31.7.24

Desprenderse de la telaraña que nos tiene atrapados en necesidades vanas y adictivas

© ¿Y SI MIRÁSEMOS MÁS ALLÁ?       

Quiero volver al tema de la astracanada de la inauguración de los juegos olímpicos vigentes que ha disparado, creo que con mucha razón, las críticas por todas partes.

Si miramos más allá de lo escenificado y tratamos de ver motivaciones o intenciones, hay que constatar que la gente -en general- reacciona favorablemente a todo lo que sea llamativo y rompedor.

Cuanto más espectacular, irreverente y desacostumbrado sea algo más amplia es la resonancia que consigue y en los actos multitudinarios esto es lo que priva por encima de todo.

Otra cosa son las sensibilidades que hieren estas demostraciones excesivas y provocativas.

Antes en las pelis salía, cuando tocaba, el aviso de "puede herir su sensibilidad". Ahora no, ahora todo se vierte a bocajarro, pese a quien pese.

Ha habido multitud de desgarramiento de vestiduras -más o menos farisaicas- no tanto porque no sean de razón sino porque, últimamente en el día a día, espectáculos penosos como por ejemplo los desfiles del “orgullo gay” parecen lo más normal del mundo.

Hemos perdido los valores, las referencias morales, la decencia e incluso la educación si es que nunca las habíamos tenido) y por eso por todos lados contemplamos groserías de mal gusto.

Si esto es la libertad, apaga y vámonos. Antes a este tipo de actuaciones lo llamaban libertinaje pero ahora no quiero entrar en disquisiciones morales.

Me quedo sólo en las formas desmesuradas que hacen pensar en que estamos en todo momento en tiempo de carnaval.

El mundo se ha hecho difícil de gestionar y la vida pesada y sin alicientes. El panorama en general nos lo han puesto sombrío para que nos aboquemos sólo a la juerga fácil y así nos va.

Sin entrar en polémicas inútiles, creo que necesitamos un enderezamiento de nuestro vivir: Modos y maneras deben volver a ser la ocasión de mostrar formas atentas, respetuosas, agradables, cuidadosas en el trato, fomentando una convivencia lo más armónica y plena posible.

Parece que diciendo esto haya iniciado una prédica en el desierto, un brindis al sol, pero tal y como decía, hace tiempo, un conocido político en el congreso de los diputados... ¡alguien tenía que decirlo!

Es evidente que detrás de toda esta fealdad fomentada expresamente, vuelvo a decirlo, por aquellos que todos sabemos, se esconde el objetivo de desprestigiar al ser humano hasta hacerle perder su propia concepción de dignidad y trascendencia

Así que por encima de enfrentamientos y disparidad de criterios debemos tener clara cuál es nuestra tarea: Resarcir nuestra dignidad y el sentido trascendente de nuestra existencia.

Apresurémonos a sacar la cabeza fuera de esta niebla viscosa en la que nos tienen sumergidos y emprendamos el camino al aire libre, fresco y saludable.

Desprendámonos de tanta telaraña que nos tiene atrapados en necesidades vanas y adictivas.

Ir ligeros de equipaje es el mejor método para llegar lejos y en buena forma

O así me lo parece

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Joan Martí - elcamidelavida@gmail.com - 31 julio 2024

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