SERIAMENTE… CREES QUE VAS A ASCENDER?
Viendo
los sucesos del viernes negro uno puede suponer que la humanidad se
encuentra en un estado de animalidad tal que difícilmente se
adaptaría a un mundo con características mas elevadas… Sin
embargo muchos albergan el sueño de una elevación en masa, o
de una extracción selectiva.
Hay un porcentaje mínimo de la humanidad que se mantiene fuera de todas esas exteriorizaciones de brutalidad que solemos ver por TV. Digamos que posiblemente 1/3 de los seres humanos no se rebajan a un viernes negro o a pelear en una tribuna de futbol. Pero, no obstante, pueden tener otro tipo de brutalidad dando vueltas en sus vidas, muchas de ellas debido a sus creencias.
Según las informaciones alternativas, las únicas que se atreven a darnos un panorama del futuro que no proyectamos, nuestro mundo marcha hacia la extinción por contaminación y polución, siendo los gobiernos, entidades no gubernamentales y el habitante de a pie, completamente incapaces de tomar medidas que generen soluciones.
El tiempo se pasa en reuniones y congresos y luego nada ocurre. Pero es claro que los poderosos del mundo no viven en contacto con la basura como la mayoría de nosotros. Pueden elegir sus alimentos sin acomodarlos a un presupuesto insuficiente, elegir donde viven y comprar protección.
Han albergado la idea de que se debe reducir la población del mundo, ya que, en verdad, una gran proporción de ella vive de la subvención pública y es improductiva.
Mientras, los desheredados se acumulan sobre pisos de barro, en casillas de cartón, viviendo de la inmundicia, la recolección, el robo y la limosna. Para ellos, la única solución es que Dios, alguna vez, los tome en cuenta y les devuelva la dignidad, pero Dios está en otra cosa. Está en los mismos pactos de los poderosos, con los poderosos.
La humanidad ha ido cumpliendo, paso por paso, la agenda de la Cabala, que la llevó por los distintos pasos desde la era de la recolección, a la agraria y luego a la industrial. Ahora en plena era virtual pareciera que existen los elementos para que llevemos una vida confortable y en abundancia, pero la concentración de la mayoría de las riquezas en pocas manos nos ha arruinado el caldo.
Ante el avance de una energía que proviene de oriente, la cabala se ve obligada a retroceder y recapitular, aunque no la veremos vencida como algunos anhelamos.
Ellos son los reyes del pacto y saben hacerlo; pero no nos engañemos, el cambio no se produce porque la humanidad, en su mayoría, no lo quiere o no lo ve. En última instancia aceptarían que “sucediera”, pero esto es sentarse a esperar a que todo mejore por sí mismo, con la ayuda de alguna civilización alienígena o la magia de un mesías.
Entonces, para colmo de males, surge esta idea de la ascención automática “por evolución”, o cambio de octava, o lo que sea, con tal de no tomar responsabilidad en el asunto.
Y pocos hacen el ejercicio de pensar en todas las posibilidades.
Aún analizando hasta el fondo de nuestra historia, según la cuentan las fuentes esotéricas, jamás la humanidad o alguna de las razas fue “salvada”. En cambio, se han visto muchas situaciones en las cuales, probablemente, haya sido eliminada, ya sea por una gran explosión, epidemias o diluvio. La peste del siglo XIII se llevó al 75% de la humanidad, sin embargo aún insistimos en que estamos superpoblados.
Los datos son, al menos, engañosos.
Se maneja la probabilidad de que un 30% de la población sea “extraída” en una gran nave espacial para ser llevada a otro planeta y seguramente, habrá muchos que se subirán gustosos, considerándose “los elegidos”, sin saber, a ciencia cierta “elegidos para qué”. Entendemos que serán quienes no se puedan adaptar al nuevo contenedor de 6ta. raza y, siendo así, su destino va a ser muy desagradable.
Según se ve, es poco lo que hicimos en el pasado para evitar la manipulación genética o la esclavización y como nos han contado la historia al revés, no hay grandes posibilidades de que reaccionemos con inteligencia ante lo que es evidente.
¿Y que sería reaccionar con inteligencia?
Es probable que no estemos aptos para una confrontación armada contra los alienigenas, ni contra las fuerzas internas que protegen al sistema.
Pero somos las baterías del sistema y si tuviéramos consciencia, podríamos “apagarlo” casi de inmediato. Incluso podríamos adoptar costumbres que los hicieran temer de que algo está pasando.
Por ejemplo: la administración de Obama y las propuestas de su aparente sucesora apuntaban, entre otras cosas, al desarme de la población americana. Sin embargo, la población respondió oponiéndose al desarme y, mas tarde, votando a otro candidato. El mensaje es claro: sabemos que algo está pasando y que nuestras armas son la poca garantía que tenemos de, al menos, defender nuestros hogares.
Que pasaría si países centro y sudamericanos que no tienen tradición de tener acceso a armas, comenzaran por comprar, en masa, al menos las armas permitidas para auto-defensa y cacería… ¿Podría eso, ser tomado como un mensaje?
¿Y qué si decidimos no comprar nunca más en las grandes tiendas y hacerlo sólo en negocios locales? ¿Y sacar todo nuestro dinero del banco y obligar a los prestadores de servicios a facturar y cobrar en cash, como sucedía en el pasado?
Si, se perderían puestos de trabajo. En tiendas donde se pagan sueldos paupérrimos y el personal es explotado, pero pronto sería absorbido por las tiendas locales y necesidad de mayor manufactura no-importada.
Pero tenemos tanto miedo…
Las cosas sólo van a cambiar si ponemos el espíritu en acción y cambiamos el sentido de nuestras intenciones.
Pero
tiene que correr mucha agua bajo el puente, pues no podemos contar
con creyentes que dejan su diezmo en manos de pastores fraudulentos o
siguen a ciegas doctrinas fantasiosas… Si la humanidad se sigue
sometiendo a esa mierda, difícilmente desarrolle una mente capaz de
entender qué pasa realmente.
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