CONCEPTO DEUDA EN LA REENCARNACIÓN
Si estas familiarizado con el concepto
deuda y lo que esto ha implicado en nuestro proceso
de esclavización, entenderás rápidamente como
ese mismo concepto ha sido usado por las religiones usando
súplicas en sus rezos (perdónanos nuestras deudas, así como
nosotros perdonamos a nuestros deudores) y como no, también
ha sido empleado por la metafísica, las teosofías,
y los movimientos nueva era, en donde retorcían la
ley natural de causa y efecto (toda acción tiene una reacción o
Karma como también se le conoce) para crear toda una
creencia en torno a la administración de esa deuda
karmatica la cual debía ser pagada mediante la
reencarnación.
La ley natural no contempla la
acumulación de reacciones por acciones cometidas. El proceso natural
suele ser casi instantáneo cuando son causas físicas, y en el caso
de situaciones en el que hay implicaciones emocionales o traumas, la
reacción va condicionada con el estado de conciencia de ambos, por
lo tanto, está contemplado el arrepentimiento y el perdón, pero
jamás se acumula, o se permite ir pagando “a plazos” como si de
una entidad a crédito se tratara.
Esto da que pensar que los mismos que
regulan y administran nuestro transito entre vidas, también regulan
nuestra economía, nuestra salud y nuestra vida laboral. Somos
claramente su inversión, y es evidente que pagamos un alto precio
por vivir aquí. Encarnar en su “reino” genera unos compromisos
regulados por contrato en el que las clausulas, son hipotecarias y
las deudas por usufructo de su patrimonio, nos sobreviven a nosotros
mismos. En realidad no somos ni siquiera propietarios del cuerpo que
usamos, es por ello, que de forma velada nos instruyen en la
necesidad de pagar desde que nacemos.
Si unimos el
concepto deuda que nos lleva asfixiando desde hace milenios, y el
concepto karma, nos damos cuenta que no solo vivimos debiendo hasta
que morimos, sino que tras la muerte nos quieren hacer seguir pagando
más deuda. No es menos curioso que muchos de nosotros tras llevar
decenas, quizás cientos de reencarnaciones, aun admitamos esa deuda
como algo lógico y necesario para nuestra propia evolución. Para
que nos entendamos, es como si tu banco te hiciese firmar una
hipoteca por tu casa a 50 o 100 vidas, que durante ese periodo ellos
pudiesen (con tu consentimiento) explotarte y hacerte producir de
distintas formas para saldar esa deuda, y que encima el banco
eligiera por ti la casa, los muebles y además te cobrase impuestos
por uso y disfrute, por consumo y por los residuos que generes.
Seguro que te suena a cachondeo, pues
es casi tal cual lo que has acabado teniendo aquí, piensa que por
ejemplo hay grupos religiosos que esperan un mesías que les entregue
2.500 esclavos a cada uno de sus fieles. Crees que el mesías vendrá
a salvarte, o a saldar esa deuda con sus fieles, los cuales llevan
miles de años de fiel adoración esperando un paraíso terrenal
donde millones viven esclavos a su servicio ¿Verdad que se parece a
lo que vives ahora? Pareciera que les entró las prisas, y no
quisieron esperar a su mesías para recoger su premio.
Religiones que generan deuda, para que
unos fieles paguen con su culpa, su gran culpa y un buen pellizquito
del diezmo. No es posible escapar, sino tomamos conciencia del
engaño, si no somos capaces de liberarnos de una hipoteca y un trato
abusivo con un banco por una casa que jamás será tuya, y solo está
en usufructo. Imagínate de lo que son capaces por capturar y retener
tu alma. Acaso crees que las clausulas son menos abusivas o que no
serían capaces de hacer todo lo posible por que aceptaras cualquier
cosa mientras tengas que seguir pagando eternamente, durante miles de
años incluso.
Deuda que pagar, deuda que saldar,
karma que acumulas, karma que pagas, deuda y más deuda, mismos
barrotes de la misma prisión, en esta vida y en las que vengan. Si
empiezas atar cabos veras que todo se reduce a unas simples formas de
patrón, si aun creías en esos cuentos de paraísos tras la muerte,
es que no sabes lo ingeniosos que pueden llegar a ser nuestros avaros
gestores.
Puedes esperar que la avaricia les
rompa el saco o rajarles tú el saco directamente y escapar de sus
garras. Estos avaros que anotan tus deudas y te pasan la factura
cuando aún tu cuerpo está caliente, solo dependen de que tu sigas
creyendo que les debes algo a ellos, o a alguien, en cuanto tomes
conciencia de que no debes nada a nadie y que lo que te reclaman es
solo el resultado de su manipulación y su engaño, nada debería
impedir que se acatara tu voluntad, sea cual fuere, y nada debería
impedirte ir donde quieras, cuando quieras, sea vivo o muerto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario