PRECOGNICIÓN: El potencial que tenemos
Todos nosotros presentimos de forma involuntaria muchas
veces cosas que pueden pasarnos, premoniciones de sucesos por venir, y todos
podemos, de alguna manera, tomar control de esa facultad para ejecutar
conscientemente pequeñas acciones que nos permitan dar micros saltos de
realidad, y engancharnos a futuros potenciales paralelos que eviten o atraigan
lo que se presiente que no se desea o, por otro lado, lo que si se quiere o
necesita.
La facultad de percibir ese tipo de sucesos es llamada
normalmente precognición, y aunque suele encuadrarse como una habilidad
psíquica o una capacidad extrasensorial solo desarrollada por unas pocas
personas, en realidad no es más que otra de las múltiples herramientas que
forman parte de la caja de habilidades potenciales que posee todo ser humano
por defecto sin activar.
Las sensaciones de que algo va a suceder, o puede suceder,
las premoniciones, el sentir que algo se está cociendo en algún plano o nivel
que no vemos, son, en casi todos los casos, correctas, pues, literalmente,
somos capaces de notar esos movimientos de sucesos que están ya pasando en
algún lado de los infinitos presentes paralelos y potenciales que existen, y a
los que nos vamos conectando y actualizando en cada instante, a medida que
transcurre lo que nosotros percibimos como tiempo lineal.
Así, creemos que estamos sintiendo algo que no ha pasado
pero que puede pasar, cuando, en realidad, simplemente estamos percibiendo algo
que ya está pasando en alguno de los “presentes” que están aun por “delante”
nuestro, y, como eso ya ha sucedido, aunque no hayamos llegado aun a verlo
manifestado en nuestra línea temporal, podemos tomar acción para cambiar
ligeramente las vías de nuestro tren y acomodarlas a unas que eviten ese punto
del camino, y nos lleve por otro para el devenir de nuestra realidad
particular.
Uniendo los puntos
Trata de visualizarlo de la siguiente manera: imagínate uno
de esos cuadernos de dibujo para niños donde hay que unir puntos con un lápiz
para formar una figura. A medida que linealmente vas uniendo los puntos, vas
creando un trazo que representa el tiempo que transcurre desde lo que sucedió
en el evento 1 (marcado por el primer punto donde inicias el trazo) al evento 2
(que es el segundo punto que unes con el lápiz). Si tu capacidad precognitiva
te hace saber que el punto 2, que ya existe desde el momento en que se creo el
cuaderno, al igual que el resto de puntos, no parece ser algo “positivo” por el
que quisiéramos pasar, podemos evitar hacer el trazo del punto 1 al 2 y
simplemente conectarnos al punto 2bis, que no es más que un punto 2 paralelo
que está al lado, y que nos hace crear una figura casi idéntica, pero con una
micro diferencia en el trazo al haber “manifestado” una línea que nos lleva por
diferentes futuros-presentes potenciales infinitesimalmente diferentes según
nuestros deseos y necesidades de crecimiento y experimentación.
Todo esto, evidentemente, desde el punto de vista de la
personalidad, pues desde puntos de vista más elevados de aquello que somos,
ninguna opción es negativa o positiva, todas son correctas y perfectas en tanto
que todas proporcionan experiencia y aprendizaje, de una forma u otra.
Este tipo de micro cambios de realidad están potencialmente
disponibles para todos nosotros, no son cosas de ciencia ficción o de yoguis
avanzados espiritualmente. Se hacen con la simple intención, visualización y
orden a otras partes de nosotros mismos para tomar microsurcos alternativos
ante cualquier situación que se nos plantee y que queramos manifestar o no
manifestar. Imagina, visualiza e intenciona, que del resto se encargan otros
procesos que automáticamente rigen la manifestación de lo intencionado.
Una enorme caja de herramientas
La caja de herramientas a nivel de potenciales y habilidades
que todos poseemos es tremendamente versátil, sin embargo, lo que más cuesta,
paradójicamente, cuando tratas de enseñar a alguien a usarlas, no es que
aprenda a hacerlo, sino que se crea que, literalmente, posee este tipo de
herramientas. Sabemos que es por condicionamiento, programación, y por la
cantidad de patrones que ponen topes al autoconocimiento de quienes somos y de
cómo estamos hechos, en nuestras esferas mentales y en nuestro patrón
conductual, pero eso no quita que intentemos hacer el esfuerzo para darnos
cuenta que hay una serie de razones por las cuales estamos aquí, y, entre
ellas, está el usar este plano y esta realidad como un laboratorio de
autoaprendizaje y de juego evolutivo, para aprender a crear, y en el que nada
es real, y como nada es real sino una construcción energética que tiene
apariencia de realidad sólida, todo se puede modificar y cambiar, y lo único
que lo impide es que no creemos que las cosas se pueden modificar y cambiar.
No nos creemos inconsciente y subconscientemente que tenemos
el potencial ilimitado para crear y modificar la realidad en la que existimos,
que literalmente no es más que un holograma, una proyección holocuántica que
generamos desde nuestra glándula pineal con el contenido de nuestros cuerpos
mentales y emocionales, con el contenido de los programas de nuestra mente y
con el contenido de los patrones de nuestra personalidad, pero que es
manipulable y volátil, tanto es así que, quizás, un día nos sorprenda saber que
hasta el cielo azul que creemos ver no es más que un holograma proyectado sobre
nuestras cabezas, que, quizás, en algún momento, nos desenchufen para darnos
cuenta de cómo, en realidad, nada era lo que creíamos que era y que los
operadores de efectos especiales del show de Truman que pertenecen a las razas
que gestionan el escenario mantienen como medida de encapsulamiento de una
realidad consensuada para la gestión del planeta, pero no porque sea así en
verdad, sino que así, simplemente, es como está diseñado este decorado
particular que nos envuelve.
Es todo cuestión de creencias
Al ser el centro de nuestra realidad particular, somos
proyectores de la misma, y por tanto, podemos modificarlo. Solo nos impide
hacerlo las creencias limitadoras de que no podemos hacerlo y el hecho de
aceptar de forma natural una realidad artificial consensuada para todos. Si no
hay creencias limitadoras, topes y programas de restricción en la psique que
nos inculcan la idea de que somos seres limitados, no hay limitaciones que
valgan dentro de tu propia burbuja, y solo estarás limitado por las reglas de
la realidad común que todos los habitantes del planeta hemos aceptado como
holograma de referencia para el juego en el que estamos.
Al acceder y despertar el propio potencial interior, empezando
por trabajar con nuestra mónada, chispa divina, partícula primordial o esencia
como fuente infinita de potencial que es, podemos cambiar nuestras creencias
limitadoras por creencias expansivas, y por la visión real de que el escenario
en el que vivimos no es más que eso, una proyección de energía que toma la
forma que el proyector desee que tome. Sería divertido que nos dejaran cambiar
la posición que tiene Altair en el decorado cielo, y subirle cuarenta veces de
golpe la potencia de iluminación, pero
habría un caos en la realidad científica terrible, al ver como la estrella Altaír de repente se ha
convertido en “supernova” y se ha movido a otro punto de la bóveda celeste…
peores cosas nos han cambiado y por estar mirando la tele ni nos hemos dado
cuenta.
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