DEMONIOCRACIA
Una nueva forma
de gobierno se ha implantado en el mundo, una forma tan macabra que nuestras
runas no están preparadas para verlo. Todo empezó con una trampa que simulaba
un formato de gobierno inventado por los griegos en Atenas en el siglo V a.c.
La democracia ateniense era una forma de organización social que atribuía la
titularidad del poder al conjunto de la ciudadanía, siendo una forma de
organización del Estado en la cual las decisiones colectivas eran adoptadas por
el pueblo mediante mecanismos de participación directa o indirecta que
conferirían legitimidad a sus representantes. También la democracia era una
forma de convivencia social en la que los miembros eran libres e iguales y las
relaciones sociales se establecían de acuerdo a mecanismos contractuales
reales. Claro está que lo que ahora creemos que es democracia, es solo una
burda trampa mejor llamada demoniocracia.
Este paradigma
demoníaco donde los que nos gobiernan son demonios, tuvo un proceso
para llegar a implantarse y ser socialmente aceptado, este proceso está
compuesto por una triada compuesta por tres formas de gobierno que simulaban
aquella primigenia democracia griega. Esta triada fue avanzando linealmente en
el tiempo, sustituyendo un sistema por otro tan lentamente, que la sociedad no
percibió el cambio ni el movimiento. Su desplazamiento podríamos considerarlo
como mayor a una existencia, de este modo nadie puede ver el movimiento o
cambio completo, sino partes de este, perdiendo el parámetro de comparación
entre uno y otro, asegurándose así, que la copia remplace al original sin que
el usuario lo perciba.
La triada se
compone de la siguiente manera (polijusticracia – dictatocracia –
demoniocracia) El primer término de la triada, la polijusticracia, es el
más similar al modelo original, haciéndole creer al pueblo que aún tiene el
control de las decisiones y que el estado está para proteger ese control que el
pueblo ejerce. El segundo término, la dictatocracia, ya es más evidente, pues
termina siendo una dictadura encubierta disfrazada de democracia, como ahora
está sucediendo en Brasil, con el gobierno de Temer, que llegó al poder por un
golpe democrático, o el de Argentina con Macri, que llegó al poder por una
manipulación social diseñada por el instituto Tavistock. Hay muchos más
ejemplos de dictatocracia tanto en América como en Europa, pero cito solo estas
por ser las más evidentes y notorias en este momento. Una vez implantada la
dictatocracia, donde se gobierna de forma dictatorial con el consentimiento del
pueblo, solo es cuestión de tiempo para pasar a la fase final, la
demoniocracia, donde ellos gobiernan por y para ellos, y nosotros acatamos,
trabajamos y existimos por y para ellos, convirtiéndonos en esclavos a
voluntad, verdaderos profesionales de la servidumbre, miseria y degradación.
Mientras tanto,
ellos siguen adelante con su macabra agenda del escenario uno
cumpliéndose la peor de las pesadillas,
y nosotros por aquí y por allá discutiendo las formas de accionar, que si sí o
que si no RCA, cómo y con quien, que si es o no es un oscuro, sombra o demonio,
que pobrecito aquel, que seguro no sabía, que considerar al otro y mil
estupideces más de egos inconscientes, ignorantes y dormidos, mientras el
sistema nos sigue fagocitando como Cronos a sus hijos.
Muy simple
sería deshacernos de los demonios, pero se necesita intención, propósito y
voluntad, una triada ejercida unificados y hacia un objetivo claro,
cuya coherencia da como resultado la acción correcta en el momento correcto
para librarnos de ellos, pero estamos muy lejos de conseguirlo, pues la cómoda
apatía del burgués es el estado natural de la inconsciencia del mono con
chanclas, y el mundo está poblado por ignorantes monos creídos sabios mandriles. Ciertamente
tenemos lo que nos merecemos y nos merecemos lo que somos. Un colectivo de
Lhumanus que se creen dueños y señores de esta realidad, mientras los
verdaderos amos, dueños y señores de nuestras patéticas y acotadas existencias
son los demonios que nos gobiernan. ¡Qué razón tenía el iniciado! La historia
siempre se repite porque la inconsciencia, el egoísmo y la estupidez, aún
tienen el poder suficiente en esta realidad, como para evitar una acción
consciente y coordinada.
“Debo reconocer que cuando fui iniciado en el
grado 34, el más bajo de todos del quinto círculo de poder de los grados
superiores, el que va del 34 al 72, no pensaba que ellos tenían razón, creía
inocentemente que sólo eran ideas absurdas de una secta de engreídos embebidos
de superioridad, con infantiles creencias de dioses y entidades que manejaban
al hombre y a la realidad. Aunque fui elegido, mi decisión de pertenecer fue
más por curiosidad que por creencia, impulsado por la búsqueda de la verdad y
el extraño sentimiento de ser más de lo que era. Cuando ingresé al cuarto
círculo, el que va del grado 73 al 90, ya tenía mis dudas, pero seguía creyendo
en el Lhumanu, como a ellos les gusta llamar al común de la gente. Todavía
creía que subestimaban y menospreciaban al hombre, y que esa distinción entre
ellos y nosotros, era sólo un sentimiento absurdo de superioridad y en
definitiva de cierta inseguridad y racismo ancestral.
El Lhumanu tenía posibilidades de comprender su
verdadero origen, de ser diferente, de vencer sus programaciones y yoes, de
manifestar su Ser, de ser verdaderos, libres y justos con ellos mismos y con
los demás, de comunicarse con su dios sin necesidad de intermediarios, de ser
dueño de sus pensamientos, responsable de sus palabras y creador de sus actos.
Cuando ingresé al tercer círculo y me fue revelado por primera vez la verdad de
mi origen y el del hombre, todo cambió, y entendí que el equivocado era yo, y
que el Lhumanu nunca sería lo que debía ser, no porque no lo dejáramos, sino
porque no quería, no quería despertar de su sueño de ser especiales, únicos, a
imagen y semejanza de su dios, porque su raíz, su ADN, era ser esclavo del
Demiurgo y de ellos mismos, para que nosotros, los originales, los que logramos
despertar podamos existir. Igualmente seguí adelante y cumplí mi propósito,
pese a todos los que me decían lo contrario, porque confiaba en que el Lhumanu
podía cambiar.
Hace cientos de años que intentamos que
reaccionen, apretando cada vez más la soga a su cuello, o dándoles todas las
libertades de manejar sus vidas, y sin embargo, siguen haciendo todo lo posible
para negarse su liberación. ¿Qué se puede esperar de aquellos, que teniendo la
benevolencia del Do, lo niegan y lo entregan para ser devorado? ¿Qué se puede
esperar de aquellos que dudan de todo, aún de la verdad que le dicta su
corazón? ¿Qué se puede esperar de aquellos que están ciegos, sordos y mudos
ante el dolor y el sufrimiento de sus semejantes? ¿Qué se puede esperar del que
muerde la mano del que le da de comer y desconfía hasta de su hermano?
Indudablemente son salvajes, violentos, egoístas, crueles, desalmados,
aberrantes, soberbios, mentirosos, Lhumanus sin ninguna duda y sin posibilidad
de ser, y no por nosotros, sino por ellos. Les damos todas las posibilidades, cubriendo
todas las gamas posibles de su particular ecuación de elección, y siguen
eligiendo el camino incorrecto, el camino de la desconfianza y la apatía, el
camino corto y fácil del egoísmo y el falso amor, el camino de los egos y la
fantasía del salvador venido de las estrellas, el camino de la violencia, las
guerras, el hambre, el poder, el dinero, el sexo, las drogas, la diversión, la
traición y los mil pecados capitales. No me vengan que nosotros somos los
culpables, los manipuladores, los amos, no, no, no, nosotros no hacemos las
reglas, ustedes las hacen o permiten que las hagan. Son sus instituciones, sus
democracias, sus ejércitos, sus reyes, sus religiones, sus dirigentes, sus
gobiernos, sus leyes, sus normas, sus bancos, sus Bilderberg, su mundo. Nosotros
habitamos el nuestro y no nos interesa el suyo porque a ustedes no les interesa
protegerlo, defenderlo y cambiarlo.
Todo en el universo se
rige por jerarquías, y ustedes están empeñados en destruirlas empezando por
ustedes mismos. Quieren ser iguales cuando ni siquiera pueden ser iguales a
nivel personal, hoy son una persona y mañana otra completamente diferente,
están disgregados, fragmentados, alienados. Nosotros debemos cuidarnos de
ustedes, porque son ustedes los empeñados en destruirnos y destruirse,
empeñados en llevar a la especie Lhumana a la extinción y con ustedes a todos
los demás seres, sean plantas, animales o Humanos. Se la pasan hablando,
discutiendo, confrontando, separando, en vez de callar y sólo hacer. Ni
siquiera los que tienen un propósito en común, se ponen de acuerdo, porque
compiten, se envidian, intentan ser los protagonistas de una historia sin
sentido, que no existe más allá de su limitada imaginación. Nosotros, si
tenemos hambre comemos, si tenemos sueño dormimos, si estamos cansados
descansamos, ustedes se quejan, dicen que tienen hambre, sueño y cansancio, se
toman algo para despejarse y siguen trabajando, porque eso es lo que quieren,
trabajar, dinero, posesiones, más, más, más…y mientras pregonan igualdad en
cada esquina, a su lado un niño pide limosna y duerme en la calle, pero claro
es culpa del estado, de la democracia, de los oscuros. ¿Qué saben ustedes de
luz y oscuridad? Si defienden al que los halaga para tenerlos dormidos en sus
manos, y condenan al que los insulta para despertarlos. ¿Todavía no saben que
los ángeles se disfrazan de demonios y los
demonios de ángeles? no quieren ver que
las luces y las sombras existen en su interior, que ustedes son el enemigo, no
nosotros, y que sólo bastaría decir basta para cambiar su vida. No quieren ver
que ya son libres si lo deciden, que las únicas cadenas que los atan están en
su interior, son sus temores, su ignorancia, su dependencia, su apatía, su
aterrador miedo a ser responsables.
Muchos serán los llamados y pocos los elegidos,
porque cuando ven la verdad la niegan, no quieren ver lo que verdaderamente
son, porque son justo lo que están condenando y persiguiendo, son sus propias
luces y sombras, son Manus, son originarios de la tierra, son iguales que
nosotros pero renegando de su especie, y
los que lo saben se aprovechan de los
otros poniéndole al enemigo un nombre, pero no somos sus captores, son ustedes
mismos, cobardes ovejas encerradas en su propio corral, el que ustedes mismos
construyeron durante miles de años de negación y soberbia. No se merecen ser
liberados, no se merecen ser ayudados, no se merecen todo lo que se les ha
dado. Y sin embargo, yo, iluso e inocente, confié en ustedes, los entendí, los
defendí, los representé, los respeté, los eduqué, los curé, los amé, y pese a
todo fui perseguido, torturado y crucificado. ¡Qué ironía!!, Los que buscaban
la liberación, mataron a su liberador. Ahora la rueda se detendrá y cada uno
cosechará lo que sembró y serán los únicos creadores de su cielo o su infierno,
nosotros, sólo observaremos porque ya hemos hecho todo lo que teníamos que
hacer. Nuestro trabajo ha finalizado, y el de ustedes, recién ha comenzado.”
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