REALIDAD Y COHERENCIA
Puedo
decir que es normal que la gente nos vea como personas raras, que siempre
estamos buscando explicaciones para las cosas más extrañas, que vemos
conspiraciones en todas partes y tenemos creencias que generalmente son
chocantes para ellos. Sin embargo, me preocupa más la forma en que vemos la
realidad y actuamos dentro de ella, siempre que somos representativos de un
movimiento mundial que se expande geométricamente.
Todo
en el universo es energía, o tal vez debería decir “data”, porque es energía
cargada de información y conciencia. Cuando
veo un objeto, tanto el objeto como el yo observador, somos de la misma
materia: data.
El
fenómeno es una combinación de data/energía que se une para formar sustancias,
las cuales adoptan la forma de molécula y ésta se asocia en cuerpos u objetos. Lo
mismo somos nosotros como personas, aunque portamos, además, un alma… o, al
menos, eso creemos.
La
persona está dotada de órganos de percepción (sensores) que recogen la data y
la decodifican en un sexto órgano que llamamos mente, la cual, además, recoge
data de nuestro almacén de memoria y la mezcla con la recibida del exterior,
emitiendo un juicio y desarrollando una reacción.
Esto
significa que nuestras reacciones y juicios están formados no sólo de la data
de la realidad, sino de las creencias acumuladas a través del paso de nuestra
experiencia de vida, a lo que debemos sumarle, sin dudas, la experiencia
acumulada de toda la humanidad y grupos sociales locales, en lo que se llama
inconsciente colectivo.
Data
almacenada erróneamente o constituida en forma irracional, llevará a juicios
erróneos y reacciones equivocadas.
De
nosotros depende que nuestra base de datos sea coherente o un contenedor de
basura.
Y
allí radica la diferencia entre ser racional o estar enfermo mentalmente.
Hay
enfermedades mentales muy graves que llevan al individuo a ser hospitalizado en
centros especiales; pero hay muchas más que son aceptadas socialmente (tal vez
porque están generalizadas como una epidemia), pero que resultan en
acontecimientos a veces más graves que la que puede originar un esquizofrénico,
por ejemplo. Me refiero a enfermedades como el fanatismo, el extremismo, la
ambición, la competencia, el fundamentalismo, etc.
Nuestra
“alma” terrestre (psique) está integrada por dos centros: emocional y mental.
Ambos están tan íntimamente ligados que muchas veces es difícil discernir entre
una emoción y un pensamiento y de hecho, la mayoría de la gente los confunde.
Por
ejemplo: la fe religiosa es una emoción, porque en general no tiene ninguna
prueba concreta que la sustente. La convertimos en “creencia”(lo cual es fijar
un juicio fuertemente a nuestra consciencia) y a partir de allí pasa a
intervenir en todos los procesos “racionales” contaminándolos con elementos
irracionales e IRREALES.
Algunos
místicos (autodenominados espirituales) afirman que se llega a la verdad a
través del amor (por ejemplo), lo cual es una emoción, incapacitada totalmente
de discernir entre falso y verdadero. La INTUICION no se desarrolla a partir de
emociones descontroladas, sino que surge desde el vientre de una mente
coherente y disciplinada.
Para
quienes estén realmente interesados en desarrollar un discernimiento apropiado
para los grandes desafíos, sugiero la lectura profunda del VIVEKA CHUDAMANI (version gratuita en pdf
haciendo click en el titulo).
Todos
estos conceptos equivocados provienen de la misma trampa tendida para evitar
nuestra liberación espiritual, trampa elaborada cuidadosa e inteligentemente.
Una
vez que tenemos a nuestra psique domesticada y somos realmente dueños de lo que
produce, se abrirá el terreno del discernimiento (Buddhi), que es nuestra alma
divina y que está, también, plagada de trampas y mentiras; por lo cual,
mantener el discernimiento funcionando al cien por ciento y la consciencia
despierta todo el tiempo resulta fundamental si quieres seguir vivo
(espiritualmente).
Desde
allí es posible que surja la energia SHAKTI, que es verdadero amor y se nos
presente la oportunidad de hallar a una guerrera con quien compartir el MAYTUNA
y hallar la energía espiritual o VRIL, mediante el sexo tántrico. Pero esto es
terreno más complejo.
Volviendo
a lo concreto, nada de esto es posible si no eliminamos los elementos ILUSORIOS
de nuestra existencia, percepción y memoria.
Si
decimos que creemos en Dios (y cito esto porque es el elemento de mayor
distorsión en el ser humano), debemos reflexionar en qué nos basamos. Si la
respuesta es FE, debiéramos
preguntarnos qué es fe para nosotros. Y si es creer en algo que no puede
probarse concretamente, entonces no es fe, sino fanatismo. Porque
la verdadera fe surge como resultado del conocimiento.
Es
preferible no creer en dios y buscar las pruebas de su existencia, durante toda
la vida, que basar la misma en una fe ciega.
Tú
crees en Dios porque tú necesitas creer en él para justificar todas las cosas
que no sabes de la vida y te atemorizan.
Pues…
eso no es lo correcto.
Y
qué sucedería si llegas a la conclusión de que dios existe, pero es un ser
galáctico cruel e injusto… ¿seguirías adorándolo?.
Pues,
esto es lo que sucede con nuestras instituciones religiosas, adoran y promueven
la adoración de ídolos y dioses oscuros y es por esto que son corruptas desde
sus entrañas y no desde hace unos pocos años, lo han sido durante toda su
historia.
Jesus crucificado representa al espíritu encadenado
a la materia, es también una advertencia para quienes osen rebelarse.
Porque
sé que esto que acabo de escribir le va a generar caspa a mucha gente, quiero
aclarar que Jesús no es un símbolo de la oscuridad, pero crucificado lo es.
No
podemos seguir adelante en un mundo donde lo irracional prima sobre lo
racional, donde multitudes se levantan en nombre de una fe, a matar a los que
profesan otra, es lamentable y vergonzoso que en estos tiempos estemos
repitiendo los mismos errores de hace miles de años.
Por
falta de coherencia encontramos masones que son también católicos, lo cual es
una contradicción ideológica del tamaño del Everest, sacerdotes pedófilos,
explotadores sentados en la primera fila del templo, ministros que bendicen
armas, etc.
Deberíamos
estar atentos a las contradicciones y a los HECHOS que nos rodean, y no
establecer juicios y creencias a partir de lo que “siempre hemos hecho”, lo que
es “legado familiar”, o “socialmente aceptado”.
No
me preocupa que dios me juzgue y me encuentre culpable, no me preocupa el
infierno, lo que me preocupa es perder mi Espíritu Increado.
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