¿COLAPSO ECONÓMICO PLANIFICADO?
Tras lo acontecido en las bolsas de todo el mundo este pasado lunes 24
de agosto, hay mucha gente que empieza a preguntarse si lo que ha sido
calificado como “Lunes Negro”, representa el inicio de un colapso económico global, largamente
anticipado por muchos expertos “alternativos”.
Pero la
respuesta a esa pregunta es tan
clara como descorazonadora: NADIE LO SABE.
En estos
momentos, tal y como funciona esta economía totalmente manipulada, nadie puede
afirmar nada con absoluta certeza, por más claras que sean las señales.
Así pues, que
nadie se deje llevar por el alarmismo, creyendo que todo se va a derrumbar en
breve: lo más posible es que solo hayamos visto algo parecido a un tiro de
advertencia sobre lo que podría acontecer en el futuro.
Posiblemente
veremos caídas y recuperaciones posteriores que los grandes medios de
comunicación y sus gurús económicos nos venderán como “muestras de la fortaleza
de la economía” y
de “que todo va bien y no
hay lugar para el alarmismo”.
Tal y como dice
Michael Snyder en su blog “The Economic Collapse”:
Por supuesto los
medios de comunicación están sacando a montones de expertos que nos dicen que
lo que sucede es una maravillosa “oportunidad de negocio”.
Y si las acciones
suben mañana (que probablemente deberían hacerlo), todos esos mismos “expertos”
proclamarán que ha habido una “corrección” y que todo ya está bien.
Pero no se dejen
engañar por eso. El hecho de que las acciones suban en un día determinado no
significa que todo está bien.
Estamos en medio de
una crisis financiera que es verdaderamente global en su alcance.
Va a tardar un
tiempo en desarrollarse plenamente y habrá días buenos y días malos.
Los tres mayores
incrementos diarios del índice Dow Jones se produjeron justamente en medio de
la crisis financiera de 2008. Así que un día muy bueno para las acciones no va
a cambiar el análisis a largo plazo.
Como bien indica
Snyder, nadie debería dejarse llevar por los acontecimientos de un día
concreto, como el Lunes Negro. Ni dejarse llevar por lo que parecerán “señales
positivas de recuperación”.
El desarrollo de
los acontecimientos puede alargarse durante bastantes meses, en los que puede
suceder de todo.
LA CRISIS DE 2008 NUNCA TERMINÓ
Algunos economistas, como el francés
Philippe Herlin, han interpretado lo acontecido este “Lunes Negro”, como la
constatación de que la crisis de 2008 nunca terminó:
“La actual crisis
económica seguirá empeorando, ya que los mercados de todo el mundo por fin se
han dado cuenta de que la economía global en realidad no se ha recuperado desde
la crisis de 2008.
Los intentos de los
economistas de convencerse a sí mismos de que la economía global se había
recuperado mágicamente de la crisis de 2008 eran infundadas. Durante todo este
tiempo, el crecimiento promedio en los Estados Unidos fue del 2%, que es un
indicador débil, especialmente teniendo en cuenta que el crecimiento se logró
principalmente debido a la producción de petróleo de esquisto.
Mientras tanto, la
Unión Europea (UE) ha tenido un muy pobre crecimiento económico en los últimos
siete años.
Además, la mala
política exterior europea hacia Rusia agravó la situación de una economía
europea ya débil. La UE se ha pegado un tiro en el pie con la imposición de las
sanciones anti-rusas que llevaron a Moscú a implementar contra-medidas en
términos de un embargo de alimentos de la UE. Como resultado de esta absurda
guerra diplomática entre la UE y Rusia, la población europea ha tenido que
apretarse el cinturón.
Hasta hace poco,
los países en desarrollo, como China y Brasil, eran la única esperanza de
muchos economistas. Pero incluso estos países han empezado a desmoronarse.
Brasil no ha
experimentado prácticamente ningún crecimiento desde el año pasado. Lo mismo
podría decirse de muchas naciones en desarrollo en Asia.
Cuando la enorme
economía china dejó de crecer, el mundo entero se asustó, ya que los
economistas finalmente se dieron cuenta de que vivimos en un mundo en el que la
economía no está creciendo. Y eso, a su vez, ha asustado a los mercados.
En estos momentos,
todo el mundo está en el mismo barco cuando se trata de desarrollo económico.
La desaceleración en un país importante, como China, nos afecta a todos. Por lo tanto, el mundo debe actuar en conjunto
en lugar de sentarse detrás de sus propias fronteras tratando de esperar que
todo suceda”
Este último
argumento en concreto, expuesto por Philippe Herlin, encaja perfectamente con
el objetivo final de esta crisis: generar en la opinión
pública mundial un consenso generalizado para que se acepte una unificación
económica y política global para afrontar los problemas económicos globales de
forma más eficiente.
Dicho en otras
palabras: estas crisis, sentarán las bases para crear el
embrión de un gobierno mundial centralizado.
Y no solo serán
las crisis económicas las que nos llevarán en esa dirección; las crecientes
tensiones militares y el creciente estado de pre-guerra mundial en el que
estamos, también generará una necesidad de unión planetaria, para que todos
aceptemos convencidos la necesidad de un gobierno único centralizado.
“EL
MOMENTO DEL COLAPSO AÚN NO HA LLEGADO”
Otro punto de
vista interesante sobre cómo podrían desarrollarse los acontecimientos, es el
de Jeff Nielson, en la web Bullion Bulls Canada:
“Muchos
comentaristas de medios alternativos están diciendo que ‘estamos presenciando
el inicio del colapso que habíamos vaticinado’.
Pero el colapso aún
no ha llegado.
Hay dos puntos
importantes que debemos tener claros:
1) Es imposible
“predecir” el día preciso en que se derrumbará todo y empezará un colapso
económico, porque estamos hablando de un EVENTO ARBITRARIO y por definición,
todos los eventos arbitrarios son impredecibles.
2) Es casi seguro
que el colapso aún no ha empezado, aunque hayamos visto lo que ha sucedido en
las bolsas este lunes.
Los banqueros no
han hinchado durante los últimos más de 6 años todas estas burbujas,
simplemente para dejarlas estallar de forma espontánea.
Esta burbuja
económica gigantesca, implosionará cuando los banqueros decidan que debe
implosionar. Sin embargo, y dado el hecho de que las burbujas son altamente
inestables, lo que ellos no pueden evitar es que a medida que se hagan más
grandes, “se tambaleen” y experimenten sacudidas.
¿Por qué podemos
estar casi seguros de que la próxima gran crisis aún no ha comenzado?
La razón más obvia
es que todavía no hemos visto aparecer el evento que ejercerá de “chivo
expiatorio”, al que los banqueros podrán echar todas las culpas “del
sorprendente derrumbe económico”.
Nos han vendido a
todos que estamos en una “recuperación” tras la última crisis, y que los
primeros síntomas de mejora ya estaban ahí.
Por lo tanto, antes
de que se produzca un colapso, necesitarán un evento o a alguien a quien culpar
por “detener la recuperación que estábamos experimentando” y por provocar el
colapso económico.
¿Podría ser el
estallido de la burbuja bursátil de China ese evento que ejerza de “chivo
expiatorio”? A nosotros nos parece improbable.
Yo (y varios otros)
creemos que va a producirse alguna nueva “guerra” y / o algún importante evento
“terrorista” de falsa bandera falsa, que ejercerá de detonante del colapso
económico.
Este evento nos
será vendido por esos banqueros psicópatas y por los medios de comunicación que
controlan, como “la Madre de todos los accidentes”.
Otra posibilidad es
echarle la culpa a la Reserva Federal cuando decida elevar las tasas de interés
en el “momento equivocado”.
Pueden basar todo
su Armageddon financiero en nada más que una elevación de las tasas de apenas
un 1%, porque de acuerdo con sus propios argumentos mentirosos, la Reserva
Federal es el Señor del Universo y cuando eructa, el mundo entero
(supuestamente) tiembla.
Así pues, según
nuestra opinión, hace falta un evento, un acontecimiento, un hecho concreto, al
que culpar del colapso económico venidero. Cuando aparezca ese evento, empezará
todo.
Por otro lado,
alguna gente cree que el gran colapso se iniciará este otoño.
Pero sería
demasiado temprano.
Un año antes de las
elecciones en EEUU y del cambio de régimen, correrían el riesgo de arruinar su
propia jugada, porque las cosas podrían empezar a mejorar temporalmente, un
poco mejor antes del “día de las elecciones”; eso impediría aplicar el
argumento típico de “culpemos de todo al antiguo régimen-Aclamemos al Nuevo
Régimen que lo va a solucionar todo”.
Las opiniones
vertidas por Jeff Nielson, son compartidas por otros expertos.
Por ejemplo, uno
de ellos, Mark Faber, también afirma que el gran colapso, al menos en EEUU, se
producirá bien entrado el año 2016.
Sea como sea y
sea cuando sea, la posibilidad de un colapso económico puede traernos también la sombra
de una gran guerra.
Por absurdo que
a mucha gente le pueda parecer, numerosos economistas
consideran las guerras como una “solución económica” en momentos de crisis.
Incluso algunos
han llegado a hablar de las ventajas económicas que podría tener para la
economía mundial afrontar una “invasión alienígena”, tal y como insinuó el
Premio Nobel de Economía, Paul Krugman.
Tyler Cowen, profesor
de economía en la Universidad George Mason, argumentó de forma similar en junio
pasado en un artículo publicado en The New York Times, titulado “La falta de grandes
guerras puede estar dañando el crecimiento económico”
Otros,
incluyendo a Ian Morris, profesor de historia en la Universidad de Stanford,
ofrecen argumentos similares:
“Puede parecer repugnante encontrarle un lado
positivo a la guerra en este sentido, pero un vistazo a la historia de EEUU
sugiere que no podemos descartar la idea tan fácilmente”
Así pues, no
sabemos cuando ni cómo puede producirse un colapso, pero los tambores de guerra
que se escuchan por todo el mundo, están íntimamente
relacionados con la situación económica global.
A medio y largo
plazo, parecen presentarse dos
grandes escenarios:
- EL
CATASTROFISTA O APOCALÍPTICO: Un colapso económico en algún momento
de los próximos dos años, que provocará el estallido de una guerra mundial
posterior.
- EL
SIBILINO: el mundo experimentará un creciente
deterioro económico, que puede conducir a algo parecido a un posible colapso
económico más o menos controlado en su magnitud; al mismo tiempo, se irán
generando un estado de pre-guerra generalizado, que llevará al mundo al borde
mismo de la guerra mundial. Será entonces, al borde de esta gran crisis, cuando
se levantarán voces por todo el mundo, (a través de líderes alternativos,
pacifistas y justicieros sociales, como el papa Francisco), llamando a
“replantearse las estructuras económicas y políticas globales”, con el fin de
“evitar el apocalipsis de la guerra y el colapso completo de la civilización”.
No hace falta
decir, que ambos esquemas, tanto el “destructivo” como el “reflexivo” llevan
finalmente al mismo lugar: el establecimiento de
un Gobierno Único Mundial, y un Nuevo Orden Mundial en el aspecto económico, social y
político.
El viejo
proyecto de las élites globalistas, hecho realidad: el poder mundial
definitivamente concentrado en unas pocas manos, sin oposición de ningún tipo.
La
presente crisis y las que viviremos en el futuro próximo, tienen precisamente
este objetivo…
FUENTES:
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