JUEGO DE TRONOS:
Ni reyes ni republicanos quieren un pueblo soberano autogestionado
“¿Monárquica o Republicana?”… No me vendáis
ninguna MOTO
“Todo Estado (ya sea republicano, monárquico, dictatorial o teocrático) usurpa y secuestra -de hecho y de derecho- la
soberanía popular, esclavizando a las personas de todas las maneras posibles, e
impidiendo que sea realmente el pueblo el que -previamente informado- decida
sin intermediarios (o falsos representantes) sobre todas las cuestiones
fundamentales e importantes que le afectan y conciernen. Siempre es una minoría
elitista y poderosa la que en realidad decide y ejecuta, a través de sus
títeres políticos, institucionales, financieros y mediáticos”.
ANTE LA ABDICACIÓN DEL REY: NI MONARQUÍA NI REPÚBLICA BURGUESA,
REVOLUCIÓN INTEGRAL
La abdicación del rey ha originado una ola de rumores, especulaciones
y análisis, buena parte de ellos faltos de contención y rigor, cuando no
abiertamente fantasiosos o disparatados, sobre el futuro político.
En realidad estamos ante un acontecimiento de escasa importancia, que
organiza la sustitución de un miembro de la familia Borbón por otro en la
jefatura del Estado. Eso puede hacerse manteniendo la Constitución actual, de 1978,
o abriendo un proceso constituyente para elaborar otra, de naturaleza
igualmente monárquica. Ésta es la alternativa más probable, y la deseada por la
derecha.
La izquierda, menos el PSOE, reclama un referéndum para decidir entre
monarquía y república, esto es, para ofrecer como nueva forma política del
Estado la república burguesa, una actualización de la de 1931. Se busca instaurar
la III república española con un referéndum y, luego, un proceso constituyente
que promulgue una constitución republicana.
Ambas políticas, en esencia, son la misma. En efecto, en nada
importante se diferencia una monarquía burguesa de una república burguesa, del
mismo modo que en nada sustantivo difieren la derecha y la izquierda. Monarquía
y república comparten el capitalismo, y sirven al ente estatal. Con ambas las
estructuras de dominación se mantienen y refuerzan.
La II república española, en
1931-1936, reprimió muy duramente a las clases trabajadoras, ocasionando
matanzas como las de Sevilla, Arnedo, Pasaia, Casas Viejas, Villa de don
Fadrique, Asturias, Yeste (ésta con el Frente Popular) y cientos más. En
Francia la III República reprimió con furor la Comuna de París, el gran
alzamiento proletario y popular de 1871, con 25.000 muertos. Quienes crean ilusiones
sobre que un régimen republicano será un cambio real, positivo, están engañando
y manipulado al pueblo/pueblos.
Hay que rechazar cualquier solución parlamentarista y partitocrática,
al ser todas ellas falsas democracias, en realidad formas de dictadura
política, las de tipo republicano igual que las de naturaleza monárquica. Hay
que repudiar las formulaciones sobre iniciar un proceso constituyente, que
llevaría a la octava constitución española (siendo la primera la de 1812, tan
funesta), lo que otorgaría continuidad al orden constituido.
La propuesta es la idea, proyecto y
programa de la revolución integral. Su esencia reside en una remoción
total de las estructuras económicas, políticas, mediáticas, neo-patriarcales y
educacionales, creando una sociedad libre, sin clase empresarial ni aparato
estatal, autogobernada por asambleas y autogestionada, en la que exista
libertad de conciencia, donde el sujeto sea libre para ser y autoconstruirse,
con ética, valores, estética, erótica y metas, o fines, específicamente
humanos.
Quienes arguyen que, dado que ahora no es posible realizar la
revolución integral como “mal menor”, hay que respaldar el proyecto republicano
burgués se equivocan. Aunque es cierto que hoy, ni de lejos, se da una
situación revolucionaria, la manera de aproximarse a ella es precisamente
realizando la crítica de las falsas soluciones, otorgando a la verdad concreta
la primacía que ha de tener en política.
Y la verdad es que en Europa no son mejores ni peores los países con
república (Francia, Italia, Grecia, Irlanda, Portugal, etc.) que los que tienen
monarquía (Inglaterra, Holanda, Suecia, Dinamarca, Noruega, etc.). En los dos
bloques domina igualmente el capitalismo, ambos están en esa estructura
imperialista que es la Unión Europea y en ambos se desarrollan mega-Estados,
cada día más policiales y totalitarios, más entrometidos, liberticidas y
negadores de la persona.
En consecuencia, ante la maniobra de recomposición y renovación de la
monarquía borbónica la propuesta popular ha de ser la revolución integral, no
la III república española.
Félix Rodrigo Mora
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