LA VIDA... AL REVÉS
Hay que distinguir entre cambio verdadero y cambio
ficticio. El cambio que procede de la educación y la disciplina impuestas desde
el exterior es ficticio. El verdadero cambio procede del interior a través del
trabajo consciente e intencionado del propio ser. ~ J.G. Bennett
Hoy en día es cada vez más difícil hablar de cosas que son "inverificables" o indemostrables, especialmente las relacionadas con la mente y la conciencia, porque a la gente se le han transmitido demasiadas ideas fijas y formas de pensar inmutables. Esto es un signo de condicionamiento social y "gestión de la mente".
No debe sorprendernos que esta situación esté tan extendida en nuestras sociedades y culturas y que adquiera cada vez más importancia. Las normas sociales están persuadiendo a muchas personas a preferir la seguridad y la protección en lugar de la incomodidad potencial que surge de obtener nuevas realizaciones y comprensión.
Un antiguo oficial de la policía secreta soviética que se
trasladó a Occidente (Gregory Klimov) reveló que en la guerra psicológica (y en
la psicología social) los soviéticos utilizaban los principios del
psicoanálisis. En este sentido, consideraron el fenómeno del mal como una
"enfermedad social complicada y compleja". Para los psicoanalistas
del KGB, el mal era sinónimo de enfermedad de la psique humana. Según este
enfoque, los actores y acontecimientos demoníacos eran "realidades
objetivas", es decir, diversas formas de enfermedad de la "psique y
el alma". Como escribe el antropósofo Bondarev: "El diablo
representa un proceso implicado y complejo de degeneración o retroceso que
consta de tres partes principales: la desviación sexual, las enfermedades
psíquicas y ciertas deformidades físicas del organismo."
El número de seres humanos que ya padecen esta degeneración
es muy elevado. Bondarev continúa diciendo que, basándose en ciertas pruebas
psicosociológicas, la mayor degeneración (hasta el 75%) se encuentra entre la
llamada élite global. Lo que esto indica, concluye, es un acusado declive del
espíritu humano. Lo que también nos dice es que el fenómeno del "mal"
no tiene por qué personificarse o proyectarse en determinados personajes porque
representa una enfermedad de la psique humana. Podemos reconocer su presencia
actuando en el desequilibrio psíquico, la desconexión y el desapego internos. Y
estaría de acuerdo con la conclusión de Bondarev en que tal enfermedad psíquica
representa una desconexión interna con el impulso trascendental. Esta
desconexión o fragmentación de una fuente sagrada viene a significar la
naturaleza de la inversión que es la imagen de gran parte de la vida moderna
actual.
Es dentro de esta inversión donde vemos la mayor parte de
las fuerzas aniquiladoras o contraevolutivas de la humanidad. Éstas han
dominado y siguen dominando nuestra vida cotidiana. Yo diría que es nuestra
responsabilidad individual reconocerlas, intentar comprenderlas y
transformarlas en impulsos para la evolución de la humanidad. Al hacerlo,
necesitamos enfrentarnos a la presencia y actividad de aquellos aspectos que
significan una enfermedad psíquica, o malestar, dentro de la vida. Tales
aspectos son una característica de la existencia tanto como fuerzas positivas de
desarrollo. Todos ellos operan en el campo de la atracción/repulsión y la
expresión de la energía.
Los Rosacruces habían identificado estas fuerzas,
refiriéndose a ellas como Deus Inversus, "Dios invertido". La
naturaleza de esta inversión actúa sobre la humanidad a través de las esferas
del desequilibrio y la desarmonía para frustrar el desarrollo de la
civilización. El místico austriaco Rudolf Steiner era consciente del impacto
futuro de tales fuerzas cuando afirmaba que "es esencial que, si aparecen
en el lugar equivocado, las fuerzas que se manifiestan como malignas deben
tenerse bajo control para que la humanidad pueda utilizarlas para lograr algo
que tenga un impacto beneficioso en la evolución futura del mundo en su
conjunto". En este sentido, es importante que el individuo tome conciencia
del reino metafísico que se extiende más allá del umbral de la normalidad o de
la conciencia cotidiana.
Al seguir ignorando nuestras propias fuerzas de
conciencia-espiritual, somos más vulnerables a la manipulación de estas fuerzas
contraevolutivas. Los que me leen saben que he intentado llamar la atención
sobre ciertos aspectos de nuestra realidad consensual con el fin de obtener
claridad para responder a esta situación de forma constructiva. Me sumo a los
textos del Evangelio gnóstico de Felipe: "Mientras la raíz de la malicia
permanece oculta, es poderosa. Pero en cuanto se identifica, se disuelve.
Cuando se revela, perece. El reconocimiento a través de una mayor conciencia y
percepción significa más opciones en la ecuación.
El individuo debe ser consciente de ciertos hechos antes de
poder manifestar la intención correcta y focalizar su voluntad. Lo que hace
falta es una cultura de la revelación, del descubrimiento y no de la
ocultación. Es a través de la revelación que la comprensión de esta base
metafísica de la existencia puede sostenerse en nuestras sociedades cada vez
más materialistas. Este acceso a las realidades metafísicas nunca podrá
erradicarse por completo. Sin embargo, un rápido vistazo a la vida moderna
revela intentos de sumir aún más a las personas en formas agravantes de
disonancia y distracción. Esto puede considerarse una forma de engaño de la realidad.
El engaño de la realidad
El gran engaño que nos acecha es la divulgación de una
supuesta "utopía" basada en el aislamiento de la
conciencia-espiritual humana. Esta falsa promesa está envuelta en términos
tecnosalvacionistas que anuncian un futuro falsamente ideal. La verdadera
enfermedad de la condición humana es estar en un estado de separación. Es decir,
ajeno y alienado de cualquier influencia o alimento metafísico. No es que el
contexto metafísico de la vida deba resultarnos necesariamente obvio o tangible
en nuestra vida cotidiana, sino que somos conscientes de su existencia y de su
perpetua influencia. Sin embargo, en cuanto se disuelve este sentido del
reconocimiento, el resultado es una existencia estéril y sin alma.
En la mayoría de los casos, las personas no serán
conscientes de esta pérdida -de esta falta de impulso trascendental en sus vidas-
porque se verán arrastradas a una realidad consistente en una malla
físico-digital que las ata a su naturaleza inferior y a sus deseos. Este engaño
es la forma más abominable de esclavitud porque será tanto voluntaria como
ignorante. La separación del ser humano de su conexión metafísica pasará
prácticamente desapercibida y la transferencia a una realidad de conciencia
limitada habrá sido instituida muy astutamente. Esta senda tortuosa hacia una
condición humana de alienación, lograda bajo el disfraz del avance tecnológico
y el progreso, será un golpe contra el espíritu creativo. Y esta será la
inversión de la realidad humana: la estafa de la realidad.
Los peligros casi imperceptibles son que nos hemos deslizado
hacia una realidad invertida, basada en la fantasía y la ilusión que ahora
alimentan las industrias viles y superficiales de la cultura dominante de la
vida moderna. Toda noción de una Realidad superior ha sido desviada hacia una
realidad inferior artificial que trata en lo posible de impedir la penetración
del impulso evolutivo. Esta disposición ha dado lugar a una disociación de la
raza humana no sólo de su entorno natural de carbono orgánico, sino también de
un contacto inherente con su origen, la Conciencia Fuente.
Esta desencarnación creciente se manifiesta de diversas
formas: el ecosistema tecno-digital, la realidad aumentada (el Meta-verso), la
informatización (los algoritmos) y la inteligencia artificial. Para muchas
personas, los dispositivos digitales se han convertido en su medio de salvación.
Pero esta salvación, esta liberación divina, es Deus Inversus, y debemos elegir
a nuestros dioses con cuidado. También debemos tener cuidado de no caer en la
trivialización de la vida. Y debemos estar atentos a los signos y señales.
Quien quiera ver cómo operan las "señales" dentro
de esta parodia de realidad, que vea todos los episodios de la reciente serie
de televisión Westworld. En la cuarta temporada, los androides
"anfitriones", similares a máquinas, se han apoderado del mundo con
un virus transgénico que infecta a los humanos durante una generación,
volviéndolos dóciles y predispuestos al control de la inteligencia artificial y
los "huéspedes". Se crean escenarios y narrativas para asignar
papeles y personajes en la vida a los individuos, a los que siguen pasivamente,
creyendo que se trata de su verdadera historia. Los seres humanos son
controlados por estos "escenarios" (también conocidos como narrativas
socioculturales) transmitidos directamente a sus mentes a través de una serie de
señales de transmisión radio-sónica gracias a la infraestructura tecnológica
mundial... Pero, de nuevo, esto es sólo una historia de fantasía después de
todo.
El desarrollo de los acontecimientos externos que informan
nuestros sistemas políticos, económicos y culturales no tiene nada de
arbitrario, fortuito o natural. El hombre moderno ha sido desconectado o
incluso desviado de la guía de los impulsos superiores mediante una sutil
manipulación. Se nos dice que el ser humano es la única fuerza motriz dominante
del futuro. Y de este modo, nos adentramos aún más en la construcción de la
personalidad con el ego a los mandos. Estamos a punto de adoptar una visión de
la existencia y del mundo que glorifica el materialismo. El sortilegio de esta
enfermedad trabaja para materializar en exceso el materialismo de forma
deliberada y maliciosa. Darse cuenta de ello puede provocar cierta incomodidad,
pero eso forma parte de la transmutación de la enfermedad.
La vida "al revés" se esfuerza por intensificar
rápidamente el materialismo. Este materialismo acrecentado no sólo rechaza la
expansión de la conciencia, sino que hace todo lo posible por estancarla. Al
mismo tiempo, en este contexto de sobrematerialización, experimentamos un
impulso de toma de conciencia individual creciente. Pero sólo afecta a unos
pocos y no (todavía) a la mayoría. Al reconocer que ciertas fuerzas de este
mundo están utilizando la sugestión de masas para introducir una simplificación
o "estupidización" de la conciencia humana, podemos llegar a una
mayor comprensión de nuestra condición y del atolladero en el que nos
encontramos.
A través de esta toma de conciencia, podemos adquirir
resistencia y protección naturales, ya que el reconocimiento permite el
discernimiento. Es este discernimiento de alejarse de estas energías
aniquiladoras y estas frecuencias de toxicidad lo que puede ayudar a una
persona a sintonizar con una resonancia de conciencia perceptiva. Al elegir
dónde posicionamos nuestro enfoque y atención podemos dar un paso adelante o
quedarnos donde estamos y estancarnos. Como siempre, la elección es nuestra.
http://www.verdadypaciencia.com/2022/12/la-vida.al-reves.html
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