Principio de Compensación y Re-equilibrado.
Existe un
principio universal en el que la norma que se cumple, es que toda
frecuencia debe estar dentro de un equilibrio. Todo tiende a estar
mediado, para que sea viable y pueda ser experimentado (vivido) y
evitar así un posible colapso por cualquier variación brusca de
frecuencias. Por la misma razón, que la vida muy extremada tiende a
colapsarse, es por ello que existe la polaridad. Dos posiciones
contrarias las cuales cada uno vuelca su polo hacia su extremo, y un
centro que compensa estas fuerzas.
El pensamiento dual en el que todo, o
es malo o es bueno, tiende a llevarnos al extremo, peor aun cuando
el egoísmo imperante y el relativismo moral, empuja a toda persona
hacia lo más extremo se su personalidad.
Finalmente todo queda en una nebulosa
ambigua en el que cada uno hace lo que le conviene, como y cuando le
conviene, sin pensar nunca en las consecuencias, ni en el daño que
produce a otros.
Lo que nadie toma en cuenta es el
sentimiento de justicia que vive innato en un Ser. Todo los Seres
albergan en su interior, los valores que dicta su conciencia, de los
cuales no pueden escapar, ni eludir. El sentido de verdad y de
justicia está muy marcado en alguien concienciado, y tiene muy
claro lo que es justo o no, sin necesidad que lo describa una ley
hecha por el hombre, y lo aplique un juez.
Cada conciencia es su propio juez, y
este es implacable. No tolera la injusticia y la mentira, y aplica
su sentencia a través de nosotros mismos, haciéndonos sentir
culpables cuando realmente lo somos y nos empuja a resarcir el daño,
cuando realmente somos responsables de ello.
El modo de vida puramente egoísta en
el que solo importa satisfacer nuestros bajos instintos, ganar,
tener la razón y salirnos con la nuestra a toda costa, sin importar
el precio o la consecuencia, es completamente cegador y nos aleja
por completo de la conciencia.
Es bien sabido que cuanto más nos
adentramos en este oscuro sendero de la autosatisfacción, más
conciencia perdemos y más posibilidades albergamos de alejarnos
demasiado, hasta incluso quedar completamente desconectados de la
fuente. Este es un precio demasiado alto por una nimias
“satisfacciones” físicas.
No existen jueces que juzguen el daño
moral, el perjuicio emocional, o las cicatrices que dejan los
traumas, tampoco hay policía que lo persiga y lo sancione. Por eso
la gente hace daño deliberado, porque creen que huirán sin juicio,
se escabullirán sin sentencia, y eludirá la pena, pero no es así.
La conciencia y el entorno en el que
vivimos tienden a promediarlo todo, es por eso que si alguien recibe
un daño moral, aquel que infringe el daño recibirá su
contraparte. No hay un edicto o notificación que nos indique que el
daño recibido ha sido compensado, y resarcido, pero esto
irremediablemente se lleva a efecto.
El sentido de justicia que nos han
inculcado las leyes de los hombres, basado en un sistema penal
carcelario, y una vida basada en la premura y lo inmediato, hace
que nos cueste entender como todo finalmente queda promediado y a
cada uno le llega lo que se merece.
No hay peor cárcel que la que no
tiene barrotes, de la cual no sabes cómo escapar, de eso sabemos
todos lo suficiente. La mente y el cuerpo pueden ser la peor cárcel
para un humano egoísta que no tiene escrúpulos y embauca, miente,
manipula y obliga a los demás.
Nadie se va con nada de nadie y todos
reciben lo que es justo.
Todo tiende a ser compensado, y
proporcionado según la medida del daño infringido. Que no lo
veamos, que no sea publicado en sentencia, o no tengamos noción
directa de ello, no quiere decir que no se haya aplicado y cada cual
reciba lo que merece, sin escapatoria posible.
La venganza solo trae más castigo
para nosotros mismos, es la conciencia de cada quien la que debe
ejecutar lo que es justo. La justicia y la verdad está del lado de
los justos, de los que se responsabilizan de sus actos y asumen sus
consecuencias, todo lo que se aleje de estos valores es mera
psicopatía.
Que no creas en
ningún principio o ley universal, o que simplemente lo tomes como
una tontería, no significa que estés exento de cumplirlo.
Quizás se pueda pensar por cómo
está construido el sistema, que las elites por ejemplo no las toman
en cuenta o no parecen que les “pase nada” al tener sometida a
toda la población. En realidad estas “personas” no solo conocen
todo esto, sino que lo toman muy en cuenta al actuar del modo en el
que toman sus decisiones, y sus acciones, en el que las
consecuencias finalmente recaen en la población y los testaferros
que usan (políticos, jueces, etc…) como canal. Cambian al
testaferro títere cada pocos años descargando así su implicación,
por ello se cuidan de que no les pongamos nombre y rostro, para
escapar a nuestra conciencia.
Nos dan a elegir a través de sus
medios, noticias, películas, series y música. En ellos imprimen su
agenda, en ellos edulcoran sus retorcidas intenciones, y así es
como posteriormente es aplicado de forma tibia y sin hacer ruido.
¿O como explicas la guerra de
género, la guerra contra la familia, la guerra contra todo lo
natural? ¿Cómo explicas el control mental imperante, en el que las
personas eligen aquellos que les oprimen?
La población durmiente y sumisa ha
ido aceptando todo a través de diversas ingenierías sociales,
retorciendo la tolerancia y lo políticamente correcto, y llevando
al extremo la mediocridad como forma de éxito social.
Ellos no saben que tienen, ni creen
en su libre albedrío, sin embargo es a través de su libre albedrio
como ha sido instalado este sistema que invierte lo natural y
corrompe al Ser.
Todo esto se resume en una máxima
popular que dice:
“El que la
hace la paga y el que no la hace no la teme…”
No pienses que tu aflicción cae en
saco roto, no creas que tú trauma y tu dolor no lo sientes nada más
que tú, no pienses que estas solo. Todo será equilibrado y lo que
hoy es dolor mañana será un recuerdo. Todo se supera y todo debe
enseñarnos algo, de lo contrario estaremos condenados a repetir o a
elegir sufrir por puro placer.
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