Desde el comienzo de la civilización hubo
guerras, todas ellas por motivos que escapan a la comprensión del común de los
hombres, aunque su causa sea conocida por la mayoría, sus propósitos son sólo
conocidos por unos pocos. Todas ellas fueron “santas”, aunque ahora no lo
comprendan. Pero sólo una fue librada por el trofeo que todavía ahora se
disputan, el Lhumanu. Esta guerra no sólo fue librada en la tierra, sino
también en el cielo, y sus protagonistas y verdaderos actores aún hoy siguen en
batalla. Lo que voy a relatar no será de su agrado, pero es la pura y cruda
realidad. Más allá de todo preconcepto, idea, valor, creencia, emoción o
sentimiento, está la realidad general, la que muestra la verdadera cara de
dios, que es el rostro del hombre. No entraré en detalles, sólo relataré lo
suficiente como para comprender el verdadero propósito de Adolf Hitler y la Segunda Guerra
Mundial, para que comprendan a que clase de fuerzas nos estamos
enfrentando desde 1943 y cual es su verdadero propósito.
Lo
primero que tienen que comprender es que nada sucede en la realidad subjetiva
sin que antes haya sucedido en el plano mental, donde se mueven las luces y las
sombras y en el plano etérico, donde se mueven las proyecciones mentales de los
Seres. Como la palabra plano puede suscitar distintas interpretaciones, usaré
para referirme a ellos el término espacio matricial EM, que ya conocen y define
más correctamente el concepto. El EM mental está compuesto en nuestra realidad,
por una matriz 3x5 de 15 realidades de cinco dimensiones cada una, que se
desplazan por un entramado tetradimensional y el etérico por una matriz 3x6 de
18 realidades de seis dimensiones, que se desplazan por un entramado
pentadimensional (no se tome como dato real y exacto, es sólo figurativo para
el ejemplo). Ambos EM se encuentran en un sustrato de energías llamado sustrato
“e”.
Podríamos
definir al sustrato “e” como el “espacio madre aún sin definir por una matriz”,
espacio en estado virgen compuesto por lo que la ciencia llama Boson de Higgs,
que no es otra cosa que la célula madre de la materia, prana, akasha, éter, el
espíritu del Do, energía cuyo vaet es cero negativo (0-), a la que yo llamo
Merkaba Primordial MP, por sus propiedades o características “físicas” de transformación
en espacios matriciales y como vehículo de desplazamiento interdimensional. Si
la suma de los vaet (0-) de los MP es par, el resultado del producto es la
materia, si la suma de los vaet (0-) es impar, el resultado del producto es la
energía. O sea, (0-)x(0-)=(0+) materia, (0+)x(0-)=(0-) energía, de ahí la
importancia de la sangre aria cero negativo (0-) que buscaba el Tercer Reich,
porque representaba la energía o Vril del Do, el Merkaba Primordial capaz de
transformarse en cualquier forma de materia o energía y de desplazarse entre
espacios matriciales (realidades). La campana, y los proyectos Vril y Haunebu,
son un ejemplo de su implementación por parte de los nazis. También por eso
dije en el artículo “la tercera
energía” “…la
unidad de carbono humano tiene las energías negativas por afuera de él,
rodeándolo con el entramado de la realidad, y la energía positiva por dentro,
en su interior, como el núcleo del átomo,…” Aclarado
esto pasemos al relato. Intenten leerlo desde el punto de equilibrio del Ser,
sino, se formará un vórtice que le impedirá su correcta interpretación y
lectura.
La
historia oficial de la
Segunda Guerra Mundial, pueden encontrarla en cualquier buen
libro de historia moderna y contemporánea o en la red, así que obviaré detalles
de los acontecimientos y las partes involucradas. Si algo la diferencia de
todas las otras guerras es su gran misticismo, tanto por el Tercer Reich como
por la coalición, tanto uno como otro estaban “asesorados” por videntes y
místicos para llevar a cabo sus campañas y acciones. No se daba ningún paso sin
antes consultar al “astrólogo oficial” y al “oráculo”.
Este
proceder fue causado por el propósito detrás de la guerra, y sus verdaderos
generales, las luces y
las sombras, los Siddhas leales
y traidores que contactaron a las partes desde el EM mental y etérico antes y
durante la guerra. Adolf Hitler y el Tercer Reich representaban a los Siddhas
leales, (raza aria) y Franklin Delano Roosevelt y la coalición, a los Siddhas
traidores, (raza judía). Hitler toma la runa sig como representación de Wotan y
su causa, y la cruz esvástica como representación del propósito, pero eso es
otra historia en otro momento. Cada decisión y movimiento tomado por las
partes, era decidido primero por Baphomet para los Siddhas traidores y por
Wotan para los Siddhas leales. Tanto uno como otro se disputaban la propiedad
del rebaño (Pasú), uno por derecho histórico (Wotan) y el otro por derecho
legal (Baphomet). Históricamente el Lhumanu le pertenece a Wotan por ser
creador del Manú original, y legalmente le pertenece a Baphomet por ser el
manipulador genético a través de la cruza con el Lhulu.
Como
los judíos representaban y respondían a Baphomet y a los Siddhas traidores
desde el pacto, las
órdenes dadas a Adolf Hitler a través de Heinrich Luitpold Himmler por los
embajadores de Wotan, ETs nórdicos, fue la del exterminio de la raza del pacto
que llevaba a cabo las órdenes de Baphomet en la tierra. Este exterminio ya se
había iniciado en el EM mental y etérico antes de comenzar en el plano físico,
así que estaban muertos antes de morir como estuvieron vivos antes de nacer. Al
ver que perdían la batalla, Baphomet ordena a través de sus embajadores, los
ETs grises, que se abra un portal de paso entre EM para que sus huestes accedan
a esta realidad. Bajo la cortina del experimento Filadelfia, (proyecto Arco
iris) se crea un enlace de bifurcación espacio-temporal, por donde ingresan al
espacio matricial 4x4 desplazándose por tres planos matriciales, uno del mental
y dos del etérico hasta el acceso por el portal creado en Montauk Point en
1983 en vez de en Filadelfia en 1943, creándose un bucle de recurrencia
por donde se saltó de realidad a la línea de tiempo actual donde Adolf Hitler,
misteriosamente pierde la guerra.
Nadie
se explica como el Tercer Reich con el avance tecnológico que disponía, las
armas y los hombres, termina perdiendo ante la coalición en menos de dos años a
partir del 20 de Julio de 1943. Bueno, explicaciones hay muchas, pero ninguna
real y convincente. Si el Tercer Reich hubiera ganado la guerra, como la ganó
en otra realidad, el reinado de Baphomet y la elite mundial hubiera terminado,
aunque quizás comenzaría el reinado de Wotan, que pareciera ser más generoso
con el Lhumanu dándole no la libertad, pues seguiríamos en manos de los Siddas
leales, las luces de este juego, pero si el conocimiento y una edad de oro para
el hombre y la humanidad a través de la filosofía y el conocimiento ancestral
hiperbóreo.
Ahora,
la batalla continúa porque las luces y las sombras conviven con nosotros, y
usan nuestros cuerpos para manifestarse en la materia. El ruido mental es su
protección, porque no deja escuchar al Ser. El continuo traqueteo de nuestros
pensamientos, aquellos que nos torturan cada día con triviales problemas,
emociones y sentimientos, evitan que se produzca el silencio que nos deje
escuchar la voz de nuestro Ser, las voces del silencio que nos sacarían del
ensueño inducido por las luces y las sombras en su eterna lucha por nuestra
posesión. Adolf Hitler no fue ni bueno ni malo, fue un instrumento de las luces
y las sombras que cumplió con un propósito no decidido en este mundo. Adolf
Hitler pudo haber sido usted o yo, intentando ganar una guerra que no es
nuestra, por un trofeo que no nos pertenece, con medios que no son los
correctos, por ideales grandiosos pero con equivocados y ocultos propósitos.
Hoy,
67 años después, la guerra continúa pero en nuestras mentes, en nuestro
interior con yoes que responden a los leales y otros a los traidores, con acontecimientos
producidos por nosotros pero ideados y ejecutados por ellos desde la protección
de nuestro interior. El final ya está marcado, un nuevo amanecer se ve en el
horizonte, un amanecer que no verán todos pero sufrirán todos, un amanecer
donde sólo el Humano disfrutará de su luz, un amanecer donde el Do se hará
cargo y las luces y las sombras volverán a donde pertenecen, al sustrato “e”
para volver a empezar nuevamente con el movimiento del péndulo del bien y del
mal de los opuestos que forman la energía de esta realidad.
Los
embajadores del Do ya están aquí. Son las voces del silencio que nos hablan de
mil formas para guiarnos hacia el nuevo amanecer, sólo tenemos que callar y
escucharlas, el resto, ocurrirá cuando deba ocurrir.
No me
crean, no crean nada de lo que digo, callen, escuchen la voz del silencio y
créanse a ustedes mismos.
Resulta complejo explicar todas las concepciones sobre la realidad del humano incluyendo su inclusión en los diversos espacios matriciales. Por eso os dejo este vídeo que lo resumen de manera sencilla:
ResponderEliminarDesde la personalidad hasta la materia
http://www.verfractal.es/2013/04/desde-la-personalidad-hasta-la-materia.html
Un saludo.