Las certezas que quisiera para poder hacer mi camino con
convicción, para encontrar sentido a mi vida, no son a mi alcance como no están
al alcance de una célula las razones del porqué está metida en un biosistema en
el que interacciona con otros individuos de su especie para producir un
resultado específico.
El nivel de inteligencia y conciencia de la célula se
limita a hacer lo que sabe hacer y reaccionar a los estímulos que le llegan
siguiendo unos protocolos congénitos dentro del conjunto al que pertenece. Yo me siento como una célula de un organismo superior y
esto explicaría el desconocimiento de la razón de mi existencia y que le dé
tantas vueltas a algo que sobrepasa mis capacidades.
No puedo ver el Todo si soy una Parte (y además
infinitesimal). Lo que puedo captar sólo es mi entorno más próximo: "el
órgano" donde estoy metido para llevar a cabo una actividad concreta al
servicio del conjunto.
Sólo puedo ser consciente de si hago bien lo que me toca
por como resuena dentro de mí. Si lo hago mal, siento malestar físico y mental
que, de paso, se transmite al Todo. Por lo tanto el bienestar general depende
de lo que yo haga allí donde estoy.
Volviendo a la realidad actual, con las opresivas
condiciones imperantes, mi trabajo, como supongo el de los demás seres humanos,
consiste en comportarme adecuadamente en armonía con mis sentimientos. Dicho en
plata: hacer lo que me haga sentir bien.
Si mi talante topa con el de otros, no pasa nada. Quiere
decir que cada uno tiene una tarea diferente dentro del entramado de la vida.
El hecho de discrepar de lo que puedan hacer los demás no es nada más que el
producto de mi limitada visión general.
Si todos hacemos lo que tenemos que hacer (lo que nos
hace sentir bien) sin meternos en lo que hacen o dejan de hacer los demás, la
vida se tornará armónica y equilibrada, proporcionando a cada uno lo que
necesita.
¿Esto es bastante esclarecedor para las preguntas básicas
existenciales? ¿Nos podemos agarrar a este paradigma para comportarnos como una
pieza en el engranaje general?
Todos formamos parte de un mismo "cuerpo" y
todos somos indispensables en el lugar donde estemos. Sólo hay que ser
conscientes y aplicar nuestra sabiduría en todo lo que hacemos sin distraernos
con la tarea que le corresponde hacer a otro.
Los diferentes talantes, las diferentes actitudes y
formas de ser son la riqueza de la vida tal como lo podemos ver en la
naturaleza con toda su diversificadísima variedad de especies y paisajes a
pesar de formar un conglomerado armónico.
Termino con mi propio razonamiento: Soy lo que soy y
estoy en el lugar que me corresponde para hacer una tarea que sólo yo puedo
hacer y que sólo yo sé hacer y por lo tanto es mi obligación hacerla si quiero
contribuir al bienestar general .
Si tienes otras opiniones, compártelas para intentar
entre todos desentrañar la cuestión.
ASI HABLÓ ZARATHUSTRA
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Joan Martí - elcamidelavida@gmail.com
6 de junio de 2020
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