OUTERNET: LA GUERRA DE LA INFORMACIÓN A UN NUEVO NIVEL
La guerra
de la información puede perderse rápidamente si uno no puede situar sus activos
de propaganda informativa sobre el “campo de batalla”.
Para los
EEUU, el Reino Unido o Europa, el estruendo constante de su propaganda
extendida por todo el planeta a través de sus impresionantes redes de medios de
comunicación, se ha topado recientemente con algunos inconvenientes.
En naciones como Rusia, China o Irán, los gobiernos y la industria
local han comenzado a crear sus propias redes de Internet, sus propias
alternativas a las plataformas de medios sociales controladas por Estados
Unidos y a sus motores de búsqueda, y en algunos casos, incluso han creado su
propio hardware para ejecutarlo todo.
También han tomado el ejemplo de los EE.UU.
y han decidido aplicar medidas de censura para evitar que la información del
exterior (es decir, la propaganda procedente del extranjero), entre en su
nación y se difunda entre la población.
Por
ejemplo, un medio creado y controlado por el Departamento de Estado de Estados
Unidos, La Voz de América, lleva décadas intentando insertar narrativas
favorables a los intereses de Estados Unidos en los países de destino.
Tan importante ha sido siempre esta tarea de propaganda para el
Departamento de Estado de Estados Unidos, que incluso ha intentado construir
redes de comunicación independientes mediante la construcción de sus propias
torres y estaciones repetidoras.
El
Departamento de Estado de EEUU también ha gastado millones de dólares en el
desarrollo del conocido como “Internet en una maleta”, un medio tecnológico
para difundir Internet entre los activistas, incluso cuando el gobierno de una
nación contraria a los EEUU, corte el acceso a Internet.
Pero el
problema que afronta el Departamento de Estado de EEUU, es que este tipo de
soluciones tecnológicas son fácilmente superadas por otros gobiernos, e incluso
por los agentes no estatales que operan contra las maniobras de sedición
respaldadas por Estados Unidos.
Parece
que todo el mundo ha visto la estrategia del gobierno de EEUU, por esa razón,
han decidido iniciar una estrategia mucho más sutil.
Para
superar todas estas trabas, EEUU ha decidido financiar su proyecto de tal
manera que se extienda de forma aparentemente altruista por todo el planeta y
que no parezca tener relación con ninguna subversión política interesada, de
manera que sea dirigido por piratas informáticos bien intencionados que no sean
conscientes de que están trabajando para los intereses de EEUU; ellos serán los
encargados, sin saberlo, de construir esta red de comunicación alternativa,
refinarla, actualizarla y adaptarla a cualquier desafío al que se enfrente.
Ellos
creerán que luchan por la libertad de expresión y contra la censura en
diferentes países, cuando en realidad, facilitarán el método para que los
medios de propaganda de Internet de EEUU, entren en esas naciones superando
todos los impedimentos.
LA
LLEGADA DE “OUTERNET”
A primera
vista, Outernet parece un proyecto social increíble dirigido por gente
auténtica y genuina, interesada en hacer llegar a todas las personas del
planeta la enorme cantidad de información gratuita disponible en Internet.
Se trata
de un proyecto de transmisión satelital, lo que significa que podrá llegar a
cualquier persona en la Tierra que disponga de un receptor.
Así lo define Wikipedia:
Esta
tecnología permitirá en un futuro cercano el acceso satelital libre a internet.
La intención es colocar varios microsatélites CubeSats que orbiten la Tierra
para dar acceso público al ciberespacio, desde fuera del planeta (de ahí el
nombre de outernet). Busca llegar a países en los que la censura impide el
acceso a Internet, y usará una constelación de satélites de bajo coste.
El debut
de Outernet se prevé para julio de 2015. Aún así, ofrecer la web vía satélite a
lugares a los que no llegan las líneas de comunicación habituales no es una
idea nueva, pero hasta ahora es una solución cara y que en muchos casos tampoco
asegura una gran velocidad. Mantener outernet en funcionamiento tendría unos
costes que habría que seguir sufragando año a año.
Personas
de todo el mundo, mediante SMS y aplicaciones de teléfonos inteligentes podrán
participar en la selección y priorización de los contenidos que serán
trasmitidos. Actualmente, un 60% de la población mundial no cuenta con acceso a
Internet. La economía y la política son los principales lastres que sufre su
avance y, por ello, se apuesta por dar forma definitiva a Outernet.
Así pues,
Outernet se impulsa como un proyecto cuyo objetivo es permitir que toda la
información disponible en Internet llegue a todos los rincones, para cambiar
así la sociedad. Sería algo así como la creación de “una biblioteca con todo el
conocimiento que quepa en el bolsillo”; pero el establecimiento de Outernet
también implicará que los gobiernos soberanos no podrán censurar el acceso a
Outernet.
Esa
quizás es la jugada final que se esconde detrás de este proyecto aparentemente
tan altruista.
Y es que
si a primera vista, Outernet parece un proyecto social increíble dirigido por
gente auténtica y genuina, pero cuando echamos un segundo vistazo, descubrimos
que Syed Karim, es el “fundador” de Outernet.
Karim
ejerció previamente como “director de innovación” en el Fondo de Inversión de
Desarrollo de Medios (MDIF) que, “oh, sorpresa”, es el organismo que financia
la creación de Outernet.
Y a su
vez, el MDIF está dirigido por ex-empleados de la Open Society (la red fundada
por el magnate de EEUU, George Soros), que a su vez, financia al MDIF.
En otras
palabras, quien está detrás de Outernet es la Open Society, a través de una
serie de frentes cuidadosamente ocultos y una incestuosa maraña de conflictos
de intereses.
La
nobleza inicial del concepto solo es una pantalla que oculta los intereses de
las grandes corporaciones y de los gobiernos occidentales, que pretenden crear
y utilizar Outernet para alcanzar sus objetivos de manipulación masiva a escala
planetaria.
De hecho,
cuando uno averigua qué tipo de informaciones se han emitido utilizando
Outernet, se da cuenta de que solo es una herramienta de propaganda occidental.
Por
ejemplo, Outernet ha sido utilizado para difundir las bondades de la “Guerra
Quirúrjica”, una propaganda excelente para vender las actividades de los
ejércitos mercenarios terroristas que Estados Unidos utiliza en Yemen, Siria,
Irak, Líbano y Libia.
También
ha sido utilizado para difundir el sitio web de FEMA, la web sobre el Ébola de
la OMS y la web de la “Albert Einstein Institution: Promoción de la Libertad
través de la acción no violenta”.
La Albert
Einstein Institution, cabe recordar, jugó un papel central en la construcción
de las redes creadas por el Departamento de Estado de Estados Unidos cuyo
objetivo era apoyar a las llamadas “revoluciones de color” que han golpeado a
Ucrania, Oriente Medio e incluso el sudeste y el este de Asia.
El
contenido se emite sobre la base de “votos” de los usuarios, que dan prioridad
a unas informaciones sobre otras.
Pero como
todo el mundo debe saber, la votación en sí es objeto de manipulación de masas.
Está claro que cualquier contenido puede ser patrocinado por grupos “de
votantes” bien organizados, que pueden colocarlo en la parte superior de la
lista sin ningún problema.
Así que
Outernet es, de hecho, un canal más de propaganda de los gobiernos occidentales
y de su propaganda corporativa y se convierte pues, en otra arma más que pueden
usar para manipular mentes desprevenidas.
La única
función real que hace que Outernet sea diferente de Internet o de la televisión
por cable, es que se emite vía satélite, y por lo tanto es difícil de bloquear
en un país específico.
Obviamente,
todo el contenido emitido por Outernet no es ilegítimo: hay gran cantidad de
información muy útil que se está transmitiendo, votada por usuarios legítimos
del sistema.
El
problema es que cuando los grandes intereses lo necesitan, pueden alterar “el
voto”, y difundir su propaganda a cualquier lugar de la Tierra.
Cabe
señalar que los proyectos de Google y Facebook, ambos socios de la NSA y de su
guerra de información contra la humanidad, ofrecen objetivos similares a los de
Outernet.
Proponen
drones o aeronaves que transmitan Internet en todo el mundo, de forma parecida
a como lo hacen los satélites de Outernet.
De nuevo,
estos emisores de información serían activos controlados por el gobierno y las
corporaciones y potencialmente, utilizados para difundir sus desinformación
interesada y su propaganda.
Es
evidente que, al menos un pie, ya ha sido colocado en el espacio, con respecto
a la continua y constante evolución de la guerra de la información.
Otras naciones
tienden a seguir el ejemplo, y ya instalan sus propios organismos de
radiodifusión sobre Occidente, emitiendo información que a Occidente le
gustaría controlar o silenciar por completo.
Outernet
parece una idea buena y los hackers que defienden la idea de Outernet, no
pueden ser culpados por ello. Pero
harían bien en fijarse mejor en quién se oculta tras la iniciativa y deberían
pensar en alternativas para desprenderse de los sucios intereses que están
aprovechándose de esta causa tan noble.
Artículo escrito por Ulson Gunnar, analista geopolítico con sede
en Nueva York, para la revista online “New Eastern Outlook”
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