Cada una de las “revelaciones” esconde un nuevo mal y oscuros objetivos.
QUÉ ESCONDEN LOS ESCÁNDALOS DE EVASIÓN FISCAL
¿Se
han preguntado ustedes por qué razón, estos últimos años, se han
revelado tantos y tantos escándalos de evasión fiscal en paraísos
fiscales, por parte de ricos, multimillonarios y grandes
corporaciones?
Posiblemente,
la mayoría de gente lo vea con indignación y sea precisamente, esa
indignación, la que le impida hacerse las preguntas pertinentes o
adquirir una perspectiva más amplia de los hechos.
El
mensaje que se nos repite como un mantra, por parte de todos los
medios de comunicación, es que “se
tiene que perseguir la evasión y el fraude fiscal” y
que si “no
hubiera tantos evasores fiscales, nuestros estados podrían funcionar
mucho mejor”.
Y
el mensaje, obviamente, es cierto.
No
obstante, todo lo que estamos viendo, como por ejemplo, los
escándalos de los “Panama
Papers” o
de los “Football
Leaks” de
turno, no aparecen por casualidad. Cumplen una función: están
sentando las bases para el Nuevo Orden Mundial.
Es
una operación a gran escala, cuyo objetivo es reconfigurar la
economía y la sociedad a medida de las élites, pero consiguiendo a
la vez, la conformidad total y sumisa de la propia sociedad para
ello.
Un
mundo en el que las multinacionales tendrán un control total y
absoluto sobre nuestras vidas y cuyo poder estará por encima del de
los estados.
Y
lo más grave es que van a conseguir que la población lo aplauda
como un logro.
Estos
son los pasos que creemos que está siguiendo esta operación a gran
escala…
1 - LA
CRISIS
El
primer paso indispensable, ha sido crear una gran crisis
internacional, basada en el endeudamiento de los estados
occidentales.
Los
estados, especialmente los europeos, se han visto incapaces de
afrontar sus obligaciones para mantener el conocido como “estado
del bienestar”.
En
estos momentos, muchos países no pueden financiar la sanidad, la
educación, el mantenimiento de las infraestructuras, la seguridad,
el pago de las pensiones, etc…
Como
consecuencia directa de esta crisis de deuda de los estados, han
empezado a producirse privatizaciones de las funciones públicas, que
recaen en las grandes empresas multinacionales de forma paulatina.
Eso
ha provocado una oleada de descontento social y críticas al
establishment político, que se presenta, no solo como corrupto, sino
como ineficaz.
2. EL
CULPABLE
Ante
la situación de crisis de los estados y su incapacidad para hacer
frente a sus obligaciones, ha empezado a presentarse un culpable de
forma insistente: la evasión y el fraude fiscal.
Se
nos ha empezado a vender el argumento de que “si
no hubiera fraude fiscal, el estado podría afrontar todas sus
funciones sin problemas”.
De
esta forma, se culpa de muchos de los efectos de la crisis al elevado
nivel de evasión fiscal, tanto de individuos como de empresas, así
como a la economía sumergida.
Los
medios de comunicación juegan un papel indispensable y el tema se
convierte en protagonista tanto de mítines políticos como de
tertulias periodísticas, todos vomitando la misma consigna, repetida
como un mantra hipnótico: “se
debe perseguir el fraude fiscal, se debe perseguir el fraude fiscal…”
Coincidiendo
con este mensaje, empiezan a aflorar gran cantidad de fraudes,
evasión fiscal y paraísos fiscales, la mayoría impulsados por
asociaciones periodísticas de ámbito internacional que “aparecen
de la nada” y
que disponen de una “mágica” capacidad
para recibir de forma incesante, todo tipo de filtraciones de
información financiera.
Así
es como vemos desvelarse todo tipo de chanchullos a gran escala,
desde el escándalo de los “Panama
Papers”,
hasta los escándalos de evasión fiscal de futbolistas de
los “Football
Leaks”.
3.
EFECTOS INMEDIATOS
El
primer efecto que ha tenido la “persecución
de la evasión fiscal”,
ha sido sido empezar a perseguir los pagos con dinero en efectivo en
todos los países del mundo.
El
objetivo que se plantea en el horizonte inmediato, es acabar
eliminando el dinero en efectivo y sustituirlo por los pagos
electrónicos y con ello, acabar con la libertad de movimiento de los
ciudadanos.
Esta
eliminación del dinero en efectivo, se realiza de forma paulatina y
diferenciada en cada país, dependiendo de su situación y
características propias.
Así,
en España, hemos pasado de poder pagar cualquier cantidad con dinero
legal en efectivo, a ver como se prohibían los pagos superiores a
2500 euros, y ahora los superiores a 1000 euros, presuntamente, con
el objetivo de perseguir “la
economía sumergida”.
Paulatinamente,
esa cantidad se irá reduciendo, al mismo ritmo en que se vayan
implementando los métodos de pago con dinero electrónico, de
manera, que al final, no se pueda pagar ninguna cantidad con dinero
en efectivo, y todas las transacciones se deban hacer de forma
electrónica, para tener así un control y un monitoreo total sobre
las actividades de todos y cada uno de los ciudadanos, de forma
automática, instantánea y fácilmente rastreable.
Es
decir: control y esclavitud total para todos y cada uno de nosotros.
¿Pero
cómo se consigue que la población acepte sin rechistar la
imposición de estas cadenas? Pues muy fácil: castigando primero a
los más ricos y generando la ilusión de una presunta “justicia
social”…
4.
CASTIGOS EJEMPLARES
Aquí
es donde adquieren pleno sentido las acusaciones de fraude o evasión
fiscal hacia personajes ricos y famosos. Dos buenos ejemplos de ello,
lo tenemos en los dos mejores futbolistas del planeta: Messi y
Cristiano Ronaldo, cuyas revelaciones de fraude fiscal, están
circunscritas en gran parte a esta maniobra global de manipulación
(aunque cabe destacar que ambos casos tienen diferencias de trato
entre sí, debidas a los conflictos de intereses a nivel local del
país).
Estas
revelaciones, como otros muchos fraudes desvelados relativos a
personajes célebres, ricos y poderosos, buscan implantar la
siguiente idea en la mente del ciudadano medio: “Si
a tus ídolos no se les permite evadir fiscalmente, a ti tampoco. Si
a ellos, que son ricos y poderosos los perseguimos, tú también
tendrás que aceptar el control sobre todas tus actividades
económicas”.
Y
si alguien protesta y aduce que se está ejerciendo un excesivo
control y represión sobre la clase media o los más humildes, le
responderán: “No
tienes nada de lo que protestar. La ley se ha aplicado primero a los
más poderosos, que parecían intocables”.
Como
vemos, es una jugada maestra a escala psicológica.
5. EL
NUEVO PAPEL DE LAS GRANDES CORPORACIONES
Asimismo,
también estamos viendo como salen a la luz las evasiones fiscales y
los fraudes de las grandes empresas y corporaciones.
A
medida que vaya persiguiéndose la evasión de las grandes
corporaciones, lo que sucederá finalmente es que estas empresas
acabarán pagando los impuestos correspondientes.
Y
no solo eso: los paraísos fiscales a los que evaden, también serán
perseguidos y acorralados, e irán cayendo uno tras otro, de forma
paulatina.
Pero
no caerán todos.
De
hecho, el dinero de esos paraísos fiscales, será trasladado a
nuevos paraísos fiscales, muchos de los cuales estarán situados en
EEUU; recordemos el ejemplo de los nuevos paraísos fiscales
norteamericanos impulsados por la familia Rothshild, que
denunciabámos en el artículo ¿QUÉ
SE ESCONDE REALMENTE TRAS LOS “PAPELES DE PANAMÁ”?
Y
a estos nuevos paraísos fiscales, nadie tendrá acceso gracias a ese
agente de los Rotschild y los Goldman Sachs, recientemente situado en
la Casa Blanca llamado Donald Trump, que al mantener un férreo
proteccionismo y no firmar ningún tratado multinacional, no
adquirirá con ello, ningún compromiso para revelar datos al
respecto.
¿Cómo
se justificaría que EEUU firmara un tratado comercial de gran calado
con otros países y a la vez tolerara que en su país se evadieran
impuestos perjudicando los intereses de sus socios comerciales?
Esa
es una de las principales razones por las que estas élites han
puesto a Trump en la presidencia y se ha paralizado la participación
de EEUU en los grandes tratados comerciales.
El
mandato Trump, coincidirá con toda la cascada creciente de
revelaciones de evasiones fiscales y la posterior eliminación de
todos los paraísos fiscales, y será el periodo idóneo para el
traslado del dinero a los paraísos fiscales de EEUU, gestionados
muchos de ellos por los Rothschild y compañía.
El
gobierno de Trump representará pues, un paréntesis antes de
realizar las reformas correspondientes al gran cambio que se avecina;
el paréntesis permitirá realizar maniobras a gran escala, como la
creación de los nuevos paraísos fiscales o las últimas inyecciones
de dinero y poder en masa a las grandes petroleras, para que puedan
afrontar, bien reforzadas, los cambios que se deban realizar después
y que exigirán de ellas, una transformación profunda en una era
post-petrolífera.
Pero
volvamos al argumento central.
La
cuestión es que finalmente, las grandes corporaciones
transnacionales pagarán los impuestos correspondientes.
¿Y
qué significará eso?
Pues
que los estados quebrados, incapaces de afrontar por ellos mismos los
gastos del “estado del bienestar”, DEPENDERÁN de
forma explícita del pago de impuestos de estas multinacionales para
mantener el sistema en pie.
¿Y
qué nos venderán entonces los medios de comunicación y los
periodistas y tertulianos pagados para vomitar propaganda?
Pues
nos venderán la idea de que “si
usted cobra la pensión, dispone de una educación gratuita, tiene
carreteras, trenes o dispone de seguridad social, es gracias al
dinero que pagan estas multinacionales con sus impuestos”.
Y
puesto que ellas serán las que mantendrán con sus impuestos las
funciones propias del estado y dado que los gobiernos seguirán
siendo ineficientes e incapaces de hacerlo en solitario, la idea que
nos venderán finalmente será “que
lo lógico es que la gestión de todo lo público sea compartida con
estas multinacionales”.
Dicho
de otra manera: el resultado final, será entregarle el poder a las
multinacionales y subyugar totalmente a los gobiernos a sus
designios.
Las
grandes empresas tendrán el control de facto de los estados y
gestionarán todo el ámbito público, en una especie de gestión
mixta entre lo privado y lo público (aparte de grandes secciones del
ámbito público que serán directamente privatizadas sin ningún
reparo, como ya está sucediendo).
Pero
evidentemente, eso provocará protestas sociales. Los movimientos
sociales saldrán a la calle y denunciarán que “no
podemos entregar el poder del estado directamente a las
multinacionales”.
Sin
embargo, este argumento se enfrentará con lo que nos venderán como
una realidad tangible e indiscutible: “que
los estados no pueden mantenerse sin la aportación indispensable de
las multinacionales”.
Y
ante esta dicotomía, entrarán en escena los agentes sociales y
políticos de izquierdas que las élites ya han creado y situado ex
profeso para cuando llegue el momento. Sí, esos grupos de personas
de la “nueva
política” que
van en mangas de camisa y llevan coletas o incluso rastas y que de
forma tan sospechosa han tenido libre acceso a los platós de
televisión para llegar a las masas y escalar políticamente.
Ellos
aportarán “la
solución” y
nos dirán que: “las
multinacionales que ahora gestionan todo lo público, deben aceptar
tener un cierto grado de supervisión directa por parte de la
población”;
nos dirán que “en
los consejos de administración de las grandes corporaciones, deben
haber representantes del pueblo, (es decir, ellos mismos), que
defiendan los intereses de las clases medias y populares”.
Esto
permitirá colocar con buenos sueldos a los que ahora se presentan
como “revolucionarios
de la nueva política”,
tener una disidencia controlada conformada por personas cuya máxima
aspiración será acceder a dichos puestos de privilegio y
finalmente, otorgarle una carta de soberanía total a las
multinacionales para que hagan literalmente lo que les de la gana y
actúen como el gobierno de facto, puesto que el pueblo,
teóricamente, ahora tendrá representación directa en sus puestos
directivos y podrá monitorear sus actividades (no hace falta decir
que todo será una gran patraña).
Así
pues, el estado y las multinacionales, se fundirán en una misma cosa
y todo funcionará desde una lógica empresarial y tecnocrática,
basadas en la eficiencia y el balance de resultados.
¿Creen
que la población no aceptará que sus estados sean gestionados como
una empresa, dirigida por grandes empresarios o gestores a los que
adorar como los nuevos amos?
La
idea para que la población acepte este concepto, acaba de ser
implantada: se llama Donald Trump, y ha sido puesto como líder del
país más poderoso de la tierra, bajo el lema de que “él
hará ‘America Great Again'”,
porque “la
gestionará como una empresa”.
¿Lo
ven? Nada es casual.
Por
lo tanto, los crecientes escándalos de evasión fiscal que florecen
de forma misteriosa e incesante en estos últimos meses, cumplen con
una función concreta y buscan alcanzar un objetivo final: lo que
conocemos como Nuevo Orden Mundial, en el que todos estaremos
sometidos a la esclavitud total de los pagos electrónicos
rastreables y donde las élites tendrán un control total y absoluto
sobre todas y cada una de nuestras actividades como individuos.
Y
esta, es solo una de las múltiples maniobras a gran escala que se
están produciendo… como ya indicamos en anteriores artículos, las
revelaciones de los grandes escándalos de pederastia, la aparición
de todos esos “héroes” tipo
Assange que filtran datos ocultos de los grandes gobiernos, todas las
corrupciones políticas que salen a luz, o los ascensos de presuntos
líderes alternativos “por
sorpresa”,
no tienen nada de casual: todo forma parte de una gigantesca maniobra
de transformación del sistema, para llevarnos a un Nuevo Orden.
Todo
ha sido dirigido y todo tiene una función que cumplir y un objetivo
que alcanzar.
Desgraciadamente,
detrás de cada una de las “revelaciones” que
vienen produciéndose últimamente y que mucha gente interpreta como
una “victoria sobre el mal”, se esconde un nuevo mal y un
conjunto de oscuros objetivos.
Y
hay mucha gente pagada para hacernos creer lo contrario…
GAZZETTA
DEL APOCALIPSIS
https://gazzettadelapocalipsis.com/2016/12/09/que-se-esconde-tras-los-escandalos-de-evasion-fiscal/
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