NUEVO ORDEN MUNDIAL
Con la “nueva normalidad”, se hacen visibles los
postulados del Nuevo Orden Mundial. Ante un Estado totalitario, la sociedad
asiste a una inversión de roles: los sectores “reaccionarios” defienden las
libertades constitucionales, y los sectores “progresistas” abrazan el Estado
policial. Claves para entender la Babel ideológica del presente.
Por fin, los postulados del Nuevo Orden Mundial se hacen
expresos y visibles. Millones de personas en el planeta experimentan los
efectos de un programa político largamente anunciado.
El fenómeno planetario del Covid-19 ha conducido a
la subordinación consentida de una mayoría aplastante de
ciudadanos. En forma inadvertida para la población, se instaló un
régimen político de control centralizado:
- El encierro forzoso o la restricción de movilidad se convierte en un
recurso rutinario.
- Se normalizan los permisos de circulación y se justifican otras
restricciones a los derechos. Los gobiernos se arrogan superpoderes.
- La salud se convierte en religión de Estado. El dogma, monopolizado
por un anónimo “comité de expertos”, se erige como el único pensamiento
autorizado.
- Se despliega una atroz vigilancia cibernética de los ciudadanos y
arrecia la censura de las plataformas en Internet.
En este panorama, la sociedad se desconcierta con una
súbita inversión de los roles: los sectores “reaccionarios” defienden las
antiguas libertades constitucionales, y los sectores “progresistas” abrazan el
emergente Estado policial. El nuevo escenario es tan desconcertante que se ha
convertido en un pantano para el viejo esquema de división de opiniones.
¿Por qué esta Babel ideológica no responde a la clásica
división entre izquierdas y derechas?
Qué es el Nuevo Orden Mundial
El Nuevo Orden Mundial (NOM) es un programa político que
se anticipó durante años a través de filtraciones, declaraciones expresas y
gestos simbólicos de sus referentes públicos. Actualmente se despliega ante
nuestros ojos a través de la multitud de leyes, disposiciones especiales y
medidas de emergencia que viene instaurando la “nueva normalidad”.
El NOM, una reingeniería del mundo impulsada por una
élite de poderes supranacionales –SDS, supranational deep state-, se propone la instauración de un gobierno mundial y un
rediseño profundo de la forma de vivir de los seres humanos en el
planeta.
Este poder en las sombras se consolidó después del
atentado contra las Torres Gemelas en 2001, y aceleró su capacidad operativa
con la maduración de las tecnologías de control social: redes sociales y otras
herramientas de conocimiento íntimo de las personas.
El Nuevo Orden Mundial aceleró su marcha con el atentado
contra las Torres Gemelas en 2001. Hoy, 20 años después, otra vuelta de tuerca.
Esta asociación de poderes ocultos está ampliamente
documentada por el trabajo de autores como Peter Dale Scott, Thierry Meyssan, Daniel Estulin, David Icke, Ronald Thomas West y muchos
otros. Un reconocimiento expreso al concepto de Gobierno
Mundial llegó en 2010 de parte de Fidel Castro, que dedicó
tres capítulos de sus “Reflexiones” a repasar las tesis de Estulin.
El Nuevo Orden Mundial es una respuesta organizada de las
plutocracias planetarias al derrumbe del sistema capitalista mundial y a
la crisis
del crecimiento ilimitado. Se propone rediseñar
el mundo a través de un proceso de destrucción controlada de los Estados
nación y las estructuras sociales tradicionales, para
reemplazarlos por un nuevo paradigma tecnocrático: una distopía
de alta tecnología, con un control total y centralizado de los
individuos, donde la IA y los robots juegan un rol cada vez
más preponderante.
Elementos del Nuevo Orden Mundial
La agenda del NOM prevé el debilitamiento de los Estados
nación para reemplazarlos por formas de gobernanza supranacional, un
control totalitario de la vida de las personas y un proceso masivo de reducción
de la población. Es el diseño de una sociedad hiperindustrial,
electrónica y cibernética, donde la tecnología ocupa un lugar central. Por eso,
tiende a separar a las personas de los procesos naturales (reproducción,
relaciones entre sexos, creación espontánea de salud) y tradicionales (crianza
en un núcleo familiar, trabajo productivo, enraizamiento en la tierra y en la
cultura de origen) para reemplazarlos por nuevas formas de relación
mediadas por procesos tecnológicos controlados centralizadamente (Internet,
celulares, plataformas y redes).
Estas premisas ideológicas van ramificándose en iniciativas
legales, tendencias noticiosas e imposiciones de facto que van
modelando subrepticiamente el debate público, los usos y costumbres y
la propiocepción de las personas.
El NOM necesita erosionar las formas de socialidad
tradicional, que son un dique de contención al rediseño social impulsado. Para
esto, crea eventos catalizadores artificiales, y promueve batallas discursivas
para ahondar diferencias, demoler antiguas estructuras sociales y arrojar a los
ciudadanos a enfrentarse con sus semejantes en un escenario de “guerra híbrida”
generalizada.
¿Cuáles son los elementos centrales del Nuevo Orden
Mundial?
A continuación, cinco ejes ideológicos del NOM que se
vienen desplegando con fuerza. No son teorías ni especulaciones: son
movimientos convergentes y complementarios hacia un nuevo
ordenamiento político-antropológico del mundo, que se ponen de manifiesto en la
multitud de cambios que introduce la “nueva normalidad” en la vida cotidiana. Al
mismo tiempo, se alzan voces
que piden la constitución de un Gobierno Mundial para afrontar esta
crisis con “poderes ejecutivos”.
1. Profundización del Estado policial
El NOM utilizó la demolición controlada de las Torres
Gemelas de Nueva York para iniciar la construcción del Estado policial. Fue el
inicio de la suspensión de garantías constitucionales, el espionaje sistemático
de e-mails y conversaciones telefónicas y medidas de seguridad extremas en
aeropuertos. Todo fue justificado en aras de la “seguridad nacional”. El
Covid-19 es la nueva cobertura ideológica para profundizar el
concepto bajo el pretexto del “cuidado de la salud”. Se multiplica la
cibervigilancia, las aplicaciones de seguimiento de los enfermos y sus
“contactos”, las cuarentenas y el aislamiento forzoso como parte de la “nueva
normalidad”.
Este es un concepto policial de la salud. Tiene su
ejemplo más palmario en la ley
HR 6666 (COVID-19 Testing, Reaching, And Contacting
Everyone (TRACE) Act) en EE.UU. que habilita al Estado a hacer un
monitoreo permanente de la salud de cada ciudadano, un seguimiento de los
contactos a los que estuvo expuesto y a decidir cuarentenas y aislamientos,
análisis obligatorios y una demencial cantidad de medidas de
“control”. Por su parte, el Departamento de Salud del Reino Unido acaba de
publicar su protocolo para el manejo de las “personas infecciosas” que
contempla un arbitrario uso de la fuerza pública.
El concepto
policial de la salud se despliega en los proyectos de pasaportes
sanitarios, vacunación forzosa, mascarillas
obligatorias y monitoreo de la temperatura corporal y otros datos
biológicos. En la misma dirección caminan los proyectos legislativos para
prohibir las reuniones, la noción de “distancia social” y todas las
perspectivas “aislacionistas” como medidas preventivas contra el
“contagio”.
Detrás de estos conceptos subyace la noción de que cada
persona es en sí misma un peligro para los demás: Anuja Sonalker, CEO de Steer
Tech, una compañía que vende tecnología para el auto estacionamiento de
vehículos, resumió recientemente el nuevo discurso “sanitario”: “Hay
una tendencia a la tecnología sin contacto con humanos. Los humanos son biopeligrosos,
las máquinas no lo son”.
El Estado policial se proyecta también en las
restricciones a la libre circulación (que hace necesarios los “permisos de
circulación”), en la prohibición y/o regulación del disfrute de playas, ríos y
otros espacios públicos, y en el encierro progresivo en el mundo digital.
2. Transhumanismo, Inteligencia Artificial, 5G y prisión
digital
Un aspecto medular del NOM es el confinamiento creciente
de las personas en una realidad virtual, donde las redes de inteligencia
artificial jugarán el papel de proveedores de mercaderías, jueces, policías,
banqueros, aulas de educación y salas de entretenimiento.
Este es un futuro en el que casi todo se entrega a
domicilio, ya sea virtualmente a través de tecnologías de transmisión, o físicamente
a través de un vehículo sin conductor o un avión no tripulado. Es un mundo que
emplea muchos menos maestros, médicos y conductores. No acepta efectivo, casi
no existe el transporte público y mucho menos manifestaciones culturales y
artísticas en vivo.
Cada uno de nuestros movimientos, compras, comentarios en
redes sociales y relaciones pueden rastrearse. La prisión digital es un
estatuto central de la nueva normalidad. Un gran laboratorio de este proyecto
es el Estado
de Nueva York, que le ha encargado a Eric Schmidt, CEO de Google, un proyecto
para integrar la tecnología en todos los aspectos de la vida cívica. En el corazón de esta visión está la integración del gobierno con
los gigantes tecnológicos: las funciones principales de escuelas públicas,
hospitales, consultorios médicos, policías y militares, se externalizan a un
alto costo a empresas privadas de tecnología.
Esta “distopía de alta tecnología” incluye la creación de
una sociedad
sin dinero en efectivo, otro bucle más hacia el
control total de los individuos, y tiene como modelo el sistema
de crédito social chino, que a través de una
televigilancia y reconocimiento facial extendido castiga o recompensa con
“puntos” el comportamiento de los ciudadanos. La integración de todos
estos elementos en un sistema unificado de control permite pensar en un mundo
de “sentencias automáticas” para los “infractores de la ley”. Así lo resume
Robert F. Kennedy:
“Supongamos que las
computadoras descubren su viaje a la playa rastreando sus movimientos a través
del flujo de información de su teléfono celular, su auto, su GPS, la tecnología
de reconocimiento facial integrada con vigilancia en tiempo real desde
satélites, cámaras montadas y chips implantados. Los fiscales o los robots de
escritorio le notificarán su violación por mensaje de texto, mientras
simultáneamente le cobran automáticamente una multa retirando 1.000 dólares de
su cuenta digital de nómina”.
Un elemento central de este despliegue de tecnologías de
control es la red 5G, que es mucho más que una red de telecomunicaciones: es
un sistema militar de
control y espionaje de masas, con capacidad de
emitir energía
dirigida a targets específicos. La red 5G es además vital
para el proyecto del Internet de las Cosas (IoT), que implica la integración de
todo tipo de aparatos en la red, y para todos los implantes tecnológicos que
permitirán incorporar en el cuerpo humano una interface con las redes
tecnológicas. Este es el proyecto del transhumanismo.
3. Reducción de la natalidad y despoblamiento del planeta
Reducir la población mundial es otro eje central del
programa político del NOM. Un conjunto de argumentos y declaraciones públicas
eugenecistas se complementan con políticas públicas y privadas que aceleran la
muerte de muchas personas, disminuyen la tasa de natalidad y alejan a los
humanos de la reproducción natural.
- La estrategia empleada en la crisis del Covid-19 genera a corto y largo plazo un salto en la mortalidad de los sectores más vulnerables. La parálisis productiva genera masivo desempleo, hambre y enfermedad por doquier. Además, se estimula el miedo al contacto y a la cercanía de los demás, una actitud funcional a la erosión de la empatía y de las redes afectivas, fuente natural del amor conyugal, familiar y comunitario. La ideología del “distanciamiento social” genera la muerte anticipada de muchos ancianos, e impacta fatalmente en la psicología de niños, adolescentes y adultos.
- Hay en marcha un proceso tendiente a la asexualización de la población, con la promoción del sexo virtual y la masturbación como “prácticas seguras”, la introducción de la “ideología de género” en las escuelas y los debates legales sobre si la identidad sexual es optativa o definida biológicamente. Una enorme cantidad de materiales de entretenimiento y divulgación apunta a promover estereotipos de conducta sexual alejados de los fines reproductivos.
- Al mismo tiempo, hay una corriente que promueve la hipersexualización de los niños, y varios movimientos convergentes que tienden a abrir el debate sobre la legalización de la pedofilia. Entre ellos, el grupo Map (Minor Attracted Person),promueve que la Organización Mundial de la Salud remueva a la pedofilia de su lista de trastornos mentales. Hay proyectos de ley sobre la niñez que introducen la noción de la “autonomía para decidir” de niños y adolescentes, que parece abrir la puerta a un cambio de paradigma.
- El “Movimiento Verde”, a favor de leyes que legalicen el aborto, es
otra pieza dentro de esta estrategia. No casualmente esta
agenda es promovida en los medios por agencias y fundaciones globalistas.
Mediante este conjunto de
líneas discursivas, el NOM plantea menos relaciones
afectivas, menos sexo reproductivo, menos embarazos y menos nacimientos.
4. Guerra híbrida y demolición de los Estados-Nación
El NOM necesita erosionar el concepto de Estado-nación y
las identidades culturales atadas a un territorio: la noción de “patria”. Por
eso, ha desarrollado en las últimas décadas estrategias muy eficaces para
destruir sociedades a través de la “guerra
híbrida” que detona enfrentamientos internos autodestructivos. La guerra
híbrida combina fuerzas regulares y actores no estatales, ciberataques, tareas
de espionaje y propaganda, campañas de desestabilización y otras herramientas
para crear caos, fomentar el odio contra el prójimo, dividir una región en
bandos irreconciliables y promover el levantamiento violento contra las
instituciones y autoridades locales. Desde la invasión de Yugoslavia por la
OTAN en los 90, países enteros han implosionado mediante la aplicación de estas
técnicas de manipulación social a alta escala: Revoluciones de colores, guerras
civiles y disturbios han sido inducidos por eventos catalizadores organizados
científicamente.
El
NOM promueve la división del mundo en dos partes: el “núcleo”, que goza de los beneficios del sistema: comercio,
comunicaciones, transporte y transacciones monetarias fluidas; y la zona “no
integrada”, desacoplada del sistema, que vive sumida en un caos donde la
población es incapaz de organizar su desarrollo colectivo y sólo piensa en
sobrevivir. El objetivo de base es “destruir los Estados, aplastar a los
pueblos y destruir las sociedades”, dice Thierry Meyssan.
En la misma línea, el NOM practica un fomento de los
separatismos nacionalistas y las autonomías indígenas. Por ejemplo, el zapatismo
en México es un proyecto que hunde sus raíces en la financiación
globalista, y su obediencia política a las grandes líneas del NOM parece
confirmarlo. En la misma lógica pueden ser analizados los proyectos de
“reservas naturales protegidas” en manos de millonarios o fundaciones que insinúan
su independencia jurídica de los Estados-nación que los contienen.
Todo movimiento que ayude a desmembrar los Estados-nación
es funcional al proyecto de dejar al mundo a merced de las mega-corporaciones,
sin contrapesos fácticos de importancia.
En el mundo que proyecta el NOM, las pequeñas y medianas
empresas no tienen lugar. Es una economía de mega-corporaciones por encima de
los Estados-nación, reinando a nivel planetario con millones de usuarios,
franquiciantes y asociados colgados de sus redes: comprando, vendiendo o
trabajando en un autoempleo. Uber, Facebook, Google, Amazon, Airbnb son algunos
ejemplos.
Todas las regulaciones Covid-19 que entorpecen la
producción y la rentabilidad de las pequeñas y medianas empresas (categoría de
“no esenciales”, obligación de suspender la actividad si se detectan casos,
normativas de distancia que reducen la capacidad de locales, etc) deben
entenderse dentro de esta lógica: son formas de crear un conjunto de
impedimentos y regulaciones que lleve a miles de empresas a la quiebra. ¿Con
qué objetivos?
Por un lado, el NOM promueve la progresiva desaparición
de las redes comunitarias locales de producción e intercambio, en beneficio de
grandes sistemas de producción científicamente controlada y distribución
planetaria vía Internet. Un indicio de esto es que grandes superficies como
Walmart y Costco permanecieron abiertas durante la crisis Covid-19, pero miles
de tienditas y pequeños comercios fueron obligados a cerrar.
Al mismo tiempo, las regulaciones “sanitarias” tienden a
promover un modelo de producción basado en máquinas y no en personas,
consideradas “biológicamente peligrosas”. Solamente grandes empresas están en
condiciones de maquinizar la mayoría de sus procesos. Por lo tanto, el modelo
implica el fracaso competitivo de millones de pequeñas empresas en el mundo,
cuyo segmento de mercado será fácilmente deglutido por las grandes redes de
venta y distribución vía Internet.
La economía del NOM está basada en la robotización masiva
de la producción y de los servicios, y en el uso creciente de Inteligencia
Artificial en todos los procesos. Este proceso conlleva la desaparición de
millones de empleos en el futuro inmediato. Ya hay, operando sin personal
humano, incluso experiencias
de restaurantes y hoteles, la actividad humano-intensiva que hasta
ahora más empleos generaba.
En el “Sexto Tecnoparadigma” -como lo denomina Estulin- hay desempleo masivo. Lo que el NOM prevé
es el rol del Estado distribuyendo una “ayuda universal”, o “racionamiento”
como lo califica Icke. Los programas de “ayuda social”, distribución de vales y
propuestas de RBU (Renta
Básica Universal) son un anticipo de esta tendencia.
Una economía de máquinas, casi sin empleos para las
personas; dependencia total de las ayudas oficiales; la cuenta bancaria donde
se recibe la RBU, asociada con un ID digital, un certificado de vacunación y
otras formas de burocracia coercitiva: ése es el proyecto de control total de
los ciudadanos que alienta el NOM.
Conclusiones: Un menú ideológico muy persuasivo
El “menú ideológico” del NOM está diseñado a la medida
del puñado de trillonarios y billonarios que gobiernan el mundo. Pero hunde sus
raíces en la psique profunda de muchos movimientos “progresistas/ izquierdistas/socialistas”,
y va creando corrientes de opinión transversales apoyadas en ideas comúnmente
compartidas. Así se fabrican matrices de pensamiento que penetran en forma
inadvertida en todas las instancias sociales. Este proceso ha desorientado a
las audiencias, que se hunden en un pantano ideológico de incomprensión mutua.
- Sobre la noción del sentido común de que “más
tecnología es siempre mejor”, se articula la justificación de un
diseño del mundo donde las máquinas desplazan a los humanos, y un modelo
de control “técnico-científico” se lleva al paroxismo.
- Sobre el imaginario del Estado como “responsable de proteger” a la
gente, se monta el concepto policial de la salud que justifica el
encierro, el control de la movilidad de las personas y la ideología del
distanciamiento social.
- Sobre los cimientos de la “vacunación general” como conquista de
“gobiernos populares” se erigen los argumentos de nuevos programas de
vacunación obligatoria con una agenda
de control, esterilización
forzosa y/o debilitamiento biológico.
- Sobre la base de las consignas tradicionales de “tolerancia a la
diferencia” se despliegan la propaganda y los debates legales que tienden
a asexualizar/hipersexualizar a la población, y la promoción de formas de
sexualidad alejadas de la reproducción.
- Sobre los reclamos de minorías (indígenas despojados, minorías
raciales oprimidas, mujeres maltratadas) se construyen el imaginario
secesionista que despedaza a los Estados nación, los enfrentamientos a
muerte entre grupos “racialmente diferentes” y la guerra entre hombres y
mujeres con el discurso de la “violencia de género” como telón de
fondo.
El concepto del NOM no está radicado en un estado en
particular: en cada país o zona del mundo es posible hallar grupos de
“globalistas” y “patriotas”.
LOS GLOBALISTAS, los que propagandizan el NOM, son en
general medios de comunicación (de derecha y de izquierda), colectivos
“progresistas y de izquierda”, funcionarios y partidos políticos en el poder en
la mayor parte del mundo.
LOS PATRIOTAS, los que batallan contra el NOM, son
sectores que abrazan una ideología de resistencia, de defensa de valores
tradicionales: eclesiales, militares, científicos, libertarios e independientes
“conservadores”.
¿En qué posición se ubica el lector?
Por Claudio Fabián Guevara
Hombre ya era hora de un enlace que hable lo que llevo años diciendo, gracias, un mundo donde gobiernan personas que solo ven negocios en todo, incluido nosotros... saludos pero la posición del lector no es relevante, no estamos todos... y nunca estará.
ResponderEliminarUna cosa es lo que quieren, y otra, es que puedan.
ResponderEliminar"Presiento" que este artículo, es más publicidad del NOM, que crítica informativa. Porque Estulin y otros que nombra, son agentes de esa élite controladora. El sistema es que,metiendolo en la mente del prójimo, este acaba por proyectarlo, si este no está muy consciente. A sí, el trabajo se les da hecho, sin máquinas que lo realicen. ¿para qué hacer más robot si los tengo biológicos hechos?
El ganar dinero a espuertas se queda para los esbirros de la élite, ésta, tiene todo el dinero que les da la gana y más. Son ellos los que lo fabrican y controlan, ¿se puede querer más?.
No, no creo que lo que se dice en el post, lo vayan a realizar. Es más de lo mismo: miedo y más miedo, así obtienen lo que realmente quieren, y no es otra cosa que incertidumbre, para que el humanito no sepa por dónde va. Eso es lo que siempre intentan, y aveces lo consiguen, y aveces no.
A veces no? No es cuestión solo de dinero, es evidente que los inventores de este sistema son los dueños de las imprentas del dinero, de los bancos y del poder que se ejerce a través de él, pero no hay otra manera de controlarnos y sinceramente y con todos mis respetos a todas las opiniones y en especial la tuya que ya has demostrado que estás despierto, viendo los comentarios, trabajos, y la mala fe y mala leche que leo en muchos aportes, nunca estaremos unidos en nada, no sabemos estar unidos para defendernos ni para crear otro sistema o modo de vida, nos queda mucho para que la especie humana vaya unida hacia una buena causa común, y sobre esto creo que me equivoco, pero quien sabe.
ResponderEliminarSiempre nos han tratado como a un rebaño, y intentando enfrentarnos, ya sea con la política, la religión, el "furbo", las guerras y hasta en las música. Así es como consiguen "desunirnos", restandonos energías, consiguiendo que la lucided que algunos puedan aportar quede en nada, por eso es difícil derrocar a estos desalmados.
EliminarNo solo el control, es también a través de símbolos y rituales, que la inmensa mayoría no se da cuenta absolutamente de nada, hace que no nos impongan nada, lo logran con sus artimañas,y que la masa dormida, se lo pida incluso se lo exigen.
Por si te interesa, hay un muy significativo articulo, titulado: los oscuros secretos detrás de la sala de audiencias del Papa, de Joe Martino, que pone de manifiesto a quien sirven estas élites terrestres, y como abusan de la ignorancia de los humanos.
Por esto te doy la razón de que, talvez, unirnos sea tal difícil. Y mira que unidos estamos, todos vamos en la misma nave, pero la ceguera es total. Y eso que no entro en la total ignorancia que el humanito tiene sobre la fe que tiene con los santos. Ni himaginan que todo el santoral lo utilizan para que la atención y la fe que dispensan a sus santos, es energía que va dirigida a una entidad demoníaca. No saben que donde se dirige la atención, se dirige la energía. Esas entidades es la forma que tienen de cobrarse los servicios prestados a los correspondientes elitistas terrestres, y si no se le rinde pleitesía, que se prepare, el correspondido, a un escándalo mayúsculo, o, incluso su eliminación. Así se las gastan los controladores.
En el artículo que menciono, hay fotografías que ponen en evidencia la ceguera de "los pios" que tan fervorosamente se ofrecen en el ritual.
En fin. Saludos. Perdón por la murga.
Totalmente de acuerdo contigo, si investigue en su día sobre la sala de reuniones del Vaticano y es tan evidente a quien se adora que me es imposible no entender como nadie más lo ve, siempre he dicho que si la mentira se expone nadie la ve, ahí está la prueba palpable, si amigo si, ya llegué en su día a eso, como te dije en otro comentario empecé muy joven en estas "temáticas", nada de murga, es un placer hablar con despiertos para variar.
EliminarGracias, para mí también. Es un alivio poder comentar algo de lo que, por gracia o desgracia, aquí no puedo hacer. Cuando te sales de la superficialidad, se asustan, te miran como a un bicho raro, y, amén.
EliminarEn lo más alto de el altar de la iglesia de mi pueblo a la derecha, hay una foto de Franco. A los que dicen ser de izquierdas como a los de derechas o franquistas, a algunos se lo comenté, nadie se había fijado, pero tanto unos como otros, que acuden los domingos a la misa, negaron que fuera Franco. Y es que la foto es de los años cuarenta, cuando el clero dio la orden de que la foto del caudillo estuviera en los altares. Si de eso no se dan cuenta, que está a la vista, no me estrada que lo que se nos esconde, nadie lo vislumbre, o, por lo menos les quede alguna duda. Este caso que relato, muestra que no sabemos a quien damos nuestra "fe". Y fíjate que los avisados por mi, son de los dos bandos.
Vuelvo a date gracias, un saludo.