FILOSOFÍA CRÍTICA: ¡Pensad y desobedeced!
Filosofía:
· Conjunto de reflexiones sobre la esencia, las
propiedades, las causas y los efectos de las cosas naturales, especialmente
sobre el hombre y el universo.
· Sistema filosófico o conjunto sistemático de los
razonamientos expuestos por un pensador.
La dictadura del pensamiento único: Pienso luego estorbo
El clásico planteamiento filosófico Pienso luego existo, del
filósofo francés René Descartes se ha transformado actualmente en algo parecido
a Pienso luego estorbo…
Algo que se ha conseguido gracias a la Dictadura del
Pensamiento Único, de la que habla en este post el filósofo italiano Diego
Fusaro, quien la describe como la dictadura más absoluta que haya existido
hasta el presente.
Nunca en la historia de la humanidad una dictadura había
llegado al nivel de dominio de la
actual. Un dominio conseguido gracias a la presión sobre el individuo de todas
las maneras posibles, pero especialmente desde los medios de comunicación y la
educación.
La desaparición de la Filosofía como asignatura en el
Bachillerato, y de las carreras de Humanidades son pasos adelante para lograr
el objetivo principal de hacer del ser humano alguien completamente
dependiente, aborregado e idiota…
Idiota, un término de origen griego, cuyo significado es
explicado con mayor precisión por Ana Cuervo Pollán, estudiante de tercer año
de Filosofía, en Carta a quien
no estudie Filosofía en Bachillerato, que se incluye en este post
Relación de textos que integran el post:
·
Ana Cuervo
Pollán Carta a quien no estudie Filosofía en el Bachillerato
·
El Pensamiento Único de
nuestra era socializa el conocimiento
·
Diego Fusaro: El
“Pensamiento Único” Qué es y cómo combatirlo
·
Diego Fusaro: La
dictadura del “Pensamiento Único” y la Ideología de Género
·
Diego Fusaro: Yo estoy
de parte de la Rusia de Putin
·
Diego Fusaro: Crítica
del orden capitalista y neoliberal
Carta a quien no estudie Filosofía en Bachillerato
Ana Cuervo Pollán es una estudiante de tercer curso de la
carrera de Filosofía y dedica sus palabras a los alumnos de Bachillerato que no
estudiarán la materia debido a la reforma educativa del Gobierno
“Filosofía ha perdido horas y se ha convertido en optativa,
y sólo para algunas ramas, en otras, como en Ciencias, no se puede cursar ni
como optativa”, critica
Querida alumna, querido alumno que este año empiezas 2º de
Bachillerato y no podrás cursar Filosofía. Lo lamento. Luchamos, pero no lo
conseguimos. Pienso si pedirte perdón por perder la batalla, pero muchas de las
gentes que ocupamos las sillas y las pizarras del Aula de Historia de la
Filosofía, nos dejamos la piel para que los que venís detrás, tuvierais vuestro
sitio asegurado. No lo conseguimos. Es un hecho. Fracasamos. Pero, querida
alumna, te aseguro que no habrá sido por huelgas, manifestaciones y
movilizaciones. Pero, querido alumno, te aseguro que no han faltado protestas,
denuncias, recogidas de firmas, artículos y cartas enfurecidas, aunque cargadas
de razón, para evitarlo. Os puedo prometer que el profesorado y el alumnado
comprometido –que somos mayoría– hemos luchado durante años, ya casi
cinco, para que en este septiembre,
tuvierais garantizado vuestro sitio en clase de Historia de la Filosofía, y sin
embargo, fracasamos. Al menos, de momento. Porque no os vamos a abandonar en
manos de esta derecha nauseabunda.
Querida, querido: os escribo desde la Biblioteca de la
Facultad de Filosofía y Letras donde estudio. Me rodean libros y estudiantes,
compañeras de clase, y compañeros de las carreras de Humanidades. Leen y
escriben con atención. Quiero que lo sepáis: si ahora os escribo desde este
lugar es gracias a la escuela pública y más concretamente, a mis clases de
Historia de la Filosofía, que, aunque me encuentre inaugurando el tercer curso
de la carrera, las recuerdo vivamente con agradecimiento y nostalgia.
Querido, querida: este año no os preguntaréis cuál es el
origen del Universo. Tampoco os hablarán de que existieron en la Antigüedad
unos filósofos que, en esta facultad tan amante de palabras raras pero de ideas
claras, denominamos presocráticos. No estaréis al tanto de la polémica entre
Sócrates y los Sofistas. El debate entre lo natural y lo convencional –Physis y
Nomos– no se os pasará ni por la imaginación.
No tendréis ni la más remota idea de por qué Platón propone
una escisión entre el mundo sensible y el mundo de las Ideas. Tampoco sabréis
que Aristóteles habla de cuatro virtudes y alaba los beneficios de la
prudencia. Ni veréis el gran cambio que sufre el objeto de estudio de la
filosofía cuando irrumpe en ella la patrística y el pensamiento cristiano. No
sabréis de qué forma justifica Descartes la existencia del mundo como entidad
real y no sólo como posible objeto de la imaginación. No sabréis que Hume
critica con una agudeza asombrosa el concepto de causalidad. Bueno, ni
siquiera, queridos, os plantearéis si en el mundo existen causas y efectos.
Tampoco veréis al viejo Kant y su imperativo categórico. No
lo veréis porque en el mundo que nos ha tocado, está prohibido que alguien os
enseñe a tratar a las personas como fines y no como medios con los que
satisfacer vuestros deseos. No estudiaréis a Marx, ¡ni por asomo estudiaréis a
Marx! El PP necesita que os alienéis; no lo contrario. Y tampoco estudiaréis a
Nietzsche.
Estos tipos que os cito, cada uno con sus propios puntos de
vista – a menudo enfrentados–, tuvieron la dichosa idea de procurar a la gente
la capacidad de hacer un análisis crítico del mundo que nos rodea y de cada
sujeto para poder luchar por una sociedad más libre y justa; por eso, porque os
quieren idiotas. Exactamente eso. Idiotas. (Tampoco os explicarán que ‘idiota’
es un término procedente del griego que designaba a aquel ciudadano que evitaba
interesarse por asuntos sociales y políticos y en consecuencia, se hacía
necesariamente súbdito).
Querido, querida. Fracasamos. Pero aún hay una salida. Kant
decía “razonad todo lo que queráis y sobre todo lo que queráis pero obedeced”.
Lo primero me convence, lo segundo no. Por eso yo, humildemente, invertiré la
máxima. Queridos, queridas: para que os dejen razonar, para que no piensen por
vosotros/as, para que no os conviertan, mediante una educación mediocre, en
súbditos del capital y de la ignorancia, desobedeced. Desobedeced la Lomce.
Exigid tener Filosofía y más Filosofía en todas las ramas de
Bachillerato. Leed.
Pensad. Interrogaos. Preguntaos si todo esto tiene sentido.
Leed, leed y leed. Invadid las clases de Filosofía.
Negaos a cursar otra asignatura en su lugar. No hacen falta
armas para derrocar a esta derecha neoliberal y enemiga del conocimiento. Sí
desobediencia.
Basta con que luchéis para que no os hagan definitivamente
estúpidos/as; necesariamente idiotas. Razonad, y después desobedeced, porque lo
que se os ordena, es que seáis rematadamente idiotas.
Fuente: Eldiario.es
Pensamiento Único…
Intentan que creas que es la única opción posible
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La globalización no es sólo material, económica, cultural o
política, también lo es a nivel ideológico. El producto ideológico de la
Globalización es el pensamiento único. La visión del mundo que cae de los
medios de comunicación, de los discursos de los políticos convencionales, de
los académicos e intelectuales protectores del sistema vigente.
El pensamiento único se hace dominante tras la caída del
telón de acero, y va extendiendo sus influencias ideológicas por todo el mundo
durante la década de 1990. Este pensamiento es el rostro de la cultura del
triunfo del capitalismo en el mundo, en cuanto a su presencia. Y al hacerse
dominante este pensamiento, en los medios, en las cabezas de la gente, funciona
como un factor de alienación, que nos hace vivir en una sensación de “aparente
normalidad“. Es la ideología casi omnipresente en las voces “realistas,
sensatas o convencionales”. Es el corazón del capitalismo anclado en el
pensamiento.
El nuevo orden mundial se ve amparado por el pensamiento
único, que nos dice que no hay más opciones, que es esta realidad en que
vivimos el sistema verdaderamente humano. El sistema que sí nos interesa. El
sistema de la democracia. El sistema de la libertad. Y que fuera del sistema,
nos aguarda multitud de regímenes totalitarios, a cada cual más sangriento e
irracional. Y sin embargo, es el mismo sistema el verdadero peligro para la
humanidad y el planeta.
Un sistema que confía el destino de la inmensa mayoría a los
apetitos financieros de una minúscula oligarquía, de una camarilla de herederos
y nuevos ricos.
¿No resulta cada vez más sorprendente la aceptación de esta
idea?
FILOSOFÍA CRÍTICA (2): Contra la Dictadura del
Pensamiento Único.
Durante años me ha sorprendido el hecho de que no hubiera
ninguna figura en el ámbito académico hablando claramente del Nuevo Orden
Mundial.
Por fin, hace muy poco, la he encontrado en la persona
de Diego Fusaro, Doctor en Filosofía, que ha sido profesor de la
Universidad de Harvard, y actualmente da clases de Historia de la Filosofía en
la Universidad San Raffaele de Milán, y que cumple con lo que se podría esperar
de la figura del intelectual que parecía haberse tragado la niebla…
Diego Fusaro habla con claridad bien
argumentada sobre lo que es el Nuevo Orden Mundial, la Dictadura del
Pensamiento Único, en la que se apoya, y otra serie de aspectos, como
la Ideología de Género, que conforman la actual dictadura invisible en la
que parecemos encontrarnos tan cómodos… Creo que merece la pena prestar
atención a sus opiniones.
Diego Fusaro (Filósofo)
El “Pensamiento Único” qué es y cómo combatirlo
(…) El “Pensamiento Único” tiene como único
objetivo el imponerse a sí mismo como único pensamiento admitido,
deslegitimando inmediatamente al que ose cantar fuera del coro, a quien ose
aullar con lobos (como decía Hegel), satanizando inmediatamente como fascista,
comunista, estalinista, nazi, es decir, silenciando preventivamente al posible
mensaje positivo. Hoy yo no diría quemado en la hoguera, como sucedía en
tiempos de Bruno, de Vanini el disidente, pero es, de hecho, silenciado y
difamado del coro virtuoso del “Pensamiento Único Dominante”
Y por otra parte, el “Pensamiento Único Dominante”,
al deslegitimar todo pensamiento alternativo crítico, se impone a sí mismo como
el único capaz de pensar aceptado. De hecho, quien intenta salir del perímetro
del trazado preventivamente por el “Pensamiento Único Dominante” es
acallado inmediatamente, silenciado, difamado y presentado como disidente
respecto al “Pensamiento Único Dominante”
Es evidente que un verdadero pensamiento crítico debe ser
hoy forzosamente el que pone en discusión los axiomas del “Pensamiento Único
Dominante”, el que vuelve a proponer a la crítica lo que, gracias
al “Pensamiento Único Dominante” habitualmente se le sustrae.
De hecho, el “Pensamiento Único Dominante” impone toda una
serie de categorías como si fuesen obvias e indubitables.
En cambio, es tarea de la filosofía regresar a la discusión
crítica a la problemática de lo obvio, eso de lo que habitualmente se aparta.
Por eso, hoy no se puede estar en Filosofía más que en
reivindicada antítesis con el “Pensamiento Único Dominante”
La dictadura del “Pensamiento Único”
(…) Estamos viviendo en el mundo de la máxima injusticia
social. El mundo en el cual existe gente que posee lo superfluo y existe gente
que no tiene ni lo más necesario para vivir
1989 se proclamó como el año del triunfo de la libertad; en
cambio es el año en que comienza una época en la que la injusticia domina como
nunca antes
A. SORTINO: Dices que existe una dictadura cultural
¿en qué sentido?
D. FUSARO: Sí, la del pensamiento único. Se dice
que vivimos en la época del fin de las ideologías, esas grandes ideologías que
atravesaron el siglo XX coloreándolo de lágrimas y sangre. Pero es una
afirmación demasiado apresurada, porque estamos viviendo la época más
ideológica de toda la historia de la humanidad.
A. S: Esta es un época ideológica? ¿Cuál es la
ideología?
D. F: Totalmente. Existe una sola, este es el
aspecto. En el pasado había una reproducción de ideologías: católica, marxista
y otras— Hoy domina una sola: la neoliberal, que predica el mercado como la
única realidad posible, y que predica las relaciones de fuerza internas al
sistema económico como naturales.
Este es el aspecto más terrible de nuestra época, que el
sistema de la injusticia realizada no se predica como lo perfecto sino como el
único mundo posible. Es decir, se presenta como natural y por tanto, anula el
hecho de pensar realidades diferentes.
A. S: Por tanto es una época que impide el cambio,
es decir, una ideología de la inmovilidad, digamos que es reaccionaria…
D. F: Una ideología de total inmovilismo como
probablemente nunca antes se ha tenido en la historia. A este respecto, yo
hablo de una segunda restauración; es decir, la época que se ha abierto desde
1989 es una época que anula toda pasión utópica, toda pasión de rescate social
respecto a la injusticia y presenta este mundo así injusto como el único
posible.
A. S: Existen valores que se están afirmando, como
el de la ideología de género, según la cual la orientación sexual no es
determinada por la naturaleza, sino que, de alguna forma, es elegida… ¿Piensas
que esto es una expresión de esta ideología?
D. F: Sobre este punto sería muy larga la
argumentación. Estamos presenciando un desmantelamiento progresivo de todas las
instancias comunitarias capaces de resistir a la afirmación del “do ut des” del
Mercado, y entre estas instancias que resisten está la familia. La familia, por
su naturaleza, es inaccesible al nexo mercantilista económico. La relación
entre una madre y un hijo nunca será de tipo mercantil. Por tanto, el capital
debe anular a la familia para únicamente dejar al consumidor.
(…) Todas las ideologías que se están implantando tienen por
objetivo destruir determinados valores e imponer como único valor el valor de
cambio. Porque no olvidemos que esta es la época en el que el único valor que
queda es el que se calcula en precio, y el humano mismo se convierte en algo
vendible en el mercado.
A. S: Yo te he hecho pasar con un poco de temor. Por
Dios, entra el marxista a TV200… y estás diciendo las mismas cosas que se le
oye decir a la Iglesia…
D. F: Bueno, si se me permite decirlo con una
frase un tanto divertida: actualmente el último marxista –si quieres usar esta
categoría – es el Papa Francisco. Es el único que habla acerca de la dignidad
del trabajo, de dignidad humana, de crítica a la explotación, crítica al
sistema financiero…
A. S: Yo no creo que él sea marxista, pero es
interesante que tú, desde esta perspectiva, de alguna manera reconozcas una
identidad de visión. Es como si Don Camillo y Peppone fuesen aplastados por una
amenaza más grande…
D. F: Te diré algo más. Tras la caída del
comunismo decimonónico (Berlín 1989), queda actualmente una sola gran potencia
que es capaz de luchar contra el fanatismo de la economía y de defender la
dignidad humana. Esta potencia es la Iglesia Católica con su mundo de valores.
Esto ya lo había entendido Pasolini, por tanto, no es necesario estar en el
interior del mundo católico para apreciar los valores.
A. S: Pero reconoces que, frente a esta
ideología del mercado, esta nueva religión que domina el mundo, existe una
fuerza de oposición y esta fuerza de oposición actualmente ha permanecido unido
ante el resto no logra organizarse
D. F: Efectivamente. De hecho, mejor que yo
sabes que la Iglesia y el mundo católico están constantemente bajo extorsión y
bajo acusación por parte del fanatismo de la economía, que busca por todos los
medios deslegitimarlo, y la Iglesia Católica y el mundo cristiano están
resistiendo heroicamente.
Diego Fusaro (Filósofo)
Yo no estoy de la parte de “los buenos”. Yo estoy de la
parte de “los malos”.
Estoy de parte de la Rusia de Putin y en seguida
explicaré por qué…
Crítica del orden capitalista y neoliberal
(…) El capitalismo es, efectivamente, un sistema
totalitario, porque logra totalizar también la conciencia, poniendo a todos los
individuos a merced del capitalismo, en una condición parecida a la del preso
que ama su propia celda, porque no es capaz de imaginar un mundo exterior a
ella.
Esta es la fuerza ideológica del capitalismo: ser un
totalitarismo suave, flexible y flojo. Es decir, un totalitarismo que te da la
ilusión de vivir en el mejor, o de todas formas, en el único de los mundos
posibles, y que logra presentarse como la única realidad posible, neutralizando
a priori la posibilidad de pensar que existen otras realidades.
Hoy en día, dentro del capitalismo plenamente realizado,
estamos convencidos de que el capitalismo no es necesariamente bueno de por sí,
pero no hay alternativas a él. De esta manera, metabolizamos la gran ideología
capitalista, la más grande ideología capitalista, que se resume (como siempre
me gusta decir) en un axioma de tipo religioso, en un mandato teológico: “No
tendrás otra sociedad fuera de esta”
Desde este punto de vista, se puede afirmar con razón que el
capitalismo actual es una ideología muy poderosa, en el sentido marxista. Es
decir, en el sentido de falsa conciencia necesaria con la que se metaboliza el
orden existente, se metaboliza la relación de fuerzas existente, viviéndola
como natural y necesaria. De hecho, el capitalismo – o fanatismo de la
economía, si se prefiere – logra convencernos a todos sobre lo ineluctable del
capitalismo, al presentarlo como destino. Este es el punto clave.
Es capaz de hacernos creer que, efectivamente, no hay otros
mundos posibles. Nos garantiza una “felicidad barata”, la felicidad de quien
renuncia a todo anhelo de liberación y de transformación de lo existente y hace
las paces con la sociedad fragmentada, gozando de los bienes más o menos
baratos que nos ofrece.
La religión mercantil, la idea de que hay que calcular el
futuro siempre y solo dentro del capitalismo, como consecuencia del
perfeccionamiento de las mercancías producidas por el capitalismo mismo. Los
teléfonos móviles de nueva generación, la moda, todos son fenómenos que
fortalecen “el espíritu del capitalismo” (…)
En este sentido, me parece que se puede decir que la
ideología capitalista gana, en la medida en que logra tener de su parte también
a los esclavos potenciales, a los rebeldes potenciales, a los que todos los
días sufren en carne propia las contradicciones del capitalismo: alienación,
explotación, desempleo, precariedad laboral…
Quienes padecen todo esto, en lugar de aliarse para derrocar
el orden dominante, se ponen en cola pacífica y tranquilamente para comprar las
nuevas mercancías: los nuevos móviles que el cosmos capitalista pone en venta a
diario, sin tener en cuenta que las huellas de los teléfonos móviles a menudo
acaban en la sangre, en China o en países eufemísticamente “en vías de
desarrollo”.
Por eso creo que es preciso reanudar el programa marxista de
crítica de las ideologías, sin él no se va a ninguna parte. Sin la crítica de
las ideologías, la misma Filosofía tiende a estructurarse como santificación de
la ideología dominante.
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