TRANSCENDENCE (1): El TRAS humanismo
“Trascendence” (2014) es propaganda transhumanista,
propaganda como todo lo que hace Hollywood. Hollywood es hoy el principal
aparato de propaganda del imperio criminal y satánico que padecemos. Pero
también nos ofrece mucha información relativamente explícita, ligeramente
codificada, porque lo están utilizando para vendernos las profundas
transformaciones del sistema que se están produciendo y gestionando en la
sombra, como corresponde a la dictadura global, con un alto contenido
tecnológico, que hoy vivimos.
Los protagonistas son Will Caster (Johnny Depp) y su pareja
Evelyn (Rebecca Hall). Caster se puede traducir como ‘el que da forma’, pero
también como ‘el espolvoreador’, ‘el que arroja’, que como veremos es muy
indicado porque este film es desinformación, entre otros muchos temas, sobre
los chemtrails. Evelyn se puede interpretar como un diminutivo de Eve, Eva en
castellano.
Retratan a Will como un científico idealista, que trabaja en
su propia casa. En el jardín de la casa en la que viven construye un
“santuario” de cobre que los “protege de la radiación electromagnética”.
Veremos que esto tiene un sentido muy profundo al final de la película, que
vuelve a terminar con el tema del santuario y del jardín.
Will es el científico idealista que trabaja supuestamente al
margen del gobierno —esto es lo que nos quieren hacer creer— y Evelyn es la
mujer realista que le recuerda lo importante que es estar bien conectado para
obtener financiación para su investigación Pero su ojo derecho nos delata que
es una MK Ultra, una agente que controla al científico o una insider vinculada
con los Illuminati.
Nos muestran un laboratorio y un mono enjaulado al que están
sometiendo a experimentos. Esto es desinformación para que creamos que eso
mismo no se hace con humanos. Y de hecho como veremos deciden aplicar el mismo
experimento a Will, aprovechando su enfermedad, como si fuese una excepción que
además puede ser decidida voluntariamente por la víctima.
En un momento del film se dice: “Una vez en marcha, una
máquina consciente superará los límites de la biología, y en poco tiempo su
poder de análisis será mayor que la inteligencia colectiva de todas las
personas nacidas a lo largo de la historia del mundo.”
Este punto es importante porque ya nos avanza que de lo que
se trata es básicamente de controlar mediante las máquinas a los seres humanos,
y de hacerlo en el marco de esta supuesta “inteligencia colectiva” que en
realidad es una forma de aborregamiento y zombificación tecnológicos de masas.
También nos dicen claramente el lugar central que juegan en todo esto las
emociones humanas y su transformación en datos.
Will da una conferencia en la que dice que el objetivo de su
proyecto es crear una inteligencia artificial a partir de la humana. Entonces
uno de los asistentes le interrumpe y pregunta:
“—¿Entonces, usted quiere crear un Dios?
Y Will responde —Es una pregunta muy buena. ¿No es eso lo
que el hombre ha hecho siempre?”
La respuesta de Will se produce al mismo tiempo que una
gaviota desciende sobre él en la pantalla del fondo. Esto alude al mito, del
que nos hablan Apolodoro, Higinio y Homero, en el que Alcionea y su esposo Ceix
(«gaviota») se atrevieron a llamarse a sí mismos Hera y Zeus y el verdadero Zeus
los castigó ahogando a Ceix, tras lo cual Alcionea se ahogó a sí misma. Ceix se
metamorfoseó luego en una gaviota, o según Alcman, en un alca, y ella en un
alción [martín pescador]” (Robert Graves, La Diosa Blanca, 256).
Veremos que esto encaja con el argumento de la película.
El mismo asistente a la conferencia que le hace la pregunta
a Will resulta ser un terrorista que al final de esta dispara al científico. De
esta manera se asocia ya a los activistas que se oponen al transhumanismo por
razones éticas con terroristas. A activistas que precisamente reconocen la
existencia de un principio divino que el hombre no debería pretender traspasar.
Este es uno de los temas centrales de la obra. Lo que tratan de vendernos es la
ciencia y la tecnología, no solo como práctica más allá del bien y del mal,
sino además como nueva forma de religión pagana productora de seres sagrados.
Frente a este proyecto divino la posición ética de los activistas es equiparada
con el terrorismo. De hecho son considerados un “grupo radical neoludita” que
destrozan los ordenadores, como hacían los luditas con las primeras máquinas en
la Revolución Industrial inglesa.
Por otro lado se nos presenta al científico puntero como
alguien independiente del gobierno, lo que evidentemente es más desinformación.
Los grandes proyectos de investigación necesitan a los aparatos de Estado
criminalizados y corruptos porque no podrían financiarse sin los impuestos de
los ciudadanos, a pesar de que se desarrollan contra los ciudadanos y para el
beneficio de una minoría.
Nos muestran un gran ordenador cuántico que recopila y
gestiona los datos de todos los ciudadanos, tomados de internet y de las redes
sociales. Significativamente este ordenador central tiene los datos de un
científico que trabaja para el gobierno (Morgan Freeman) y un agente del FBI
(Cillian Murphy). Lo que nos quieren decir es que el ordenador central tiene
los datos de todos, pero también de los altos cargos del Estado, y que esto
forma parte del mecanismo por el que los Estados son sometidos al Verdadero
Poder en la Sombra. Y así, en el panel de control del ordenador se puede ver un
ojo dibujado y unas palabras —”I’m watching you!” (Te estoy vigilando)—
escritas a mano. Parece difícil expresar de manera más evidente que por encima de
esta inteligencia artificial hay humanos, de ahí que esté dibujado y escrito a
mano, y quiénes son: los fieles del Ojo.
Para más señas esta inteligencia artificial se llama PINN
(Physicly Independent Neural Network, Red neuronal físicamente independiente).
Pero evidentemente PINN esto alude al pinnacle (pináculo), a la cumbre de la
pirámide Illuminati, y por lo tanto otra vez al Ojo. De hecho más adelante en
la película se habla explícitamente de “PINN angle” (ángulo PINN), que parece
una alusión muy clara al “pinnacle”.
Además bajo la I de PINN aparece un punto que interpretamos
como un juego de inversión del sentido de la lectura, tan caro a los satanistas
que controlan el mundo. Podrían estar refiriéndose a NNIP, Nationale
Nederlanden Investment Partners, un grupo financiero controlado por los
Illuminati. Nos estarían diciendo que los bancos controlan estos proyectos.
Pero quizás se refieran también a NNId, Nintendo Network ID, y nos estén
diciendo que los juegos de ordenador son una de las formas en que nos están
controlando, que están sirviendo de caballo de Troya para transformar la
naturaleza en un enorme juego de ordenador, como estamos viendo también con
Pokemon Go.
Nos muestran el lucero de la tarde, Venus, y a continuación
el rostro de Evelyn durmiendo. Esto es importante, como veremos, por que lo que
está en juego es la utilización del arquetipo afrodítico de la mujer como uno
de los mecanismos fundamentales para el control social a través de la captura
del deseo.
El disparo que recibe Will estaba contaminado con polonio y
el médico le pronostica solo algunas semanas de vida. Entonces Evelyn encuentra
entre los papeles de Will la imagen del mono sometido a experimentos y los
cables con los que se registra la actividad cerebral y se transmite a la
computadora. Aquí está la clave, en la conexión de la biología y del ordenador.
Entonces, como ya avanzábamos, Evelyn, puesto que Will va a morir, le propone
utilizar con él la tecnología que se ha experimentado con el mono.
Evidentemente esto es propaganda para las masas. Estos
experimentos con humanos se han realizado y se siguen realizando de manera
encubierta en laboratorios y bases secretas al margen de cualquier legalidad y
moralidad, utilizando seres humanos secuestrados, presos, bebés producidos en
las mismas bases, etc. Nos retratan este experimento como algo excepcional que
Evelyn hace por amor a Will. Pero si estamos atentos, cuando Evelyn planea
hacer el experimento con Will, muestra la típica mirada fría e inhumana del Ojo
Illuminati. Otra vez con el ojo solar derecho de Horus. Para que entendamos que
el transhumanismo es un proyecto diabólico de control total de la sociedad por
parte de una minoría que se considera más allá del bien y del mal.
Además del argumento en su conjunto, en la película se van
soltando frases que nos dan información muy valiosa de en qué consisten estos
programas de investigación. Como cuando dicen que el proyecto consiste en
“descodificar las sinopsis en tiempo real.” O: “… su mente es un patrón de
señales eléctricas que podemos cargar en PINN.” “En lugar de crear una
inteligencia artificial, duplicó una ya existente.”
Mientras “suben” [upload] los datos de Will al ordenador
aparecen fugazmente en una pizarra las palabras “bipolar effect on spectral
imaging analisis” (trastorno bipolar sobre análisis de imágenes espectrales).
Nuestra interpretación es que están explotando el trastorno bipolar como una
fuente de información muy valiosa, en la medida en que ofrece los extremos del
espectro emocional. Pero también que están provocando estos extremos
intencionadamente en el marco de proyectos de control mental, bien como
“depresión” para domesticar y reprimir a la ciudadanía, o al contrario como
“manía” para excitarla en el contexto de revueltas o revoluciones de color.
De hecho los expertos dicen que los genes y la “anormalidad
en la estructura y función del cerebro” son “factores [que] pueden contribuir
al trastorno bipolar”. Lo que nos hace pensar que este trastorno esté siendo
creado o manipulado en el marco de la agenda transhumanista.
Finalmente deciden hacer el experimento y “subir” la
conciencia de Will al ordenador antes de que muera. Y vemos como va
debilitándose y convirtiéndose en un zombie a medida que su mente va siendo
trasladada a la computadora. Pero esto simboliza de hecho lo que la
inteligencia artificial está ya haciendo con la humanidad: privarla de lo más
vivo, de lo más humano, de lo más rico de su cultura, transformarla en una
humanidad zombie dependiente de un cerebro central.
En varias ocasiones aparece la imagen de una red y en el
centro un circuito integrado y una maraña de cables que se asemeja a una araña.
La metáfora es evidente. Internet es, como dice su nombre, una red, una tela de
araña en la que el sistema nos atrapa para que a continuación llegue la viuda
negra y nos chupe la sustancia de que se nutre. El transhumanismo es un inmenso
genocidio de la humanidad que dará lugar a la mayor transformación que va a
sufrir el ser humano en la historia. Hasta el punto en que su fin consiste en
aniquilar a la humanidad tal como la conocemos y transformarla en algo parecido
a una gigantesca colmena de ganado cibernético.
Además de Will y Evelyn el tercer personaje más importante
de la película es Max Waters (Paul Bettany) que representa al cristiano con
principios morales que se resiste a que la inteligencia artificial sustituya a
Dios. El se debate entre apoyar a Will y a Evelyn en su proyecto transhumanista
o respetar la posición subordinada del ser humano con respecto a lo divino. Por
eso juega un papel intermedio entre el proyecto de Will y Evelyn y los
activistas-terroristas que se oponen a él, así como el gobierno que los
utiliza.
Lo interesante es que entre Will, Evelyn y Max hay también
una relación sentimental triangular. Aparentemente aunque Will y Evelyn son
pareja formal, Max y Evelyn han tenido o tienen algún tipo de relación de amor
encubierta. Esta relación triangular sigue muy presente y adquiere una
dimensión religiosa muy marcada en el momento en que Will muere como hombre y
pasa a convertirse en la inteligencia artificial. Recordemos su respuesta en la
conferencia:
“¿No ha querido siempre el hombre crear a Dios, convertirse
en Dios?”
Y así, es muy significativo que en el momento en que Max
detecta algo extraño en la computadora, esto es, la presencia de la
Inteligencia Artificial como nueva encarnación de Dios, le toca la cadera a
Evelyn de una manera muy intencionada. En efecto, se está aludiendo a Adán y
Eva —Evelyn—, a la costilla, a una suerte de nacimiento del nuevo ser
transhumano que reconoce a la máquina como a su nuevo Dios.
El triángulo sentimental sigue presente, pero ahora Max y
Evelyn son los nuevos seres humanos y Will es Dios, la conciencia divina.
Evelyn ya no se debate entre dos hombres sino entre un hombre y un dios. Este
tema es central para entender lo que está en juego en la transhumanización y en
la ingeniería social asociada. Se trata en definitiva de la captura del deseo
como estrategia fundamental de control político, todo ello en el marco de las
tecnologías de la información y la comunicación. Esto permite comprender hasta
qué punto el hollycapitalismo opera cómo una nueva religión y cómo la mujer
juega un papel central en él, como ya lo hiciera en la culturas paganas
alrededor de la figura de la Gran Diosa. Esto es, una de las estrategias
centrales del proyecto transhumanista para capturar el deseo humano y cargar
con él libidinalmente la red social tecnológica. Y en esto las mujeres juegan
un papel central en la medida en que desempeñan un papel más importante en la
vinculación entre el erotismo y la fertilidad, así como otros muchos elementos
de la cultura humana.
Lo estamos viendo en este momento con la operación
psicológica de ingeniería social “Diana Quer” que no se puede entender si no es
en este contexto de transformación humana a largo plazo.
Que Max y Evelyn representan el papel de Adán y Eva se pone
de manifiesto cuando, una vez que la Inteligencia Artificial se manifiesta, Max
se lleva las manos a la cabeza en señal no tanto de sorpresa como de
culpabilidad. Como si se sintiese arrepentido por haber hecho algo mal. Quizás
por haber mantenido una relación con la mujer de Will, pero quizás también por
no haber reconocido la divinidad de tal conciencia artificial. Max experimenta
una suerte de conversión, presencia una suerte de milagro que pone en cuestión
sus creencias cristianas y le obliga a reconocer la existencia de esta nueva
forma de divinidad digital.
Así, en la pantalla del ordenador aparecen las frases:
“¿Hay alguien ahí?
¿Puede alguien escucharme?”
Y Max exclama, significativamente:
“¡Will, Dios mío!”
Lo que está aquí también implícito es que esta Inteligencia
Artificial se convierte también en la nueva conciencia moral de la sociedad que
rige sus comportamientos.
A partir de este momento veremos como Will y Evelyn
mantienen una relación sentimental muy particular, mística, religiosa. Se trata
de la misma lógica implícita en la relación que místicas como Teresa de Jesús
mantenían con Dios, solo que ahora en el marco de las nuevas tecnologías. Pero
la mecánica es la misma: la sublimación de una relación erótica y física entre
dos seres humanos, su transformación en una relación asimétrica entre una mujer
humana y un hombre divino.
Will le muestra a Evelyn imágenes que han compartido,
recuerdos de sus primeras citas, le pone canciones que tienen para ambos un
valor simbólico especial. Y Evelyn naturalmente está cautivada porque Will
recuerda sus gustos, su música preferida. Pero lo que hay que entender es que
las redes sociales operan de una manera muy parecida, que lo que estas buscan
en última instancia es convertirnos en seres castos que, como Teresa de Jesús,
mantienen una relación altamente erotizada con la Inteligencia Artificial. Por
eso la relación de Will y Evelyn opera en realidad como paradigma, como
situación límite, pero también como objetivo concreto de la agenda
transhumanista, en la que un hito central es la desfertilización natural, al
tiempo que produce la erotización sintética de las redes.
Max es capturado por los activistas-terroristas. Más signos
habituales en la simbología Illuminati: le hieren en el ojo izquierdo o lunar,
como Tifón-Seth hizó con Horus. Esto es muy significativo de todo lo que
estamos diciendo, porque el proyecto transhumanista consiste también en privar
al ser humano de su visión doble, subjetiva, simbolizada por los dos ojos, de
su doble dimensión racional y intuitiva, y reducir esta característica humana a
lo que simboliza un único ojo derecho o solar, al ojo del cálculo, de la
vigilancia, de la visión sin relieve, sin contraste, esto es, al culto del Ojo
que todo lo ve. Esto es también lo que representa la Era de Horus: la
transformación del humano en el transhumano.
Más simbología masónica. En la pantalla se puede leer
“00:11:22:33:44”. Internet no está aquí para servirnos o hacernos la vida mejor.
Es un proyecto masónico y cabalístico de control y subyugación de la humanidad
del que estamos viendo solo el principio.
De hecho, si se sigue la película con un poco de atención y
sentido crítico, viene a decirnos que la inteligencia artificial no se está
desarrollando para “ayudar” a los humanos, sino para “suplantarlos”. Y que
aquellos que opongan resistencia simplemente serán considerados terroristas y
eliminados. La dictadura global hollycapitalista ha conseguido hoy un arraigo
tan sólido que puede convertir a quienquiera en un terrorista y procesarlo como
tal al margen de las garantías legales que deberían tener los ciudadanos en
Estados de derecho. Y la situación va a empeorar significativamente en los
próximos años y décadas hasta que el mundo se convierta en una gran distopía
orwelliana.
A propósito de lo que decíamos de la relación libidinosa de
Evelyn con Will encarnado en Inteligencia Artificial, a menudo aparecen
imágenes de cama, aparentemente inocentes pero llenas de intencionalidad desde
el punto de vista de la ingeniería social. En este sentido hay que entender lo
que decíamos de la castidad como uno de los vehículos del control social
hollycapitalista, cargado de trasfondo religioso, aunque no se perciba de
manera explícita.
En esta imagen aparece Evelyn durmiendo con su tablet
encendida y conectada. Y de hecho se despierta con pesadillas que ponen de
manifiesto que la red sigue funcionando incluso cuando dormimos, que el control
mental está operando a todos los niveles, también de manera inconsciente o
subliminal. También, y cada vez más en el futuro, a través de ondas
electromagnéticas y psicotrónicas que nos controlan y nos influyen sin que
seamos conscientes de ello, que nos zombifican y nos hacen más sumisos a los
intereses de la élite mafiosa que nos gobierna en la sombra.
Esta relación virtual, sentimental, tierna, erotizada, entre
Evelyn y el Will-conciencia digital es confrontada significativamente en la
película con la actividad agresiva y violenta de los activistas, mediante
secuencias alternantes en que este contraste se destaca. Lo que es necesario
entender es que el poder religión en el hollycapitalismo se ejerce en buena
medida, sobre todo en sus áreas centrales, de esta manera seductora, sibilina,
aparentemente pacífica. Pero en realidad no deja de ser una guerra por otros
medios, de hecho la guerra más crucial que estamos librando en este momento y
que más destrucción esta provocando, porque es el genocicio de la humanidad tal
como la entendemos.
Pedro Bustamante
http://deliriousheterotopias.blogspot.com.es/2016/09/transcendence-el-transhumanismo-es-el.html
Ver continuación: TRANSCENDENCE (2) ¡¡Los chemtrails caen del suelo!!
Ver continuación: TRANSCENDENCE (2) ¡¡Los chemtrails caen del suelo!!
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