturaleza
con geoingeniería, bioingeniería, pesticidas y toxinas, y un ejército de Orcos
zombis están marchando para exterminar todo lo que es bueno en esta
tierra.
Nosotros, los rebeldes que decimos no a esto, somos la
hermandad, formada por representantes de todos los seres de la tierra –
elfos, hobbits, magos, parias, humanos – que nos unimos para luchar contra esta
amenaza.
Tenemos que arrojar el anillo del poder al fuego de Mordor,
que representa nuestra codicia humana, nuestra ansia de poder, nuestra
destrucción, manipulación, engaño, corrupción y perversión.
Se trata de un viaje tanto interior como exterior.
Tenemos que
transformarnos, para no llegar a ser como la vieja guardia codiciosa de
este mundo, los Nazgul, los
Espectros del Anillo – reyes humanos codiciosos que cayeron en la
oscuridad, adictos al poder como muertos vivientes. Debemos purgarnos de los
siete pecados capitales, no sólo por una razón religiosa, sino porque el
superordenador de control mental de inteligencia artificial que monitoriza
todas las funciones cerebrales humanas puede encontrar la frecuencia y la firma
de esto en un cerebro humano y utilizarlo para insertar virus mentales, o
hackear la mente humana…
De ahí que poseer y hacer sabias la Avaricia, la Ira, la
Lujuria, la Envidia, la Gula y la Pereza sea una purificación espiritual
necesaria, para que tengamos en nuestro interior la plataforma evolutiva que
pueda crear un nuevo mañana.
Las elecciones que hacemos hoy crean los cimientos de nuestra
civilización futura. Si queremos ser libres, debemos aprender a amar.
El Amor Divino, no la usura química y el engaño, nos mantiene en el estándar más alto de la
elección evolutiva del alma y la realización de la Unidad. No es
que realmente haya bueno o malo, porque todas las experiencias conducen a la
sabiduría. De alguna manera hemos sido todo lo que vemos en este mundo.
Pero en algún momento -podríamos llamarlo un «Gran
Despertar»- tenemos que hacer una pausa, echar un vistazo a nuestro mundo y,
como civilización, preguntarnos individualmente: ¿Cuáles son las consecuencias
de mis elecciones de hoy, no sólo para mí, sino para mi familia, mis hijos, mi
comunidad, el mundo en general y el futuro de la humanidad?
La gente puede seguir yendo a los coliseos para ignorantes,
a los juegos deportivos viendo a hombres adultos correr tras una pelota, llamar
a eso heroico y valorarlo en millones de dólares de salario – o podemos apagar
la televisión y leer un libro sobre nanotecnología, un arma de destrucción
masiva que amenaza nuestro mundo.
Podemos quejarnos y criticar a otros que trabajan para ayudar a este mundo y a nuestra especie a sobrevivir, escondiéndonos con seguridad en la autoimpuesta victimización y complacencia esperando que venga algún salvador y mejore las cosas, o podemos levantarnos, educarnos y rediseñar nuestro mundo.
No hay un PLAN, en algún lugar ahí fuera. NOSOTROS
SOMOS EL PLAN. Nosotros, tú y yo, y todos los que decidan despertar,
somos el plan.
Nos arremangamos e imaginamos, creamos y construimos un
nuevo futuro a partir de las cenizas de todo lo que es viejo y ha caído.
Somos los exploradores de nuevos horizontes. Decidimos lo
que hemos aprendido de las decepcionantes rupturas de corazón de la historia
humana, el sufrimiento de la esclavitud, las muertes sin sentido de nuestros
seres queridos y amigos, nuestra irresponsabilidad y complacencia de dejar que
un pequeño grupo de arrogantes banqueros y sus señores esclavicen a todo un
mundo y a la civilización. Su juego termina cuando nos hartamos.
Ahora que hemos visto el hambre de poder, la competencia, la
destrucción de la vida y comprendido las consecuencias de tales actitudes que
nosotros mismos mantenemos como un microcosmos de nuestro propio mundo personal
que afecta y refleja el mundo más amplio, podemos decir: se acabó.
Puede comenzar una reflexión interna, una reivindicación
de nuestra voz interior, una conversación con nuestro yo espiritual que podría
sonar así:
«No competiré contra mi prójimo, mi hermano, no me dejaré
llevar por la mentira y el engaño para enriquecerme, no traicionaré a mi propia
alma, ni seré un cobarde que se vende y en mi elección miles quedan mutilados,
heridos y asesinados.
Ya no viviré en la zona de confort de la aceptabilidad
social, la prisión del rebaño de ovejas que sigue a cualquier falso líder hasta
la zanja.
Ya no esconderé la cabeza en la arena ni ignoraré los
horrores de todo lo que ocurre a mi alrededor sólo para mantener un sueldo y la
seguridad de un empleo o la aprobación de mi familia y amigos.
No seré una víctima quejumbrosa que se sabotea a sí misma
por la adicción a la heroína de llamar la atención de los muertos vivientes.
Ya no me ataré a aquellos que se niegan a cambiar, sino que
me liberaré, dejaré ir, me rendiré y perseguiré mi propio camino.
Me perdonaré por lo que he sido, pasaré por un bautismo de
fuego y me elegiré a mí mismo como parte del futuro.
En eso, me vuelvo sabio, puedo perdonar a otros, que han
estado tan perdidos como yo, y empezar de nuevo.
Seré responsable de mis pensamientos, de mis palabras, y de
mis actos como miembro ilustrado e inteligente de la especie humana.
No me degradaré al mínimo denominador animal posible,
sino a mi visión más elevada y noble de lo que podría ser.
Con ello, contribuyo a un mundo mejor y me convierto en el trampolín
de una civilización evolucionada».
Me gusta mucho la cita que utiliza David Meiswinkle, Presidente de
National ARM – tenemos que crear una sociedad paralela que deje
obsoleta a la antigua.
Eso significa que tenemos mucho que crear. Tenemos que
replantearnos muchas cosas. ¿Quiénes queremos ser? ¿Qué hemos aprendido
observando tanta oscuridad degenerada? ¿Cómo manejaremos la Justicia cuando millones
de personas participaron en la esclavización de la humanidad, el tráfico, la
violación y el asesinato de nuestros niños?
ARM Nacional ha hecho un llamamiento a la acción. Hay
25 áreas de consideración y si estás interesado en hacer algo sobre cualquiera
de estos temas, pon tu información y veamos qué podemos organizar, cómo podemos
trabajar en red juntos para empezar a imaginar nuestra sociedad y futuro
paralelos.
ARM Nacional – Llamada a la acción: ESTE ES NUESTRO MOMENTO.
MANOS A LA OBRA.
La Dra. Ana Maria Mihalcea, es médico con un doctorado en patología y más de 20 años de experiencia clínica. Es la Presidenta de AM Medical, una clínica antienvejecimiento. Su filosofía de tratamiento gira en torno al potencial curativo del paciente, y gran parte de su misión es revolucionar la forma en que pensamos sobre la salud.
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