¿SE ACERCA UN FALSO CONTACTO EXTRATERRESTRE?
Prepárate. Se aproxima
el evento que centrará el interés público mundial durante décadas…
El
acontecimiento que será calificado como “la mayor noticia de la historia”.
Quizás ahora
te parezca una fantasía…pero por lo visto, pronto “contactaremos con
extraterrestres”. Y cuando eso suceda, ya nada volverá a ser igual. El mundo
cambiará para siempre.
Los indicios
de que ese momento se aproxima los tienes a tu alrededor. Cada vez hay más
pistas que indican que ese momento se acerca…
Pero no te
confundas. El objetivo de este artículo no es convencerte de la existencia de
civilizaciones alienígenas, ni tampoco convencerte de lo contrario. No
hablaremos ni de ovnis, ni de abducidos, ni de bases militares secretas. Eso
entra dentro de las creencias y el criterio de cada uno.
El objetivo
de este artículo es alertar de una posible manipulación a gran escala
relacionada con este presunto “acontecimiento histórico”.
Y es que,
aunque mucha gente piense lo contrario, a las élites que gobiernan el mundo les
interesaría sobremanera dar una noticia como ésta; el descubrimiento de una
civilización extraterrestre representaría el espaldarazo definitivo para sus
planes de dominación planetaria. Sería su jugada maestra, su jaque mate, el
mayor engaño de la historia de la humanidad.
Tengamos en
cuenta que para llevar a cabo una manipulación de tal magnitud, solo hace falta
sembrar adecuadamente la mente de la población para que el engaño arraigue…y
como indicamos en un anterior artículo titulado EXTRATERRESTRES Y MANIPULACIÓN
SOCIAL, ese condicionamiento mental ya se ha producido en las últimas décadas.
La cultura
popular ya tiene plenamente integrados los conceptos necesarios: solo hace
falta vehicularlos de la forma más conveniente.
Así pues,
las fichas ya están sobre el tablero…solo queda decidir cómo y cuándo ejecutar
el movimiento definitivo.
CÓMO ESCENIFICAR EL CONTACTO EXTRATERRESTRE
Para llevar
a cabo una maniobra de este calado, es necesario alcanzar un perfecto equilibrio
entre el impacto que cause la noticia, la credibilidad que se le otorgue y los
efectos que provoque.
Tengamos en
cuenta que estamos hablando de la escenificación pública y orquestada de un
falso contacto extraterrestre y por lo tanto, de una operación tipo “falsa
bandera”.
Alguna gente
pensará automáticamente en la aparición de enormes naves extraterrestres
surcando nuestros cielos, al más puro estilo película de Hollywood o imaginará
a falsos enviados alienígenas, grabados por las televisiones en directo,
visitando la Casa Blanca y presentando credenciales.
Esa es una
visión ingenua y algo peliculera, propia de los sueños más fantasiosos de un
niño. En las redes ya hay supuestas teorías al respecto, como por ejemplo, el
esperpéntico “Proyecto Blue Beam”.
Pero basar
un engaño en este tipo de artificios visuales sería un grave error, por
múltiples razones.
La razón
principal es que requeriría un presupuesto enorme, un equipo de personas
encargadas de llevarlo a cabo demasiado amplio y una excesiva complejidad. Y
como todos sabemos, como más complejo es un plan, más variables deben
controlarse, más cabos sueltos pueden quedar y consecuentemente, más
probabilidades hay de que se produzca un error que eche al traste todo lo
planificado.
Por lo
tanto, para que un plan de este tipo funcione, debe ser simple y efectivo.
Y ante todo,
plausible y realista.
Si las cosas
se hacen de la “forma correcta”, la verdad es que no veremos ni a un solo
extraterrestre. Ni una sola nave espacial. Ni tan solo una luz misteriosa
surcando los cielos.
No serán
necesarios.
Porque la
dirección de una maniobra como ésta no debe recaer en manos de un director de
cine y un grupo de especialistas en efectos especiales.
Debe recaer
en manos de un “guionista”, es decir, de un narrador.
Y es que en
este caso, sorprendentemente, el mayor efecto se conseguiría con la opción más
simple y barata.
Lo único
necesario sería…una señal de radio y una buena historia.
Tan simple
como eso.
LA SEÑAL
La mejor
forma de iniciar una maniobra de esta índole consistiría en simular la
recepción de una “señal sutil” en un radiotelescopio, como pueden ser el famoso
radiotelescopio de Arecibo, en Puerto Rico o el ALMA (Atacama Large Millimeter
Array), por poner un par de ejemplos.
Esa señal
sería debidamente construida en su origen; los datos serían “fabricados” con el
fin de que pareciera que proceden, inequívocamente, de una fuente inteligente y
compleja, es decir, de una civilización extraterrestre avanzada.
Una vez
fabricados, esos datos serían suministrados a las redes de análisis
correspondientes en los organismos científicos encargados de ello, como pueden
ser universidades, centros de investigación o las redes del proyecto SETI.
Pero el gran
descubrimiento no se haría público de forma inmediata…
OCULTACIÓN Y NEGACIÓN
La clave
para otorgarle credibilidad, residiría, precisamente, en ocultarlo inicialmente
a la opinión pública.
Al
principio, convirtiéndolo en un rumor basado en informaciones parciales y
contradictorias, publicado en alguna revista o web especializada en ciencia y
tecnología, que rápidamente sería negado por fuentes “científicas oficiales”,
calificando las conclusiones de “apresuradas y basadas en una mala
interpretación de los datos”.
Esa negación
oficial sería la clave.
Porque una
vez realizada esta primera negación oficial, solo haría falta poner en marcha
la maquinaria de los medios ufológicos alternativos, que se encargarían de
convertirla en una teoría de la conspiración.
Entonces, el
anzuelo ya estaría echado.
Miles de
voluntarios, apasionados de la ufología y deseosos de destapar “conspiraciones
extraterrestres”, se encargarían de realizar el trabajo sucio, difundiendo el
rumor de forma gratuita y aportando sus propias interpretaciones sobre los
hechos.
No importarían
en absoluto las invenciones y los disparates que éstos pudieran inventarse o
elucubrar, pues todos ellos, contribuirían involuntariamente a la creación del
caldo de cultivo necesario.
Ese es el
papel que desempeñarían los medios alternativos, la mayoría de forma
inconsciente e involuntaria.
Aunque entre
ellos habría una pequeña minoría selecta al servicio de la trama, que de forma
premeditada, conduciría al resto del “rebaño alternativo”.
EL HÉROE
Sería
entonces, una vez se hubiera generado el ambiente idóneo en los círculos
conspirativos más entusiastas, cuando aparecería la figura del “héroe
filtrador”, el “paladín de la verdad”, al más puro estilo Edward Snowden o
Julian Assange.
Un heroico
científico o astrónomo que, saltándose las instrucciones de sus superiores o el
secretismo impuesto por las autoridades, haría público el descubrimiento en
algún periódico o medio oficial.
Su mensaje
sería: “Es la noticia más grande de la historia de la humanidad ¡No podemos
ocultarla! ¡La población debe saberlo!”
LA GRAN REPRESENTACIÓN
Llegados a
este punto, los hechos se precipitarían.
Al
principio, un manto de silencio oficial lo cubriría todo.
Los jefes de
estado y los altos mandatarios se negarían a hablar del tema en las ruedas de
prensa, interrogados por los medios de comunicación, caldeando con su actitud
aún más el ambiente.
Su respuesta
ante esas preguntas impertinentes sería una sonrisilla nerviosa acompañada del
típico “no comment” o “éste no es el tema que debemos tratar aquí”.
De hecho,
muchos de ellos no tendrían ni por qué saber lo que está sucediendo en
realidad…
Se
publicarían entonces noticias sobre reuniones secretas a alto nivel,
procedentes de prestigiosos periodistas de investigación de la prensa escrita a
los cuales se les filtraría adecuadamente la información necesaria para que la
difundieran.
Los rumores
se multiplicarían y todo ello contribuiría, durante días o semanas, a crear un
creciente clima de incógnita y expectación, generando un debate abierto en los
medios alternativos y un cierto descolocamiento en los medios generalistas,
necesitados de una confirmación oficial.
Esa falta de
sintonía entre lo “oficial” y lo “alternativo”, contribuiría aún más a generar
la sensación de “que se oculta algo”.
Y sería en
ese momento, en el que la tensión mediática acumulada alcanzara el grado
necesario, cuando los grandes mandatarios escenificarían el “momento
histórico”, el impacto emocional definitivo.
Tras unas
horas de incertidumbre, enmedio de noticias contradictorias y rumores sobre
viajes no programados de los grandes mandatarios, se produciría una
comparecencia conjunta en la sede de las Naciones Unidas, tras una convocatoria
urgente de la Asamblea General, en la que, públicamente, darían la noticia al
mundo: la detección de una compleja señal de inequívoco origen extraterrestre,
que confirmaría, definitivamente, que no estamos solos en el universo.
Todo ello
vendría acompañado, evidentemente, de una serie de históricos discursos de los
grandes líderes mundiales, especialmente del presidente de EEUU, de Rusia y de
China.
Un evento
histórico culminante, trufado de imágenes emblemáticas para la posteridad y
vendido con todo lujo de detalles, ahora sí, por los grandes medios de
comunicación.
Y
dependiendo de las circunstancias políticas en que se produjeran los
acontecimientos, el efecto podría ser aún mucho mayor.
Por ejemplo,
si todo esto sucediera enmedio de un ambiente de tensión entre las grandes
superpotencias, se conseguiría un efecto multiplicador sin precedentes.
¿Como vería
el mundo, en el caso de que los EEUU y Rusia estuvieran inmersos en una grave
escalada de tensión diplomática próxima a un enfrentamiento bélico, que de
repente, sus máximos mandatarios aparecieran juntos para dar una noticia de
esta magnitud y calado?
¿Cuál seria
el efecto extraordinario que un hecho como éste tendría sobre la opinión
pública?
¿Esa señal
extraterrestre no sería considerada casi como una señal providencial de los
cielos, aún para los más recalcitrantes ateos?
¿Alguien se
atrevería a poner en duda la autenticidad de una señal que salvara al mundo de
una posible Tercera Guerra Mundial?
Con esta
maniobra, la señal se vería revestida de un cierto halo de “luminosidad”, de un
espíritu “bondadoso de unión planetaria”, mediante el cual, negarla
representara identificarse con los aspectos mas negativos del ser humano.
Además, esa
primera señal debería recibir un nombre emblemático y recordable, que pasara a
formar parte del imaginario popular para siempre, como el cometa Halley o el
planeta Saturno y a poder ser, asociarle algun tipo de imagen visual.
En
definitiva, darle cara y nombre, para que viviera perpetuamente en el interior
de nuestras mentes.
EL VALOR DE LA INCERTIDUMBRE
Como vemos,
con una buena narración no es necesario mostrar ni una sola nave
extraterrestre.
De hecho, en
estas circunstancias, se aplicaría la máxima de “menos es más”.
La gestión
adecuada de muy poca información y gran cantidad de incógnitas pueden servir
para generar altas cotas de tensión narrativa, mucho más útiles y efectivas que
mostrar explícitamente enormes platillos volantes surcando los cielos.
Pongamos un ejemplo:
Supongamos
que estás encerrado/a en una habitación y escuchas inquietantes arañazos y
golpes en la pared, acompañados de profundos e indescriptibles gruñidos.
Entonces te
digo que al otro lado de la pared hay un ser monstruoso, que pretende hacer un
agujero con sus garras para acceder a la habitación y devorarte.
Tú no sabes
nada del monstruo, no sabes cuál es su tamaño o su aspecto. Solo escuchas sus
gruñidos y jadeos exasperantes y el frenesí incesante de sus garras
descascarillando el cemento y los ladrillos y no sabes cuándo conseguirá hacer
el agujero en la pared y precipitarse sobre ti.
Solo lo
oyes, trabajando arduamente para conseguirlo.
Ahora dime
¿qué da más miedo? ¿No saber cómo es el monstruo ni cuando te atacará o
enfrentarte a la visión del monstruo directamente?
La clave de
esta manipulación, pues, reside en la incertidumbre y en la acumulación de
incógnitas. En que creas que el monstruo está ahí pero no sepas qué sucederá,
cómo sucederá ni cuándo sucederá.
Con ello el
manipulador se ahorra el gasto y el esfuerzo de tener que crear un “monstruo
ficticio”, con los riesgos que ello conlleva y le permite mantener el control y
el compás de la situación el tiempo que considere necesario. Todo son ventajas…
En el caso
del falso contacto extraterrestre, se usaría la misma técnica.
En lugar de
mostrar explícitamente a los extraterrestres y vernos enfrentados directamente
a su presencia, se generaría una sensación permanente de incertidumbre, de
insinuación de la información, que bien gestionada podría alargarse durante
años.
El vehículo
narrativo sería: “sabemos que están ahí, sabemos que están muy avanzados, pero
no sabemos si nos han detectado, ni conocemos sus intenciones. Y ante todo, no
sabemos qué sucederá si vienen a visitarnos”
GIROS ARGUMENTALES
Una vez
creado este escenario, solo necesitamos ir añadiendo pequeños giros
argumentales y aportes de información que mantengan la tensión en alto.
Pequeños
indicios o pistas inquietantes procedentes del análisis de la información
recibida en las señales extraterrestres.
Preguntas
que sugieran respuestas, aunque no las ofrezcan explícitamente.
Como esos
trozos de cemento arrancado que escuchas caer al otro lado de la pared, el
raspar de lo que parecen unas garras afiladas o los inquietantes gruñidos
guturales de lo que parece ser una enorme bestia hambrienta.
Imágenes que
solo existen en tu mente y que tan solo necesitan de una buena sugestión.
En el caso
de la señal extraterrestre, esos giros argumentales tendrían la forma de nuevas
señales, recibidas en el momento adecuado, cuando la tensión pública al
respecto disminuyera.
Señales que
arrojaran gran cantidad de incógnitas y posibles interpretaciones, algunas de
ellas inquietantes.
¿No sería
inquietante, por ejemplo, saber que esas señales proceden de nuestro
“vecindario cósmico”?
¿No
resultaría aún más inquietante descubrir que esas señales no proceden siempre
del mismo punto exacto del espacio?
¿Qué
sucedería si pasados un par de años desde la primera señal se recibiera una
nueva señal procedente de un punto mucho más cercano aún, pero con las mismas
características?
Ello
denotaría movimiento por parte de esa civilización extraterrestre.
Es decir,
significaría que son capaces de viajar por el espacio a gran velocidad.
Una imagen
poderosa…y perturbadora.
LA NARRACIÓN MÚLTIPLE
Inmersos en
esta nueva etapa de la historia, aparecerían múltiples narradores, aunque no
todos ellos cumplirían el mismo cometido ni dispondrían de la misma
credibilidad.
Los medios
alternativos
De nuevo
aparecerían los medios alternativos, encarnados en los fanáticos de la
ufología.
Ellos serían
los encargados de esparcir la psicosis y la paranoia.
Y de nuevo,
no sería necesario pagarles para que desempeñaran tal cometido.
Millones de
personas alrededor del mundo estarían predispuestas a ver ovnis, platillos y
luces misteriosas por todas partes, enmedio de un clima de pánico.
Los
avistamientos se multiplicarían, así como las bromas y las manipulaciones.
Los
ufólogos, con el aval del descubrimiento de vida extraterrestre se convertirían
en una suerte de nuevos sacerdotes populares. Aquellos que “ya advertían de lo
que sucedía” y a los que “nadie hizo caso”…
¿Cuántos de
ellos, ahora refrendados en sus convicciones, estarían dispuestos a afrontar la
posibilidad de una gran manipulación?
Y ante todo,
¿cómo actuarían estos ufólogos ante todo aquel que osara insinuar que ese
contacto extraterrestre es una falacia?
Efectivamente,
ellos, de forma involuntaria, se convertirían en el núcleo duro de la
manipulación.
Serían el
nuevo sacerdocio fanatizado, capaz de quemar a los “herejes”.
Una curiosa
inversión de papeles…una manipulación magistral.
La ciencia oficial
Pero en
última instancia, la credibilidad y el prestigio recaería en un reducido
círculo de científicos oficiales, los máximos representantes del paradigma
tecnocrático hacia el que se encamina el mundo.
Ellos serían
los narradores centrales de la situación, pues serían los encargados últimos de
interpretar y analizar los datos recibidos y de elaborar las teorías destinadas
a convertirse en la verdad oficial.
Con el
respaldo de la ciencia, de los medios de comunicación y de los gobiernos, una insinuación
suya sería mil veces más terrorífica que el griterío enfervorizado del ufólogo
más apocalíptico.
Gracias a
sus datos fríos y asépticos y a sus teorías bien fundamentadas, sentiríamos el
aliento de esa espectral civilización alienígena cada vez que levantáramos la
vista hacia el cielo y no podríamos evitar sentirnos observados y amenazados
por un fantasma desconocido cada vez que miráramos las estrellas.
Ese sería su
gran papel: con voz tranquila y sosegada, nos venderían la sombra de la amenaza
latente y la necesidad imperiosa de establecer un mando fuerte y centralizado a
escala planetaria.
Un gobierno
global que supere las viejas e ineficientes diferencias del pasado, con el fin
de preparar a la humanidad ante los nuevos retos que se ciernen sobre ella.
El nuevo
paradigma social, económico y político. El viejo sueño de las élites.
¿Y quién
podría negarse dada la situación?
¿Recuerdas
la habitación del horror?
¿Recuerdas
al monstruo que te amenaza desde el otro lado de la pared?
Si un policía
está contigo dentro de la habitación, vestido con su uniforme y su arma y te
asegura que si obedeces todas sus órdenes te salvará del monstruo, ¿No seguirás
todas y cada una de sus instrucciones sin rechistar? ¿No le entregarás toda la
autoridad y poder para afrontar una situación tan desesperada?¿Dudarías en
hacerlo?
Piensa que
el monstruo sigue arañando la pared y nadie sabe cuando conseguirá irrumpir en
la habitación…
En eso
consiste la gran jugada.
Y como has
visto, para llevarla a cabo solo se necesita una buena historia…
Un ejercicio de simulación
Evidentemente,
todo lo que hemos contado en este artículo son solo un conjunto de
elucubraciones, suposiciones y teorías.
En el fondo,
nos hemos puesto en la piel de las élites y hemos imaginado qué haríamos
nosotros si estuviéramos en su lugar y quisiéramos alcanzar determinados
objetivos.
Éste es un
ejercicio que todo el mundo debería hacer, en solitario o en reuniones de
amigos aunque fuera a modo de diversión o de juego.
Se trata de
imaginar qué tipo de manipulaciones pueden realizar los gobiernos o las
personas poderosas para alcanzar sus fines, un ejercicio de simulación parecido
al que pueda realizar un Think Tank, aunque de forma mucho más informal y con
pocos recursos.
Evidentemente,
quedan muchos cabos sueltos y lo expuesto hasta ahora no es más que un esbozo
muy superficial.
Pero cada
vez hay más indicios que apuntan en esta dirección y vale la pena intentar
avanzarse a los acontecimientos.
A grandes
rasgos, hemos visto una forma posible de realizar esta manipulación…Pero, ¿qué
estarían buscando al hacer algo como esto?
Y ante todo,
¿qué podrían llegar a conseguir?
La respuesta
a estas preguntas puede resultar perturbadora…
GAZZETTA DEL
APOCALIPSIS
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