© EL GENIO DE LA LAMPARA
¿Qué le pediría si lo tuviese a mano?
Solo le puedo pedir tres deseos, por tanto he de meditarlos
bien.
¿Cuál es mi principal prioridad?
¿Cuál es el anhelo que me puede retornar la ilusión de
vivir?
¿Qué necesito para levantarme de nuevo y seguir de frente?
Tal vez un baño de confianza en mí mismo y la certeza de que
todo es posible…
Mi entorno me parece hostil, indeseable y mi movimiento
reflejo es de rechazo…
¿Por qué no mirarlo de otra manera?
¿Por qué no distanciarme y ver otras opciones?
En fin probemos con lo de los deseos, que deben ser concretos. Nada de ambigüedades.
No sirve pedir salud, sino… una próstata sana, una vesícula
limpia, un oído potente…
Además lo que pida debe centrarse en mí. Nada de… buen rollo
general, justicia, solidaridad
Nuestro genio solo me puede dar cosas personales: Perseverancia,
empatía, fuerza, valor…
Vamos a suponer dos listas de deseos. Unos materiales y
otros no tangibles
En la primera anotaría mi deseo de sanar la parte más dañada
de mi cuerpo.
En la segunda mi anhelo sería conocer mi tarea vital, mi
función en esta vida
Y como remate pondría el disponer de entereza suficiente
para afrontar mis responsabilidades
Muchas cosas quedan fuera. No es fácil decidirse.
Aunque el portento se produjese, no lograría colmar todas
las expectativas
Además tengo claro que el “genio” soy yo mismo y a ningún
otro lugar debo acudir para pedir lo que sea
En la vida sucede que los deseos pueden cumplirse pero a
cada uno le acompaña un reto, una contraprestación que equilibra la situación
Como en el símbolo del yin y el yang todo es dual, todo contiene
lo blanco y lo negro, lo bueno y lo malo… que se equilibran y producen nuestra
realidad
Mi estado anímico actual –aún convaleciente del ataque
magnético del sistema- me tiene realmente inquieto pues no me reconozco.
Me siento, ya no manipulado, sino desactivado, alienado,
llevado inconscientemente a unas rutinas conformistas y adaptativas.
Me siento “invadido” a fondo. La magnetización aplicada ha
ido más allá de provocarme un desajuste físico en forma de neumonía (alias
covid) sino que se extiende a mis costumbres y creencias a las que, sin
perderlas, estoy dejando al margen con la excusa de “recuperarme”
Me siento una víctima consciente de esta agresión humana
planificada a escala mundial.
Quizás, al darme cuenta de mi sometimiento, dejo de estar del
todo prendido en el hechizo, pero se me hace muy difícil moverme en esta realidad
subvertida y tramposa.
Confío poder revertir el ataque sufrido y retomar mis puntos
de referencia para seguir mi andadura. Amén
UN MUNDO IDEAL
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Joan Martí – 21.08.2021
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